DIA SABADO
- ¡Nelidaaa! vamos chica, date prisa, hay clientes esperando a ser atendidos, la mesa 1 y 2 quedaron libres, vé a limpiarlas - Dice en voz demandante la supervisora de personal, es un día complicado en el restaurante, es hora pico y hay mucha gente esperando mesa para almorzar y la fila para pagar es interminable.
- ¡Si señora Carol, voy enseguida ! - Contesta Nelida completamente atareada mientras lleva ambas manos ocupadas con platillos destinados a la mesa 5.
- ¡ Nelida, ya terminaste de limpiar, apúrate que el tiempo apremia ! - Grita la jefa, mientras daba pequeños golpes a su muñeca adornada con un reloj de plata.
Nelida solo tenía 4 Meses trabajando en el restaurante como mesera, empleo que le había costado mucho conseguir pues solo tiene 18 años y su pasado es bastante agrio para una chica de su edad, con mucho esfuerzo logro sacar la secundaria, pero solo eso. No cuenta con grandes experiencias laborales ni con nadie que la apoye, está completamente sola.
Estos 4 meses fueron fuertes y su jefa se ha encargado de eso, desde que ingresó, le ha echo la vida de cuadritos, siempre haciéndola menos y colocándole exceso de trabajo.
El restaurante es un lugar pequeño en colores blanco y violeta, con ventanas grandes de cristal adornadas con cortinas blancas que se encuentran amarradas con listones lilas en forma de lazo, posee un total de 10 mesas de madera en tono palido que sostienen un florero blanco con ortencias que brindan una sensación de serenidad, al fondo está una barra donde un simpático chico toma los pedidos y hace las facturas y detrás de él está la señora Carol o "La bruja" como la apoda Nelida de vez en cuando, pues la supervisora tiene los ojos puestos en todo, al fondo a la derecha se ubica una puerta que es la entrada a la cocina dónde a cada momento entran y salen las únicas 3 meseras del restaurante y a la derecha se esconde una pequeña oficina donde "La bruja" pasa largos ratos con el dueño del restaurante cada vez que éste se aparece por el lugar.
Nelida se dirigía a la mesa 4 con un plato de comida en una mano y bebidas en la otra. De frente a ella viene una compañera de trabajo también mesera y además mano derecha de "La bruja" que le lanza una mirada de desprecio y maldad, para luego pasar a su lado interponiendo su pie sutil y disimuladamente para que Nelida cayera al piso botando y rompiendo todo lo que llevaba.
Las risas alrededor no se dejaron esperar , el chico que esperaba la comida en la mesa 4 se levantó como un rayo de su silla, para ir en auxilio de la pobre chica que aún estaba colocándose de rodillas para proceder a limpiar el desastre.
- Tranquila déjame ayudarte - Dice el muchacho que mientras ayudaba a recoger los pedazos de cristal no paraba de ver las facciones tan delicadas de la mujer que estaba frente a el.
- Gracias amigo, no te preocupes yo puedo continuar ya casi está listo, puedes tomar asiento nuevamente, con gusto te atenderé lo más pronto posible- Dice Nelida muy apenada, pues el muchacho tenía un buen tiempo esperando su comida - Por lo menos no me corté - piensa Nelida mientras escucha la voz preocupada del chico.
- ¿Te cortaste? lamentaria mucho que tus lindas manos se dañaran solo por llevar mi comida, me sentiría muy culpable y además también me sentiría en la obligación de invitarte a comer un helado, pero como no te pasó nada gracias al cielo, te quiero invitar igual el helado para celebrar que saliste hilesa del accidente ¿ Que me dices ?
Nelida que aún no veía al chico al rostro, levanta sus plateados ojos, mostrando también lo sonrojada que estaba por la propuesta del muchacho. El chico tenía unos 20 años, de piel canela, que le brindaba a Nelida una sonrisa que parecía estar compuesta de perlas relucientes y sus ojos negros intensos que emanaban dulzura y atracción por la chica que tenía en frente.
- Me da pena, ¿como crees?, no te molestes - Dice Nelida nerviosa, pues los hombres no le causaban ningún tipo de confianza, prefería estar alejada de ellos.
- Como te llamas bella dama - pregunta el chico ignorando la respuesta de la chica a su propuesta.
- Nelida, ¿ y tú ?- Pregunta con curiosidad, queriendo saber el nombre del apuesto chico que se había molestado en ayudarla.
- Carlos, para servirte y dime a qué ¿hora sales hoy? para pasar buscándote y llevarte a comer un helado o tomar un café lo que tú desees, me gustaría conocerte -
Nelida escucha una voz temblorosa de mujer a su lado, era una abuela que estaba con su nieta en la mesa 3, observando toda la escena que se estaba dando - Parece un buen muchacho niña, dile que si - mientras esboza una tierna sonrisa que genera confianza en la dulce chica.
Nelida observa a la señora con timidez y responde al comentario con una sonrisa tímida, para luego ver al chico que esperaba nervioso la respuesta, sus ojos negros brillaban, parecía deslumbrado por tanta belleza frente a el.
- Está bien, Salgo a las 2:00 pm - Contesta Nelida rápidamente, ignorando todos sus miedos y recuerdos negativos.
- Genial, yo paso por ti a esa hora, espérame - Responde Carlos soltando una risita de emoción y un suspiro para calmar los nervios.
El momento agradable termina, cuando Nelida nota que el muchacho pierde completamente su sonrisa mientras mira hacia atrás de ella. - Tu jefa se aproxima, levántate rápido - Dice Carlos en voz baja dándole la mano para ayudarla ponerse de pie.
