El hombre dejo a la niña tirada sobre la cama algo frustrado porque no cumplió con las expectativas que tenía, físicamente se veía bien, aunque solo tenía una observación por ello “le falta pechos, pero por lo demás esta bien”
Carlos hijo al igual que el padre, eran dos hombres difíciles de complacer, exigentes en los negocios, en la comida, los lugares, pero sobre todo las “mujeres”.
- Señor
- Ramon, me agrada que siempre trates de complacerme, pero esa niña es más joven que las que acostumbras traer
- Señor ya se lo dije fue un regalo de su finado padre, el considero que esta jovencita podría traerle algo de alegría al corazón
- Mi padre siempre tan considerado- respondió con ironía- sin embargo, no me gustan las vírgenes- pronuncio cerrando su bata
- Señor
- La mujer perfecta debe tener un bonito rostro, piel suave, hombros firmes, cintura definida, buenas piernas, pero lo más importante son los senos, que deben ser grandes y lindos- pronuncio el hombre mientras le daba la espalda a su subordinado
- Si claro…
- Esos son los atributos que debe tener una mujer que pretende entrar en mis habitaciones… esta niña cumple con casi todo, excepto lo ultimo
- Esta jovencita fue la excepción a la regla- susurro Ramon
- No tuvo el rendimiento esperado, ni siquiera aguanto una ronda, es más se quejó y tuve que reprenderla... ¿Qué sucede contigo? Al menos deberías aleccionarlas antes de traérmelas
Lo reprendió con ironía mientras acomodaba su bata.
- No quiero volver a ver a esa niña, que sea la última vez que la traes ante mi- amenazo – me gusta su piel es suave y tersa, pero no logro satisfacerme completamente así que no la quiero más aquí... ¿me oyes?
- Señor
- No quiero ningún “pero” cumple mis ordenes
- Si señor
- Limpien mi habitación de inmediato
Ramon lo observo con detenimiento, su actitud era la típica de un joven Valencia. Desde que este cumplió los 18 años siempre anduvo detrás de él, vigilando cada uno de sus pasos y complaciendo sus caprichos, era inmaduro a pesar de tener más de 20 años, sin embargo, después de la muerte de Carlos Valencia padre este se convirtió en alguien más serio, asumió la responsabilidad de las empresas, volviéndose mas frio y déspota de lo que era antes.
“Digno hijo de su padre” … pensaba… “aunque me pregunto si tan solo supieras quien estaba detrás del antifaz seguirías pensando lo mismo” … Una sonrisa se le dibujo en el rostro mientras lo veía desaparecer en el pasillo… “aun tienes mucho que aprender”
- Solucionemos este desastre
- ¿Qué es lo que hizo esta vez? ¿Volvió a romper algo? - pronuncio la mujer de mediana edad
- Lo de siempre Rosa
- ¿Una chica más? … debí sospecharlo en cuanto vi aquellas mujeres ingresar con todas esas maletas- manifestó la mujer subiendo las escaleras
- Pero esta vez no es cualquier mujer
- ¿A qué te refieres?
- Ya lo veras- advirtió el hombre
Rosa una mujer de mediana edad algo regordeta y con los cabellos ya volviéndose plateados, lleva trabajando para la familia Valencia casi toda su vida. Siempre encargándose de limpiar el desastre que su adorado niño dejaba a su paso, siempre cuidando sus pasos, velando sus sueños y apoyándolo en todo.
- Veamos que hay esta vez… pronuncio abriendo la puerta
La cama deshecha, las sabanas revueltas y las almohadas por el piso, en el centro un bulto cubierto por una sabana.
- ¡Pero qué sucedió aquí! Señor, esto parece un campo de batalla y ese cuerpo… no, no me digas que esta vez mato a alguien
La mujer corrió hacia la cama al ver el bulto, removió la sabana del cuerpo dándose con la sorpresa de que se trataba de una jovencita. Su piel blanca, y sus cabellos castaños llamaron su atención, aunque quizá haya sido el hecho de que la joven estaba inconsciente lo que alerto su sentido. Le quito el antifaz viendo un bello rostro a pesar de la mejilla algo moreteada.
- Carlos ¿Qué hiciste esta vez? ¿Qué sucedió aquí? - pregunto la mujer indignada- esta señorita no es como la otras
- Claro que no lo es, te lo dije desde antes
- Pe-pe-ro…
- Mariam Benavides
- Esa niña… solo la vi en los periódicos, es tan linda, ¿Qué hace aquí?
- Un presente del señor Valencia padre
- Ese desgraciado… aun de muerto sigue haciendo su voluntad- susurro para sí misma
- ¿Eh? ¿dijiste algo?
- No, nada- respondió sin más- ni siquiera debo preguntar qué es lo que sucedió aquí ¿cierto?
