Capítulo 5

Matteo

Llego a la sede de la mafia, pero mi pensamiento aún está en ella, veo a mi padre y a toda nuestra banda, uno de los principios de la mafia es la puntualidad, ¡nunca antes ni después, a la hora!

Hijos: ¡Se acerca padre!

Matteo: Hola papá.

Pietro: Hola viejo.

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Lorenzo Vitale, padre de Matteo y Pietro, uno de los hombres más buscados y temidos de toda Italia, acusado de organización criminal, tráfico de drogas, asesinatos, extorsión, contrabando, blanqueo de capitales, corrupción, tráfico de armas, secuestros y robos.

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Sube a una especie de escenario y comienza a hablar.

Lorenzo: Ya están todos aquí, ¡podemos empezar!

Lorenzo explica toda la acción que tendrá lugar hoy, llegará un gran cargamento de droga, nada puede salir mal, cada acción debe ocurrir en el momento exacto, ¡un solo retraso y todo estará en riesgo!

Después de unas horas termina la dichosa reunión de la sede, los hombres salen para empezar a poner en marcha la operación.

Lorenzo se acerca a su hijo con un puro en la boca.

Lorenzo: Te he visto muy callado hoy, ¿qué está pasando?

Matteo: No es nada.

Lorenzo: Mírame, te he metido en este mundo, no te atrevas a mentirme.

Dice soltando una bocanada de humo.

Matteo: Lo siento papá.

Lorenzo: ¡Estoy escuchando!

Matteo: Es una mujer, me está volviendo loco.

Lorenzo: ¿Una mujer? (sonríe)

¡Hace tiempo que no hablas así de nadie!

¿Quién es ella?

¿La conozco?

Matteo: Creo que no la conoces, ¡es la hija de uno de mis deudores!

La he estado observando durante un tiempo, algo en ella me intriga,

así que me la llevé, ¡hasta que su padre pague su deuda!

Lorenzo: Si la quieres, ¡hazlo bien! No puedes casarte con ella porque tú quieres.

El padre tiene que dar su bendición, si no será un matrimonio abocado al fracaso, puede que la hija no acepte, ¡pero si el padre lo concede, no hay nada que ella pueda hacer!

Ve a casa del padre y habla...

Matteo escucha atentamente las indicaciones de su padre, son muy parecidos, ¡pero cuando se le calienta la cabeza, no piensa bien! ¡No ve que la "solución" está delante de sus narices!

Lorenzo: ¿Entendido?

Matteo: Sí, señor.

Lorenzo: No participarás en la operación de hoy, si me pasa algo te necesito para que ocupes mi lugar.

Matteo: Pero...

Lorenzo: No me cuestiones, ahora ve y habla con tu futuro suegro.

Matteo: ¡Sí, señor!

****

Beatrice

Me despierto con mucha hambre, camino hasta la puerta y está cerrada con llave, golpeo con fuerza varias veces, llamo a Joana pero no viene, empiezo a maldecir, ¡cómo odio a este hombre, lo odio con todas mis fuerzas!

Me apoyo en la puerta y me siento en el suelo, mi pensamiento es uno solo, tengo que encontrar la manera de salir de aquí,

¡Pero si salgo matará a mi padre!

Dios mío, ¿qué hago?

Me ruge el estómago, no he comido nada hoy, ya está oscureciendo, ¿es eso lo que quiere? ¿Traerme aquí y dejarme morir de hambre, torturarme hasta que muera?

Voy a la mesita de noche y me sirvo un vaso de agua, para mi suerte hay una manzana que traje anoche, ¡eso me salvará por ahora!

Como lentamente, mastico despacio para que mi estómago sepa que estaré satisfecha sólo con esto.

Voy al baño y me miro en el espejo, tengo los ojos hinchados y la cara con una marca roja del tortazo que me dio, ¡estoy hecha un trapo!

Me quito la ropa y voy a la ducha, me doy una ducha larga, los pensamientos no abandonan mi cabeza,

Salgo de la ducha y me pongo el pijama, unos pantalones cortos y una camiseta, sé que no voy a salir de aquí, así que no voy a hacer otra cosa que no sea dormir, me meto en la cama y allí me permito llorar una vez más hasta que me quedo dormida de nuevo...

Continuará...

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