Narra Katy
Han pasado 5 años desde que salí de Estados Unidos. Cuando llegue a Alemania a las pocas semanas me entere de que estaba embarazada. Empecé a estudiar, y soy más buena de lo que esperaba. Monte una empresa con mis ahorros y me fue bien, poco a poco con las ganancias monte otra. Y hoy en día soy dueña de dos empresas que se están expandiendo a gran rapidez. Una es sobre tecnología. Y otra es sobre coches. También tengo una afición muy buena, que se me da muy muy bien, podemos decir que soy la mejor en el asunto. Soy hacker. La mejor, nadie conoce mi identidad, sería peligroso, muchos quieren mi cabeza, pero también me deja bastante dinero para criar a mi hijo. Por cierto, tiene 5 años, pero es super listo y no lo digo porque sea su madre. La tecnología es su punto fuerte. Sabe leer y escribir y muchas cosas que ni tú mismo sabrías sobre la informática. Es un mini genio.
En poco más de dos años me hice notar en el mundo empresarial y en el mundo del hackeo a punto de cumplir 5 años, soy de las mejores. Como he dicho, nadie conoce mi identidad, ni como hacker ni como dueña de las empresas. Me mantengo al margen de la prensa y de lo público. Tengo mi mejor amigo, se llama Dann, él me ha enseñado todo lo que se sobre hackeo y como el die, el alumno superó al maestro. Ha sido mi mano derecha para todo, es el único que conoce toda mi historia y mi identidad. Ni mi tía sabe de mi trabajo.
Dann- ¿En serio vamos a ir?
Katy- Sabes que para expandir las empresas tenemos que ir. Yo tampoco quiero, pero tenemos que hacerlo.
Preparamos las maletas de los tres y volamos a mi ciudad natal. Al fin vería a mis padres y podrían conocer a su nieto. Estaba emocionada por volver. Ya no volvía la misma niña que se fue. Ahora era una mujer y madre independiente, ya no me dejaba manipular ni que jugasen conmigo.
Llegamos a la nueva casa que alquile mientras estábamos allí. Era una de nuevas zonas ricas, mucha seguridad, zonas para los niños son tener que salir... Privacidad.... Era lo que quería.
Teníamos un día libre antes de empezar a trabajar, ya que mañana por la noche tendríamos nuestra primera reunión con otros empresarios para dar a conocer nuestras empresas.
Fuimos a conocer a los abuelos. Vestí a Jan cómo todo un hombrecito y partimos a casa de mis padres. Cuando los vi no puedo evitar abrazarlos. Yo les había estado mandando dinero y habían mejorado su vida estos últimos años. No pedían, pero no permitirá que les faltase.
Jan y sus abuelos se llevaron muy bien. Enseguida se dieron cuenta de que era un mini genio. Pasamos la tarde comiendo dulces y hablando los 4. Hacía tiempo que no estaba tan cómoda, aparte de Dann. Él me ayudo muchísimo desde que me conoció estando de tan solo 3 meses. Gracias a él, soy lo que soy hoy.
Se fue haciendo de noche y nos retiramos a casa a descansar. Jan se duchó y se puso su pijama. Le leí un cuento y se quedó dormido antes de lo esperado.
Me senté con Dann en el sofá a tomar una copa de vino.
Katy- ¿Tienes todo preparado para mañana?
Dann- No te preocupes, me lo sé de memoria.
Katy- Vale... Recuerda, yo solamente seré tu invitada.
DANN- Entendido jefa
Me reí ante su comentario y chocamos las copas. Me la bebí de trago y me despedí de Dann. Necesitaba descansar, mañana sería una noche dura. Donde pelear con muchos empresarios ricos sin neuronas y machistas.
Narra Jackson
Me levanté por la mañana y me fui directamente a la empresa. No tenía ganas de ver a mi esposa y escuchar el mismo sermón que todos los días.
Desde que Katy se había ido, todas las noches me ahogaba en alcohol, lo que ella pensaba de mí, me mataba. La busqué durante un año y no encontré nada de ella. Ella no había dejado rastro porque no quería que la encontrase, estaba claro.
Una vez en la empresa le pedí a mi secretaria Miriam que me trajera un café. A los 5 minutos entro con un café negro caliente.
Miriam- Le traigo su café y la invitación a una fiesta con empresarios está noche. Se van a presentar algunas nuevas empresas que se están expandiendo rápidamente.
Jackson- Gracias
Mire la invitación y seguí en mi trabajo. Mientras trabajaba no pensaba y eso estaba bien, muy bien. Tenía que volver a casa y en el salón me estaba esperando mi esposa Tania en el salón.
Tania - ¿Dónde has estado?
Jackson - Trabajando
Subí a mi habitación con ella gritando detrás de mí, como siempre. No la soportaba, solo estábamos casados por las empresas y ella lo sabía, pero no era lo que quería. Me metí a mi habitación y cerré la puerta. Dormíamos en habitaciones diferentes, no soportaba dormir con otra mujer. Mire la invitación que estaba en mi mano... ¿Mejor que soportar otra charla? Cualquier cosa.
Me vestí de traje azul marino, con camisa blanca y zapatos negros. Todo estaba hecho a medida. Me desabroché un par de botones de la camisa y salí directo a la fiesta sin dar explicaciones.
En cuanto llegue entregue la invitación y pase al salón. Estaba lleno de empresarios cuáles empezaron a saludarme y tener conversaciones. Todos me conocían en esta ciudad y en cualquier parte. En los últimos 5 años solo me entregué a mi trabajo e hice subir la empresa a las primeras de las listas.
Todo estaba como siempre, conversaciones con unos y con otros. Las copas aparecían y desaparecían como el agua. Hubo un momento en que todas las puertas se abrieron y todas las miradas fueron a parar a una misma pareja.
Una chica no muy alta, de piel blanca, el pelo parecía ser largo aunque tenía un pequeño recogido que hacía que algunos mechones escapasen por sus lados de la cara y su cuello quedase expuesto. Era de color castaño claro, llevaba un vestido azul cielo, con encaje en la parte del pecho y algunos en su cadera. La parte delantera era corta y la parte de atrás era larga haciéndola parecer una princesa. Llevaba unos tacones altos blancos a juego con su pequeño bolso. La espalda le quedaba descubierta y eso la hacía mucho más sexy aún.
Entró del brazo de un chico, que debería de ser su pareja. Eso hizo que algo dentro de mí quemase, pero no sabía por qué. No aparte la mirada de ella, una gran sonrisa apareció en su cara y eso la hizo ver más hermosa aún, saludo a la gente que se le acercaba junto a su compañero.
Jackson- ¿Quiénes son?
Hombre- Él es el dueño de unas de las empresas que van a ser reconocidas hoy. Ella es su acompañante. Dicen que es su socia, pero en realidad no se sabe. Es hermosa.
Jackson- Si lo es...
Estaba bastante lejos de nosotros, pero algo me llamaba la atención en esa chica. Era como si la conociera de toda la vida, aunque si fuera a si, seguro la recordaría. Deje las conversaciones y me senté en una mesa a beber de mi copa mientras miraba cada movimiento de esa muchacha. Parecía un acosador, lo reconozco.
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