Traición

Phoebe se despertó asustada por un rayo estaba entre los brazos de Drako era de madrugada, no podía creer lo que estaba viviendo miro a Drako era tan guapo afuera el cielo seguía furioso. ¿En qué momento la prudencia la abandono?. Era una de las experiencias más extrañas no sabía si era el miedo a lo que habían pasado, pero no se arrepentía.

Él despertó y la miró - ¿ Que pasa ? pregunto .

- Nada simplemente me despertó la tormenta, él se incorporó y puso otro leño en la vieja estufa, la miró era tan dulce, pero al mismo tiempo se notaba que era una mujer con determinación, pero no era para él ninguna mujer era para él. ¿ Crees que nos vendrán a rescatar? pregunto .

—Si después de una tormenta de semejante magnitud saldrán los equipos de rescate, con la luz del día todo mejorará le dijo mientras acariciaba su rostro, ella le sonrió con tanta ternura Drako la beso y volvieron hacer el amor cuando despertaron ya no llovía el cielo estaba gris.

Era cerca del mediodía cuando divisaron un helicóptero de rescate.

Esa tarde Phoebe Braun se dejaba caer en su cómoda y acogedora cama todavía tenía puesto el mameluco que le había proporcionado el equipo de rescate se puso de pie y se dirigió al baño se dio una ducha y luego realizó varias llamadas a su abuela para que no se preocupe, a su trabajo, ya que no llegaría y algunas tiendas necesitaba ropa, no pensaba salir de compras con un mameluco.

Se miró en el espejo no lo podía creer estaba viva y había hecho el amor con un completo extraño un adonis que la había hecho sentir como si fuera una diosa.

Estaba esperando que le trajeran la ropa, cuando golpearon su puerta abrió y vio a su adonis no pudo evitar poner una sonrisa bobalicona.

- ¿Cómo estás?, ¿quieres pasar?, pregunto

- Gracias, entro a la habitación la cual con él adentro parecía más chiquita, ¿te quedaras mucho tiempo aquí?, pregunto Drako.

- Unos días me dieron en mi trabajo, quiero ver que paso con mi auto aún conservo una esperanza, ya que estaba bien cerrado ¿y tú que piensas hacer?, pregunto ella.

- No tengo mucho apuro no tengo que trabajar dijo él. — Me había propuesto dejarte tranquila, pero me arrepentí y quería invitarte a cenar.

Phoebe lo miró sorprendida, la estaba invitando a cenar. - Me encantaría cenar contigo, él le sonrió. Golpearon la puerta esta vez era la ropa que había solicitado.

Esa noche salieron del hotel ,Drako eligió un restaurante que no estaba muy alejado fueron caminando. El lugar era acogedor se sentaron y ordenaron hablaron de diferentes temas.

- ¿Tus padres viven? ¿Tienes hermanos?, pregunto Drako

- Soy hija única y si mis padres están vivos mi padre vive en Washington y mi madre en Londres.

- Perdona, como solo hablas de tu abuela pensé que tal vez.

- Es que me crío mi abuela, cuando mis padres se divorciaron se peleaban por todo el auto, la casa, obras de arte, la casa de fin de semana. Así que arme mi bolso y me fui con mi abuela no sería jamás otro objeto de batalla de ellos. No malinterpretes adoro a mis padres, de mi padre heredé la pasión por el periodismo y de mamá la pasión por la literatura. ¿Tú tienes hermanos?, pregunto ella

Él la escucho atentamente era una chica inteligente, dulce y fuerte. Tienes que serlo para madurar siendo tan pequeña.

- Tengo una hermana vive en Miami, mis padres fallecieron y un tío al que veo a menudo que vive en Valencia.

Siguieron hablando y luego volvieron al hotel él la acompaño hasta la puerta de la habitación, se despidió de ella dándole un beso. Ya en su habitación acostado en su cama Drako pensaba en lo que había ocurrido en las últimas 24 horas cuando esa mujer se cruzó en su camino y aunque seguía pensando que él no tenía nada para ofrecerle no podía dejarla ir.

A la mañana siguiente Drako la invito a desayunar.

Ella estaba sorprendida del físico de él.

- ¿Debes entrenar mucho?, pregunto ella

- Algo, pero es un hábito lo hago desde chico dijo él.

- Yo quería adelgazar, pero como dice mi madre para eso hay que tener voluntad y eso es algo que a mí me falta por eso estoy gorda.

- Tu gorda ¿dónde?, pregunto Drako sorprendido.

- Pues en todo lados desde mi cara hasta mis pies y encima soy enana.

- No estoy muy de acuerdo me encanta tu cara dijo él acariciándole el contorno - me fascina tu boca y si mal no recuerdo adore cada centímetro de tu cuerpo.

