ENTRE NOSOTROS

CAPITULO CINCO

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ENTRE NOSOTROS.

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Adri baja la mano por instinto y detiene su movimiento justo a tiempo evitando la culminación del acto.

— No quiero que mi primera vez sea así — Logra decir, a penas.

— Lo siento, me deje llevar, pero si sigues agarrándome con esa firmeza no podré evitarlo — “¡No puede ser!” sus ojos se abren al ver lo que tiene entre la mano, es muy grande y duro, pero suave a la vez y lo analiza por un segundo “¡Pero que estoy pensando!” grita dentro de su cabeza dónde la gran risa de su espíritu animal resuena excesivamente.

— Solo hay dos opciones Luna, hacia atrás o hacia adentro — La voz de Ale se vuelve sensual al decir la última frase lo que hace que lo dude por un segundo, Adri sacude la cabeza y lo suelta. Quizá más en contra de sus propios instintos, obligándose posiblemente.

— Hacia atrás — Aún puede ver cómo Ale lucha contra su instinto de tomarla en ese momento y se va tras unos árboles.

— ¡¿Qué hiciste?! Lo hubieras dejado yo quería sentirlo — Comienza a reclamar Naín. — Despertaste al muerto solo para dejar que le jale el cuello al ganso solo, eres una desalmada Adri —.

— Déjame tranquila, tus deseos y los míos no son lo mismo — Responde la agitada Adri recuperando el aliento.

— Claro que sí, solo que te controlas demasiado, de todos modos vas a terminar en su cama no sé porque le haces mucho al cuento, es tu destino humana, qué más da hacerlo aquí y ahora ¿Viste su tamaño? ¡Amor mío...! ¡Deja que te ayude a batir la mayonesa…! —.

— Porque no te callas depravada, ¿De dónde aprendiste a decir tantas barbaridades? — Dice Adri para finalizar la conversación con su loba, pero a esta solo le causa risa la situación. Un momento después Ale regresa y Adri agacha la cabeza llena de pena acomodando su vestido largo.

— Lo siento — Se apresura a decir para Ale cuando lo tiene cerca.

— ¿Qué?, Ah… no te sientas mal, y no te disculpes — Responde él mientras levanta la cabeza de su Luna regalándole una sonrisa que la llena de confianza.

— Ya tendremos la oportunidad, hablemos de otra cosa ¿Sabes cuál es el lema de la manada? — Ale sabe que es mejor cambiar el tema porque la cara de su Luna está tímida y se ha puesto seria.

— ¿La fuerza del lobo es la manada? —.

— No todos los lobos son salvajes — Mueve las manos creando un letrero imaginario en el aire.

— Está escrito en la casa al entrar al pueblo, quizá no lo viste porque llegaron de noche, es más como un mantra, por eso vivimos en paz aquí, la violencia no es inevitable, pero casi nunca es necesaria o eso dice mi padre, pero yo lo vi pelear, incluso eh peleado a su lado varias veces. — Las manadas de Ale viven en una sociedad en la que promueven la no violencia y Adri cree que es genial. Muy revolucionario para su especie que es considerada un peligro para la humanidad.

— ¡Oye nuestros lobos deberían conocerse! — Le sugiere Adri con un brillo en la mirada, después de olvidar lo sucedido y la incomodidad.

— ¡Ya era hora!, tu echando pasión y te olvidas de tu loba, que egoísta siempre me dejas a un lado — Reclama Naín.

— No lo sé, mi lobo tiene un problema, él… apesta — Ale voltea a otro lado mientras lo dice.

— ¿Apesta? —.

— A mí no me importa — Se apresura a responder Naín ya más ansiosa por la espera. De alguna manera ella no puede recordar al espíritu animal de Ale. Se supone que… según las leyes de la Diosa Luna: Si decides ser un espíritu animal y tienes a tu gran amor, a tu pareja destinada a tu lado, pueden convertirse en una pareja eterna y bajar en forma de lobos para poder buscarse y unirse sin olvidar nada uno del otro, conservando siempre su amor. Pero, si decides reencarnar en humano, olvidarás todo, incluido los sentimientos hacia esa persona, no podrás recordar absolutamente nada. Y Naín se encuentra en una situación donde de alguna manera su mente está en blanco y desea saber el motivo. No hay información de ninguna pareja espiritual que se conozcan por primera vez en el mundo humano, los que se enamoran y conocen son los portadores. Solo tiene los recuerdos de su vida pasada y Aike no estuvo ahí, pero Naín, murió en manos del rey de los lobos completando así su última misión con éxito.

