“Te prometo que de ahora en adelante no sentiré compasión por nadie, voy a vengar tu muerte, te lo prometo” … El rostro deprimente de un joven Ramón observando una lápida en uno de los cementerios más pobres de su ciudad apareció en la mente de aquel hombre mientras veía el rostro de la joven a sus pies.
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- ¿Por qué lo hiciste? Ella no te hizo nada y tu acabaste con todo, la orillaste a vivir en la desesperanza a tal punto de volverse loca… ¡maldito!
El golpe de sus puños impactando en las mejillas de aquel sujeto hacían eco en aquella deplorable habitación.
- Así que eres el hermano de esa zorra
- Cierra tu asquerosa boca- decía mientras lo golpeaba con fiereza
- Siempre me dijo que tenía un hermano policía, pero jamás pensé que fuese cierto
Un sujeto de cerca de un metro setenta yacía con muchos golpes en el piso, amarrado, la sangre fluyendo de su nariz y también de la boca mancharon completamente su ya malgastada camiseta color blanco; tenia los ojos hinchados y el labio partido aun así la sonrisa no se le borraba del rostro.
- ¡Hijo de puta! Te voy a matar de la manera tan lenta y dolorosa posible que vas gritar pidiendo que me detenga, te lo juro
- ¿Me harás gritar como lo hacía tu hermana? - preguntaba retando al hombre que seguía impactando sus puños en aquel rostro
El hombre quien paro un momento y dándose cuenta que estaba manchando el uniforme policial, decidió quitárselo, después de todo había luchado tanto por aquel uniforme que mancharlo con la sangre de alguien tan insignificante como aquel parecía no valer la pena.
- Vamos a ver que tal te va con los choques- pronuncio amenazándolo con unos ganchos pasa corriente- quiero ver cómo es que se te convierten en asado los huevos
Su mirada había perdido el rumbo totalmente, tomo ambas llaves con sus manos y de inmediato las llevo a la zona genital de aquel hombre que aun retorciéndose de dolor seguía sonriéndole y mientras veía su sonrisa en aquel detestable rostro, las imágenes de su joven hermana tirada en el piso se le dibujaban en los ojos.
- Hermano, por favor, por favor- la mano de la joven se estiro acariciando el rostro del hombre
- estoy aquí, estoy aquí, calma, solo mantén la calma y no cierres los ojos que la ambulancia está en camino, si- pronunciaba sujetando el rostro empapado de sangre de su hermana- todo va estar bien, mírame, ¡hey! Mírame, todo estar bien, vas a estar bien- decía tratando de consolarla
- Ra-a-mo-n mi querido hermano… gracias- sus últimas palabras vinieron acompañados de una lagrima que rodo por sus mejillas y se perdió en su boca al tiempo que la luz en sus ojos se iba apagando lentamente-
- no, no, Gigi, Gigi, por favor no me dejes, no dejes solo a tu torpe hermano, por favor- el grito desgarrador de aquel hombre que acababa de ver morir al ultimo pariente cercano que le quedaba se oyó tan fuerte que hizo que los paramédicos que acababan de llegar se dieran prisa e ingresaran al inmueble encontrándose con una escena horriblemente dolorosa.
Una mujer semidesnuda cubierta de sangre yacía inmóvil en los brazos de aquel hombre, con signos de haber sido golpeada y torturada así lo evidenciaban los cortes en brazos y piernas aunado a los moretones en el rostro dejaban claro la rudeza del ataque. “A juzgar por la ropa desgarrada y aquellos moretones es mas que evidente que fue violada antes de ser apuñalada” … la voz de uno de los paramédicos inmediatamente relato lo sucedido en aquella habitación.
El hombre sujetaba tan fuerte en sus brazos el cuerpo inmóvil de la mujer que estaba cubierta de sangre, aferrándose a ella como si su vida dependiera de eso.
