Un Rastro de Nostalgia

Ana acostada en la cama, llena de melancolía recordaba como si fuera ayer tiempos pasados que jamás volverán a repetirse incluso aquellas cosas que en su momento les resultaron un poco desagradables en estos momentos las recordaba con cariño, como por ejemplo cuando se ganó el apodo de SALVAJE en el municipio.

Ana de edad de quince años acompañaba a su madre a hacer algunas compras en el pueblo necesarias para su casa.

después de recorrer varias tiendas, se posaron un poco sedienta en un kiosko dónde vendían todo tipos de bebidas refrescantes incluyendo, bebidas alcoholicas, cerca de donde estaban ellas disfrutando de su refrescante aguas saborizadas, estaba un grupo de hombres matando la sed con bebidas embriagantes.

de pronto la pequeña Ana sitio la imperiosa necesidad de ir al baño, su cuerpo necesitaba expulsar los excesos de líquido que había ingerido, pero para ir al baño, tenía que pasar justo en medio de esa gran jauría de hombres, ella dejo las cosas que llevaba en las manos tirada en su silla y se paró con pasos firmes y resueltos para ir al baño de damas.

cuando se dirigía hacía allá, de forma inmediata las miradas de esos hombres se dirigieron a ella, su altura de 1.75 metros, con un cuerpo muy bien proporcionado y un cabello rizado, que le llegaba a la cintura acompañada de rasgos muy fino, de tez morena y uno hermosos ojos azules, como toda una Diosa del Ébano no pasaban desapercibido fácilmente, incluso cuando venían con sus padres desde pequeña se podía decir que captaba con facilidad todas las miradas su incomparable y exótica belleza.

un caballero tal vez animado por sus amigos, y también por el alcohol siguió a Ana hasta los baños dónde ella estaba, no forzó la puerta donde ella estaba para abrirla, pero si la espero todo el tiempo en la parte de afuera.

como era de esperar la madre de Ana no se percató de lo que sucedía, era normal que todo de los presentes que deseaban ir al baño tenían que tomar el mismo camino así que no le dió importancia ni relevancia alguna que el joven se hubiese ido en esa misma dirección.

cuando Ana salió del baño vio el joven parado justo al frente de ella, él la tomo del brazo sin mediar palabras y la llevo frente a el luego la gira y la coloca sobre la pared quedando ella atrapada entre la pared y el hombre que tenía al frente, el cual la tenía aprisionada con sus brazos, ella se dió cuenta que es completamente inútil gritar porque en ese lugar estaba puesto un equipo de sonido que reproducía una canción con un alto volúmen, por lo tanto no iba a ser escuchada por los presentes.

lo que él no contaba es que una mujer nacida y criada en el campo, tenía mucha más fuerza en sus músculos que una mujer que no ha tenido las mismas oportunidades que ella, así que de un momento a otro Ana toma uno de sus brazos y lo lleva a su espalda, y lo aprisiona contra la pared, la fuerza que ejerce era tanta que el hombre temió en un momento dado que la chica pudiera partirle el brazo.

así que al joven solo se le ocurrió decirle que lo soltará que es una simple broma que el le quería hacer a ella, ella por supuesto no le creyó pero le hizo una advertencia, por si acaso quería seguir persiguiendo en un futuro.

sin darse cuenta en qué momento ocurrió todo lo anterior, solo el sabía que ella lo soltó y de inmediato corrió lo más veloz posible así que no le dió tiempo de reaccionar.

pero la cosa no termino allí, el hombre se sintió muy humillado por esa mujer así que decidió vengarse de ella, y decidió observarla por mucho tiempo en la maleza alta que crecía cerca de su parcela tal vez buscando el mejor momento para atacar a la muchacha, así que después de dos meses se le presento la oportunidad que quería pero el no estaba solo.

ella por instinto pudo persuadir, que algo no iba bien, así que se agachó como para tomar algo que se le había caído y tomo en sus manos un puñado de tierra, cuando ellos se pararon al frente de ella para acechar, ella de inmediato les soltó una gran cantidad de tierra directo a sus ojos y cuando se vieron que no podían ver , maldecía por el dolor que tenían en la vista, ella de inmediato tomo un leño que tenía cerca y los golpeó fuertemente por la cabeza, perdiendo uno de ellos el conocimiento por completo, y el otro le hizo una gran brecha en la cabeza, desde ese momento se propuso en su corazón que ningún hombre pisotearia su dignidad ni la obligaría hacer algo que ella no quiere.

salió de allí a pasos ligeros hasta su casa, aunque llegó un poco asustada oculto la situación a sus padres para que ellos no se preocuparan.

desde ese día comenzó a esparcirse en el pueblo el rumor de la salvaje, y como la historia a veces se cuentan y se le agregan otras cosas que jamás sucedieron, se conocía el relato modificado dónde se decían que había luchado con más de dos hombres y a todos los había vencido.

se fue ganando el respeto de todos y nadie osaba en molestarla si no quería terminar en el hospital en un estado un poco lamentable, don Fulgencio que estaba cerca de ella de pronto vio a su hija un poco ida de la realidad y quiso sacarla de ese trance en el cual se encontraba, invitándola a salir por allí mismo para conocer un poco la ciudad donde vivirían quien sabe por cuánto tiempo, ella cogio una ruana y la puso sobre su ropa para protegerse un poco del frío, para salir.

cuando salieron de la habitación allí todavía se encontraba doña Catalina sentada en el mecedor , pero está vez sostenía una conversación amena y agradable con doña Cuquita, la cual se encontraba con una cara lamentable al lado de ella, Ana se acercó para contarle cuál era los planes que tenía con su padre, y por otro lado, doña Catalina le pidió que le enseñará las fotos de la parcela que ellos tenían en su celular, Anita lo saco de un pequeño bolsito remendado y se las mostró.