A tu lado soy felíz

[PRISCILA]

Se levantó y Christian seguía dormido. Era tan hermoso, cuando dormía se veía menos rudo. Le sorprendía la intensidad con la que se había enamorado. Había pensado que eso era algo que estaba prohibido para ella.

Nunca había sido felíz, no había recibido el amor de una familia. La única con la que siempre había contado es con su hermana. En eso había sido afortunada, la tenía a ella. Sin contar a su abuelita, ella era la mejor. Ahora que lo pensaba... se alegraba de haber hecho la separación de bienes. Nunca había confiado en Anderson y se alegraba de eso. Él no tenía idea de cuanto poseía... si no, estaba segura de que habría formado una pelea. Tenía propiedades que tenía en alquiler y tenía inversiones. Al menos en algo había sido lista.

Se levantó de la cama y caminó hasta el baño. Su rostro estaba horrible, parecía un Mapache que horror. ¿Cómo era posible que aún así la viera sexy? Abrió el grifo de la ducha y se desnudó. Cuando entró metió su cabeza en el agua. ¿Por que las cosas tenían que ser difíciles? Quería divorciarse de Anderson... mientras fuera su esposa él tendría ciertos derechos. Su deseo era ser libre, vivir con Christian como corresponde. No andar como fugitiva... Tenía derecho a tener una vida normal. Estar donde ella quisiera, vivir su amor en libertad.

Mientras andaba sumergida en sus pensamientos sintió los brazos de su amado. Cuando abrió los ojos él la miraba con mucha ternura. Ella le sonrió y este la besó

Christian- Buenos días sirena.

Priscila- Buenos días mi amor. - dijo sonriendo

Christian- Soy muy afortunado de toparme con la imagen más sensual que se podría esperar en la mañana.

Priscila- La afortunada soy yo... eres increíblemente sexy. Me encanta tu cuerpo...

Christian- Cariño... si hablamos de cuerpos el tuyo gana sirena. Tus pechos me encantan, tus caderas me enloquecen y ese culo nena... mierda. Eres la cosa más deliciosa que halla visto en mi existencia.

Luego acarició su rostro y besó sus labios. Sus caricias la tenían sumergida en un éxtasis de placer. Se puso a recorrer su cuello con sus besos hasta llegar a sus pechos. Los tomó y se entretuvo deborandolos con placer.

Christian- Te amo sirena... - susurró luego de parar

Priscila- Te amo también...

Luego la cargó y se introdujo en ella. El sonido de sus respiraciones formaban una perfecta sinfonía. Su mirada era cálida y no podía evitar pensar cuanto lo amaba. Su cabello estaba húmedo por el agua y se veía arrebatador. Los movimientos de él se aceleraron haciéndola gritar de deseo. Entonces explotó con intensidad y él la siguió después.

La ayudó a lavarse y ella a él. Parecía una boba sonriendo, pero no podía evitar sentirse felíz a su lado. Salieron de la bañera y la trepó en la cama.

Priscila- ¿Qué haces? - dijo riendo

Christian- No e terminado contigo sirena.

Priscila- Eres tan insaciable...

Christian- Pequeña... tu haces que sea así. Tu cuerpo me vuelve loco. - dijo con mirada peligrosa

Priscila- Christian...

Christian- ¿Si bebé...?

Estaba distraído dibujando círculos en su estómago.

Priscila- Me rindo...

Christian- Excelente...

Luego la agarró y volvió a hacerle el amor...

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[CHRISTIAN]

Me encontraba en la cama mirando a mi sirena, andaba preparando algo para comer. Su manera de ser le encantaba y le hacía feliz ver que había ganado confianza en sí misma. Se paseaba por todo el apartamento desnuda. Su precioso trasero rebotaba y lo hipnotizaba. Se había vuelto realmente un insaciable con ella. Le había hecho el amor varias veces en esa mañana y con sólo observarla quería más.

Ella llegó a la cama con la desayuno- almuerzo.

