Antes de llegar a casa de Alex le envié un mensaje para que saliera, no quería tocar el timbre para poder sorprender a Anna, pero el primer sorprendido fui yo, Alex me esperaba en la puerta con Emily dormida en sus brazos, estaba enorme y bellísima, me recordaba a muchísimo a Anna cuando era una niñita.
Deje mis maletas al lado de la puerta, sonriendo felíz, ni siquiera saludé a Alex solo se la saqué de los brazos y la tomé en lo míos, era increíble de solo tenerla junto a mí me llenó de paz, fue como si recargara mi energías, sin dudas me sentía feliz, estaba en casa.
Alex me hizo señas y subimos en silencio al dormitorio de Emily, que al parecer notó que no estaba en brazos de su padre y abrió los ojos quejándose, pero apenas me vio sonreía y repetía Tito.. Tito… una y otra vez luchando contra el sueño, sentía una emoción enorme en mi corazón, no sabría describir ni el cómo ni el porqué, pero esa pequeñita se había adueñado totalmente de mi corazón, le daba suaves besos en su rostro y se durmió diciendo Tito… la conexión entre ella y yo era irrompible.
Apenas salimos de la habitación abracé a Alex, que sonreía satisfecho, cada vez me sentía más seguro de la decisión que había tomado, era como si un rompecabezas se fuese armando.
-Ya era hora imbécil… vas a pagarme con creces haberme dejado solo con todo por casi un año-
Dijo palmeando mi espalda sin dejar de sonreír y haciendo señas para que fuéramos por Anna.
-No puedes decir simplemente que me extrañabas y estás feliz de tenerme de vuelta-
Era lo que haría una persona normal, pero no el demente de mi amigo, esa era su manera de decir que me quería, la dulzura solo era para sus chicas como el decía.
-Pfff ya pareces una mujer celosa… ¿Quieres que coloque una alfombra roja?-
Me dijo poniendo en blanco sus ojos y riendo mientras me llevaba trabajo tomado de los hombros, pero sus ojos estaban tan aguados como los míos, antes de salir al patio se detuvo y me hizo una seña con la cabeza para que siguiera solo, mi hermana estaba sentada en una silla de espaldas a mí y escuché como suspiraba. Me agache a susurrar en su oído que comenzaba a ser feliz… se puso de pie y giró lentamente para verme… se quedó inmóvil por unos segundos, susurro mi nombre y corrió a abrazarme, en el segundo rompió en llanto y todo lo que me contuve salió en ese momento, solo salió y lloró emocionado como hacía años no lo hacía.
El resto de la tarde fue increíble, me sentía realmente feliz, todas las piezas iban tomando su lugar.
Les conté a Anna y Alex sobre mi encuentro con Marie, ambos me miraron preocupados, ni que hablar cuando les dije que cenaría con ella.
Mi hermana me miraba algo preocupada o insegura pero el que más me sorprendió fue Alex
-¿Estás seguro que es el momento? Piénsalo bien hermano, no creo que sea el momento, en un año pasan muchas cosas, la gente cambia, seguro podrás con esa situación? Recién llegas, quizás ella ya no sea la misma -
Anna le dió una mirada de advertencia, las conocía de memoria, sabía que ambos se preocupaban por mi, pero por un momento dudé si solo era eso, aunque lo descarté de inmediato, y los dejé tranquilos que todo estaría bien.
Llegada la hora me aliste y salí a encontrarme con Marie, llegué quince minutos antes de ansiedad, porque sabía que ella sería puntual, era una cualidad de Marie, odiaba que la hicieran esperar y jamás hacía esperar a nadie.
El tiempo pasaba y ella no llegaba, algo que me extraño y comencé a pensar que no llegaría, luego de esperarla veinte minutos, estaba por marcharme cuando llegó algo apurada, tomó asiento y se disculpó inmediatamente diciendo que había tenido un problema a último momento, aunque pregunté si estaba todo bien, me dijo que era algo sin importancia.