- No es nuestro problema, solo ayúdame a dejar limpia a la joven y yo me encargo de lo demás
El hombre hizo que uno de los jóvenes que los acompañaba cargara a la joven hacia la habitación contigua, la dejaron en la bañera mientras limpiaban la habitación de donde provenía.
- Pobre niña
- ¡Ah, no! – la joven despertó en medio del baño pegando un fuerte grito
- Tranquila niña
- ¿Quién eres tú? ¿Qué suce…? .... auch!
Un derechazo de realidad llego en forma de recuerdo.
- ¡Espera! Yo estaba allí y luego...- mi mirada esta vez se centró en algo mas
La sabana en el piso era un indicador de lo que claramente había sucedido.
- ¿Entonces en verdad sucedió? - pregunte con resignación
- Niña…
- Tanto tiempo esperando por este momento y fue así como sucedió
Mis brazos se deslizaron en el agua, encogí las piernas y las sujete con fuerza, la mujer trato de seguir limpiándome, pero no se lo permití. Con la mirada desolada y los pensamientos perdidos lo único que podía hacer en aquel momento era llorar por lo que tuve y acababa de perder.
- Señorita
- Ya no soy una señorita… ¿acaso no lo ves? - pregunte molesta
- Niña…
Sus palabras tímidas estaban cargadas de vacío, ya no era una niña, tampoco una señorita; las lágrimas en mis ojos no podían dejar de fluir, cada maldito segundo en ese lugar fue como un horrible recordatorio de lo que me había sucedido.
Mi vida había dado un giro de 360 grados en tal solo 1 segundo, lo último que recordaba era haber estado volviendo de practicar mi rutina de natación como siempre, un hombre me detuvo para preguntarme la hora y después de eso todo se torno oscuro. “Debí haberle hecho caso a mama, jamás escuches a desconocidos, ignóralos… pero ahora ya es tarde”
- Terminaste con ella Rosa, debo llevármela ya
- Porque no dejas que descanse, se ve terriblemente agotada… Carlos no fue precisamente amable con ella- argumento la mujer
- ¿Cuándo es que Carlos ha sido amable con alguien? ¿Me lo recuerdas? Porque yo no recuerdo que lo haya sido con alguien jamás, talvez conoces a un Carlos diferente al que yo
- No hay necesidad de ser irónicos Ramon… yo solo decía
- Pues no digas Rosa, ese no es nuestro deber, ahora alístame a la niña que debo sacarla de aquí
- Si claro
La mujer asintió volviendo a ingresar al baño, intento sacar a la joven de la bañera, pero sus intentos fueron vanos, la joven no la dejo acercarse solo se encogió aún más.
- Niña por favor, vas a resfriarte si sigues allí, ven…
- Aléjese de mí, no se me acerque
- Por …
- ¿Rosa dije que te dieras prisa, que sucede? – pregunto el hombre abriendo la puerta
La joven no sabía dónde meterse en cuanto vio la figura del hombre, se sentía avergonzada y temerosa.
- Ramon por favor no te acerques, yo me encargo de traerla- pronuncio Rosa al notar la actitud de la joven
- Escúchame niñita… si no sales de allí ahora mismo y haces lo que Rosa dice soy capaz de pegarte un tiro aquí mismo, ya me hiciste perder la paciencia- amenazo el hombre mostrando el arma que llevaba en la cintura
- Guarda esa cosa Ramon, no es necesario que amenaces, ella va cooperar ¿cierto? - pregunto girando para ver a la muchacha
La joven asintió con la cabeza aun temerosa, el hombre volvió a cerrar la puerta, aunque la joven observo su aterradora mirada hasta el final y aun cuando no estaba podía sentir esos ojos negros amenazantes sobre ella.
- No hagas caso de Ramon, pierde la paciencia con facilidad, pero no es malo… bueno no tanto- aclaro sonriendo
Mariam cual zombi solo podía asentir con la cabeza mientras veía como la mujer la ayudaba a vestirse, sube una pierna y luego la otra, alza el brazo y luego el otro, date la vuelta e inclínate un poco; era lo único que oía durante ese momento; al finalizar la joven salió escoltada por la mujer de mayor edad quien con rostro compasivo solo podía observarla salir de la habitación.
- ¿A dónde me lleva? - pregunte con voz temblorosa
- Te dije que te portaras bien y es lo último que hiciste- le reclamo el hombre sujetando con fuerza su brazo- creo haber dicho que si hacías algo que molestara a ese hombre me las pagarías
- Déjeme, no, no quiero, no otra vez… por favor no- gritaba mientras el hombre sujetaba mi brazo
- Guarda silencio, voy a matarte si vuelves abrir la boca- amenazo
Detuvieron el paso a mitad del pasillo, el hombre se veía furibundo debido a que no logro llenar las expectativas de su nuevo jefe, así que jaloneo a la joven sin el mayor reparo, la sacudió un momento y luego continuaron el paso, la jovencita solo lloraba en silencio, incapaz de responder o emitir palabra alguna. “sí me negué ante ese hombre y me violo, ¿Qué sucedería si respondo a este que hasta un arma tiene?” … se preguntaba la muchacha viéndose en tal situación.