- lamento decirte esto Pérez, pero es lo que me temía
- solo dilo
- ella fue violada mientras era apuñalada, a juzgar por el corte que no es tan uniforme debo decir que este se produjo lentamente…
- ella sufrió mucho antes de morir ¿cierto? - la voz entrecortada del hombre preguntaba al hombre encargado de la autopsia de su hermana quien con sinceridad y algo de pena respondió
- lamentablemente… si
“Maldito, maldito, voy a matarte desgraciado, te lo juro” … algo desesperado y con enojo maldecía botando todo a su paso…
- vamos cálmate Pérez, deberías tomarte unos días
- no me voy a tomar ningún día hasta encontrar al asesino de mi hermana
- es una orden Pérez, no te estoy pidiendo permiso- el superior del hombre sentencio su destino con aquella orden- estas fuera de este caso, no quiero repetirtelo
Desde aquel momento me dedique a buscarte día y noche, no comía ni dormía tratando de averiguar tu nombre, quería saber el ¿porque hiciste aquello?, ¿porque ella? ¿Qué fue lo que te hizo?... y ahora quiero que seas tu quien me diga el porque un cerdo asqueroso como tu actuó tan salvajemente con una inocente niña que nunca le hizo daño a nadie
El hombre que gritaba dolorosamente ante lo que le estaba sucediendo dejo por fin de sonreír y pidió un trato
- ¿Qué me vas a dar a cambio si te digo la razón?
- No se si te diste cuenta ¿verdad? Pero tu no estas en posición de negociar, solo dime lo que quiero saber si no quieres morir
- No le temo a la muerte- profirió volviendo a sonreír
- Pero tu muerte será lenta y dolorosa, no te voy a pegar un tiro en la cabeza hasta que te vea suplicar
El hombre tomo las pinzas y sin mayor remordimiento volvió a ponérselas sobre los genitales.
- ¡Ahhhhhh! Está bien, te lo diré, ¡te lo diré… solo deja de hacerlo… ¡ahhhhh! – respondió mientras no dejaba de gritar
- ¿Hacer qué? – pregunto deteniéndose- oh! ¿Esto? – pronuncio volviendo a torturarlo
- Si si eso, ya deja de hacerlo
- Bueno, adelante… hazlo
- Te estabas acercando mucho, en verdad te acercabas mucho Ramoncito
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- ¡Maldición! - se dijo a si mismo despertándose del transe en el que estuvo sumido en aquel momento
Lo que no calculo Ramón era que la fuerza de sus recuerdos seria las mismas con las que patearía a la joven que minutos antes se había arrodillado delante suyo.
- ¡Oh, mierda! Lo siento, lo siento mucho... no quería- trataba de justificarse ante la joven tirada en el piso
- No se me acerque- pronuncio la joven algo temerosa después de su reacción
- Lo siento, lo siento
El hombre avergonzado y fuera de sus cabales, recobro la consciencia y abandono la habitación sin pronunciar palabra alguna más que “lo siento”
“debo controlarme, tal vez sea la edad que me vuelve sentimental, pero no puedo actuar así nuevamente” … se reprimió a si mismo
Ramon era de esos sujetos rudos, que tú ves y piensas en que son crueles y sin corazón, sin embargo, puedo decir con certeza que no era así del todo, ese sujeto dentro de todo tenía sentimientos, contrario a lo que todos los que lo conocieron pueden decir yo si afirmo con conocimiento de causa que era un buen sujeto.
Su mirada era tan fría como la nieve, pero su corazón era cálido como un volcán, sirvió lealmente a Carlos Valencia padre por casi 20 años, siempre siendo su sombra y hombre de confianza, cubriendo y callando voces contrarias, siempre haciendo el capricho de los demás y no el suyo propio.
Este hombre jamás pasaba desapercibido con su metro setenta y cinco de estatura nunca se casó más que con su trabajo, no tuvo hijos, mucho menos se enamoró, sabía que su trabajo era de alto riesgo y enamorarse era un lujo que no podía darse bajo ninguna circunstancia. Después de la muerte de Carlos padre pensó en que por fin tendría su ansiada jubilación, que lejos estuvo aquello de lo que en verdad sucedería, porque no solamente le negaron aquello, sino que tenía que vivir con la amenaza de que si se retiraba seria ultimado, cosa a la que no le tenía, de no ser porque la amenaza no solamente era para el.
