Mi sexy hada del bosque.

Camila caminaba de un lado a otro alistándose, era tarde y aún no estaba lista.e Era halloween, y el colegio había organizado una fiesta de disfraces para alumnos y docentes. Ella estaba en su habitación terminando de alistar mientras como era costumbre su hermana estaba tirada en la cama observando.

- ¿Cuando me vas a presentar a tu novio? - cuestiono celeste después de haber estado en silencio. - ¿Él viene por ti? Deberías aprovechar y presentarmelo.

Camila trago grueso mientras se aplicaba colorete. Pensó en una mentira convincente.

- Pronto. Y no, él no viene por mi, es uno de los organizadores del baile, no le dió tiempo.

Celeste asintio.

Camila agradeció cuando su hermana no pregunto nada más. Aunque sabía que le iba a sacar la información a Mariah, sintió una punzada de culpa al pensar en que su amiga le mentiría a su hermana por petición de ella misma para cubrirla.

Flashback

Camila y su amiga estaban en una cafetería, era un lugar muy pintoresco, se encontraban en una de las mesas de afuera donde corría el aire fresco.

- Haber suéltalo todo. - Mariah la miraba curiosa. - ¿ Quién es ese galán tuyo?

Camila suspiro - Su nombre es Justin, es un co.... - Camila guardo silencio, no quería mentirle a su amiga, Mariah le había contado cosas de ella tan íntimas que sintió que mentirle era faltar a esa confianza y a su amistad, decido contarle la verdad. .- Mariah, a ti no te puedo mentir, pero si te digo la verdad te pido que por favor, por lo que más amas no le digas a nadie, noia celeste, se que ella te va a preguntar.

Mariana miro a Camila seriamente.

- ¿Camila que pasa? ¿Acaso estás saliendo con un hombre casado? ¿ O peor no me digas que volviste con el imbécil de Andrés?

- ¡ Dios, no, ni lo uno, ni lo otro! - exclamó Camila.

- Uf, que alivio. - Mariah respiro aliviada. - Cuéntame.

- Estoy teniendo una aventura con un alumno. - confesó en voz baja, Mariah guardo silencio por unos segundos, luego cuando la información fue asimilada por su celebro abrio los ojos y la boca.

- ¡¿ Mierda Camila te estás acostando con un menor de edad?!

- No, el ya tiene la edad de concentimento.

Mariah respiro aliviada. - !Joder que susto! Pero, ¿Cómo es eso posible? ¿Cómo sucedió todo? - su amiga la miraba curiosa

Ella suspiro y comenzó a contarle todo, lo que había pasado entre ella y Justin, la manera en qué su cuerpo respondía a él, su amiga la escuchaba atenta.

- !Wao amiga! Todo lo que me cuentas es de no creer, pero la verdad, me alegra de que hayas superado todo ese trauma y puedas disfrutar de estar con una persona y sentir. - Camila sonrió. - Pero me preocupa, estás poniendo en riesgo tu carrera amiga.

- Lo sé, pero es algo que me supera, sé que lo que estoy haciendo está mal, pero no quiero detenerme. Mariah la miro pensativa.

- ¿Pero es por qué sientes cosas por este chico? O solo es por lo que estás esperimantando ya sabes todo estas sencaiones y placeres? ¿Es decir es el chico? ¿O el sexo?

Camila guardo silencio ante la pregunta de su amiga. Su cuerpo reacciona con Justin, pero no solo al tacto de este, su sola presencia, la forma como la miraba, no, no era solo el sexo.

- Creo que las dos cosas. - afirmó - El me gusta mariah, mucho, incluso creo que podría, si es que ya no lo estoy, enamorarme de él.

Su amiga suspiro. - Okay, te entiendo, El chico te encanta y lo que te hace en la cama también. No pudo evitar reír antes las palabras de su amiga.- ¿ Por qué no quieres que celeste se entere? - Indago su amiga.

- No quiero que me juzgue o se decepcione de mí, no he sido un buen ejemplo para ella.

- Tonterías , Celeste te adora, jamás te jugaría, tal vez no lo entendería porqué es como una vieja amargada encerrada en el cuerpo de una joven.- Camila sonrió ante la analogía de su amiga. - Pero, no te diría o haría algo que te hiciera sentir mal, ni mucho menos la decepcionarias, todo lo contrario tal vez esto le sirva a ella también. - Miro a su amiga interrogante. - Celeste está igual que tú, lo que te paso también la afecto a ella porqué lo presenció, tiene la misma aberración o miedo a los hombres, tal vez el que tú le digas que estás saliendo con alguien y que te sientes agusto estando con el, teniendo intimidad con el, la ayude también a ella intentar dejar su miedos y salir con alguien.