Estaba hermosa, no estaba arreglada como lo hacía cuando salíamos, lucía algo más casual y natural, pero bella como siempre.
El camarero llegó y cuando pedí que nos sirviera su vino favorito, me interrumpió y me dijo que para ella solo agua por ahora.
Luego si me dejó ordenar la comida de ambos.
-¿Ya no te gusta el vino? Recuerdo que te encantaba cenar y beber una copa-
Le pregunté algo extrañado apenas el camarero se retiró.
-Ohh no es eso, estoy algo cansada y luego tengo que conducir hasta casa, y cansancio más alcohol no es buena combinación-
Me dijo encogiendo sus hombros y con una sonrisa fría.
Inmediatamente me preguntó por mi viaje y los lugares que recorrí, empecé a contarle, en medio nos trajeron la comida, pero me alentó a qué siguiera, sin darme cuenta la conversación fluyó como siempre que hablábamos, siempre me hizo sentir cómodo y podía contarle lo que sea, ella prestaba atención a cada detalle, sin darme cuenta ya estábamos terminando de cenar y hasta le había contado sobre Alessia, el rostro de Marie no cambió en ningún momento, mantuvo una leve sonrisa y atención en cada cosa que le contaba y hasta riendo a carcajadas cuando le contaba alguna locura que había hecho.
-Me alegro muchísimo, creo que te debías un tiempo para ocuparte de tí, era necesario, demasiado has hecho por todos siempre-
Me dijo con media sonrisa y revisando su teléfono, no sé si miraba la hora o si tenía algún mensaje, justo en ese momento estaban retirando los platos y en recliné en el respaldo de la silla observándola algo molesto por su frialdad.
-¿Necesario para quien Marie??? Para tí? Para mí? ¿Qué pasa contigo? De repente pretendes aparentar que nada sucedió entre nosotros, que este tiempo no pasó?-
Marie me miró sin hacer ningún gesto, cerró sus ojos un instante y tomó aire.
-Para tí Theo… vivías pendiente de todo el mundo sin pensar en tí, yo te lastimaba constantemente sin proponérmelo, y tú resistias… Necesario para mí, necesitaba aprender que no era dueña de tí ni de nadie-
Me miró un segundo y bajo su miraba como avergonzada.
-No puedo cambiar el dolor que te cause, creeme que he pagado por eso cada día desde que te fuiste, pero creo que ya no puedo seguir castigandome, pero si puedo ayudarte a ser feliz… quizás no nací para ser tu pareja, pero si puedo ser tu amiga y ayudarte sin condiciones-
Levantó su mirada y ví la tristeza en sus ojos, el dolor, pero seguridad.
-Marie porque jamás me dijiste el dolor que te causé? Te lastimé muchísimas veces y jamás dijiste nada… tuve que alejarme de tí para recordar las cosas que te dije en nombre de la sinceridad… tú también resististe…-
Volvió a mirarme.. luego su mirada se perdió en un punto en la nada, hasta que volvió su atención hacia mí.
-Quizás era porque sentía que eras demasiado para mí y solo tenía suerte de que estuvieses a mi lado… no lo sé, solo sé que es pasado Theo, y ahí debe quedar, solo puedo prometerte que no volverá a suceder, y que tienes una amiga incondicional en mí -
Estaba mirándola sin poder creer lo que me decía, cómo es que llegó a pensar que yo era demasiado para ella, jamás me lo había dicho… pero al escucharla algunas cosas que habían sucedido tomaban sentido para mí.
Tomó sus cosas y se puso de pie para marcharse, diciendo que ya era tarde y estaba algo cansada, yo seguía mirándola tratando de procesar todo, cuando llegó hasta mí lado y dejó un beso en mi mejilla y salió.
Me tomo unos minutos reaccionar, deje mi tarjeta de crédito sobre la mesa y salí corriendo tras ella, la ví en la acera y la llamé acercándome hacía ella apresurado, cuando giro ví sus ojos rojos y sus lágrimas correr por su rostro, pero yo estaba furioso con ella, por haber callado durante tanto tiempo.