- Me agrada pensar en que después de los días tan pesados y jodidos como este habrá un día mas lindo y calmado… ¿no lo crees así Ramon? - pregunta un joven bastante despreocupado mientras bebía café
- Los días son todos iguales de grises y horribles, lo que no puedo negar es que unos son mas pesados que otros- responde con cierto desagrado
- ¿Por qué tan amargado señor? - vuelve a preguntar con curiosidad- trabajas lo justo, lo necesario y luego pue…
- Y luego te mandan a cuidar a una estúpida niña molesta, que no hace mas que llorar y pedir por favor- bufo molesto
- ¿De que estas hablando? - pregunto con curiosidad dejando su taza de café
- La muchachita esa
- ¿Te refieres a la que trajeron ayer?... ufff! Todo el mundo aquí habla de ella, dicen que es un regalo atrasado, un deuda no pagada, un juego, ya sabes cómo son… pero ¿Qué hay de cierto en eso? Tú sabes ¿cierto?
- Hmmm…
- ¿Y es tan bonita como dicen?
- ¡Ah! Pero no la verás, nadie aquí mas que Rosa y yo podemos verla… son ordenes del patrón- responde dándole un sorbo a su café
- ¿Que? no! ¡que egoísta!
- Silencio, no creo que al patrón le guste si te escucha tildarlo de ese modo
- ¡Es un tirano!
- Shiii! Si-len-cio
Un ligero palmotazo impacto en la cabeza del joven quien solo arrugo la nariz y cerro los ojos al sentir el impacto.
- ¡Oye! Eso dolió
- Niño maleducado, debes aprender a respetar a tus superiores
- Señor…
- Me voy, debo revisar que todo este correcto para los próximos envíos, si ya terminaste de cenar deberías volver al trabajo o a dormir, lo que sea mejor- le advierte el hombre
El joven lo observo y después le dedico una enorme sonrisa, después de todo no podía hacer menos con el que había sido su “protector” durante todo el tiempo que estuvo en aquel lugar.
- Señorita debería comer algo, no puede seguir así, lleva tres días sin comer y no se ha movido de ese lugar, se va enfermar
Rosa trataba de convencer a una traumatizada joven de que abandonara el lugar que llevaba ocupando por días, no comía, no bebía agua y tampoco se había bañado, solo se encogió en un rincón al costado de la cama temerosa de todo y de todos.
- Quiero ir a mi casa… por favor, quiero ir…- susurraba entre dientes
- Ven aquí, vamos – decía la mujer tratando de acercarse a la joven
- No se me acerque, no
La mujer que en un principio no pudo acercarse, camino con sigilo hacia ella, la miraba directamente a los ojos para evitar que esta hiciera un movimiento brusco hasta que con agilidad estiro su brazo y jalo a la joven hacia su pecho abrazándola con fuerza.
- Ya estas aquí, todo esta bien, todo esta tranquilo, calma- le susurraba mientras acariciaba su cabello
Quizá fue el abrazo cálido que sintió la joven el que necesitaba para dejar de sentir algo de culpa y vergüenza, se acurruco en el pecho de la mujer, sujetando con fuerza su vestido, su actitud se parecía a la de un niño asustado que teme ser apartado de su madre.
- Todo estará bien, te prometo que todo estará bien
Me pregunto ¿si a estas alturas existe alguien a quien no le conmueva el llanto de un inocente? lo mas probable es que no, porque a Rosa se le encogió el corazón al ver tal actitud.
“Las sales ayudan a relajar el cuerpo, las manos son capaces de aliviar algunas tensiones, pero el agua… el agua mi niña, el agua limpia tus penas, se lleva tus temores, tus vergüenzas, tus preocupaciones… déjalas fluir y permite que el agua haga su trabajo” … Las palabras de la mujer de mediana edad se dejaban oír al tiempo que ayudaba a la muchacha a meterse a la tina
- Ahora que estas mas tranquila, dime…- pronunciaba la mujer mientras ayudaba a la joven a secarse el cabello
- Puedo hacerlo yo sola- pronuncio tímidamente tomando la toalla en sus manos
- Esta bien, hazlo tu misma
La mujer responde con una sonrisa caminando hacia la puerta.
