CRUZANDO LA LÍNEA.

estaba celoso, quizás lo único cierto era que odio verla sonreir le a alguien mas

_ que hace con ese idiota. – dijo Simón, quien se sentía molesto al ver a su asistente hablar con ese sujeto. Cosa que empeoro al ver como este besaba la mejilla de Alison.

Alison sonreía mientras caminaba al coche, pero borro su sonrisa al ver a su jefe con cara de enojo.

_ porque tardo tanto. – dijo haciendo notar su enojo.

_ lo siento señor. – dijo subiendo al coche.

Simón subió tratando de calmarse él no entendía por qué se sentía de esa manera, era su asistente quien podía hacer lo que quisiera siempre y cuando eso no afectara su trabajo.

De regreso a la compañía, Alison termino unos pendientes y espero la hora de salida, deseaba tanto volver a casa y olvidar el inconveniente que tuvo con la amante de su jefe. Pero estaba lejos de hacer eso, ya que al bajar Simón la esperaba en el estacionamiento.

_ señorita López, la estaba esperando. – Simón lucia serio.

_ en que le puedo ayudar ser Evans. – Alison estaba extrañada.

_ necesito hablar con usted. – dijo esperando la respuesta de su asistente.

_ claro señor.

_ le aclaro no es nada que tenga que ver con la oficina. – Simón miraba fijo a Alison quien estaba sorprendida. – permítame llevarla.

_ pero y mi coche.

_ no se preocupe mi chofer lo llevará.

Alison subió al coche de su jefe, los primeros 5 minutos estuvieron en silencio hasta que Alison hablo.

_ de que querías hablar Simón. – dijo Alison quitándole el señor. Simón sonrió, al ver el cambio en la chica.

_ ahora soy Simón. – dijo el sonriente.

_ estamos por fuera de la hora laboral, en este momento estamos de igual condición, solo eres mi jefe mientras este laborando. - ella le hablo en tono serio.

_ eso me gusta.

_ ahora si me dirás que querías hablar.

_ primero que todo necesitaba disculparme, por lo ocurrido en la oficina, no quería incomodarla. – él estacionó el coche cerca la será.

_ no tengo inconveniente con eso, entiendo que tengas tus necesidades, lo que si no voy a permitir es el mal trato de parte de tus acompañantes. – ella se sintió nuevamente molesta al recordar lo ocurrido.

_ entiendo perfectamente y tienes toda la razón. No volverá a ocurrir. –dijo él sin mirarla, aún le costaba mirarla sin imaginarse teniendo sexo con ella.



*

Su mirada era fija al frente, como si temiera mirarla.

Debo mirarla pensaba simón aun teniendo la mirada fija al frente, porque le costaba tanto mirarla.

_ porque no me miras Simón. – él al escuchar estos no pudo evitar sonrojarse. _ ni me digas que te sientes apenado por lo que ocurrió en el bar, acaso no te gusto. – vaya sí que era directa se dijo Simón.

_ claro que me gusto, es solo que siempre te he visto de manera profesional, pero ahora no sé cómo hacerlo. – la miro, pero rápidamente desvió la mirada, su entrepierna reacciono de forma inmediata. Se sintió como un adolescente.

_ Simón mírame- levanto la mirada estaba avergonzado y temía que ella notara lo que había causado. _ somos dos adultos, soy una mujer profesional, en la oficina siempre seré tu asistente y me limitaré a hacer mi trabajo como siempre, así que espero que tú hagas lo mismo. – Simón la miraba con asombro, esperaba otra cosa.

_ y por fuera de la oficina. Como debo tratarte. – pregunto.

_ no se a que se refiere. – contesto ella sin entender.

_ como debo tratarte cuando estemos fuera de la oficina.

_ sigo sin entender, sé más claro.

_ lo que quiero saber es si se puede volver a repetir lo del viernes. - ella abrió los ojos como plato, no podía negar que era lo que más deseaba, despertaba una excitación en ella, que nunca antes había sentido, incluso en ese momento se sentía muy excitada con solo tenerlo cerca.

_ Simón hay límites que no debemos cruzar así estemos fuera de la oficina. – el rostro de Simón mostró tristeza, le gustaba Alison no podía negarlo, y deseaba tanto tenerla entre sus brazos.

Simón no perdía la esperanza, debía de tenerla en su cama.

_ te entiendo, pero. – él se detuvo no sabía cómo ella tomaría lo que pensaba decirle, ella lo observo a la espera de lo que tenía pensado decirle. _, pero deseo que se repita, no sabes lo difícil que ha sido sacar de mi mente lo que paso, quizás esté pidiendo mucho, y me disculpo si soy muy directo, pero como bien dijiste somos dos adultos así que no le daré tanta vuelta a algo que sé que tú también quieres. – era cierto ella también se moría por estar con él, sentía que era la persona indicada para tener su primera vez, no porque tuviera sentimientos por él, sino por la experiencia que sabía que tenía.

Ella se mantuvo en silencio, no sabía que responder, lo que saliera de su boca marcaría un antes y un después, además solo sería una vez, no tendría por qué repetirse.

_ Simón, no voy a negar que yo deseo lo mismo, espero y nuestra vida profesional no se vea afectada. – no pudo evitar sonreír.

_ por supuesto que no, te prometo que nada cambiara en la oficina siempre seré tu jefe, y me portaré como tal. – que seguía después de eso, pensó Alison, quien deseaba abalanzarse sobre él.

El silencio volvió a reinar en el coche, esta vez fue el quién hablo rompiendo el silencio.

_ que te parece si te invito mañana a cenar, cocino muy bien. –dijo el mientras ponía nuevamente en marca el coche.

_ me encantaría. – contesto nervioso, sería su primera vez, y él no lo sabía, no quería parecer primeriza, debía ser madura, que tal difícil podía ser, con todo lo que sus amigas le habían enseñado y lo que ella había leído. Sería suficiente.

El resto del trayecto hablaron de cosas triviales mientras ella iba indicando donde vivía. Era agradable conversar con ella.

_ gracias por traerme. – dijo ella mientras quitaba el cinturón de seguridad.

_ no fue nada. – ella estaba por salir del coche, pero la detuvo. _ que sucede. – estampillo su boca contra la de ella, era un beso lleno de pasión y deseo que ella no dudo en responder.

Simón sabía que debía detenerse, pero le era casi imposible, nunca se había sentido tan atraído por alguien, ella tenía todo lo que todo hombre desearía y no solo por su físico, era una mujer profesional que siempre había trabajado para mantenerse, que era segura, directa al decir lo que pensaba y quería.

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