Iban atravesando el pasillo cuando una de las puertas se abrió, el hombre saco la cabeza por la rendija de la puerta ocasionando que la joven voltease a verlo; las miradas se cruzaron, aquellos ojos avellanos lograron que los ojos cafés de aquel hombre se abrieran enormes ante la sorpresa de verla allí; la joven por otro lado parecía haberlo reconocido.
- Pero que diablos sucede aquí, ¿Por qué tanto grito?
“pero, este me parece conocido, siento que lo he visto en algún lado antes, maldición” … se recriminaba por no poder recordar el rostro de aquel hombre… “espera, siento que lo vi… claro los periódicos… Carlos Valencia el de los bancos, el podría ayudarme” … con la esperanza de que este la ayudara no lo pensó dos veces y abrió la boca para pedir ayuda.
- Ayúdame por favor- pronuncio corriendo hacia él y sujetando su brazo
Mariam en ese instante solo pensó en que este la ayudaría, sin embargo, en cuanto vio con detenimiento se dio cuenta que eso no sucedería. “Esos ojos, los labios, esa nariz son del hombre que hace a penas algún momento abuso de mi” … pensó retrocediendo
- ¡Tu! - pronuncio recordando
- Disculpe señor, me estaba llevando a la señorita, pero…
- ¡Fuiste tú! - asevero ella soltando su mano- fuiste tu
- ¿Yo que? tu que haces aquí?
- Señor ya me la llevo, perdone la molestia- pronuncio el hombre
Este se disculpo y sujetando el brazo de la joven volvió a jalarla hacia su costado para después llevársela; estuvieron a punto de girar en la esquina del pasillo cuando Jota irrumpió su paso.
- Ramon!
- Si, señor
- Ven aquí…- ordeno haciendo un ademan con las manos
- Jaime- llamo este a su vez a uno de los jóvenes que vigilaba la casa- lleva a la señorita al auto y espérenme allí que ya bajo
La orden fue dada, el otro hombre tomo del brazo a Mariam nuevamente y se la llevo ante la mirada de Ramon y Jota, quien pensativo solo se rascaba la cabeza con desesperación.
- ¿Qué mierda fue eso?
- Señor ¿a qué se refiere?
- Ella- dijo señalando al final del pasillo- ¿qué hace ella aquí?
- Es el presente que su padre dejo para usted señor
- ¿De que estas hablando? - pregunto frotando su barbilla con frustración- estas diciendo que me acosté con esa niña?
- Si señor
- ¡Carajo! No, no, no… no debía ser así… ¡mierda! – pronuncio enojado pateando el marco de la puerta
- ¿ocurre algo señor?
- Sabes lo que ocurre- respondió apuntándole con el dedo- sabes muy bien lo que ocurre no te hagas el idiota, mantenías a mi padre informado de cada uno de mis pasos y ¿pretendes hacerme creer que no? … ¡que molesto!
- No entiendo a qué se refiere señor
- Quería que esa joven sea mi esposa, planeaba conquistarla y pedirle matrimonio después y lo arruinaste… lo arruinaste maldita sea… ¿estas feliz con eso eh?
- No señor
- Mi padre debe estar riéndose en su tumba después de haberme arruinado así, claro no podía permitir que arruine sus planes ¿cierto?... aun después de muerto sigue jodiéndome la vida
Meses atrás Carlos Valencia conoció por error a esta joven, su mirada cálida y sonrisa inocente lograron captar su atención desde el primer instante.
+++++++++++++++
Piura y Tumbes, dos de las ciudades más calurosas del país, entre los limites de ambos departamentos un pequeño distrito exclusivo para gente con mucho dinero, solo las personas más influyentes y adineradas podían acceder a un terreno aquí y eso lo sabia muy bien Carlos Valencia, tenia una hacienda de grandes hectáreas allí, lujosa por fuera y por dentro, había sido construida por sus abuelos varias décadas atrás, oculto a la vista de todos.
Mariam estaba de vacaciones allí durante el verano de aquel año, había sido hospedada por la familia Romero de cuya hija era amiga, esas malditas vacaciones sellaron su destino.
“Debes conocer a tu futura esposa, estoy más que seguro que te agradara” … aquellas palabras dichas por Carlos Valencia padre resonaban en la cabeza del hombre que sentado en una camioneta observaba al parque esperando que la joven que le había sido prometida llegase.