-Eres demasiado bueno no todos piensan como tú, respondió ella.

- Pero el problema no eres tú, son ellos que no saben que hacer con una mujer tan deliciosa como tú respondió él.

Ella se quedó pensando en lo que él había dicho Definitivamente para Grant su cuerpo era un problema, ¡eres demasiado voluptuosa! ¡Deberías hacer dieta! . Su matrimonio había estado condenado al fracaso desde el primer día, siempre había creído que Grant era un hombre talentoso, pero lo cierto era que solo era un mediocre que se robaba el esfuerzo de otros.

Pasaron dos días juntos, volvieron hacer el amor en tres oportunidades y él la había hecho sentir como si fuera la mujer más deseada del mundo.

Hacía dos días que Grant intentaba localizar a Phoebe finalmente consiguió los datos del hotel y el número de habitación donde se estaba hospedando dejó varios mensajes en la recepción.

- Buenas tardes, pedí que le entregaran un paquete a la señorita de la habitación 217 dijo Drako.

- Señor Raminovick ya fue entregado le respondió el recepcionista.

- ¿Podría averiguar si se encuentra en su habitación?, pregunto Drako

- El recepcionista marcó a la habitación,

— Señora Braun también quería comunicarle que su esposo ha estado llamando insistentemente, necesita que se comunique con él a su casa urgentemente le informo el recepcionista. Drako no podía creer lo que escuchaba ella le había dicho que era viuda. Le había mentido

- ¿Tiene los mensajes para mi amiga?, pregunto Drako- se los llevaré.

Drako subió a la habitación de ella las puertas de ascensor se cerraron, no podía creer que con esa carita de no rompo un plato le hubiera visto la cara de imbécil.

Phoebe miraba la caja de bombones que Drako le había enviado se miró en el espejo los golpes en la puerta anunciaron la llegada de Drako. En cuanto abrió la puerta supo que algo andaba mal.

La gélida mirada de Drako lo decía todo

- Tomé su amado esposo está preocupado y quiere hablar con usted le dijo él entregándole los papeles de la recepción.

- Yo te puedo explicar dijo ella

- No necesito explicaciones, solo eres una golfa en busca de diversión, que siga bien señora Braun dijo Drako despectivamente.

Se dio media vuelta y se fue ella lo llamó, pero fue en vano. Cinco minutos después Drako abandono el hotel se sentía un completo idiota esto le enseñaría a no volver a bajar la guardia nunca más.

Phoebe estaba deshecha no le había querido mentir, pero en su momento entre su enojo con Grant más el hecho de que Drako era un extraño le resultó más fácil decir eso que explicar que era un fracaso de mujer a la que él maridó abandonaba después de cinco años al día siguiente ella regresó a New York en cuanto entro a su casa se encontró con Grant.

- ¿Qué haces aquí?, pregunto ella.

- Aquí Vivo respondió Grant.

- ¡Vivías! Te recuerdo que me abandonaste luego de robarme mi trabajo ¿a qué has vuelto?, pregunto ella.

- ¡Tu trabajo, tu trabajo! Tú no lo necesitas eres la hija del mejor periodista del país solo tiene que hacer una llamada y estarás trabajando en el lugar donde tú quieras le grito Grant.

- Eso no tiene nada que ver, todo lo que tengo me lo he ganado con esfuerzo, además no estamos hablando de eso era tu esposa y traicionaste mi confianza.

- Me lo hubieras dado si te lo pedía no, no lo hubieras hecho. Igual no es por eso que estoy aquí, está claro que nuestro matrimonio está roto, quiero que nos divorciemos.

- Está bien, respondió Phoebe.

- Quiero recuperar el dinero de la casa así que lo pondré en venta, ¿me compraras mi parte? Pregunto él.

- Sabes perfectamente que no tengo esa cantidad.

- Quiero llevarme mis cosas hoy mismo dijo él.

- Está bien, tengo que irme a trabajar dijo ella.

Phoebe se fue a su trabajo mientras Grant se llevaba sus cosas.

Esa noche cuando Phoebe regreso a su casa comprobó que Grant había cumplido su palabra y se lo había llevado todo, los muebles de la sala ,el comedor, a cada paso que daba en la casa descubría que ya no tenía muebles solo le había dejado el refrigerador, dos taburetes, su ropa en cajas y su cama al menos tenía cama se dirigió al baño, se quitó la ropa se dio una ducha se puso un pijama iba a lavarse los dientes cuando comprobó que no estaba su cepillo ni la maldita pasta dental. Primero comenzó a reírse y luego a llorar, pero no lloro ni por Grant ni por los muebles.

Lloro por el amor que había conocido y perdido en 4 días. Lloro por Drako y porque jamás lo olvidaría.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***