Capítulo 3

Antes de que Elizabeth terminará de hablar, ya estaba siendo rodeada por dos personas, estás eran los emperadores, que ni bien Elizabeth se terminó de acercar a ellos la abrazaron.

Elizabeth o mejor dicho Luz, se sentía un poco incómoda y abrumada con tanta demostración de cariño. No es que ella sea reacia a ese tipo de demostraciones, sino que en su vida pasada nunca tuvo a alguien que se preocupará por ella así de esta forma.

Como el duque pudo ver la incomodidad de su hija decido intervenir. Anteriormente el también había sentido su rechazo a las muestras de cariño, pero no le tomó tanta importancia, pero ahora pudo ver lo realmente incómoda que se encontraba su hija, así que mejor decidió intervenir.

–Federico, Clariza, por favor dejen a mi hija respirar, la están ahogando.

Los emperadores lo miraron molestos, pero decidieron soltarla porque podían notar lo rígida que se encontraba la chica.

Para alguien el comportamiento de Elizabeth no fue desapercibido y ese fue el príncipe heredero que pensaba.

– ( Humm.. si que se está apegando al papel. En otro momento hubiese corrido chillando a abrazar y a saludar a mis padres en su intento de caerme bien. Vamos a ver cuánto le dura el teatro)

Esos eran los pensamientos de Erick, pues él no se termina de convencer del cuento de la perdida de memoria, pero no quería tener otra discusión con su padre por eso, solo se guardó sus opiniones y siguió observando a Elizabeth en silencio.

El emperador al ver que ninguno de sus hijos se levantaba para saludar a la señorita habló.

– ¿Será que mis hijos no piensan saludar a la señorita?

Los miró fijamente y ambos príncipes sintieron un escalofrío recorre su espalda.

Rápidamente se levantaron y con una leve inclinación saludaron a Elizabeth.

–¿Cómo está My lady? esperó que se recupere pronto.

– Gracias por su preocupación y sus buenos deseos príncipe.

— My lady espero su pronta recuperación.

POV Elizabeth

Lo dijo en el tono más frío que halla llegando a escuchar en toda mi vida, se le notaba en cada poro de su piel el desprecio que sentía por Elizabeth. ¿Pero que crees principito? yo no soy Elizabeth y no te voy a tener que soportar por mucho .

— Disculpen pero debido a mi accidente no logro recordar nada. Pero cuando me fue anunciada su llegada mi doncella me dijo que uno de ustedes era mi prometido, si no es molestia me podrían decir ¿cuál de ustedes es?.

Claro qué sabía perfectamente quién era, pero tenía qué a pegarme al papel de la desmemoriada.

Me dio tanta vergüenza hacer aquella pregunta, qué sin darme cuenta tenía la cara roja.

Ambos príncipes se miraron entre sí y luego a sus padres, estos también quedaron sorprendidos por esa pregunta, pero en medio de su sorpresa el emperador les hizo una seña para que contestarán.

Erick dió un pasó al frente y se presentó formalmente.

— Soy yo my lady, príncipe heredero Erick Monterrey para servirle.

Odiaba tener que seguirle el juego a "la chiquilla", como él le llamaba a Elizabeth, pero no podía ser descortés frente a sus padres y frente a los duques que observaban muy atentos toda la situación.

Mientras qué Eric me saludaba había tomado mi mano y depositado un beso en el dorso de esta, cosa que me desagrado y con una mueca de disgusto en mi rostro retire mi mano con delicadeza. Este pequeño detalle solo fue observado por dos personas, uno fue el príncipe heredero y el otro fue el segundo príncipe que estaba a su lado, y no podía creer lo que Elizabeth acababa de hacer, ella que siempre estuvo detrás de su hermano mayor rogando por una mirada aunque sea, ahora estaba despreciando el cortés saludo de su hermano.

Pero antes de que alguno pudiera decir o hacer algo más, dije.

— Un gusto, emm... ¿Le molestaría acompañarme a dar un recorrido por el jardín? digo para conocernos un poco más, claro está si a mis padres no le molesta.

— Claro que no cariño, es normal que quieras conocer un poco más a tu prometido.

— Siendo así, la sigo señorita.

— Mejor lo sigo a usted, no vaya a ser que con mi pérdida de memoria nos terminemos perdiendo los dos.

Se podían escuchar las risitas de Clariza y Lizbeth, ellas eran las más contentas con este compromiso.

Mientras que caminaban por el hermoso jardín, Erick se aseguró de estar bien lejos de los oídos curiosos, para poder expresar lo que pensaba.

— Sabía que todo esto no era más que un montaje de su parte para llamar mi atención. Puede que engañaras a todo el mundo, pero a mí, no. Basta con ver que en la primera oportunidad que tuvo pidió un paseo a solas conmigo. Ahora le hago una pregunta señorita Elizabeth ¿Que pretende con todo esto? Si piensa que con esto yo le voy a prestar atención está totalmente equivocada, puede engañar a todos, pero a mí nunca.

Mientras el príncipe descargada todas sus frustraciones y disgusto contra mí, yo solo lo miraba fijamente con una cara neutra esperando a que terminara de hablar. Una vez lo hizo, lo miré desafiante y contesté.

