En clase

Narra Asly

Me levanté temprano para vestirme e ir a clases. Melissa estaba conmigo también vistiéndose. Me puse las joyas que me había regalado Samuel. Realmente eran muy bonitas y me quedaban bastante bien puestas.

Fuimos al edificio de las clases. Melissa me dejo en la entrada y se dirigió hacia sus clases. Yo por otro pasillo, note que las miradas de todos se dirigían a mí y no entendía por qué. Esta gente se cree que por ser hijos de políticos, presidentes y demás son mejores que los demás. Aún no había llegado a mi clase cuando me di cuenta de quien estaba parado apoyado en el marco de la puerta, con esa sonrisa arrogante y tan sexy que tenía.

La clase era de química y, por lo tanto, las mesas eran de dos, para hacer los trabajos. Normalmente, Moly se sienta conmigo, pero hoy no lo hizo. Por lo contrario, Ander entro dentro de la clase y se sentó a mi lado mientras sonreía.

- ¿Qué haces aquí? - pregunte curiosa\, porque de verdad que no lo entendía.

- Revisar tu clase - me contesto despreocupado.

- ¿También te encargas de esto? - pregunté mirándolo a los ojos\,

- Me encargo de todo en esta escuela. Clases\, alumnos\, profesores\, comida\, visitas\, me encargo de vuestra protección... - seguía sonriéndome de esa manera que me hacía olvidarme de todo.

- Yo no necesito tu protección\, sé defenderme sola - le dije muy seria\, porque era la verdad.

Él se quedó algo sorprendido por mi respuesta y frunció el ceño hacia abajo de manera enfadada.

- Por supuesto que la necesitas - me decía con otra sonrisa.

Entro el profesor, cuál pensé que echaría a Ander cuando lo viera allí, pero, por el contrario, lo único que hizo fue darle un asentimiento con la cabeza y empezar sus clases con total normalidad. Estaba realmente sorprendida, y Ander se dio cuenta por qué en la mirada que me estaba echando está escrito el "Te lo dije " Yo solamente pude negar con la cabeza y volver a mi trabajo.

Tenía que averiguar que pasaba en este colegio con este chico, yo podría ser pobre, pero no era tonta y sabia que había algo raro. De pronto Ander me paso un papel doblado con algo escrito dentro. Me quede mirándolo por unos segundos y abri el papel.

- Dame tu número de móvil - ponía escrito. La caligrafía era perfecta y bonita.

Le negué con la cabeza, no pensaba dárselo, ¿Para qué lo quería?

Él se acercó a mí lo suficiente para que nadie lo escuchara, su aliento volvía a chocar contra mi cuello y sin tan siquiera tocarme mi cuerpo tembló por tenerlo tan cerca.

- No es una pregunta\, es una orden - su voz salió como un susurro ronco.

- Yo no acato órdenes de nadie - le respondí acercándome a su oído también - de ti tampoco - terminé.

Estábamos demasiado cerca uno del otro, respirando el mismo aire. Su mano viajó hasta mi brazo, haciendo pequeños círculos en él, mi piel se erizó por su toque. Me di cuenta de que miro mis pendientes y mi collar. Cuál mientras acariciaba por debajo de mi cuello y a mí se me escapo un pequeño suspiro, pregunto.

- ¿Quién te regalo esto? - De su voz podía ver la ira salir\, La misma que tenían sus ojos\,

- No te importa - Le contesté bastante seria.

Su ceño se volvió a fruncir y realmente podía ver lo enfadado que estaba, aunque no lo entendía. De repente un puñetazo retumbo en la clase. Había sido Ander contra mi mesa de clase. Las miradas de toda la clase se posaron en nosotros. Cuando Ander se dio cuenta de esto, simplemente se levantó de la mesa y se marchó de allí dejándome con miles de preguntas. ¿Qué le pasaba a este chico? Me había dejado furiosa por su comportamiento.

El resto de las clases pasaron normal, sin escándalos y sin gente entrometiéndose. Escuche algunos rumores de algunas personas sobre Ander y sobre mí, pero no quería hacer caso de ello. Creo que mi reputación aquí ya estaba bastante jodida.

Llego la hora de la comida y aunque no tenía mucha hambre acudí para avisar a Melissa, si no estoy segura de que vendría a buscarme. Me senté al lado de Melissa y Moly y les dije que me iría que hoy no tenía mucha hambre para comer.

-¿Por qué no tienes hambre? - pregunto Melissa

- Ha sido una mañana muy larga - le dije furiosa mientras miraba a Ander

- Si\, demasiado larga - contesto Ander\, sin preguntarle nadie\, mientras me miraba y sonreía.

Me despedí de todos y me encaminé a mi habitación. A los pocos minutos de estar allí tocaron la puerta. Abrí sin pensar y me encuentre a la persona que menos quería encontrarme. Ander estaba allí delante, apoyado en el marco de la puerta, con esa camiseta que marcaba cada centímetro de su esculpido cuerpo.

- ¿Acaso te gusta lo que ves? - me pregunto

- Ya te gustaría a ti - le respondo\, pero creo que me he puesto colorada.

