Cuando Noah acababa de llegar, tres hombres y una chica, casi en sus treinta años, lo vieron acercarse. Alice, Antonius, Alex y Albert estaban preparándose para entrar.
No se detuvieron para saludar al joven. Alice y los demás sabían que su nuevo jefe, que ahora estaba entre ellos, no le gustaba llamar la atención sobre sí mismo.
En ese momento, una idea se encendió en la mente de Alice.
Más de una semana antes, Noah le había transferido mil millones de dólares a Alice para adquirir varios negocios.
Alice utilizó el dinero para hacerse cargo de varios negocios en la calle principal de Silverstone, incluyendo Royal Kitchen.
Desafortunadamente, Noah no prestó mucha atención a los documentos que había estado firmando. Hasta la fecha, no se había dado cuenta de que era el dueño de este restaurante.
"¡Tos... Tose... Tos!"
Noah fue inmediatamente atrapado por un ataque de tos cuando se dio cuenta de que Alice estaba detrás de él saludándolos.
Alice inclinó ligeramente la cabeza al ver a Noah ponerse algo incómodo y continuó hablando.
"Esta noche es especial porque Royal Kitchen tiene un visitante especial. Solo quería saludar a todos, por favor disfruten lo que les guste, está a cuenta de la casa".
Reconociendo a la mujer que se acercaba, Leyton se levantó rápidamente. Ver a Leyton levantarse provocó que los demás hicieran lo mismo.
"Señorita Sanders. Soy Leyton Knox. Mi padre es Luis Knox. Gracias por su hospitalidad", dijo Leyton, inclinándose ligeramente.
"Bueno, señor Knox. No sea tímido. Disfrute su cena, la señorita Ira Banks le asistirá. Debo irme".
Mientras Alice se alejaba, se produjo una conmoción. El repentino nerviosismo de Leyton llamó la atención de sus amigos.
"Leyton, ¿quién es esa mujer? Parece muy influyente".
Leyton tembló ligeramente. "Esa es la señorita Alice Sanders, la mano derecha de The Ghost".
"¿¡Eh?! ..."
"¿¡The Ghost?! ..."
"Leyton, ¿a quién te refieres como The Ghost?"
De repente, la expresión de Leyton se volvió seria. Miró a su alrededor y comenzó a explicar.
"Escuchen atentamente. Solo un puñado de personas en esta ciudad lo sabe... Hay un cambio importante sucediendo actualmente en la red empresarial de Silverstone..."
Leyton detalló cómo una compañía de inversiones había surgido y adquirió muchos negocios importantes en Silverstone.
En una semana, la red de la empresa se convirtió en la más grande de Silverstone. Hace apenas unos días, la empresa se hizo cargo de la propiedad total del centro de negocios y entretenimiento más grande de Silverstone, DevilHill.
World Order. Surgió de la nada y comenzó a hacer incursiones en el sector empresarial importante. Se cree que hay cuatro personas que son los principales detentadores de poder en la compañía.
Los empresarios de Silverstone los llaman los 4A, ya que todos sus nombres comienzan con la letra A.
Alice Sanders es una de ellos. De hecho, se considera que la mujer es la mano derecha del propietario de la compañía llamada World Order.
Debido a la naturaleza enigmática del propietario y su ausencia de la vista pública desde la aparición de la compañía, la gente comenzó a llamar a la figura sombría, The Ghost.
Todos quedaron atónitos por la revelación de Leyton. Como estudiantes, no sabían nada al respecto. Sin embargo, era de conocimiento público que todos los grandes negocios del mundo eran controlados por Familias o sindicatos mafiosos.
"Leyton, ¿tu familia se ha unido a la red de World Order?"
Leyton negó con la cabeza. "Sinceramente, no lo sé. Pero mi padre intentó establecer contacto con sus afiliados hace algún tiempo".
"Leyton. Como la señorita Alice te saludó personalmente, sugiere que la familia Knox podría ya estar dentro".
Leyton no se atrevió a asentir, porque eso parecía demasiado extraordinario. Pero su amigo podía tener razón.
No había forma de que Alice Sanders los hubiera saludado sin motivo, especialmente si parecía reconocer a su padre.
"Wow, Leyton. El futuro de tu familia es brillante. Te envidio".
"Sí. Tu familia es realmente impresionante".
En ese instante, Leyton recibió numerosos cumplidos que lo hicieron sentir como si estuviera volando.
"Oye Noah. ¿Dónde están tus modales? ¿Por qué no te levantaste ahora?"
Una de las amigas de Leyton notó que Noah permanecía sentado mientras los demás se habían puesto de pie para saludar a Alice Sanders.
"Yo... Eh... Fue..."
Noah había tenido la intención de levantarse, pero la mano de Alice había estado en su hombro, instándolo a permanecer sentado.
"Leyton. Creo que este chico se ha pasado. Te ha avergonzado delante de la Srta. Alice, una de los 4A del Orden Mundial".
