Un nuevo comienzo.

Ha pasado un año de la partida de Abraham, he conocido a más chicos y he salido con algunos, pero nada formal, tenía miedo de salir lastimada de nuevo, solo quería disfrutar de mi juventud y de mi soltería, pero a pesar de ser así nunca me pase de la raya, siempre me había dado a respetar.

Ya estaba en segundo año de bachillerato, para ese entonces había conocido a 5 chicos increíbles que se habían convertido en mis mejores amigos, teníamos un lazo muy fuerte que pensé que nunca rompería, que siempre íbamos a estar juntos pasara lo que pasara.

Abril era la más cercana a mí, era como mi hermana.

Isabel era mi otra amiga, que a pesar de que algunas veces no la entendía, yo la quería mucho.

Axel y Roger eran como hermanos, se conocen desde niños, ellos me trataban como a una hermana menor tal cual, me protegían me celaban, eran los mejores, y Steven era mi mejor amigo, mi incondicional.

Pasábamos momentos increíbles, nos divertíamos muchísimo haciendo locuras, nos llevábamos muy bien y me sentía excelente con su compañía. Todo marchaba muy bien, hasta que Abril se empezó a alejar de mi, estaba muy confundida quería saber el motivo de su distancia. Ya no soportaba más eso y le escribí un mensaje.

Yo: Abril, ¿me puedes explicar porque te estás alejando de mí? ¿Qué te he hecho?

Abril: Ay si, hazte la que no sabes nada. Confié en ti, y resultaste ser una hipócrita a la que alguna vez llamé ''mejor amiga''.

Me sentí tan mal con la respuesta de Abril, no podía contener las lágrimas, no entendía porque me decía tal cosa, jamás hablaría mal de ella.

Yo: ¿Qué? ¿De qué hablas?

Abril: Isabel ya me dijo toda la mierda que hablas de mí, no te hagas la tonta.

Yo: Eso no es cierto, Abril. Eres como mi hermana, jamás haría algo así.

Nunca recibí respuesta de ella, y allí entendí que ella nunca tuvo confianza en mí. Otra persona más a la que perdía.

Llegaron las vacaciones y me fui de viaje a New York por motivo de la celebración de los 15 años de mi prima Airam, compramos boletos de avión, y el día siguiente en la noche partimos, como verán yo vivo en Paris-Francia y por lo tanto llegaríamos al amanecer, al llegar al aeropuerto fuimos en busca de nuestro equipaje y nuestra familia que ya nos esperaban.

Al vernos nos recibieron con los brazos abiertos, como siempre, de allí salimos directo a desayunar, llegamos a un lujoso restaurante con una terraza maravillosa que me llamo muchísimo la atención, después de terminar el desayuno iría a verla. Pasé un increíble rato con mi familia, luego me levante excusándome y camine directo a la terraza, quedé maravillada con aquella hermosa vista, desde allí se podía ver toda la ciudad y me encantaba, era muy hermoso. Saque mi teléfono del bolsillo trasero de mi pantalón y tomé una fotografía de aquella hermosa vista.

Sentí unas pisadas y voltee para ver a mi primo Nacho, como era él le reste importancia y volví mi mirada hacia el majestuoso paisaje. Nacho me abrazó por detrás, aquel gesto me pareció muy extraño, pero no le dije nada.

— Hola hermosa, me encanta que estés de nuevo aquí con nosotros ¿Verdad que la vista es hermosa? Hermosa como tú— Dijo mi primo Nacho y aquellas palabras me dejaron perpleja.

—Nacho, ¿qué sucede? ¿Por qué me hablas de esa manera?— Dije muy confundida.

—Fiorella, me gustas— oh no, no puede ser.

—Nacho, ¿cómo puedes decir eso? Somos familia, tenemos la misma sangre— dije aterrada.

—Es lo que siento, yo no tengo culpa de tener este sentimiento, sé que jamás seremos algo porque nuestra familia nunca lo aceptará— dijo mirándome el perfil de mi rostro.

Solté el agarre de Nacho y volví al restaurante junto a mi familia. Llegué justo a tiempo, ya nos retiramos del lugar. Nos marchamos a casa, quede atónita al ver la casa que había adquirido mi tía Victoria, era una hermosa mansión, era bellísima.

Sin duda alguna la agencia de festejos y la boutique le estaban dejando bastante dinero. Nos instalamos y salimos a recorrer un poco las calles de New York, cenamos y regresamos a casa de Tía Victoria, y cuando llegamos estaban mis tíos Sebastián y Kiara, corrí a abrazarlos tenía mucho tiempo sin verlos, luego me encontré con mi prima Ashley, ella era como mi hermana gemela, somos idénticas, tenia tanto que contarle, porque no es lo mismo hablar en persona que por teléfono, hablamos tanto que no medimos el tiempo y ya era hora de que ellos se marcharan, me despedí de todos y subí a la que habían asignado como mi habitación era inmensa y muy hermosa. Entre al baño me di una buena ducha, me coloque el pijama y fui directo a dormir, al tocar la cama caí en los brazos de Morfeo. Todo esto de la confesión de Nacho, las caminatas y ponerme al día con Ashley me dejaron agotada.