Priscila- Tenemos que comprar víveres. Sólo tienes para desayunar.

Christian- Nunca estoy aquí... pero el que me cocines me emociona.

Priscila- ¿Por qué?- preguntó riendo

Christian- Haces que esto parezca un hogar. Me gusta tenerte aquí conmigo.

Priscila- A mi también...siempre quise sentir eso. La calidez de un hogar y estar aquí contigo me lo transmite. - dijo sonriendo

Su sonrisa era cálida y alegre. Le hacía felíz tenerla allí, era como si estuvieran viviendo juntos. Ella comía felíz... él se puso a comer con ella también. Pasaron la mañana juntos entre risas y mucho amor.

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En la tarde salieron al supermercardo, la señorita estaba antojada de comprar víveres.

Andaban caminando por los pasillos, se escuchaba un poco tonto pero mierda... parecían un matrimonio. Ella observaba los artículos y los iba poniendo en el carro. Era graciosa, realmente leía los ingredientes de cada producto.

Priscila- ¿Qué?- preguntó confundida

Christian- Te vez tan linda... ¿ pero enserio tienes que leerlo?

Priscila- Claro... es la única forma de saber si realmente son orgánicos. - dijo seriamente

Christian- Serás una excelente madre. - dijo sonriendo

Priscila- Y tu un terrible padre... ¿Piensas darle chatarras a nuestros hijos?

Christian- Me gusta... imaginar eso contigo me gusta. - dijo sonriendo como tonto

Priscila- Eres todo un amor...

Luego le dió un beso en los labios y siguió con las compras. Cuando salieron ella empujaba el carrito muy alegre. Parecía una niña, mierda... ¿por qué era tan adorable?

Luego mientras caminaban vió un gato, este se le acercó y él no pudo evitar acariciarlo.

Ella lo miró sonriendo.

Priscila- ¿Te gustan muchos los animales?

Christian- Me encantan... son parte de nuestro mundo y no lastiman a nadie.

Priscila- Eres muy tierno, siempre quise una mascota pero nunca me dejaron.

Él se levantó del suelo y le quitó el carro.

Christian- Tendremos todas las mascotas que quieras.

Priscila- ¿De verdad?

Christian- Lo prometo...

Fueron al auto y metieron los paquetes. Cuando cerró el auto escucharon un grito. La cara de terror que puso ella lo puso en alerta.

Anderson- ¡Priscila!

Ella se puso a respirar con dificultad y luego la agarró del brazo. Eso lo hizo ver rojo y lo golpeó.

Anderson- ¿Que carajo te crees? Ella es mi esposa.

Christian- Te lo dije claramente ayer, ella será mía. No... te lo dejaré más claro, ella es mía. Si le pones una mano encima otra vez, te juro que te las cortaré.- dijo furioso

Anderson- ¡Esto no se va a quedar así maldita zorra!

Christian- ¿Que carajo dijiste?

Lo agarró de la camisa y lo golpeó. Este trató de pegarle pero Christian lo esquivó.

Priscila- Por favor Christian vámonos.- dijo asustada

Christian- Te voy a soltar hijo de puta, pero recuerda que es sólo por ella. La próxima vez te mataré.

Lo dejó en el suelo y agarró a su sirena. La metió en el auto y luego arrancó. Esto no podía quedarse... tenía que hacer algo y pronto.

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Comments

Misdalia Canchila Ortega

Misdalia Canchila Ortega

Bueno, por lo menos una novela donde la hermana no es otra de las brujas 😅

2024-05-04

2

Ursula

Ursula

Por qué no te buscaa un buen abogado, crei q no temnas acceso a Dinero ,pero lo tienws. Deja a ese maldito y buscate un guardaespaldas, por las dudas

2024-04-01

6

Nancy Scheherezada Perez Perez

Nancy Scheherezada Perez Perez

porque no lo deja? si ella tiene su propio dinero y puede vivir tranquila? ponla más avispada autora y que no aguante más maltratos de nadie

2023-08-25

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