Él pasa a la habitación sin tan siquiera preguntar. Se echa en la cama de su hermano con los brazos debajo de su nuca y de verdad, que parece un dios griego hay tumbado. Su camiseta se levanta dejándome ver parte de sus abdominales y la v de su pantalón.

Me pongo a seguir con lo mío porque si no, no voy a parar de mirarlo.

- ¿A sí que no necesitas mi protección no? - me pregunta seriamente.

- No\, no me hace falta\, yo sé protegerme sola - le contento mientras me giro y lo enfrento de cara.

- Este colegio no es como tú te piensas - me dice mientras sonríe y algo pasa por sus ojos\, pero no llego a descifrar el que.

- Yo tampoco soy lo que creéis vosotros- Y es a si\, si se piensan que soy una mosquita muerta. Mis tíos me han enseñado muchas técnicas de defensa\, con mis manos\, pies\, objetos afilados... cualquier cosa. No sé cómo saben de eso\, pero lo hacen y me han estado entrenando durante años.

Puedo ver en su cara la sorpresa y el desafío en sus ojos.

- ¿Realmente no quieres mi protección? - me dice sorprendido.

- No - le contesto por última vez.

- Muy bien\, pero cuando vengas a suplicarme para que lo haga\, tendrás que darme algo a cambio. - me dice con una sonrisa.

- ¿Y el que quieres? ¿Qué gano yo\, si pierdes tú? - Voy a aceptar el reto\, no pienso dejar que esta gente se ría de mí.

- Bueno\, eso ya lo veremos cuando pierdas - me dice mientras se levanta de la cama y se va.

Antes de cruzar la puerta echa la mirada hacia atrás y me comenta.

- Hay una fiesta el viernes\, en el gimnasio\, espero verte allí.

- No contigo\, le respondo - porque es verdad\, no pienso acercarme a él en otra fiesta nunca.

Narra Ander

Acudí a clase de Asly, quería preguntarle por su teléfono y quería saber que me contestaba respecto a sus nuevas joyas. No me hacía falta en realidad, yo ya disponía de su número de teléfono y sabía quien le había regalado las joyas, pero quería saber hasta donde llegaba ella. Quería ponerla a prueba a ver que hacía, como se comportaba. También quería saber si realmente no quería mi protección, sin ella en esta escuela se la comerán viva, pero ella no lo sabe aún. Debe de saberlo, debe de entender que me necesita, que tiene que estar de mi lado si quiere sobrevivir aquí. Esta chica tiene algo, no sé aún lo que es, pero sé que tiene algo que no tienen las demás.

Como ya había visto a Moly anteriormente, me dejo el asiento al lado de Asly libre, en el cual me senté seguido de que lo hiciera ella. Su cara algo sorprendida no paso desapercibida ante mí. Ella aún no entendía como funcionaban las cosas aquí, yo estaba donde quería como quería y cuando quería.

Cruzamos algunas palabras y como bien pensaba, su pregunta era que hacia allí. Cuando entro el profesor, este me miro y me asintió con la cabeza, sabe que no puede decirme nada por estar aquí. Asly se queda más sorprendida aun. Le escribí una nota preguntándole por su número de teléfono, bueno en realidad no era una pregunta, se lo estaba exigiendo, era una afirmación. Pero ella como ya lo suponía negó con su cabeza, no pensaba dármelo. Eso me hacía ponerme algo furioso, ya que no realizaba ninguna de las normas que le había dicho.

Me acerqué a su odio, y podía notar su fragancia en mis fosas nasales que invadían todo mi cuerpo. Las tentaciones me recorrían cada centímetro de mí. Tuve que reprimir el besarle el cuello y besarla a ella. No podía hacer esas cosas, solo conseguiría ponerla en peligro. Le susurré en su oído que lo del teléfono no era una pregunta, sino una orden, tenía que dármelo. Pero ella como es una rebelde, se acercó más aún a mí y me dijo que no acata órdenes de nadie, y joder, no sabía si me enfadaba o me gustaba. De pronto miré su collar, eso era lo que le debía de haber regalado Samuel, era realmente bonito, le quedaba perfecto. Su cuerpo tan cerca del mío hacía imaginarme cosas que no debía.

Recogí su collar mientras acariciaba su clavícula con mis dedos suavemente. Note como su piel se erizó bajo mi toque y eso me gusto. Pude notar el pequeño suspiro que soltó. Recogí su collar con mis dedos y le pregunté quien se lo había regalado, a lo que tampoco quiso responderme, esta muchacha realmente me sacaba de mis casillas. Sin darme cuenta di un puñetazo en la mesa, la ira se había apoderado de mí y esto no era bueno y menos en medio la clase que todos podían verme. Justamente todas las miradas se posaron en nosotros, al darme cuenta de ello no me quedo otra que marcharme de la clase sin decir nada, de otra manera hubiera cogido a Asly me la hubiera llevado a un sitio seguro y le habría exigido respuestas que aunque ya sabia necesita escuchar de su propia boca, seguramente también la hubiera besado, bueno seguramente eso hubiera sido lo único que hubiera hecho.

