1. Misma rutina.

Pov Khalid.

¡Bip! ¡Bip! ¡Bip! ¡Bip!

Estiro mi mano para apagar la molesta alarma.

Otra vez, las 6:00am. Me incorporé de la cama con dolor de cabeza y salí de las cómodas sábanas de mi cama con destino al baño. Al llegar allí hice mis necesidades y limpié mi rostro y dientes.

Aún sentía mi cabeza adormilada y mi cuerpo vulnerable con ciertos dolores. Lo normal. Ya es costumbre que mi cuerpo duela siempre que despierto. No sé si sea porque no duermo bien o por el cansancio de todo lo que hago.

Si, ser princesa de los demonios no es cosa fácil...

Regrese a mi habitación para proceder a vestirme con el uniforme de la preparatoria. Una vez acabado arreglo mi cama. Después voy hasta el tocador donde procedo a hacer que no me vea como un monstruo. Bueno hago el intento, tampoco es como si fuera una belleza exótica.

Cuando termino de hacer todo lo que debo de hacer en mi habitación bajo a la cocina con la mochila en el hombro. Recorro largos pasillos hasta llegar a una escalera, bajarla, e ir a la cocina donde el olor a desayuno recién hecho me llama a gritos. Antes de entrar dejo la mochila en la sofar de la sala.

—Buenos días—salude yendo directo por un vaso de agua. Lo necesito.

Mi madre se acerca a darme un beso en la mejilla. Retiro de inmediato él basó de agua de mi boca, y aun así con mis labios remojados le doy un beso en la mejilla. Hace una mueca por el agua en su cara y la limpia con la manga de la bata de su pijama.

Deje él basó y fui donde estaba mi padre esperando su desayuno. Ya tenía su mejilla inflada con su propio aire señal de que quería un beso de buenos días. Con una sonrisa dejé un beso plantado.

—¿Cómo amaneció mi reina?

—Bien. ¿Usted apa?— tomé lugar en la mesa.

Segundos después mi madre hizo lo mismos y mi hermano entro a la cocina, tomando sitio a mi lado.

—Ash...—jadeo disgustado mi hermano viéndome.

—Ya se arruinó todo—dije de igual manera disgustada observándolo de reojo.

—No. Todo se arruinó cuando naciste.

–Perdón. Arruinarlo yo. Con esta hermosa presencia aquí. Tú eras quien siempre lo arruinaba porque todo el tiempo llorabas de niño —contraataque.

—Pero a mí si me quieren.

—Te quieren porque das lástima con esa cara.

—Por lo menos a mí no me adoptaron.

—Tuvieron que recurrir a mi adopción porque preferían a una niña adoptada que a un llorón como tú. Han de haber pensado que si tenían otro bebé saldría igualito que tu.

—¡Ya!—grito papá con el entrecejo fruncido cansado de todas nuestras peleas.

Mi hermano y yo nos miramos a muerte y le saqué la lengua a la vez que trataba de contener mi risa. Ya era normal que en todas las comidas o en todos lados peleemos. Negué sonriendo a la vez que contenía mi risa.

Comimos en silencio y al acabar me levanté pata llevar mi plato y basó sucio al lavatrastes. Me despedí de mi familia de igual forma que al saludarlos, con la diferencia de que no me despido de mi hermano, digamos que tenemos una forma peculiar de despedirnos.

Camine hasta la puerta que justamente estaba al lado de mi hermano y sin darle tiempo a reaccionar le di un zape saliendo de allí.

—¡Ah!—por el rabillo de mi ojo vi como se fue hacia delante pegándose con la cuchara que se dirigían a su boca.

—¡Khalid!—antes de subir escaleras escuche mi nombre en forma de regaño por parte de mi padre.

Una sonrisa pinto mis labios.

Corrí hasta mi habitación para lavarme los dientes y regresar rápido a la sala donde tome mi mochila y salí de la casa.

En el momento que abrí la puerta ya estaba mi asistente y mis guardaespaldas esperando por mí al lado de los vehículos que me llevarán a la preparatoria.

—Buenos días princesa—se acercó mi asistente con su típica tablet y lápiz táctil en mano.

—Buenos días Josh. ¿El día de hoy que tenemos que hacer?—sin pararme continúe mi camino hasta llegar donde estaba los guardaespaldas y entrar a los vehículos. Los salude y las camionetas se encendieron.

