Pov Zeus.
La música se filtraba por mis oídos y en cierta parte me molestaba.
Buscamos una mesa para pedir algunas bebidas.
No estoy de humor para venir a estos lugares donde están los jóvenes modernos, donde vienen a pasarla bien o simplemente en busca de a quien follar. El olor a cerveza, sexo, sudor, hormonas alborotadas y el fuerte sonido de la música hace que el dolor de migraña se intensifique en mi cabeza.
Gruño en molestia.
—Zeus no empieces con que te molesta el lugar—sin mirar puedo asegurar que Nestor esta con la ceja alzada.
Mi respuesta fue otro gruñido.
—Déjalo, sabes como es de aburrido—apoyo Neymel.
—¿Aburrido? Nosotros ya no estamos para estas cosas. Alfonso, Nestor, tienen ya más de trescientos años y yo, casi los ochocientos. Estas cosas ya no son para mi. No busco divertirme, pasarla bien o buscar a quien follar por la noche, lo que busco es a mi luna, una relación estable, formar una familia, tener hijos y pasar tiempo de convivencia. No venir aquí a beber.
—Respetamos tu desición Zeus, pero no queremos dejarte solo en la casa para que te atormentes con el tema de tu luna, queremos verte bien—la sonrisa de Yamileth demuestra la sinceridad en sus palabras.
—Concuerdo con ella—agrego Alfonso.
Continuamos charlando unas cuantas cosas más. Las bebidas llegaron y fueron colocadas en la mesa del centro.
Alfonso, Yamileth, Nestor y Neymel fueron a la pista a bailar mientras que yo los esperaba bebiendo whisky y observando toda las pista desde una de las salas vip. Lo mejor de esta sala es que los vidrios por fuera están polarizados, haciendo que se vea de adentro a fuera pero fuera a dentro no.
La pista está llena de personas bailando al ritmo de la música latina, otros en la barra y algunos simplemente charlando. Algunos de ellos estaban besándose y no negaba que me daba una punzada de envidia, me gustaría estar así con mi luna... Lastimosamente aun no la encuentro.
—<
—<<¿Cuánto más? ¡¿Eh?! Dime. Ya no puedo seguir así Sthep, deseo formar una familia, ¿acaso tu no quieres ver a nuestros cachorros?—explote.
—<
Genial, ahora tenía ganas de orinar.
Deje de lado el baso de cristal y salí de la espaciosa habitación rumbo al final del pasillo donde están los baños, y grata sorpresa me llevé al ir a medio camino.
—Más... Por favor... Más rápido...—gimió una mujer.
—Shh... Guarda silencio o nos van a escuchar.
Decidi bloquer mi audicion para no escuchar mas. Di media vuelta ahora con destino al ascensor para ir a los baños de la planta baja. Al llegar al piso de abajo busque los baños y cuando estaba frente a la puerta para ingresar, algo hizo que frenara mi paso.
—Mate...—susurre y en mi mente mi lobo igual.
El envolvente olor a vainilla entro por mis fosas nasales, haciendo cerrar mis ojos para disfrutar el rico aroma.
El sonido de unos tacones retumbar por el pasillo hizo que dejara de respirar por unos breves momentos, y cuando la presencia de alguien pasó por detrás y el sonido de tacones se hiciera más fuerte sentí claramente como los bellos de mi nuca se erizaron por completo. Nunca me había pasado esto. Y una vez que aquella embriagadora presencia paso y el sonido de los tacones se fue minimizando reaccione.
Inmediatamente, busqué a la dueña o dueño de aquel aroma y presencia tan brutal, logrando ver una silueta femenina con una larga melena de cabello negro salir por la puerta de emergencias. Automáticamente la seguí.
—Estoy en la disco mamá, talvez llegué a dormir como a la una, la verdad nose...—mi preciosa luna estaba hablando con su madre.
Deje de prestar atención a su llamada cuando observe su rostro. Quede anonadado, sus ojos son grandes y con largas pestañas sumando que son de un hermoso color miel que te hechizan, sus labios son pequeños pero apetecibles, sus fracciones delicadas, su pie blanquecina, sus cejas semidelgadas y negras... Todo en ella es hermoso.
Espere observando cada gesto que hacía hasta que terminará su llamada para mostrarme.
—Sí ma, después hablamos. Okay yo también te quiero, me saludas a todos.
Totalmente hipnotizado por la belleza de mi luna comencé a acercarme a pasos lentos, con cuidado. Actuaba como si una sirena estuviera cantando para atraer me y llevarme hasta a ella, algo ilógico, no detecto ningún aroma de alguna criatura mística en ella, no hay duda, es una humana.