Camila mordió su labio, tal vez Mariah tenía razón.

- Creo que debes contarle.

Camila asíntio.

- Lo pensaré.

Continuaron hablando poniéndose al día sobre sus vidas, ya que ambas habían estado ocupadas con sus respectivos trabajos.

....

Camila colocó la brocha de maquillaje en su lugar y suspiro.

- Estoy lista. - dijo. - ¿Cómo me veo? - se dió la vuelta sonriendo.

Estaba disfrazada de hada, no era nada muy elaborado, consistía en un vestido ajustado al cuerpo, de satén, blanco,, strapless con escote de corazón, le llegaba a medio muslo, una sandalias de tacón alto, que se amarraban en las piernas, unas alas blancas traslúcidas cómo de mariposas, con brillos, se había puesto un maquillajes suave, su cabello lo llevaba en una trenza con cinta blanca, había dejado varios cabello por fuera y los había rizado, también se había puesto algunos pinzas pequeñas blancas en todo este.

- Te vez hermosa. - aseguro su hermana. - Ese novio tuyo va a quedar con la boca abierta cuando te vea.

Camila sonrió, la verdad si esperaba con ancias ver la expresión de Justin.

- Bueno ya me voy, es muy tarde.

Tomo un pequeño bolso de mano blanco, dónde guardaba su celular, la tarjeta de crédito, algo de efectivo y las llaves del auto.

- Nos vemos más tarde, no me esperes despierta.

Celeste asíntio.

- Te quiero.

- Y yo a ti diviértete.

...

Camila detuvo su auto en el estacionamiento del colegio, bajo de este y camino hacia la escuela, cómo nunca un viernes por la noche está tenía las puertas abierta recibiendo a alumnos y docentes. Camino hacia el auditorio encontrándose en el camino con algunos colegas que vigilaban que los alumnos no anduvieran haciendo cosas indebidas en los salones. Camila le sonrió al guardia que estaba en la puerta.

- Buenas noches señor Nicolás. - saludo, el hombre era ya bastante mayor, estabq pronto a jubilarse.

- Profesora Camila, dejeme decirle que está usted muy linda. - alago el señor, Camila le sonrió. - !Ay si yo fuera cuarenta años más joven!. - Camila sonrió por las ocurrencias del hombre.

- ¿Cómo está eso aya dentro? - indago, el hombre hizo una mueca.

- Supongo que bien, esa música que escuchan los jóvenes de ahora es terrible.

- Ya lo creo.

Él guardia abrió la puerta y Camila pudo divisar hacia dentro, le hizo un asentimiento al guardia y camino hacia allí, Él lugar estaba bastante animado, los alumnos sé divertían bailando y charlando, los profesores estaban apartados, reunidos casi todos en un solo grupo, Camila sonrió y camino hacia ellos.

- Buenas noches. - saludo en voz alta para que la escucharan, todos giraron sus rostro para verla.

- ¡Oh profesora Camila, que hermosa que está! - exclamó una de

sus colegas.

- Gracias Profesora Rubí, usted también se ve muy bien. - la mujer iba disfrazada de bruja, pero de una de esas malvada que te dan escalofríos.

- Gracias quise ponerme a tono con el apodo que me tienes todos estos malcriados. - Camila sonrió apenada, los alumnos le decían la bruja de biología, por su carácter.

Saludo a los demás profesores, los cuales la halagaron por su aspecto, ella se sentía un poco apenada, la verdad Camila era la.mas joven del ramillete de docentes del colegio.

Varios minutos después de estar en el lugar y de disimuladamente buscar a Justin con la mirada, lo encontró, estaba a varios metros de ella, él la miraba, Quizo sonreírle pero no podía hacerlo, estaba hablando con la directora y temió que se diera cuenta. Justin la miro de arriba abajo, a diferencia de ella, él la había visto desde el momento en qué llegó, fue como una visión, se veía extramadente sexy y a la vez hermosa en ese disfraz de hada, tuvo que usar todo si autocontrol para no abordarla, pero mierda quería estar cerca de ella, las miradas que le daban los otros alumnos e incluso los profesores no pasaban desapercibido para él, eran unos idiotas, pero no los culpaba, su chica era demasiado hermosa para no verla, sentía su pecho hincharse de orgullo al pensar en qué solo él era el dueño de sus gemidos, de que el era quien podía tenerla en sus brazos, besarla, tocarla , acariciarla, ver cómo esos bonito ojos miel se aguaban de placer cuando iba a llegar, todo eso le pertenecía, y mierda, se dejaba de llamar Justin si no le quitaba ese disfraz hoy y le hacía el amor.