-Así de fácil es para tí??? Te amé cada puto día de mi vida desde que tengo 17 años, por cada minuto de vida, no puedo dejar de amarte, y tú simplemente decides que todo fue tu culpa, y ya pasó? Sin siquiera recriminarme nada, sin pedirme una disculpa? De golpe solo aceptas que ya pasó y no importa el daño que nos hemos hecho? -
Casi estaba gritándole, y ahora parecía que los papeles habían cambiado, yo le hacía un planteo y ella me escuchaba en silencio, ni siquiera yo entendía que estaba sucediendo.
Se acercó a mí de forma lenta y puso su mano en mi mejilla mientras me miraba con sus ojos llenos de lágrimas.
-Creeme que no es simple para mí… te he amado desde mis diez años y eso no cambiará hasta el día que muera, pero ya te he recriminado bastante, ya te he lastimado demasiado, llevaré conmigo ese error por el resto de mi vida, pero por el amor que te tengo es que juré jamás volver a lastimarte, y ambos sabemos que tú también te has prometido no volver conmigo, por eso es mejor que dejemos el pasado atrás, aquí estaré Theo para lo que necesites, volveré a ser tu amiga, voy a cuidarte desde otro lugar, tu solo recuerda que me hiciste feliz… no importan las peleas, las palabras dichas de más… no importa nada más, solo tienes que saber que contigo conocí la felicidad, y eso nadie podrá quitarmelo-
Dejó un beso en mi frente y me sonrió, y yo estaba devastado… como jamás conocí ese lado de Marie… dónde estaba ella… dónde estaba yo? Tome sus manos para que no se fuera
-Porque recién ahora puedes hablar conmigo de esta manera? Carajo Marie…porque ahora cuando ya nos hemos lastimado tanto que debemos seguir por separado?? Porque ahora cuando ya no sé si puedo solucionarlo? -
Le pregunté más tranquilo y en tono más bajo.
-Porque quizás no estaba lista para tí, ni tu para mi, porque quizás debíamos aprender… y la vida, de una forma u otra nos enseña, y es lo que hizo conmigo, y también contigo, aunque aún no le veas… porque no tienes que salir a solucionar todo, ya no te castigues más pensando si alguna vez me hiciste mal… no lo hiciste, y no me perdiste, ni te perdí si? Solo seremos dos amigos que se apoyan y se aman mucho-
Su rostro era de tristeza absoluta, y el mío no debía ser distinto, sin dudarlo más la abrace como deseaba hacerlo desde hace mucho tiempo, quería besarla sin dudas pero sabía que sería peor para los dos.
-No voy a abandonarte nunca, lo prometo, siempre estaré para tí, no importa el tiempo, no importa que ya no podamos estar juntos, siempre te amare Marie-
Le dije sin soltarla, no podía soltarla
-Juro por mi vida que nunca más volveré a lastimarte Theo Moore, y siempre contarás contigo…no dejaré de amarte, pero a partir de hoy tienes una amiga incondicional para siempre-
Nos quedamos unos instantes así, hasta que ella se separó de mí suavemente, me dió una sonrisa beso en la mejilla, y se despidió de mí.
Una parte de mi corazón se fue con ella, como sabía que una parte de su corazón se quedaba conmigo, pero ambos habíamos decidido lo mejor para los dos, así debía ser.
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Comments
Martha Gonzalez
cada vez más leo ,se me parte el corazón , Mumy eres genial ,la mejor 😍
2024-05-12
1
Alicia Santamaria
segunda vez que ya las leo... ya voy otra vez por la 2. /Grin//Grin//Grin/
2024-05-09
1
Angela Escorcia
esta novela es como orgullo y prejuicio de Ana y Mary para mi nunca puedo dejar de leerla de nuevo😪
2023-12-18
4