Cada vez más cerca de ella, de solo verla la siento en mis manos, las ganas de estrechar entre mis brazos se hacen presentes y las palmas de mis manos pican por contemplar todo su cuerpo... Ahora el deseo carnal estaba despertando. No había prestado atención a su vestimenta y de nada más verla de cabeza a pies hace que una incomodidad se instale entre mis piernas. El hermoso vestido rojo de terciopelo abrazaba con sutileza y elegancia el curvilíneo cuerpo de mi mate haciendo verla sensual.
Hasta hora no sospechaba ni mucho menos notaba que estaba tras de ella. En sus manos yacía su celular que miraba fijamente.
En estos momentos actuaba como un depredador acechando a su presa.
No soporte más y la abracé por la espalda, enterrando mis manos alrededor de su cintura y entrelazándolas en su vientre, donde tan pronto como sea posible estará la semilla de mis cachorros.
Fueron unos cortos segundos donde repose mi cabeza en su hombro y me deleite con la vista de su escote en forma de corazón, apreciando unos cortos segundos las tetas que chuparé durante horas por las noches.
Después de mis gloriosos segundos por reacción mi luna se alejó lo más pronto posible de mí, causando un frío en mis manos.
—Óigame ¿qué le pasa?
Silencio. No me atrevía a responder, otra vez había quedado hechizado en su mirada que ahora estaba asustada.
—¡Le estoy hablando!
—Y yo te estoy escuchando—después de varios segundos respondí, tomándola por sorpresa.
—¿Y por qué no responde? ¿Acaso ve a alguien más aquí como para que usted no responda?—se ve tan hermosa con sus cejas fruncidas por la confusión—pero dejando eso de lado, ¿quién se cree como para venir y abrazarme de la nada? Ni siquiera lo conozco.
—Eso se resuelve fácil amor—su cara era un poema al escuchar mis palabras—me presento. Me llamó Zeus Petrov y fui, soy y seré el amor de tu vida preciosa.
—Ya bebió demasiado...—susurro dándose la vuelta para irse.
Por reacción iba a tomar su mano para que no se fuera, pero no lo hice, ya que se escucharon unas voces que decían:
—Pero mira nada más que joyita tan bonita nos encontramos.
Dos tipos completamente borrachos entraron al callejón. La puerta de emergencias daba salida a un callejón que siguiendo el camino y doblando por la esquina automáticamente te conducen a las transitadas calles.
—Y está como me gustan—el otro tipo se relamió los labios mientras recorría el cuerpo de mi mujer con morbosidad.
Pude sentir como las pupilas de mis ojos se dilataron, Sthep quiere salir y defender a su hembra.
—<
Con sutileza me posicioné detrás de mi luna.
Estoy tratando de contenerme para no hacer una atrocidad y asustarla, pero si intentan pasarse de la raya... Mañana amanecerán como "desaparecidos".
Escuchaba perfectamente el bombeo rápido del corazón asustado de mi luna.
—Tú encárgate del tipo y yo...—sin descaro alguno recorrió el cuerpo de mi luna—la voy preparando.
Un gruñido gutural y grave resonó por las altas paredes del callejón.
Esta noche se escucharán un par de gritos.
Lo que para mí fueron segundos para mi luna fueron minutos.
—¡Detente! ¡Por favor para ya! ¡Los vas a matar! ¡Ya! ¡Déjalos! ¡Es suficiente!—los delicados brazos estaban tratando de alejarme de estos dos estúpidos, y lo que para ella era un gran esfuerzo yo lo sentía como caricias.
Pare de golpe al recapacitar, si veía que los mataba lo más probable es que terminará horrorizada y con la idea de que soy un asesino, aunque no estaría muy lejos de la realidad.
Con los nudillos llenos de sangre y tirando por cualquier lado los cuerpos inconscientes cerré los ojos para regular el color de mis ojos que ahora debería de esta cambiando entre ámbar y verde.
—Maldito lobo...
Sorprendido miré a mi luna. ¿Había escuchado bien?
—¿Qué dijiste?
Chocamos miradas. Pareció pensar unos momentos.
—Dije "maldito lobo", antes de que los golpearas como loco soltaste un gruñido como uno—respondió obvia.
El aire retenido en mis pulmones salió disparado al saber que aún no está consciente de mi especie, por unos momentos creí pensar que ella sabía de nosotros.
Afinada su garganta y dijo:
—Bueno... Gracias por salvarme de lo que podría haber pasado, y podría porque gracias a Luci... Digo a dios no paso, si a diosito. Adiós.