- Como si no tuviese suficiente con los negocios ahora pretende que también me haga cargo de una mimada y tonta niña… ¡maldición!... ¿Qué opinas de eso Gabo? - pregunto al chofer
- Señor no…
- Que vas a opinar tu si solo eres un chango más que está a sus órdenes- le increpo el joven sin apartar la mirada del parque
Tan solo minutos después vio a la joven arribar al lugar junto a un chico, pelota de básquet en mano la joven se apropió de una de las canchas del lugar. Sentados en una de las banquetas debajo de un árbol parecían esperar algo.
- ¡Vaya! Ni siquiera es tan femenina como la describió mi padre, mírala si luce como un hombre, supongo que deberé hacer un enorme esfuerzo para sostener esta mierda de matrimonio que piensan imponerme… ¡qué suerte la mía! - renegaba mientras caminaba hacia el par de jóvenes que jugaban muy amenamente
Estaban esperando algunos minutos, pero en vista de que Jota no aparecía empezó a retar al muchacho que la acompañaba para jugar basquetbol, estuvieron haciéndolo por largo rato, hasta que Jota quien observaba de lejos a través de la luna polarizada de su auto se acercó a ellos para presentarse.
A pocos pasos de llegar hacia ellos, una suave brisa logro volar el gorro de la jovencita mientras trataba de encestar la pelota, una hermosa cabellera levemente rizada y de color castaño se dejó ver en su máximo esplendor, el brillo en los ojos color avellana hacia un perfecto match con su delicada y suave piel blanca, aquellas cualidades sumado a la gran sonrisa en el rostro de aquella muchacha lograron dejar pasmado al joven por un corto periodo, pero no fue el único que quedo en ese estado gracias a aquella situación, el otro joven que la acompañaba se quedó boquiabierto al presenciar aquella belleza angelical.
- ¡Hey! Jhonatan despierta, estoy aquí- decía chasqueando los dedos- oye! - repitió volviendo a ejecutar el movimiento
- Eh, ¡sí! - respondió el joven algo apenado- si-si- sigamos con el juego, ven- dijo poniendo su mano en el hombro de la muchacha
- ¡Hola! soy Carlos Valencia, estoy buscando a Carla- menciono el joven con voz suave
La joven Mariam que en ese momento recordó que debía hacer un favor, irrumpió antes de irse.
- soy yo, soy Carla ¿en qué puedo ayudarte?
Jhonatan la observo con sorpresa, sin poder creer lo que acababa de oír, “pero si su nombre es Mariam, porque esta dicie… seguramente es otra broma de Carla” se decía a si mismo aun viendo con confusión aquella escena
- En realidad, venía a conocerte, papá me dijo que arregló una salida con tu padre, perdón la tardanza
- ¿salida? Hmmm, no recuerdo haber escuchado eso, de cualquier manera, tengo planes hoy, no creo poder salir contigo… lo siento- pronuncio algo desconcertada por lo dicho
- sí claro, por supuesto- respondió titubeante- debo asumir que no soy tu centro de atención- bromeo- si no quieres no hay problema- aclaró sin quitarle la mirada de encima
- lo siento- fue lo único que dijo alejándose del lugar
- entie…- ni siquiera termino de pronunciar la palabra que quería decir cuando vio a la joven marcharse
es bonita, claro que es bonita” … menciono soltando un suspiro… “definitivamente papa sabe lo que hace, él nunca se equivoca”
++++++++++++++++
El hombre claramente desesperado y sin saber que decir, solo frotaba su cabello y de cuando en cuando su barbilla.
- Señor
- Estoy pensando, déjame en paz
- Entonces me retiro señor, debo terminar la tarea que me encomendó
Ramon el fiel sirviente, se giro y camino decidido a ejecutar la orden que le había sido dada hace minutos atrás, sin embargo, Jota no estaba dispuesto a permitir que todo aquello terminase así.
- ¡Espera!
- Señor
- ¿Qué planeas hacer con ella?
- El señor Carlos me dijo que en cuanto usted se cansara de ella la ejecutara
- ¿Qué mierda estas diciendo?
- Fueron ordenes de su señor padre, no puedo contrad…
- Mi padre esta muerto, el jefe ahora soy yo, por lo tanto, las ordenes las doy yo
- Por supuesto señor… entonces permítame preguntar ¿Qué es lo que debo hacer?... usted no quiere el presente, no puedo llevarla de regreso con su familia, les contaría todo y nos meteríamos en problemas, ejecutarla es la mejor opción- argumento el hombre
- No vas hacer aquello ¿me oyes?
- Entonces ¿Qué sugiere que haga?
- Que se quede, quiero que de quede…. Pronuncio
Jamás unas palabras fueron una sentencia tan dura y cruel, una sentencia de muerte hubiera sido mejor que la vida tan miserable que dio inicio allí para mí.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 80 Episodes
Comments