capitulo 5

La sala ya estaba llena de personas, comencé a saludarlas a todas, buscando a Eddy ya que sería el día que pediría mi mano, pero entre tanta gente no pude encontrarlo, en una mesa que se suponía que era la de mi familia y la mía está el, con sus ojos negros que tanto miedo me daba, el señor Montenegro que no dejaba de verme. ya no sabía que me incomodaba más si su mirada que me sentía desnuda o las bragas y su rose.

Señor Montenegro: al verla entre tanta gente me puse un poco celoso del vestido que tenía ya que dejaba su espalda al descubierto, era hermosa, su cintura era diminuta y su busto era grande, podía saborearlo tenía mis manos agarrando y apretando ese busto tan joven, sus caderas eran grades de igual manera, era una niña sin malicia alguna, era pura e inocente, y eso me calentaba quería hacerla mía en todo momento.

Señor Montenegro: buenas noches señorita, tengo el gusto de saludarla de nuevo.

Arlet: Buenas noches señor montenegro, el gusto es mio.

Señor Montenegro: esper y no le moleste que estemos en la misma mesa, ya que viene solo su padre dijo que podría ser mi acompañante esta noche.

Arlet. De ninguna manera, sea Bienvenido en mi casa, le presentare a a algunos caballeros para que no se sienta tan solo dije eso, y cuando esta apunto de irme, apareció mi madre. Se veía un poco rara como pensativa, creí que era porque todo saliera bien en la fiesta.

Señora Aragón: buenas noches, hija porque no bailas una pieza con el señor Montenegro, me pareció tan extraña la petición de mi madre, pues ella sabía que ese hombre me daba miedo y lo que menos quería era quedarme sola con él, no sabía nada de su vida, quien era, de donde venia, a que familia pertenecía, solo sabía que tenía mucho dinero, pero eso no quitaba el miedo que me daba.

Asentí solo por educación, comenzamos a bailar.

Arlet: discúlpeme si llego a pisarlo, no se bailar muy bien, y era verdad, parecía que tenía dos pies izquierdos, las clases que nos daban de baile eran todo un fracaso.

Señor Montenegro: no se preocupe señorita, la guiare con mis pasos.

Arlet. Comenzamos a bailar en silencio, solo su presencia me daba miedo y era tímida para hablar con él, en un momento nuestros ojos se encontraron y su mirada era diferente no sé qué cambio pero era calidad, bailamos sin decir una palabra, sin darme cuenta comencé a sentir extraña, tenía calor y me costaba respirar, era que las bragas y su rose incomodo que ya no era tan incomodo o la compañía del diablo, creo que él se dio cuenta ya que me abrazo con fuerza quedando más pegada a su cuerpo no debía que era lo que estaba sintiendo, lo volví a mirar y esta vez me miraba fijamente sus ojos eran de deseo creo, y me asuste, regrese a la realidad, y me seguía dando miedo, decidí que era suficiente y nos sentamos.

Señor Montenegro: sentí como su cuerpo estaba caliente, sus mejillas estaban rojas tan rojas como un tomate, su respiración era agitada y eso me calentó a mí también, se nota por mucho que era la primera vez que bailaba con alguien, quiero ser su primera vez en todos los sentidos, también me di cuenta que me vio cuando estaba observándola y le dio miedo, su pequeño cuerpo comenzó a temblar y decidió sentarse, su inocencia y ternura hacen que quiera hacerla mía en cualquier parte.

Arlet: ese hombre me da miedo, cuando estaba por decirme algo, no le puse atención ya que a lo lejos vi al conde Eddy,

Arlet: disculpe señor Montenegro me disculpa un momento, debo de seguir atendiendo mis invitados, sin dejar que contestara, salí de ay, y me dirigí con Eddy mi amor, hoy por fin formalizaremos nuestro compromiso, él es solo meses mayores que yo y habíamos estado platicando a escondidas hasta este día.

Arlet: buenas noches Eddy, dije con una sonrisa.

Eddy: buenas noches señorita Arlet, hoy hablare con su padre y entre más pronto mejor, dijo.

Arlet: está bien espérame fuera del despacho que voy a buscarlo. Mí felicidad era tan grande que no dejaba de sonreír. Al encontrar a mi padre estaba con ese hombre que me causaba miedo.

Buenas noches de nuevo, perdón por la interrupción, pero ay una persona que quiere hablar con usted padre, está esperando en el despacho, dije con una sonrisa.

Señor Aragón: hija donde te pierdes, no dejes solo al invitado de honor.

Arlet solo será un momento padre, con su permiso señor Montenegro ahora regresamos, le di una sonrisa de victoria por que ya no lo volvería a ver, el me miro con esos ojos de miedo.

Al llegar al despacho ay estaba el conde Eddy esperándonos.

Señor Aragón: bunas tardes conde Eduardo, dijo mi hija que tenía algo importante que decirme.

Conde Eddy: buenas tardes, señor Aragón en efecto.

Señor Aragón, pasemos a mi despacho pasamos los tres, yo tenía cara de felicidad, y mi padre tenía una expresión de molestia.

Conde Eddy: lo que tengo que decirle es muy importante para y su hija, estoy interesado en ella y deseo formalizar una relación con ella, la amo y quiero su bendición para casarnos, sé que aun soy joven, pero la fortuna de mi familia va incrementa con los negocios en el extranjero, aun me falta para tener una posición acomodada como la suya, pero creo que lo lograre y será un mejor en compañía de su hija.

Mi padre no decia nada solo lo observaba, se notaba un poco extraño.