- Carajo, cálmate Justin. - se dijo así mismo cuando sintió su miembro reccionar ante sus pensamientos. Dejó de verla, podían pillarlo y además la visión de ella no ayudaba a controlar a su amigo.

Casi hora y media después de que llegó a la fiesta, fue el turno de Camila de vigilar los pasillos de la escuela, iba junto a otra colega.

- ¿Qué tal si para hacer esto más rápido tu vas por ese pasillo y yo por este. - propuso su compañera, Camila asíntio, su compañera cogió el pasillo de la isquierda y Camila el de la derecha, cuando iba a medio camino escucho su celular, lo saco de su bolso y vio que era Justin quien la llamaba.

- Si.

- Estoy en el salón de química.

- ¿Y?

- Vamos preciosa, quiero verte.

- Ya me viste.- ¿En que habíamos quedado?

- Solo por hoy.

Camila guardo silencio por varios segundos, la verdad ella también quería tenerlo cerca. ¿ Pero y si los descubrían?

- Las camaras. -

El colegio tenía cámaras en los pasillos, aunque algunas no estaban bien ubicadas y tenían varios puntos ciegos, cómo la del pasillo dónde estaban la oficina del director, el salón de la consejera estudiantil, la enfermería y la sala de profesores.

- Esa cámara no sirve. - afirmó Justin

- ¿Cómo lo sabes?

- El director monitorea todo desde su oficina, ayer estuve en esta, discuti con un imbécil, me di cuenta de que la cámara de este pasillo no servía, no había imagen. - explico - de hecho en el momento que entre a la oficina el directo estaba hablando con el técnico, se molestó porque ellos le dijeron que podían ir el lunes, así que, no la han arreglado.

- Que conveniente que escucharas esa conversación.

- Siempre he tenido suerte. ¿Vas a venir?

Camila.lordio su mejilla interna.

- Está bien. - dijo y colgó la llamada, término de revisar ese pasillo y fue hacia el inicio de este, su compañera ya la esperaba. Caminaron hacia los otros pasillos.

- Yo revisó este. - dijo ella señalando el pasillo a su izquierda, la profesora asíntio. - Iré al baño después de revisar aquí, no tiene que espérame. - la mujer sonrió y asíntio.

Camila revisó los salones y dejo el de química de último a pesar que estaba a mitad del pasillo, quería asegurarse de hacer lo encomendado bien. Al terminar abrió la puerta del salón y entro, ahí estaba Justin esperándola, el se había disfrazado de pirata, su camisa tenía varios botones sueltos dejando ver parte de su pecho.

- Nos estamos arriesgando mucho. - comento ella acercándose a él.

- Pero vale la pena. - cuando ella estuvo cerca la tomo por la cintura y la pegó a el, luego unio sus labios en un beso apasionado que los dejo sin aliento.- Te ves tan sexy, Dios eres mi sexy hada del bosque.

Camila sonrió.

- Eres la mujer más hermosa del lugar. ¿ Te das cuenta como te has robado las miradas de todos?

- No me importa, a mi solo me interesa que me veas tú. - ella acaricio su pecho espuesto. - Te vez muy sexy con este disfraz.

- Creerme que te veo preciosa. - el volvió a besarla, luego bajo sus manos a sus glúteos y la alzo, ella rodeo sus caderas con sus piernas, Justin la llevo hacia una de las mesas y la colocó ahí.

- No debemos estar haciendo esto, nos puedes descubrir.

Él no respondió nada y hundió su rostro en el cuello de esta.

- Justin. - llamo pero el siguió con su besos, sus manos comenzaron a acariciar sus piernas. - Esto no está bien.

Él hacia caso omiso y una de sus manos viajo hasta su entrepierna y por encima de las braga comenzó a acariciar aquel lugar.

Camila gimió y ya no tuvo palabras de protesta, Justin siguió con las caricias hasta que ella estuvo a punto de terminar. Camila lo miro haciendo un puchero, el sonrió con sorna y la beso, ella llevo su manos hasta el cierre de los pantalones de él y libero su sexo, Justin se acomodo entre sus piernas y unio su cuerpos en una estocada, Camila gimió y echo la cabeza hacia atrás.