- Espera ¿A dónde vas? ¿me dejaras sola otra vez?... no te vayas por favor, no me dejes... tengo miedo- suplica con los ojos cristalizados
- Iré por algo de comida, lo que te traje ya está frio tienes hambre ¿cierto? - pregunta haciendo que me ruborice
- Al-g-o- respondo apenada
- Eso creí, así que espérame un momento que voy a traerte algo delicioso
La promesa de una buena comida hace que mi corazón se tranquilice al igual que mis pensamientos, mi estomago empieza a gruñir con fuerza haciéndome notar que hace tres días que no he probado bocado alguno, ni siquiera me tome el agua y los jugos por temor a que estos tuvieran algo mas que solo fruta.
- Aquí tienes…
Rosa aparece en la habitación con una fuente llena de platillos con diferentes colores, desde la comodidad del sofá observo como la pone sobre la mesa, me percato del bowl con fruta picada, un plato con pollo a la plancha y ensalada, una pequeña copa con algo que parece ser leche de tigre y chicharrones de pescado, pero en definitiva lo que más llama mi atención es el plato grande que es un hermosa mixtura de sabores, ya puedo saborearlo sin haberlo probado, la boca se me hace agua de solo ver ese precioso plato de tonalidad amarillo rojizo decorado con algunos langostinos en el borde, una enorme concha marina al costado de dos rodajas de limón perfectamente cortadas, el olor que desprende es simplemente increíble, ya puedo sentir su sabor en mi boca.
“Todo se ve exquisito no puedo negarlo, sin embargo…” … no me atrevo a probar ninguno de esos manjares, he visto reportes e informes policiales y la forma más común de violación es por medio de drogas, ya sea en bebidas o comida, el final es el mismo… “en el silencio de aquella noche me pregunto si acaso puedo confiar en esta mujer y en lo que muy amablemente me trajo, su mirada tierna me inspira confianza al igual que su sonrisa, de hecho es la sonrisa más cálida y dulce que he visto en mi vida… es esa sonrisa la que siempre espere que mi madre me dirigiese…”
- ¿Qué sucede mi niña? No has probado nada de lo que te traje… mira que me esforcé mucho por ayudar en su preparación… no me digas que … ¿ya se te fue el hambre? Noooo… llegue muy tarde- se reprocho a si misma
- No es eso, es solo que….
- Dime que es mi niña ¿Qué ocurre?
Miro su rostro y la bandeja de alimentos alternadamente, parece que ella acaba de entender la razón.
- ¿Piensas que puse algo extra-ño? – me pregunta con suavidad
Asiento con la cabeza en forma de respuesta, aunque lo hago con cierto recelo y luego… una fuerte carcajada estalla en mi cara haciéndome confundir aun mas
- No mi niña, claro que no, créeme que, si algún día quisiera drogarte o matarte, ten por seguro que no seria con comida… los alimentos para mi son sagrados y jamás juego con ellos- me responde cambiando su expresión a una más seria
- Lo si-en-ento- titubeo al pedir disculpas por mi comportamiento
- Sin problema, aquí no ocurrió nada, ¿quieres verlo? - me pregunta despertando mi curiosidad
Toma la cuchara dispuesta al costado del plato y con agilidad la introduce en el arroz sacándola después y metiéndola a su boca sin reparo… “Hmmm, delicioso” … pronuncia y todo parece indicar que está disfrutando su bocado.
- Lo vez… si esto tuviera algo yo no lo estuviera comiendo ¿no lo crees así? - me pregunta poniendo en mis manos el tenedor- vamos pruébalo antes de que se enfrié nuevamente, te aseguro que esta delicioso… anda pruébalo, pruébalo- insiste
“está bien, lo hare”- me digo a mí misma después de haber visto como saboreaba su bocado. Introduzco el tenedor en el arroz y con rapidez me llevo mi primer bocado a la boca… “esta explosión de sabores es solo propia de este platillo” ... hundo el tenedor una y otra vez en el plato, saboreo cada bocado como si fuera el ultimo, sin preocupación y sin lamento…
- Al parecer si tenias hambre- me dice observándome comer como una loca
- Hmmm…- respondo con la boca llena
“la boca llena” … estoy segura de que si mi madre lo viera me reprendería con severidad, ella es amante de la etiqueta, cual fiel seguidora, me pellizcaba la mano por debajo de la mesa cuando cometía algún error como este.