Hoy son los 15 años de mi prima, la casa está hecha un verdadero desastre solo se veían personas entrando y saliendo, llevando comida, dulces y arreglos florales. Después de desayunar, llegan un par de chicas las cuales se presentan como estilista, no puedo creer que mi tía las haya contratado para arreglarnos a todas. Las chicas terminaron muy rápido, pero me encantó el resultado, tenía un maquillaje resaltante, pero sencillo y el cabello lo llevaba en un delicado recogido, solo faltaba colocarme el vestido y los zapatos para bajar, los demás deben estar esperándome. Cuando estuve lista bajé al recibidor y todos me miraron con una señal de aprobación, parecía la quinceañera, cuando no lo era, seguido de mí bajó mi prima Airam. Ya yo no era el centro de atención, estaba realmente hermosa.

Salimos de la mansión y nos distribuimos todos entre la limusina. La quinceañera y sus padres irán en un convertible mientras todos los demás vamos en la limusina. Dimos un recorrido por la ciudad antes de ir al club donde se celebraría su fiesta.

Todo el club estaba perfectamente decorado, la temática era de la torre Eiffel a ella le encanta Paris.

Toda la familia disfrutamos de la gran celebración. Regresamos a casa al amanecer, todos estamos muy agotados, no habíamos parado en toda la noche, dormimos todo el día y en la noche bajamos a cenar y mi tía nos sorprendió con un Viaje a Cancún Quintana Roo, salíamos al día siguiente así que debíamos arreglar nuestro equipaje con lo necesario. Llegamos a casa y cada quien subió a sus habitaciones a preparar su equipaje yo conecte el teléfono al cargador y puse música en mi laptop mientras empacaba. Al finalizar me fui a dormir, mañana sería un gran día.

Me desperté con unos leves besos en la mejilla, al abrir los ojos era mi primo Nacho.

—Hola Nacho, ¿ya es hora?—dije toda adormilada.

—Hola bella durmiente buenos días, y si ya es hora, arriba chiquita—dijo Nacho con dulzura como siempre.

Me puse de pie y saque a Nacho de la habitación para poder arreglarme, me bañe y cepillé los dientes. Me vestí y dejé mi cabello suelto, me maquillé ligeramente y tomé mis pertenencias y bajé al recibidor, dejé mi equipaje junto con las demás cosas y me encaminé al comedor para encontrarme con toda mi familia. Me senté junto a mi madre a comer, mientras contaban anécdotas y lo emocionados que todos estamos por el viaje.

Al terminar todos nos fuimos al aeropuerto, nuestro vuelo sale a las 11:00 am y no faltaba mucho así que decidimos sentarnos a esperar el avión, luego escuchamos nuestro vuelo ser llamado por los altavoces y nos acercamos a la zona de abordaje, nos acomodamos en nuestros puestos y despego el avión eran de 4 a 5 horas de vuelo, así que llegaríamos en la tarde yo me dispuse a dormir.

Son las 4 de la tarde y estamos muy cansados, fuimos en busca de nuestro equipaje y emprendimos viaje hacia el hotel más lujoso que hay en Cancún, Hotel Río Caribe y me dispuse a dormir otro rato más, estoy realmente cansa.

Al levantarme, ya es la hora de la cena así que baje al restaurante. Luego decidí caminar un rato por la playa, amaba la tranquilidad que transmitían las playas, al llegar me encuentro con mi primo Nacho mirando al mar y camine y me puse a su lado.

—Hola—susurre.

—Hola—Dijo Nacho mirándome fijamente.

—¿Qué haces aquí? pensé que habías regresado a la habitación junto con los demás—Dije.

—Estoy aquí pensando, el sonido del mar me relaja, y no estoy cansado, dormí en el viaje y en la habitación cuando llegamos—dijo tranquilo.

—¿Puedo saber en qué piensas?— Pregunté curiosa.

—Pienso en ti, en que te amo y en que no puedes corresponderme. Desde niños he sentido algo por ti y tu siempre me has tratado con tanto cariño que me enamoraste. Ese ha sido mi gran secreto, se que te dije que me enamore de ti hace algunos meses atrás, pero no era cierto, desde pequeño he sentido algo por ti, y no te lo había dicho por miedo a que te alejaras de mi— Dijo él con un hilo de voz, al borde de las lagrimas.

—Nacho, nunca me di cuenta de tus sentimientos hacia mí, eres una persona increíble y te quiero muchísimo, pero no podemos, somos la misma sangre, esto es prohibido, lo siento— dije abrazándolo.

Se alejo y me tendió su mano —¿Caminamos?—dijo sonriendo.

Acepte su mano y caminamos por un rato.

Al anochecer regresamos al hotel, debíamos descansar. Subimos a nuestras respectivas habitaciones. Los siguientes días pasaron muy rápidos y con eso la hora de regresar a New York, me había divertido demasiado de verdad, habían sido las mejores vacaciones en toda mi vida.

Llegamos a New York y subí a mi habitación a dejar todo mi equipaje, pero antes de bajar escucho un llanto y agilicé el paso y conseguí a toda mi familia llorando.