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(Flashback) vida pasada de Naín.

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Con los ojos rojos, la pelirroja se despide dándole un beso apasionado a Aike que se aferra a sus manos.

— Te encontraré de nuevo, y haré que me ames otra vez lo prometo, no reencarnare jamás para que no te olvide — Sonríe a la loba que se prepara para cumplir el deseo de la Diosa Luna que espera por ella.

— Te amo “Lupe” — Comienzan a reír antes de despedirse abrazándose con más fuerza.

— Te amo — Pero Aike sabe que en cuanto vuelva a nacer, olvidará sus palabras. Y con eso, y la esperanza que ella deja sobre sus manos, se decide a recuperar al amor de su vida que desaparece frente a él. Quedando solo con Neferet.

— Tranquilo, ella te ama, por ahora ve a la tierra y entrena bien a este humano, es de total vitalidad que lo hagas perfecto o todo será en vano, confío en ti Aike — La Diosa Luna lo envía entonces a cuidar a un portador que sabe, no encontrará jamás a su pareja destinada. Y que debe esforzarse mucho para así poder ir a buscar a su amada Naín. Mientras tanto, Naín renace en el castillo del rey de los lobos, dónde es visitada por la Diosa Luna para pedirle un favor y ella vigila en silencio durante muchos años hasta ser descubierta y asesinada en manos del rey como muestra de su desprecio hacia la Diosa Luna; Ya que todo el amor que sentía hacia ella, ahora era solo odio puro. Al llegar de nuevo al reino de Neferet, ésta la envía de nuevo con el rey lobo. Esta vez con una misión diferente que la lleva al mismo destino: morir en manos del rey. Agradecida por cumplir con sus misiones, la Diosa Luna cumple los deseos de su loba. Naín pide bajar, esta vez para buscar el amor; Uno del que no tiene ya recuerdos, así que esperaba nacer como portadora y conocer el amor por primera vez. Pero al contrario de sus expectativas, despertó como un espíritu animal sin una explicación. Con el recuerdo de solo una vida pasada.

(Fin de flashback).

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— Hay que hacerlo — Lo anima Adri quien se va atrás de los árboles a quitarse el vestido; El Alfa se queda ahí mismo, mientras Adri se transforma dejando a su loba libre. Naín se estira y sacude su pelaje al salir de cabeza a la cola, ella es una loba alta y su pelaje es atigrado; Cualquiera pensaría que es un tigre en vez de un lobo, caminan lento hasta dónde está Ale, la loba va y le extiende la pata pidiéndole que deje salir a su compañero y ahí mismo se transforma él. Es un lobo un poco más grande, de color negro con una mancha blanca en la punta de la cola como si fuera una llama y una en la frente, Naín salta a su alrededor, se agacha y se tapa el hocico.

— ¡Sí que apestas, date un baño! — Le reclama de inmediato.

— ¡Oye esto se pega! Espera ¿Cómo es que puedes hablar? Solo los Alfas pueden hacerlo — La habilidad de que el espíritu animal pueda comunicarse como los humanos en su forma de lobo solo se les ha dado a los Alfas por descendencia de sangre.

— No lo sé, jamás había hablado con otro lobo, ni con los de mis padres, eres el primero, bueno eso creo — No le dan importancia en ese momento, los lobos solo juegan y corren por el bosque abierto iluminado por la Luna llena que deja ver todo con claridad.

— Voy a contarte un secreto — Habla Aike lleno de confianza, como si conociera a la loba de toda la vida. — Siempre huelo bien porque… nuestra madre nos baña — Naín rueda, hasta quedar de panza.

— ¿Te bañan? — Suelta una carcajada.