—Hoy tenemos que ir al orfanato Caritas Sonrientes y demás a llevar los juguetes del día de niño. Supervisar que todos los orfanatos estén en orden—respondía a la vez que con el lápiz táctil deslizaba la pantalla revisando el intinerario.

—Bien.

Solo basto escuchar eso para estresarme nuevamente. Cerré los ojos con frustración y sueño.

¡Diablos! ¡No me tome mis pastillas! ¡Mamá va a matarme! Ay ya no importa después me las tomo, total, son tres veces al día.

Los vehículos alentaron su paso señal de que llegamos a la preparatoria.

—Gracias. Nos vemos luego—dije antes de bajar tomando mi mochila.

Escuche los deseos de que me vaya bien y después camine hasta la puerta de la cárcel, digo preparatoria.

Pase de largo. Sonriendo y saludando a las personas que me hablaban. No tengo amigos cercanos aquí. Al ser la princesa de los demonios las personas que se llegan a acercar solo es por interés o apariencia, así que solo continuo mi camino, refugiándome en los libros, con grandes escritores.

Al principio el hecho de no tener amigos me afectaba de sobremanera, ya que cuando quería platicar o salir por la calle en compañía de alguien me hacía falta. Con el paso del tiempo me fui acostumbrando a la soledad. Pero no significa que sea una rarita, soy social, claro, pueden verme platicar con las personas y hasta reír, pero nadie me da esa confianza de contar mis secretos o sucesos personales. Soy sociable gracias al hecho de que voy a muchos eventos sociales por mi familia.

Llegue a mi aula de clases y tome lugar en el pupitre.

Las clases comenzaron. Los maestros estaban atentos a cada movimiento que hacía, típico. Siempre tengo que cuidar lo que haga, porque si hago algo mal los chismes se esparcen como virus, y no, señoritas señoritos, no puedo hacer nada mal que pueda perjudicar a mi familia o ami. Siempre debo de cuidar la imagen. Que fastidio. No puedo ser como soy por el simple hecho de ser una princesa.

Que comience la misma rutina de siempre...

...•♤•♤•♤•...

Terminaron las clases y ahora regreso a casa para cambiar de ropa e ir a los orfanatos del reino. Llevar el nombre de princesa no es sólo quedarse encerrada en el castillo y esperar a que llegue tu príncipe azul y se casen, no, claro que no. Ser una princesa implica responsabilidades y arduo trabajo bajo presión.

Al llegar a la habitación ya me esperaba dos chicas de servicio con diferentes tipos de vestuarios, maquillajes, accesorios, zapatos...

—Saludos princesa—ambas hicieron una reverencia.

Odio eso.

—No hagan reverencia. Porfavor acabemos con esto rápido. Iré a los orfanatos a entregar juguetes.

Con un asentimiento de cabeza procedieron a ver cuál de los atuendos estaba de acorde a la ocasión. Atuendo tras atuendo pasaban y ninguno era de su agrado, hasta que por fin escogieron uno.

Agarre el vestuario y fui al baño para colocármelo.

La ropa era muy hermosa. Me encantó lo que escogieron.

Es un vestido negro con escote cuadrado y debajo una camisa blanca de mangas cortas, zapatillas picudas negras de tacón delgado, y por último coloqué los accesorios minimalistas plateados. Las chicas me extendieron un bolso cuadrado de piel negro con correa plateada, y por último un abrigo negro por si hace frío más tarde.

El maquillaje contaba en una ligera capa de base, pestañas con rimel, y labios rojo claro con un gloss transparente para que resalten.

Una vez que rocíe perfume de olor a vainilla salí de allí despidiendo y agradeciendo a las chicas por su ayuda. Al llegar otra vez a la puerta de entrada nos montando en los vehículos rumbo a los orfanatos.

Orfanato tras orfanato, repetía las mismas palabras y acciones que hice con el primer orfanato. Si de algo pude gozar es de ver la carita de alegría y el entusiasmo de los pequeños niños con sus juguetes y rebanadas de pastel. Mientras repartían los juguetes y el pastel yo me aseguraba de que todo estuviera en orden y no hubiera nada fuera de lo normal.

Tal vez se preguntarán ¿qué esto no lo tienen que hacer tus padres o hermano? Si y no. Franco, mi hermano se encarga de hacer otro tipo de cosas como lo es el reino y la seguridad, encargándose de los tratados de paz, alianzas y entrenamientos de cada guardia y recluta nuevo. Mi padre se encarga de los negocios de la empresa de exportación e importación dentro y fuera del país mientras Franco aún no es rey. Y por último mi madre es la encargada de los eventos sociales por parte de la empresa, las revistas, fiestas, acompañar a papá en reuniones... Y yo me encargo de los eventos del reino y demás sucesos, soy como una supervisora a mis cortos 17 años.