- No sabia que traerte, así que traje todo esto pensando en que seguro algo te gustaría
- Amo la comida mari-na, es mi favorita- balbuceo mientras devoro la leche de tigre
- Eso me dijo un pajarito- responde con una sonrisa
Esta jovencita parece disfrutar cada bocado, sin duda ama el arroz con mariscos, fue una buena sugerencia… no se porque, pero extrañamente me recuerda a Carlos cuando era niño, tan dulce y tierno, era muy diferente en aquella época… realmente ahora no se parece en nada a aquel niño… mi niño” … el pensamiento de la mujer volaba hacia el pasado mientras veía a la joven, una lagrima se le escapo alertando a la joven quien deja los cubiertos a un costado
- ¿Por qué lloras? - le pregunto con timidez
- ¡Oh, eso! No es nada, en realidad solo se me metió algo al ojo- responde limpiándose con rapidez los ojos
- Claro
- ¿Así que te gusta la comida marina?
- Si, me gusta el ceviche, la parihuela, la cazuela de mariscos, pero, pero mi plato favorito es e...
- Arroz con mariscos
- Si ¿Cómo lo supiste? - pregunto emocionada
- Solo una corazonada… ahora déjame llevar esto que no queremos que el olor se impregne en la habitación
- Pero estamos en la terraza
- Si, pero el viento…
- No me dejes sola, por favor- le suplico sujetando su mano
- Volveré, te lo prometo
La mujer me dirige una sonrisa y sin más abandona la habitación dejándome sola en la terraza, la noche se ve linda, el cielo esta despejado y tranquilo, la casa se ve iluminada y lejos de alli los naranjales y limoneros se divisan de forma borrosa.
- ¡Rosa volviste! – exclamo con emoción al sentir la puerta abrirse
Voy corriendo en esa dirección, pero no era lo que esperaba ciertamente…
- Ro… - me quedo en silencio apenas veo su figura
- Me dijeron que ya te repusiste y hasta comiste- afirmo
- ¿qu-que quieres? – pregunto con miedo sin mirarlo a la cara
- Quería ver si estabas bien, me dijeron que no comías y no dejabas que nadie se te acercara, así que decidí venir a ver que estaba sucediendo- responde con la frescura propia de un vegetal
- ¿Ya me puedo ir a mi casa? - pregunto aun sin verlo directamente
Siento como camina en dirección al sofá, toma asiento cómodamente y no me quita la mirada de encima. Escogí la ropa mas holgada posible, cubrí mi cuerpo desde el cuello hasta los pies, aun así siento su mirada acosadora sobre mí, aprieto con fuerza el suéter y vuelvo a preguntar
- ¿puedes llevarme de regreso a mi casa?
- ¿Podrías verme a la cara primero? - me responde con otra pregunta misma a la que no accedo- si me miras directamente descubrirás mis intensiones- pronuncia generando mas miedo en mi- vamos, voltea
Su voz casi hace que mi cuerpo se paralice y yo no sepa que responder, le tengo tanto miedo que ni siquiera me atrevo a girar, temo encontrarme con aquella mirada feroz de la pasada noche, temo que todo se vuelva a repetir.
- Alguna vez me dijeron que soy como el genio de la lampara, aquel genio que cumple cualquier deseo… ¿quieres probar? - me susurra al oído
Sentirlo tan cerca hace que mi corazón lata con rapidez, me causa mas miedo del que pueda describir, sin embargo, talvez sea mi ultima oportunidad así que puedo aprovecharla
- Quie-quiero ir a mi casa, por favor- pido con la voz titubeante
Lo siento alejarse de mí, pensativo, escucho su respiración, fuerte al principio y luego calmada, da unos cuantos pasos hacia el sofá y luego de la nada lo siento delante mío.
- Es un deseo interesante… peeero, no puedo cumplírtelo- responde- no puedo dejarte ir así
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