2. Fiesta de té

El viaje fue aburrido, Erik, mí escolta, no soltaba una palabra. Cada vez que intentaba iniciar una conversación respondía a duras penas. Estoy segura de que mí padre o hermano lo amenazaron de muerte si se excedía. Pobre Erik.

Ya en la entrada del palacio, una larga fila de carruajes a la espera de ingresar se formaba frente a nosotros. Sin embargo, en el instante que Erik nos anuncio, unos escoltas nos hicieron ingresar de inmediato. Puedo sentir las miradas de envidia apuñalando mí nuca. Probablemente las otras señoritas lleven horas esperando ingresar.

"Bienvenida señorita Rosh" el mayordomo del palacio me recibió en la entrada, junto a varias criadas

"Es un placer" respondo y lo sigo al interior del palacio

"La fiesta de té se celebrará en el jardin, por favor, siéntase cómoda hasta que empiece"

Una extensa y fabulosa mesa se extendía en el jardin. El aroma de las flores era exquisito y el clima agradable. Bueno, no está yendo tan terrible como pensé. Me senté en el lugar que me fue asignado mientras observaba las flores.

"Oh vaya, es usted la señorita Rosh?"

Una voz interrumpió mís pensamientos, era una joven muy hermosa, de cabello rubio y ojos color miel. Su vestido era extravagante, algo que definitivamente no usaría, pero debo admitir que se le ajustaba perfecto.

"Así es, es usted..?" pregunto fingiendo curiosidad

"Cómo no sabe quién es?"

Una molesta y chillona voz aparece por detrás de la joven. Levanto mí vista y observo un séquito de jovencitas que rodean a esta primera que pregunto por mí. Creo saber de quién se trata, debe ser Caterina Finch, la hija del marqués Finch. Una de las familias más influyente en los círculos sociales, y sedienta de poder. Los rumores de que su hija era una estrella en el mundo social incluso antes de su debut al parecer son ciertos, veo que ya tiene a todas las señoritas comiendo de su mano.

"Mina no puedes hablarle así a la señorita Rosh. Entiendo que usted no sepa de mí, señorita, ya que no suele frecuentar las reuniones sociales. Mí nombre es Caterina Finch, es un placer" dice presentandose exquisitamente

(Joven marquesa Caterina Finch)

"Un placer conocerla, señorita Finch" digo con mí mejor sonrisa

"Oh por favor, puede llamarme Caterina, todas las jóvenes lo hacen." bueno, su sonrisa se nota amigable

Solo me limito a sonreír y asentir. De a una, fueron sentándose en sus lugares asignados. Podía sentir sus miradas, de seguro tendrán mucho de que hablar después del día de hoy. Cómo era de esperarse, Caterina era su centro de atención, todas morían por servirle. Patético.

"Atención señoritas, pónganse de pie para recibir a su majestad, la Emperatriz" dijo el mayordomo

Su majestad la Emperatriz lucía un atuendo digno de la realeza, se veía imponente y hermosa. Todas quedamos sorprendidas ante su belleza.

"Buenas tardes a todas, deseo que el día de hoy podamos compartir un momento especial, como regalo por su mayoría de edad. Pueden sentarse." por supuesto, su elegancia es única.

La fiesta comenzó, como era sabido, fue Caterina la primera en hablar, deseaba ser notada por la Emperatriz a como de lugar. Por mí parte intentaba mantener la sonrisa mientras en mí mente solo pensaba en las bellas flores que nos rodeaban, lo deliciosos que eran los pasteles y en mí dulce cama que me esperaba al llegar a casa. Todo marchaba bien hasta que lo inevitable paso.

"Señorita Rosh, es un placer tenerla con nosotras" dijo la Emperatriz con su hermosa sonrisa

Me tomo por sorpresa, ella se dio cuenta que no estaba interactuando en su charla y decidió hablarme directamente. Trague rápido el pedazo de pastel que estaba masticando e intenté responder.

"Su majestad es un honor recibir una invitación de su parte, por supuesto debía asistir" dije esbozando mí mejor sonrisa

"Por supuesto, finalmente puedo ver bien tu rostro. Creo que la última vez que te vi eras una niña de diez años, cuando tu padre te traía al palacio. Sigues igual de adorable" cierto, mí padre solía traerme al palacio junto a Félix cuando se reunía con el Emperador, me gustaba venir y observar los jardines

"Así es, es un placer para mí verla nuevamente su majestar"

Las otras jóvenes se quedaron calladas al instante que la Emperatriz me dirigió la palabra. Caterina tenía una mirada furiosa y puedo decir que si nuestra charla se prolongaba aún mas, iba a destrozar el cubierto de plata que sostenía en sus manos.

Luego de ese momento la celebración siguió su rumbo. La charla de los candidatos estaba empezando y realmente no quería escuchar cómo deseaban encontrar un prometido. Llamé a una de las criadas que estaban cerca y pedí que me guíe al lavado. Solicité permiso a la Emperatriz y me levanté.

Camine por el jardín sin temor al tiempo, realmente necesitaba salir de esa mesa, era asfixiante y aburrido. Las flores eran hermosas, en todos los tonos imaginables, si bien el jardín en la mansión Rosh era bonito, este no tenía comparación. El mismo Emperador mando a construirlo para la Emperatriz. Contiene todas las especies de flores del continente.

Seguí caminando y llegue a un pequeño lago, era muy bonito. Decidí sentarme por un momento, si tan solo Lina estuviera aqui se volvería loca diciendo que no puedo ensuciar mí vestido.

La tranquilidad de este lugar es asombrosa, no puedo creer que hace un momento estaba envuelta en risas y palabras sin sentido. Esto es maravilloso.