Cuando sali de la clase estaba realmente cabreado. Me crucé con mi hermana Melissa por uno de los pasillos, estaba cambiando de clase. Me paro enseguida.

-¿Por qué te ves tan enfadado hermanito?

- No pasa nada - le contesté seriamente.

- Te conozco bastante bien. ¿Vas a decirme que te pasa con Asly? - la curiosidad recorría su cara

- No\, no sucede nada con Asly hermanita - le contesté seriamente

- Lo que tú digas hermanito\, no soy tonta\, ni yo\, ni nadie. Todos podemos verlo. - me dijo sonriendo.

No podia seguir hablando con ella, a si que me marche del edificio. Estuve dando algunas vueltas y solucionando algunas cosas hasta la hora de comer. Estabamos todos sentados cuando ella llego y se sento entre Melissa y Moly. Se llevaba bastante bien con ellas y es que eran bastante simpaticas y alegres. Siempre estaban sonriendo.

Ella dijo que se iria que no tenia ganas de comer nada. Mi hermana le pregunto el porque no queria comer, su respuesta mientras me miraba fijamente me hizo darme cuenta que estaba enfada conmigo, supongo que por mi comportamiento en clase. Yo le conteste despues de su respuesta, porque tenia razon, para mi tambien habia sido bastante larga la mañana.

A los pocos minutos de que ella se fue, fui detras de ella y camine hasta su habitacion. Tenia que hablar con ella ya. Cuando abrio la puerta, pude ver como me estaba mirando, con deseo... Sin duda lo era. Eso me hizo sonreir. Cuando le pregunte si le gustaba lo que veia se puso colorada y la hizo ver bastante adorable. Me hizo gracia el que fuera tan dura y tan bonita a la vez. Pase a su habitacion sin preguntar y me eche directamente en la cama de mi hermana. Puse mis manos debajo de mi nuca dejando ver algunos abdominales. Podia notar su mirada clavada en mi hasta que oarece que se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se dispuso a seguir con lo suyo.

Le pregunte si realmente no queria mi proteccion, porque de verdad le haria falta en este colegio. Ella se negaba a aceptar mi ayuda y seguia encabezonada de que ella podia solucionarse sola. Aunque no me gustaba su idea para nada, la dejaria hacer. Tendria que darse cuenta de alguna manera que este colegio no es lo que piensa ella. Cosa que le comente tambien directamente, pero su respuesta fue que ella tampoco era lo que creiamos. Y ya no se si lo dice porque sabe algo de nosotros, porque realmente es algo que no se o porque quiere hacerse la dura sin mas. me hace dudar de mi mismo.

Volvi a preguntar porque no me lo podia creer, era la primera vez que me sucedia esto y sobre todo con una mujer, normalmente todas querian mi ayuda, aunque se por lo que es tambien, no soy tonto. Ella volvio a negar, a si que decididi hacer una apuesta. Si ella venia a suplicarme, ella tendria que darme algo a cambio y si yo perdia, se lo daria a ella. Acepto el reto sin pensarlo dos veces, cosa que me hacia sonreir porque solo me daba a entender lo que ya sabia, esta mujer tenia mas agallas que yo. Yo no estaba seguro de hacerlo, se lo que le puede pasar aqui, pero no me quedo otra opcion que aceptar aunque la tendria vigilada, no pensaba dejarla sola realmente. si yo no podia hacerlo, mandaria a otros.

cuando estaba apunto de marcharme recorde la fiesta del Viernes, aqui casi todos los fines de semana tenemos alguna fiesta. Queria que ella fuera, la queria tener cerca. A si que antes de marcharme me gre sobre mis talones y le ordenene que fuera a la fiesta. Se que no es la manera correcta pero es la manera en la que hacemos las cosas dentro de la mafia, con ordenes y no preguntas.A si funcionan las cosas aqui. ella me repsondio que no pensaba ir conmigo y yo no pude mas que sonreir. Despues de lo de la ultima vez no me extraña.

Cuando sali de la habitacion casi choco contra mi hermana.

- ¿A si que nada con Asly no? ¿Que haces aqui? Ni tan siquiera comiste - me pregunto mientras sonreia.

- No pasa nada\, solo no quiere mi proteccion - le digo intentando parecer despreocupado.

puedo ver la cara de sorpresa de mi hermana y de preocupacion a la vez.

- No lo haras ¿verdad? - me pregunta preocupada - ella simplemente no sabe....

- No lo hare del todo - le interrumpo - pero tiene que aprender.

Ella me mira de arriba abajo y deja soltar un suspiro.

- La llevaras a la fiesta el Viernes - le digo casi como un orden.

- Soy tu hermana\, tu no me das ordenes hermanito - me contesta con superioridad.

- Por favor hermanita... hazlo - le digo sonriendo

- Bueno\, ya veremos. Pero lo hare porque se que te gusta - me contesta mientras sonrie

No me dejo responderle ya que se marcho directamente a su habitacion. Me quede pensando por unos minutos si habia sido buena idea que le dijera que fuera a la fiesta. Ya que eso lo unico que haria seria llamar mas mi atencion y no puede ser. Tengo que separarla de mi camino, antes que de que sea tarde.

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