Termine. Todo estaba en orden. Los regalos y el pastel se repartió por los orfanatos. Las visitas fueron un éxito. El pueblo estaba en orden.

Regrese a casa con el cansancio a mil, ¡y ahora son las 21:07pm! Como pasa el tiempo.

Hasta ahora recuerdo que no he comido nada desde el almuerzo de la preparatoria. Con un suspiro cansado fui hasta la cocina donde escuche el sonido de objetos moviéndose, no creo que sea mi mamá, en este momento debe de estar en la ciudad humana, tampoco Franco y mucho menos papá, así que solo puede ser una persona.

—¿Genara?—abrí insegura la puerta de la cocina asomando mi cabeza con cautela.

Una silueta de espaldas de una mujer estaba en la cocina.

–¿Necesitas algo Khalid?—esa dulce anciana es una de las pocas personas que me llaman por mi nombre.

—¿Cómo estás?

—Bien, gracias a Lucifer.

—Gena ¿podrías hacerme la cena? No he probado bocado desde la escuela y vengo muriéndome—pedí suplicante haciendo ojitos.

—Está bien Khalid en unos momentos te llevo la cena—acepto con una risa.

—¡Gracias!—salte a sus brazos feliz depositando un beso en su mejilla para luego salir de allí y dejarla que hiciera su trabajo.

Arrastrando los pies subí las escaleras y atravesé los largos pasillos del palacio hasta llegar a mí "humilde" habitación de vuelta, que de "humilde" no tenía nada gracias a mamá. Noten el sarcasmo. Se esmeró tanto en decorarla, no únicamente esta sino todo el castillo.

Literalmente aterricé en la cama soltando un jadeo de cansancio. Con los mismos talones de mis pies retiré mis tacones sin fuerzas.

Fue un largo tiempo que estaba acostada en la cama pero que yo lo sentí como un par de minutos.

La perilla de mi puerta giro abriendo la puerta y dejando ver a Genara con una charola de comida, bebida, basó de agua y unas pequeñas bolitas que se me olvidaron ingerir.

—Tu madre te regañará si se da cuenta de que no has tomado tu medicamento—recordó.

—Lose, ¿pero qué puedo hacer si se me olvida? Todo el día tengo algo que hacer y es difícil recordar esa pequeña acción—me excuse.

—Solo haz el intento de recordar cariño para que puedas mejorar pronto—depositó un beso en mi frente y me entrego la charola—buen provecho y duerme bien.

—Gracias. Igualmente.

Una vez que salió devoré por completo la charola y no me refiero a que comí con velocidad, sino que comí toda la comida. Para comer yo soy todo un dilema, con solo decirles que puedo hasta tardar una hora en comer únicamente un plato de comida.

Al terminar de comer ingerí mis pastillas con la ayuda del baso de agua.

Deje la charola en una mesa de vidrio que estaba en el medio de la habitación. Enjuague mi cara, cepille mis dientes hice mis necesito y una vez vestida con mi pijama procedía des tender mi cama para dormir.

Por última vez revisé la hora en el celular y ya son las 22:37pm.

Un día menos de tanto estrés.

Dormir por lo menos hace que olvide la vida tan estresante y cansada que llevo.

◆•○•◆

¡Hola!

¿Qué les ha parecido?

¿Se esperaban que el capítulo fuera igual al otro o lo esperaban modificado?

Habrá muchas cosas que serán cambiadas, pero también tendrán parte de la otra versión y un par de cosillas que no cambiaran.

Espero sus votos, comentarios, regalos, me gustan, puntuación, ¡compartan esta historia y siganme en instagram!

Besos.💋

...CONTINUARA🐾...

Más populares

Comments

Greiselyn lisbeth

Greiselyn lisbeth

mi hijo también es así para comer yo me desespero viéndolo y es rara la vez q se termina toda la comida

2024-01-16

1

Maria Hernandez

Maria Hernandez

hola está muy buena la historia amiga la primera fue genial y se que está va hacer igual 😊😃

2023-07-04

2

moon 1

moon 1

uy creí que era la única .. bueno cuando era niña.

2023-06-07

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play