Señor Aragón: lo siento muchacho, pero no tienes el dinero ni el poder suficiente que necesitas para hacer feliz a mi hija, además, ella está comprometida y se casa dentro de son meses más, ahora si no tienes nada que decir vete y no te quiero cerca de ella, por tu bien muchacho no quiero que le comentes de esto a nadie.

Arlet: pero que dices papa, yo también lo quiero y no me faltara anda a su lado, yo no estoy comprometida con nadie, en eso recibí una bofetada de mi padre, me ardía el cachete, y me dolía el corazón.

Eddy se fue de mala gana, y mi padre no me dejo salir del despacho,

Aragón: te casas en dos meses con el señor Montenegro, esa es nuestra decisión soy tu padre y me debes respeto, más te vale que no armes un lio en tu fiesta, pues ya que también es tu fiesta de compromiso, limpite y sal con tu futuro esposo, dijo eso y salió del despacho. Aún lo podía creer, sin más me limpié las lágrimas y salí a darle la cara a esta farsa que mi padre había comenzado sin consultarme antes, le diré al diablo que no me quiero casar con él, él debe de entender tomé valor y fui a buscarlo.

Regresé a la fiesta y comencé a buscarlo.

Hola de nuevo, me sigue al patio por favor tenemos que hablar, dije fríamente. El asintió y me siguió al patio.

Arlet: antes de que diga algo déjeme hablar, no sé qué le allá dicho mi padre, pero no quiero casarme con usted, lo solté de un golpe, mire señor, lo respeto mucho, pero es más grande que yo, y no nos conocemos, no podemos casarnos tan pronto, le dije, prácticamente no sé nada de su vida, sentí que mi cara ardía, estaba roja como un tomate y mi cuerpo estaba templando. El me observaba y de reía.

Señor Montenegro: ay pequeña y dulce niña, admiro tu valentía como es que defiendes tu postura ante el matrimonio y tu miedo a este, pero yo no he hecho nada, tu padre te ha ofrecido a cambio de firmar unos contratos, según él dice que, si me caso con Tigo, nuestros negocios serán más sólidos, asi que lee dado una suma de dinero como parte del trato y ahora nos casamos, ja ja ja , ya eres mía, solo esperare dos meses más.

Arlet, al escuchar aquello me dio miedo, como pretendía mi padre que estuviera con esa persona que le temía tanto, como rea que estaría en la cama con el diablo.

Lloré sin parar en el jardín, luego subí a mi habitación, todos estaban en la fiesta que ni cuenta se dieron.

El cuarto de baño estaba listo, la bañera contenía agua tibia y pétalos de sora me sumergí, un buen rato hasta que mis deseos se hicieron pasas, si mi padre me obliga a casarme me escapare con Eddy tiene una casa en Madrid, podremos irnos a vivir ay, nuevo vender mis joyas y comenzar de nuevo, no me importa no tener nada de dinero sabre vivir sin comodidades.

Al dia siguiente me levante tarde, nadie había ido a despertarme, me bañe como todas las mañanas, me coloque un vestido negro, recogí mi pelo en un chongo alto y me dispuse a salir a ver a mi amado, le platicaría que quería huir con él, si él me decía que no habrá de otra y me casaría con el diablo sin más.

Buenos días familia dije al entrar en el comedor, estaban sirviendo la comida.

Buenos días hija tu padre nos comentó que no te sentías bien y fuiste a recostare un rato, me sorprendió mucho lo que dijo el señor Montenegro, dijo que ya eras su prometida y quería hacer la pedida de mano, aun que tu no estuviste, aseguro que se amaban y se casaban tan propio porque él tenía que ir a provincia por negocios y quería llevarte con Tigo.

Arlet. Madre la verdad no quiero casarme con él, me da miedo, sabes esto es obra de mi padre.

Señora Aragón: pero ¿qué dices es verdad eso? Le pregunto enojada a mi padre, tú mismo as dicho que no quieres para nuestras hijas a un señor que les gane con muchos años, mi padre no dejo que terminara.

Señor Aragón: lo hago por su bien y por la dignidad de la familia, ya te conto tu hijita que tiene un amorío con un don nadie mujer, y que se han visto a escondidas, quien sabe si ya le quito su virtud, dijo mi padre casi a gritos a mi madre.

¿Es verdad Arlet? Es verdad lo que dice tu padre.

Arlet: madre, él es un buen hombre, me quiere y me respeta, en eso mi madre me abofeteo,

Señora Aragón: no quiero escucharte más, lo que dice tu padre es lo mejor, yo no sé qué hice para merecer a una hija que se comporta como una ramera, de hoy en adelante hasta la boda no tendrás permitido salir, escuchaste.

Arlet: regrese a mi cuarto llorando, esto era un conplor de mi familia mi hermana no estaba bus se fue a pasar una temporada a casa de un tío no muy lejos de aquí, la misma noche de la fiesta.

Estaba a punto de quedarme dormida cuanto tocaron la puerta:

Nana maría: puedo pasar niña, pregunto, claro nana pasa.

Se cómo te has de sentir niña, pero recuerda que tus papas solo hacen lo mejor para ti, lo se nana, pero lo que están haciendo está mal, ese hombre me da miedo, nada, es más grande que yo y, no aguante más y llore de nuevo en un lado de mi nana ella me consolaba.

Anda niña todo va a estar bien decía mi nana mientras me abrazaba, ya mandé que te prepararan agua caliente para que te dieras un baño mientras bajare a prepararte algo de comer, asentí con la cabeza, necesitaba buscar una forma de salir y decirle a mi amado lo que estaba pasando cuanto antes.

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