Salió corriendo dispara del callejón, ni siquiera trate de detenerla, al fin y al cabo no llegaría muy lejos.
—Deténganla— ordené a mis sombras.
Sin prisa comencé a seguir el tramo por el cual se fue mi luna, y a unos metros más escuche como pedía algo entre súplicas para luego toparse con mis sombras.
–¿Ocupa algo?—que amable es. Sin embargo, la sombra no responde al no saber quién es ella.
—Ten respeto a tu reina—duramente ordené.
—Mis disculpas rey, no volverá a pasar.
—Llama a Bruno—tan pronto como llegara el chófer nos iremos.
—A la madre...
¿Esa fue mi luna?
—Tienes la boca muy sucia muñeca.
—Ay...
—De ahora en adelante te llamaré así, muñeca.
—¿Cómo por qué?
—Eres idéntica a una muñeca de porcelana, y como a una muñeca de porcelana se cuida de todos y todo, se aprecia por su significado, se admira por su belleza, y se ama como yo lo hago al verla, te trataré como una.
—No es necesario...
—No seas modesta, muñeca.
–Ja, ja. Este... Hasta otro día—de nuevo trato de escapar.
—Me temo que no.
—¿Eh?
—Que no te vas a ir muñeca.
De un rápido movimiento ya estaba sobre mi hombro.
—¡Idiota!
Ignore todas sus quejas, pataletas y mini puñetazos que daba en la espalda.
Al ver el vehículo cerca de la acera procedí rápidamente a abrir la puerta e ingresar con mi luna.
Con dicha puedo decir que ahora esta en mis brazos.
—Esto es un secuestro, ¡esto es un secuestro! ¡Ayúdenme! ¡Ayuda!
—¿Quieres guardar silencio? Nadie te va a hacer nada.
—¡No! ¡Ayuda!
—¿Te gusta grita? Créeme cada noche lo are y tu pedirás más.
—Chingao' ahora me quiere violar.
—Esa boca—advertí.
—Ni que fueras quien para...
—Soy tu mate.
—¡Vete a la...!
La bese.
No me contuve. Andaba muy grosera y rebelde.
Tendré que enseñarle modales.
Sus manos hicieron presión en mi pecho con la intensión de alejarme, cosa que no logro.
—¡Me ahogo!—decía entre el beso—¡me ahogo!
Cuando estuve algo satisfecho y casi sin aire en los pulmones nos separamos. El pecho de mi luna bajaba y subía agitado mientras me miraba con rencor.
–Cabron.
—Sigues.
—¡Ya! Tu no me tienes porque reprender, y mucho menos así.
—Rebelde.
—¿Perdón?
—Eres una rebelde grosera muñeca.
—Mm... Que bien.
No hubo más tema de conversación y de reojo la notaba pensativa.
—¿A dónde me llevas?
—A la casa.
—¿Cuál? Si según yo vivo para allá—señaló para el lado sur mientras que nosotros nos dirigíamos al norte.
—De ahora en adelante vivirás para allá—señale el norte.
—No, yo no vivo para allá, yo vivo para acá.
Ya no respondí más, al fin y al cabo vamos para la manada.
—Oye.
La ignore.
—Oye.
Otra vez la ignore.
—Oye.
No volví a hacer caso solo para molestarla.
—¡Oh que la fregada te estoy hablado sordo! ¿No que muy platicador? Si ahorita me decías que me voy para quien sabe donde contigo, ¡ah!, pero nomas te hablo para algo y no, no me puedes ni responder ¿verdad?
Sonreí de lado conteniendo la risa y al igual que el principio no le respondí.
–Amargado...
Estoy acostumbrado a que me llamen así.
◆•○•◆
¡Hola!
¿Cómo están? Espero que bien.
¿Qué piensan del capítulo? ¡Por fin se encontraron!
Ya saben de las faltas de ortografía.
Solo pasaba a saludarlos.
No se olviden de comentar, votar, dar me gusta y compartir.
Instagram: Jack_crds.
Cuídense. Besos. 💋
...CONTINUARA🐾...
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Comments
jzfkfxlgcl
🤭🤣🙄🤣
2024-12-09
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Divian Elizabeth Rojas de Manzur
ella no tiene poderes como rostizarle o que se yo.. herirlo de alguna forma para que se de cuenta que la debe respetar...
2023-08-14
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Maria Hernandez
jajajajajaja jajajaja jajajaja muy aparte de ser domada va hacer educada y dígame cuando se entere el rey de los demonios que su preciosa princesa es la mate del Rey Alfa Zeus se van a querer morir
2023-07-04
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