— Su mamá los baña, que bonito cachorrito ¿Quieres que te bañe como tú mami lo hace? ¿El bebé lobo quiere a su mamá? — A la mente de Adri vienen muchas formas de burlarse de ellos y Naín lo disfruta.

— Ese debe ser tu secreto más oscuro, eres un malote, mis respetos Alfa — Ambas comienzan a reír hasta las lágrimas y Aike solo salta alrededor de Naín mordiendo sus patas de vez en cuando.

— Ya es hora, debemos volver — En ese momento se transforma y aparece Ale vestido como si nada; Curiosa, Naín se acerca y lo olfatea asombrada, le pone la pata en la ropa <<< ¿Cómo hizo eso? >>> Se pregunta a sí misma, regresa en busca de su vestido y comienza a cuestionarlo al volver.

— ¿¡Como hiciste eso, es increíble, tu ropa no… desapareció!? — Ale sonríe ante el asombro de su Luna.

— Pronto podrás hacerlo también — Responde mientras la abraza dejando caer su brazo en el hombro de Adri.

— Mi Luna, tu olor es tan delicioso, volvamos a casa o perderé el control — Regresan entre risas y una plática animada que perdura incluso en el auto de camino al pueblo.

— Gracias por traerme a casa y la cena ¿Te veo mañana? — Pregunta Adri sosteniendo la mano del Alfa, meciéndola de un lado a otro, deseando no soltarla jamás.

— Si, te recogeré y te llevaré al local, me tendrás aquí temprano — Dice Ale con la mano en el corazón en señal de promesa.

— De acuerdo —.

— Es una cita para encontrarnos mañana, no lo olvides Adri — Siguen tomados de las manos, Adri no quiere dejar ir al chico que ha esperado por tantos años y él tampoco quiere irse, pero deben dejarse. Despidiéndose lento una y otra vez, ya saben lo que dicen: El que mucho se despide no quiere irse.

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Adri ha hecho un gran esfuerzo y al verlo partir cierra la puerta.

— ¿Cómo puede pasar todo tan rápido? No esperaba encontrarlo tan pronto Naín, mira que interesante es la vida — Mira alrededor de la casa sintiendo el silencio.

— ¿Dónde estarán mis padres? Aún no regresan y es súper tarde —.

— ¿Tal vez andan de romance por el pueblo? ¿Cuántos años tiene que se fueron de la manada? — Le pregunta su loba.

— Si eso puede ser, veamos… yo era una niña, debe tener como dieciséis o diecisiete años, no estoy segura Naín — Han pasado tantos años que Adri no logra recordarlo con certeza.

— Vamos a descansar un poco, quizá no tarden mucho en volver, dales espacio son adultos — La loba tiene razón y suben a la habitación “Debo ser comprensiva, salieron de su hogar por tanto tiempo y ahora deben tener mucho por hacer, aunque es algo extraño no verlos por tanto tiempo” piensa Adri mirando por la ventana la calle vacía. Sus padres siempre han estado muy presentes en su vida, sobretodo su padre que siempre le cuenta historias del Alfa.

El Alfa de Luna azul era un hombre excepcional al que toda la manada quería y seguía con fidelidad. Decían que se había enamorado de una loba prohibida que solo quería poder, y cuando apareció su pareja destinada iba a rechazarla por esa loba. Pero ella mostro un rostro de maldad mientras su pareja destinada era amable y noble, ideal para liderar a la manada. Además de que el hombre le suplico al Alfa no separarlo de la loba y como buen Alfa, tomo decisiones sobre su corazón, tiempo después dicen que tuvo una hija pero que todo son leyendas pues está muerto. Esas y más historias de como ayudaba a la manada le cuenta a Adri su padre haciendo que ella lo extrañe pues pasó mucho tiempo con el Alfa cuando era pequeña. A veces, siente que su conexión sigue abierta como si él pudiese escuchar todo lo que piensa Adri, pero es imposible.

Mientras recuerda su infancia, saca de un cajón una vieja foto de ella con su papá y el Alfa que la abraza y sonríe, recordando que eran amigos y le regaló el dije que aún carga en su cuello, una A dentro de una media Luna, su padre le dijo que no se lo quitara jamás y así ha sido por siempre. Cuestionándose si a Ale le molestara que traiga algo del Alfa anterior.