Me quedé contemplando el lago, y sin darme cuenta caí dormida. No paso mucho tiempo, algo interrumpió mí tranquilidad. Risas y gritos de un grupo de jóvenes se escuchaba cerca de donde estaba. Me apresuró a levantarme y siento que alguien toca mí hombro por detrás. Asustada, giro rápidamente y veo un joven sonriente.

"Wow finalmente despertaste, pensamos que estarías enferma" dijo en tono burlón, mientras los otros jóvenes se reían

"Oh, lo siento. Solo estaba reposando un momento y cerré los ojos. Debo volver" rápidamente intentó safarme de su agarre pero este se hizo más intenso

"Tranquila, puedes descansar un poco más. Nosotros nos aseguramos de que estés a salvo" su expresión era asquerosa.

No logro distinguir quienes son estos jóvenes, pero definitivamente si lograse distinguirlos, no estarían vivos para ver el día de mañana si mí padre o hermano se enterasen.

"Agradezco su preopacion, pero debo regresar." Esbozo mí mejor sonrisa pero es inútil, el idiota quiere morir.

Toma mí cintura y se acerca a mí oído. Está muy cerca es asqueroso

"Por qué tiene tanta prisa? Dije que nosotros podemos cuidarla"

En ese instante junto la mayor fuerza que mí débil brazo podría tener y le doy una bofetada. Aunque creo que mí mano salió más lastimada que su horrible cara.

"Que diablos crees que haces!? Cómo te atreves a ponerme la mano encima mujer!?" Su cara estaba furiosa. Mí instinto me decía que solo debía correr

Con un poco más de esfuerzo logro safarme pero otro de los jóvenes se interpone en el camino y sujeta un de mis brazos.

"A dónde crees que vas? Pensaste que después de eso podrías irte sin más?"

En ese instante levantó su mano con intención de golpear mí rostro, forcejear no servía de nada, el maldito que me atrapo tenía fuerza y no podía salir. Cuando estaba resignada a recibir el golpe, la voz de otro hombre resonó por detrás.

"Que estás haciendo Aron?" Su voz era intimidante.

Inmediatamente el joven que me tenía sujeta me suelta y el otro, ahora llamado Aron, baja su mano.

"Su majestad, solamente estábamos hablando con la señorita. Al parecer se perdió en los jardines y no se sentía muy bien" puso una sonrisa asquerosa, fingiendo que nada pasaba

Dijo su majestad? No puedo ver su rostro porque está a mis espaldas, pero su majestad el Emperador estaría diambulando por el jardín a estas horas?

"Señorita, se encuentran bien?" Pregunto el joven, su voz realmente hacía estremecer

Doy la vuelta y finalmente veo su rostro. Un joven alto, muy alto, de cabello oscuro y unos ojos color violeta que me miraban intensamente. Es el príncipe heredero, Maximilian Ekler.

Intento recomponerme rápidamente y realizo un formal saludo

"Su majestad el príncipe heredero, agradezco su preocupación. Me encuentro bien, gracias a usted"

(Príncipe heredero al trono del Imperio Norte, Maximilian Ekler)

Enseguida deja de observar hacia mi y se dirige a Aron.

"Dijiste que la señorita estaba perdida, por qué no la escoltaste directamente al sector de la celebración?" Su mirada penetrante hacia que Aron estuviese pálido, en este momento de seguro quería fallecer

"Precisamente eso iba a hacer su majestad."

Era imposible creer eso, maldito imbécil casi golpea mi cara. Si mi familia se entera de esto definitivamente les saldría muy caro. Ahora se quién es, si su nombre es Aron, con ese color de cabello rubio y horrendos modales debe ser Aron Finch, hijo del marqués Finch.

(Jóven marqués Aron Finch)

"Dice que iba a hacerlo pero no lo hizo, debería disculparse con la señorita, no cree que es lo correcto?" Dijo el príncipe heredero de forma amenazante

La cara de Aron estaba transformada, sin embargo actuó una impecable sonrisa y dijo

"Por supuesto, me disculpo con la señorita.... señorita?" sus ojos se movieron hacia sus secuaces buscando respuestas, definitivamente no sabía quién era yo

"Oh cielos, no me he presentado como corresponde, espero me disculpé su majestad" digo agachando mi cabeza y sosteniendo mi falda "Soy Celine Rosh, hija del duque Rosh. Es un placer conocerlo"

Las caras de los jóvenes palidecieron aun más al escuchar las palabras que salieron de mi boca. Si así es, soy la única señorita Rosh y si lo deseo estarás hundido hoy mismo, idiota.

"Ah, si la señorita Rosh, me disculpo con usted por mi rudeza, debí llevarla de inmediato de vuelta a la fiesta de té" su cara era horrososa, no soportaba verlo un segundo más

En ese momento me doy la vuelta y comienzo lentamente a caminar

"Nuevamente agradezco a su majestad el príncipe, regresaré a la fiesta, la emperatriz se preocupara si mi ausencia se prolonga" digo eso y rápidamente salgo de ese lugar. Podía sentir los ojos de Aron queriendo asesinarme. Que asco.

De vuelta a la mesa del té, ya todo estaba por terminar, la emperatriz dedico unas palabras alentadoras acerca de la mayoría de edad y la importancia de la misma, el típico discurso acerca de ser una dama excepcional para su futuro esposo.

La fiesta terminó, luego de los saludos correspondientes y agradecimiento a su majestad la emperatriz, me dirijo a la puerta de entrada y Erik ya estaba esperandome junto al carruaje. Nunca estuve tan feliz de verlo, al fin volvería a casa luego de este largo día.

(Erik Rosh, sobrino del duque Henry Rosh)

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Comments

roseanne

roseanne

muy desgraciado

2022-11-05

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