- Eres el cielo- le susurro él al oído. Camila gimió en respuesta a sus palabras. Él siguió moviendo sus caderas embistiendola hasta que ambos llegaron al clímax.

....

Justin salió del salón de clases, se sorprendió al ver a Maxim a pocos pasos de este. ¿Había escuchado algo?

- ¿Con quién estabas ahí? - cuestionó la chica, el se elerto, pero no mostró signos de esto en su rostro.

- Con nadie.

Ella lo miro sin creerle.

- Escuché voces. - afirmó la chica.

- Pues tal vez estás imaginando cosas

- No, escuche voces y podría jurar que una era de mujer, ¿Con quién estabas? - insistió la chica, ella había salido del auditorío cuando una de sus amigas le contó que había visto salir a Justin salir a escondidas del auditorío, ella le había tenido que dar algo de dinero al guardia para que la dejara salir del lugar y así buscarlo, aún no se rendía, creía que sí lo encontraba solo podía seducirlo, lo había buscado por varios salones, cuando estaba cerca al de química escucho susurros, no había distinguido muy bien las voces, pero sabía que eran de un hombre y una mujer, se sorprendió al ver a Justin salir del salón, sobre todo porque supo que el estaba con una mujer. Justin la miro con molestia.

- Si estaba con una mujer, eso no es de tu incumbencia.

Ella parpadeo varias veces enojada por su actitud.

- Voy a ver quién es, yo estoy segura que estabas ahí con una mujer. - La chica paso por su lado dispuesta a abrir la puerta, el la tomo de la mano y la aparto de la puerta, ella comenzó a forcejear y lo araño en el rostro, ella se alejó de él al darse cuenta de lo que había hecho.

- Lo siento, no era mi intención. - se disculpo, Justin tocó la herida y vio un poco de sangre en sus dedos

- Supongo que estás contenta.

- No, yo lo siento de verdad, nunca quise lastimarte, yo solo quería saber quién estaba ahí contigo.

- Nadie están conmigo, mierda, estaba hablando por teléfono con mi novia, juder, estás loca. - la herida le ardía.

- Si quieres puedo ayudarte, traigo unos paños húmedos en mi bolso. - dijo mientras sacaba de su bolso un paquete y saco uno de los paños, intento acercarse a el, pero el la esquivo.

- No me toques. - Maxim se quedó quieta en su lugar.

- ¿ Por qué eres tan grosero conmigo? - se quejo. - Yo solo quiero que me des la oportunidad de acercarme a ti. - la chica casi lloraba.

Justin lucho contra el impulso de rodar los ojos, el no quería hacerla sentir mal, pero la chica cada vez se lo ponía más difícil, el no tenía un buen temperamento y tenía que hacer uso de su paciencia para no lastimarla.

- ¿Te parece poco el que me acoces? Dime algo, si fuera lo contrario, ¿ Ya sabes? Que tú me gustaras a mi y yo no a ti, y te siguiera en la escuela y te insistiera, una y otra vez con el mismo tema y te besara a la fuerza, ¿Cómo reccionarias? Yo apuesto a que me hubieras demandado por acoso hace ya bastante. - la chica se mantuvo en silencio. - Ya déjame en paz.

- ¡Ey ustedes dos que hacen ahí! - llamo la atención un profesor. - Vuelvan al auditorio ahora mismo.

Justin camino delante de la chica, ella se quedó quieta viendo hacia la puerta del salónde química.

- Señoria venga ahora mismo. - el profesor la llamo al ver que no se movía.- Maxim se mantenía en su lugar, queriendo abrir la puerta del salón y comprobar que ahí no estuviera nadie, Justin estaba varios pasos delante de ella preocupado, si ella abría la puerta iba a ver a Camila y estarían metido en un gran lío. Maxim lo miro buscando rastros de alerta en su rostro, pero este la ignoro y camino hacia donde él profesor, esperaba que ese gesto la convenciera de que en el salón no había nadie. Maxim al ver que el siguió su camino sin mostrar ningún rastro de preocupación o nerviosismo camino hacia el profesor, sin embargo miro hacia atrás.

Ella no estaba loca, había escuchado una voz de mujer y el sonido no parecía una llamada telefónica.

¿La novia de Justin iba a la escuela con ellos? ¿Quién era?

No iba a descansar hasta decubrirlo.

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