CAPÍTULO 3

Efectivamente camina hacia mi relamiendo sus labios y me ve de arriba a abajo, durante toda la conversación había olvidado que estaba semidesnuda con mi vestido en las manos, el se acerca y inhala mi olor y yo el de el, este desconocido huele delicioso, y luego me susurra en el oído:

– ¿Puedo tocarte?

Yo sonrió, es muy tierno y todo un caballero y le respondo:

– Puedes… pero también puedes hacer más que eso…

Sus manos empiezan a recorrer mi caderas, mientras respira regando besos por mi cuello, agradezco que no busque mis labios aunque se me hacen muy tentadores los suyos, pero está bien, no soy muy de besar, lo hago cuando me provoca y cuando no, no lo permito… el sigue recorriendo mi cuerpo con sus manos, sus manos exploran partes importantes de mi cuerpo y me dice

– ¡Wow! que lista se encuentra la señorita exhibicionista..

intenta besarme pero lo esquivo lo que hace que baje hacías mi pecho que también toca por encima de la tela de mi bra, nuestras respiraciones están más que aceleradas, me retuerzo de placer cuando uno de sus ávidos dedos juegan con todo lo que está a su paso mientras me acaricia de forma tan suave que duele...

– Hueles delicioso, pero ahora quiero saber cómo sabes.

Quita el vestido que aún sostengo con una mano y lo cuelga con cuidado con su mano libre, me deja con una sensación de vacío cuando se aleja un poco de mi, me sujeta por la cintura y me sube en el muro de los lavamanos, mientras me mira, noto que sus ojos son atigrados y se le pueden ver más las líneas, son líneas de deseo.

Intenta besarme nuevamente y vuelvo a esquivarlo, para y me pregunta con cara de circunstancias:

– ¿No quieres que continuemos?

Respirando acelerada solo le digo que si con la cabeza y entre gemidos le digo:

– No me gusta besar en los labios, solo sigue con lo que hacías…

Me mira extrañado pero continúa tocando y diciendo – En un momento haré que quieras besarme…

– Está bien, pero sigue…

El baja y sus manos continúan recorriendo avidamente y con la lengua recorre toda mi extención, estoy vuelta loca de placer, mira hacia mi, y es una vista espectacular, morbosa estoy muy excitada y le digo:

– Me encanta lo que me haces pero por favor, hazlo, hazlo ya!

Baja el cierre de su pantalón, yo lo toco y quitó su camisa, tiene un abdomen digno de admirar y unos pectorales que parecen esculpidos, los cuales beso, él saca un preservativo de su billetera y cuando deja a la vista todo de el, es hermoso, color rosa y aterciopelado, se coloca la protección y mirándome, sonríe malvadamente y me dice:

– ¿Qué quieres?

Con desesperación le respondo:

– Ya te lo dije, que lo hagas, ¡hazlo ya!

– Vuelve a sonreír, me baja de dónde estoy me voltea y entra en mi en una estocada ambos soltamos un grito ahogado, me encanta sentirlo dentro pero se queda quieto y le digo:

– ¿Qué pasa? Sigue

Y responde:

– Si me besas…

Solo puedo voltear y besarlo desenfrenadamente, el continua con un beso muy salvaje y vuelve a entrar, una y otra y otra vez, solo se escuchan gemidos y gritos ahogados, el suelta un grito gutural que me hace saber que ya alcanzó el clímax, dos segundos después lo hago yo y en ese mismo instante alguien toca la puerta, el me hace señas con el dedo de qué haga silencio, sale de mi cuidadosamente me baja y me suelta, vuelven a tocar la puerta de luego se escuchan pasos alejándose…

Se retira el preservativo y ninguno de los dos dice nada solo nos observamos mientras nos vestimos, él me vuelve a ver y sonríe otra vez y me dice:

– A tu pregunta del principio, a ti…

– ¿Que? No entiendo.

– Al verme me preguntaste que qué diablos estaba mirando y la respuesta es a ti, a la mujer más jodidamente sexy que he visto en todo mi vida..

Ahora soy yo la que sonríe y le respondo:

– ¡Okey! Gracias por el cumplido

El ya vestido solo de la cintura hacia abajo camina hacia mí, no puedo dejar de ver su abdomen perfecto y blanco, al acercarse creo que me va a abrazar, por lo que me quito rápidamente, pero el solo tiende su mano hacia mi y dice:

– Asher.

Cuándo va a decir el apellido lo detengo, colocando mi dedo índice sobre sus carnosos labios diciendo:

– No me importa saber quién eres, ni a ti tampoco quién soy, solo puedo decirte que estuvo muy bien, quedémonos con eso, me encantó el este encuentro contigo desconocido, pero ya debo irme, tengo un vuelo que tomar..

Él me observa mientras se pone la camisa y me dice:

– El placer fue todo mío desconocida exhibicionista, que agradable infortunio para mí que te hayas equivocado de sanitario, ahora sí tengo una muy buena historia para contar..

– Me complace haber mitigado un poco lo aburrida de tu vida..

Término de colocarme el vestido mientras el solo me observa, caminamos juntos hasta la puerta y el toma mi cuerpo lo ciñe contra la pared y vuelve a besarme, se lo permito por el solo hecho de que sus besos me gustan, más de lo.que debería pero me gustan, nos damos muchos besos uno como quien no quiere que termine y me dice:

–¿ Aunque sea dime como te llamas?

– Es mejor si no lo sabes, igual no nos volveremos a ver más, así que no vale la pena…

– ¡ Adiós¡

– ¡ Adiós extraña!

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