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¿(ﾟοﾟ人))?(ﾟοﾟ人))?(ﾟοﾟ人))?(ﾟοﾟ人))?

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Mientras a muchos kilómetros…

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— ¡Zuri, dónde estás! — Grita Yeray, padre de Adri subiendo las escaleras de la casa apenas iluminada, la escalera está oscura.

— Sigue llorando en la habitación desconsolada, eso parece — Dice en voz baja antes de abrir la puerta marrón despintada.

— ¡Deja de hacer drama mujer, ella estará bien, solo serán unos días! — Yeray comienza a ponerse de malas ante la actitud de su esposa.

— Tienes razón, es solo que nunca la había dejado sola desde aquella vez, creí que todo saldría mal, pero… — Se limpia las lágrimas.

— Todo saldrá bien, ¿Ya sabes dónde están esos dos lobos? — Le pregunta sollozando.

— El brujo me dijo que ella murió y que el lobo está en Luna de sangre, pero que no ha podido hablar está en mal estado lo más seguro es que muera pronto — Responde Yeray, pero una pisca de duda la asalta.

— ¿Podrías aplicar una pequeña tortura para ver si es verdad? — Zuri pone una tierna cara y unos ojos llenos de amor mientras lo pide y toma las manos de su esposo con suavidad, dejando caer de lado su cabello rubio y una sonrisa pequeña y tierna. Es una mujer que puede convencer a cualquier hombre con solo una mirada.

— Claro — Pero la respuesta fría de su esposo lo pone en duda causándole molestia. Las escaleras que llevan al calabozo están aún más oscuras, Yeray manda a unos guardias a realizar el trabajo que su mujer ha pedido y mientras regresa se enlaza con uno de ellos.

— ¿Dónde estás? — Pregunta irritado.

— Saliendo de trabajar, ya sé porque me habla, aún no la eh visto, fui a su casa pero ella no está ahí, voy a intentar de nuevo en un rato — Responde el lobo.

— ¡Date prisa, no queda mucho tiempo! — Yeray cierra el enlace después de gritarle sin darle tiempo de responder al lobo.

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Evan, amigo de la infancia de su hija, trabaja para él y su esposa, es leal y le prometieron que sería el Alfa de Luna azul, ya que Yeray lo será en Luna de sangre.

O ese es el plan de Zuri, ella, la mujer que todos conocen como una madre ejemplar, tan delicada y sensible, en realidad es el peor monstruo que existe; La mente que ideó el plan para que asesinaran al anterior Alfa de azul ¡Y lo logró! Ahora, lista para derrocar a ambos Alfas y vendiendo a su propia hija al más cruel ser de América; Un Alfa que asesinó a su propia Luna, porque no era lo suficiente para él. Al menos eso decían los rumores, que quita del camino a todo aquél que le estorba, “debo protegerla a cualquier costo y me quedo sin tiempo” Piensa Yeray, pero su esposa al tener a varios prisioneros, entre ellos a un brujo, sabe que todo le saldrá bien; Pero el destino puede cambiar, aunque no sabe pelear y es algo pequeña, es cruel y peligrosa gracias a su capacidad de manipulación, es demasiado inteligente, no confía ni en su sombra, quizá por eso todo le sale bien. En cambio Yeray solo tiene una oportunidad para salvar a su hija y al Alfa de la manada, su mate.

No puede fallar y la loba que ha escapado tampoco, ella es su esperanza, debe decirles que Zuri es la persona detrás de todo esto. Consiguió a un aliado que los dejó escapar, el también huyó, no lo capturaron y eso es un alivio; Pero ahora Zuri quiere saber dónde están, así que Yeray le mintió con lo que le dijo el brujo respecto a los lobos, cree que están muertos al menos uno y quiere la cabeza del otro.

“No sé qué hará cuando descubra que fui yo quien planeó todo” piensa Yeray preocupado de no volver a ver a su hija, mirando la casa donde se están ocultando en espera del momento exacto para asesinar a los Alfas.

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