— ¿Terminó?—El príncipe desconcertado no supo que contestar, se mantuvo en silencio y yo volvi a hablar.—Bueno veo que sí. Primero que todo, lo invité a dar un paseo para ver qué tipo de relación teníamos, pero creo que nunca fui de su agrado. Segundo no pretendo nada, solo quería ver tu actitud lejos de su familia y de la mía, yo tampoco le creí nada esa cara forzada de preocupación, y tercer a partir de este momento príncipe Eric le informo que no se tiene que preocupar más por mí, eso es todo, no siendo más voy a regresar con mi familia.

Al terminar de hablar me di la vuelta para regresar con mi familia, pero una mano sujeto mi brazo, y mirando al responsable de esta, el chico hablo.

— ¿Que quiere decir con que no tengo que preocuparme más por usted?

— Ya lo vera príncipe, con su permiso.

Me liberé de su agarré y regresé con nuestras familias. Este principito estaba loco si pensaba que a mí me iba a tratar igual que a la dueña original de este cuerpo.

Narrador omnisciente.

Elizabeth regresó junto a su familia y trás ella venía el príncipe con una expresión complica en la cara. No entendía a qué se refería Elizabeth, pero presentía que no era nada bueno, ya que esa chica solo sabía causarle problemas.

— Regresé.

Lo dijo con una sonrisa en su rostro, que iluminaba todo el lugar. Se sentó junto a sus padres y mientras tomaba el té pregunto.

— Padre ¿Le puedo hacer algunas preguntas?.

— Claro cariño¿Dime de qué se trata?.

— Es sobre el compromiso — Al terminar la frase, la mesa quedó en silencio total , pero sin importar nada ella continúo.—¿Yo estaba de acuerdo con casarme con el príncipe heredero?

— Porsupuesto que si mi cielo, tu estabas muy enamorada del príncipe.

—¿Estás segura madre de que era amor y... no sé cariño de hermanos?–La emperatriz casi se ahogó al escuchar estás palabras, pero aún así Elizabeth continúo.– Es que yo por más de que haya perdido mis recuerdos a ustedes siento que los amó, a los emperadores los quiero como a unos tíos, a mi doncella Beth la quiero como a una amiga. Pero luego del paseó por el jardín que compartí con el príncipe me di cuenta que no siento absolutamente nada por él y no creo habrelo sentido nunca. No sé como fue mi comportamiento antes, pero mis sentimientos no mienten y tal vez solo me comporté como una niña tratando de obtener la atención de su hermano mayor.

Al terminar de hablar los emperadores estaban mudos al igual que los duques, pero el príncipe se veía sumamente enojado, no podía creer lo que Elizabeth acababa de decir, ya que él sabía que ella estaba loca por él y que dijera tales palabras era algo que su ego no era capaz de soportar. Así que sin fijarse quien estuviera frente a ellos estalló y dijo.

—Ja,ja,ja... ¿Cariño de hermanos? ¿Es una maldita broma? ¿Me vas a decir que todo esté tiempo me estuviste fastidiado solo por capricho de una niña que quería mi atención como hermano? Ja,ja,ja...Deja de mentir Elizabeth, ¿Si está es tu nueva forma de llamar mi atención? ya te dije que no la obtendrás así .

Puedes engañar a todo el mundo menos a mí.

Una vez que terminó de hablar se dió cuenta del grave error que cometió, puesto que los duques y los emperadores estaban furiosos con él, por sus palabras tan hirientes para la chica. Pero antes de que alguien pudiera regañarlo Elizabeth dijo.

— A ésto me refiero, se ve que ninguno de los dos está de acuerdo con este compromiso. Padres, emperadores recapaciten en este acuerdo no nos obliguen a vivir una vida donde no allá amor y tener que soportarnos solo por compromiso. Por mi parte, yo no me quiero casar con alguien a quien no amó.

Yo quiero que el hombre que elija como esposó me miré con amor y ternura como usted padre mira a mi madre, o como el emperador mira a su emperatriz.

— El amor puede llegar con los años es sol...

— Disculpé emperatriz, pero ¿cuántos años más tengo que esperar? Tengo entendido que nos conocemos desde niños y si esos sentimientos no llegaron no creo que pueda pasar jamás. Miré al príncipe, él no perdió la memoria, pero tampoco parece quererme ni como amiga.

Entonces, ahora les pregunto ¿Es eso lo que quieren? una vida vacía y sin amor para sus hijos. Piénselo, por mi parte me retiró, no me siento bien madre.

— Claro cariño, no hay problemas, luego te comunicó que decisión tomamos .

— Si Elizabeth, ve a descansar todavía no te has recuperado por completo. Por mi parte prometo pensarlo y darte una respuesta cuánto antes.

— Gracias Majestad, con su permiso.

Luego de esas últimas palabras, Elizabeth, se fue del lugar con una sonrisa en el rostro, si bien no cancelaron el compromiso, sabes que es cuestión de tiempo. Con todo lo que les dijo los puso a pensar.

Una vez Elizabeth se fue el primer en hablar fue el duque.

— Federico sígueme a mi despacho tenemos que hablar...

Más populares

Comments

Atenea

Atenea

Tan bellos los padrinos, me sigue cayendo mal el príncipe engreído

2025-03-27

0

Total
Capítulos

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play