- Nelidaaa vaya que eres una torpe, porque te gusta perder tanto el tiempo, muévete mujer, que no se te paga para que te le ofrezcas a los clientes- Dice la bruja mientras chasquiava los dedos presionando a la chica para que acelerara el paso. -A las 2:00pm te quiero en mi oficina- grita mientras todo el lugar se quedaba en silencio.
- Señora esa no es manera de tratar a sus empleados, además Nelida se cayó, porque esa mujer hizo que tropesara- Refuta Carlos molesto por la actitud de la supervisora mientras señalaba a la verdadera culpable, la mesera que había provocado todo.
- Lo siento amigo, disculpe las molestias ocasionadas, en un momento será atendido - Dice la encargada, ignorando por completo el reclamo del joven.
- ¡No! ya me voy de aquí, no quiero estar en un lugar con gente como usted, con tanta falta de ética- responde Carlos dando media vuelta y saliendo del lugar.
El tiempo pasó rápido, de un momento a otro ya eran las dos de la tarde, el restaurante estaba cerrado y los trabajadores se preparaban para retirarse.
- Nelida espera en mi oficina- Dice la encargada.
La chica se dirige a la oficina, pensando en lo mucho que le había costado conseguir este trabajo y lo iba a perder por culpa de alguien más, estaba molesta, triste, deseccionada de la vida. - Otra vez a la calle - Piensa Nelida mientras suspiraba esperando a que la bruja viniera para darle el toque de gracia.
Pasó un buen rato, el reloj en la pared de la oficina contó 40 minutos desde que Nelida entro y se sentó en una silla frente al escritorio que estaba en medio del pequeño espacio. Escucho a lo lejos pasos que se acercaban taconeando cada vez más fuerte, ya todos se habían ido, solo quedaron Nelida y La encargada en el lugar.
La supervisora, era una mujer algo regordeta, de unos 40 años, más alta de lo habitual pues nunca dejaba los tacones de lado y siempre bien arreglada, cabello recogido que dejaba ver algunas canas, y vestida como toda una ejecutiva.
Se escucha el rechinar de la puerta al abrirse - Nelida, Nelida - exclama en tono burlón la supervisora mientras entra a la oficina y se recuesta al escritorio quedando al frente de la chica, que la veía con ojos angustiados.
- ¿Que pasó hoy Nelida?, hoy fue un muy mal día para ti ¿verdad?, no sé qué decirte, estás más lenta, no rindes lo suficiente y ahora para complementar todo, rompes los vasos y los platos tomando en cuenta también que hoy te le estabas ofreciendo al muchacho ese-
- ¡ No señora !, todo fue un acci... -
- ¡No hables más! - interrumpe la mujer con voz altanera, mientras se quita el saco, dejando ver sus grandes atributos a través de la camisa blanca que se encontraba algo desabotonada.
Nelida la observa, jamás la había visto así, estaba sorprendida.
- Yo puedo ayudarte Nelida, si tú quieres claro, pero sabes que tengo mucho trabajo acumulado y necesito a alguien que me ayude con eso - Dice la mujer mientras se dirige a la puerta para recostarse en esta, mientras observa a la chica desde atrás que aún se encontraba sentada.
- Lo que usted me diga señora Carol, necesito el trabajo - Dice Nelida nerviosa, creyendo en esa pequeña luz de esperanza.
- Okey, necesito que te pongas de pie, frente a ti junto al escritorio hay una caja con unos papeles, levantala y colócala sobre la mesa, saca los papeles que están dentro, acomodalos por color y fecha, y ya no me hables, límitate a lo que tienes que hacer- Dice la mujer atenta a cada moviento de la chica, Nelida se levanta rápidamente y recoje la caja.
La mujer aún está a sus espaldas, mirando de arriba a abajo el cuerpo espectacular que tiene frente a ella, no para de verle los prominentes glúteos que al inclinarse se ven mucho más pronunciados destacando aún más la ropa interior, sus ganas de tocarla son increíbles, en lugar de eso, desabotona su camisa aún mas con cautela para que Nelida no se percate de lo que está sucediendo atrás de ella, queda completamente descubierta, los grandes senos de la mujer saltan fuera del sostén ajustado mientras los acaricia con éxtasis logrando una erección en sus pezones, su mirada no se desvía del cuerpo de la chica, siente la humedad en su intimidad y despierta un gran deseo de tocarse hasta satisfacerse, abre su pantalón holgado y lo deja a caer con cuidado mientras dirige su mano hacia la humedad de sus labios.
Nelida está inmersa en los papeles, solo piensa que tiene que recuperar su empleo. De un momento a otro, siente en su cuello una leve caricia casi como un suspiro, y un apretón por la cintura, que la voltea bruscamente y la tira sobre el escritorio, trata de gritar, pero la mujer le tapa la boca con fuerza mientras que de manera tosca satisface sus manos con la piel de la hermosa chica tratando de levantarle la camisa. La mujer está completamente desnuda sobre ella - Vamos niña colabora, o es que quieres perder tu trabajo - Dice la mujer en un estallido de irá. La chica como pudo le dió un fuerte golpe en el estómago dejándola sin aliento aprovechando la oportunidad para abrir la puerta con rapidez y alejarse despavorida, sintiendo nuevamente como su mundo se venía abajo.
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Updated 31 Episodes
Comments
LUZ AMPARO SALINAS ANGULO
vieja cochina que Ascó 💩💩💩💩💩💩💩💩💩💩💩💩💩💩💩💩💩💩💩💩
2022-09-27
1
silvia
Vieja cochina, asquerosa 🤢
2022-05-16
2