"Noah, sé que no estás acostumbrado a la etiqueta de la alta sociedad. Pero ¿podrías al menos seguir nuestro ejemplo? Todos tus amigos también se levantaron".
Leyton mostró su irritación. El joven lamentó profundamente haber traído a Noah aquí.
"Leyton, creo que Noah se quedó sentado porque no quería obstruir a la Srta. Sanders mientras hablaba", defendió Jade.
Lo que dijo Jade tenía lógica, pero no alivió las preocupaciones de los demás. Realmente no apreciaban la presencia de Noah y sus amigos allí.
"De acuerdo, Jade. Supongo que tienes razón. Sigamos".
Al final ordenaron su comida y la cena continuó.
Durante la comida, Noah y sus amigos prácticamente fueron ignorados. Leyton y sus amigos solo hablaban entre ellos, ocasionalmente lanzando miradas de desprecio hacia Noah.
Aunque la comida era exquisita, no ayudó a Noah y sus amigos a disfrutar de la cena.
Jade también lo sintió, pero no podía hacer nada para cambiar nada. También lamentaba la mala hospitalidad de Leyton.
Al concluir la cena, planearon su partida, aunque ya era tarde.
Al partir, Leyton buscó un momento con Jade. "Jade, déjame acompañarte a casa esta vez".
"Leyton, no es necesario. Voy en la misma dirección que los demás. Tomaremos un taxi". Jade declinó cortésmente.
En ese momento, Leyton lanzó una mirada a Barney y a los demás, dándoles una señal.
Barney entendió rápidamente. "Jade. Planeamos acompañarlos. Tal vez deberías ir con Leyton".
"Noah, ¿y tú qué harás?"
"Jade, voy en una dirección diferente. Solo buscaré un taxi. Es mejor que tú vayas con ellos".
"De acuerdo entonces. Gracias, Leyton".
Saber que Noah se iría solo y que él llevaría a Jade a casa le dio a Leyton una sensación de victoria.
"No hay problema. No es nada". Leyton respondió alegremente. En ese momento, se sintió afortunado. Noah no había causado problemas y arruinado sus planes.
Un poco más de esfuerzo y persuasión, y tal vez Jade le pediría que se quedara a pasar la noche. Al menos, eso es lo que Leyton estaba pensando en ese momento.
"¡Wow! ¿Qué carro es este?!"
Uno de los amigos de Leyton exclamó, al ver un automóvil estacionado al lado del BMW de Leyton.
Todas las miradas, incluyendo la de Noah, se volvieron hacia el vehículo. Pero el interés de Noah no se despertó por el modelo del carro; parecía reconocer el automóvil ahora frente a ellos.
Al ver que Jade también estaba muy intrigada, Leyton se acercó al automóvil y comenzó: "Este es un Lamborghini Aventador LP700-4".
"Wow, Leyton, eres muy conocedor. Parece que este carro cuesta una fortuna".
"Sí, obviamente, ningún modelo de esta marca es barato. Mejor manten tus manos lejos de él. Su precio ronda los quinientos cincuenta mil dólares", dijo Leyton con orgullo.
"¿De verdad?!"
"Wow".
"Parece nuevo. Leyton, ¿conoces al dueño?"
Leyton negó con la cabeza. "No estoy seguro. Por lo general, los dueños de estos carros deportivos tienen sus propios clubes llenos de chicos cuyos padres son ricos y poderosos".
"Leyton, supongo que pronto podrás comprarte uno también. Considerando que tu padre ahora es parte de la red de la Orden Mundial".
"Chitón... Barney. Cuidado con lo que dices. No puedes ser tan indiscreto. Y te lo he dicho, mantente alejado de él".
"Oh, cierto. Mis disculpas. Me emocioné demasiado por ti".
"Pitido... Pitido."
Barney saltó cuando la alarma del carro sonó de repente. Vio acercarse a una hermosa chica, saludándolos con una sonrisa encantadora.
"Disculpa, señor. ¿Han terminado aquí? Me gustaría irme".
La chica había permitido que estos jóvenes se acercaran a su carro, acostumbrada como estaba a la admiración que esos carros deportivos generaban en los jóvenes.
De hecho, no podía creer que fuera la dueña del carro ella misma. ¿Quién hubiera pensado que alguien le regalaría este vehículo así como así?
"Oh, no señorita, por favor. Perdón por hacerte esperar", respondió Barney, rascándose la cabeza tímidamente.
"No importa".
La chica abrió la puerta del carro y se subió, pero inmediatamente salió de nuevo, con los ojos abiertos de par en par.
Esto sorprendió un poco a todos; preocupados de que tal vez Barney hubiera rayado accidentalmente la pintura.
Sin embargo, lo que sucedió a continuación fue aún más sorprendente.
"¿Señor Evans? ... ¿Qué haces aquí? Eh... quiero decir, ¿desde cuándo estabas allí?"
"Hey, Laura".
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