El pasado

Narra Katy

Soy Katy, tenía 16 años y estaba locamente enamorada de mi amigo. Yo tenía el pelo largo, era castaña, mi pelo no era muy oscuro. Tenía los ojos azul profundo. Mi piel era blanca y suave. Él se llama Jackson, tiene 6 años más que yo, trabajaba en las empresas de su padre. Sería el próximo CEO de su empresa. Iba siempre al gimnasio a trabajar su cuerpo, cosa que no le hacía falta. Sus ojos eran un color avellana, que llamaban la atención, eran grandes como todo él. Su pelo era negro y siempre lo llevaba despeinado cosa que lo hacía más sexy todavía. Yo estaba estudiando. Curse el último año de instituto y luego quería estudiar empresas tecnología y si puedo psicología. Soy buena estudiando tengo algo a si como memoria fotográfica.

Yo sabía que no encajaba en la familia de Jackson, ellos eran ricos y yo era pobre. La verdad a mi familia apenas tenía para pasar el mes. Pero él siempre me dio esperanzas. Me trataba como una reina, siempre cuidaba de mí, me llevaba y venía a buscar a la escuela, me ayudaba con los deberes... Nunca olvidaré como me llamaba "gatita" decía que era igual a una gatita dócil. Siempre estaba atento a todas mis necesidades. Y eso me enamoró locamente de él.

Él decía que también estaba locamente enamorado de mí. Un Domingo a una semana de terminar la escuela para las vacaciones de verano, nos vimos en una cabaña que tenía y a la que solíamos acudir hablar y ver películas.

Esa noche me entregue a él por primera vez, todo fue perfecto tal y como lo imagine. Tuvimos sexo toda la noche, lo había deseado durante mucho tiempo, pero no estaba preparada. Por fin ese día se hizo realidad para los dos. Pero todo tenía un fin. Solo les diré que me quede dormida entre sus brazos y no supe más del él, hasta pasada una semana, un día antes de su boda.

Recuerdo que me levante extrañada de que no estuviera allí, él nunca me dejaba sola y la cabaña estaba un poco lejos. Al tener otra salida me dispuse andar por el arcén de la carretera. Llamé a su móvil varias veces y simplemente no cogía mis llamadas. Le mandé mensajes y simplemente no los respondió.

No entendía lo que sucedía, ¿habría hecho algo mal? Me preguntaba una y otra vez. Me había entregado a él toda la noche, estaba locamente enamorada de él, ¿qué estaba mal para que me dejara ahí tirada?

Tarde horas en llegar a mi casa. Tenía los pies destrozados. Llegué con una sonrisa forzada a casa de mis padres, me fui directa al baño a darme una ducha. Llore mientras el agua caía encima de mí, ¿Por qué? Entonces no tenía respuestas, más tarde todo tendría su explicación.

Pase los días terminando los últimos exámenes del instituto, Jackson no venía a llevarme ni a buscarme. No me llamaba, no me escribía... Simplemente había desaparecido.

El último día del instituto una noticia corrió como la pólvora. El Domingo, se celebraba una boda, la boda del soltero multimillonario Jackson Ferder con Tania Jisey, dos de las familias más ricas de la ciudad.

Busque por Internet noticias y ahí estaba, la foto de los dos, el domingo a las 18 h.

El mundo se derrumbó ante mis pies. Ahora entendí todo. Había sido un juego y ahora se iba a casar con otra. Consiguió lo que quiso y me tiro. Y no me iba a quedar aquí para verlo.

Me pegué la noche ingeniando un plan. Tenía una tía en Alemania, ya sabía parte del idioma. Me iría allí y retomaría mis estudios una vez allí. En ese momento fue mi mejor idea y ahora he de deciros que fue la mejor de todas.

Espere al día de la boda, ya había hablado con mis padres y mi tía. No podían decir nada a nadie. Me despedí de mis padres, ya que mi vuelo salía ese mismo día. Cogí un taxi y le di la dirección de la boda. Una vez llegamos, le dije al taxista que esperase. Baje del taxi y vi a los novios en medio del jardín saludando a todo el mundo. Me acerqué a un hombre que parecía el de seguridad o algo a sí. Me quedé embobada mirando a Jackson durante unos minutos. Creo que lo noto, porque miro justo en mi dirección. En ese momento era una niña asustada no sabía que hacer, le di el papel al guardia y le dije que se lo diera al novio. Me metí en el coche mientras veía como Jackson se acercaba a pasos agigantados. Solo le grité al de taxi que corriera al aeropuerto. En 1 hora más estaba en el aeropuerto y montada en el avión. ¡Adiós, vieja vida!!

Narra Jackson

Katy era mi vida, mi gatita mimosa. Me encantaba mimarla y verla reír por cualquier cosa. Era como las flores en primavera, era hermosa y la amaba. Sabía que no sería fácil, pero la quería para mí.

Una noche de tantas que pasamos juntos se entregó a mí. Por fin estuvo preparada para mí, yo había estado con muchas chicas, pero desde hace un tiempo no estaba con ninguna, solamente la esperaba a ella. A sí que cuando decidió entregarse a mí fue como un sueño. La tuve siendo mía toda la noche, la escuché gemir mi nombre, gritarlo y disfrutar cada segundo. Nunca se me olvidó aquella noche. Nos dormimos de madrugada. Después de un par de horas durmiendo recibí un mensaje. Un mensaje que cambió nuestras vidas para siempre.

El acuerdo de matrimonio estaba hecho y se llevaría a cabo de una semana. Mire a Katy en la cama, se me encogió el corazón. Le iba a hacer mucho daño más del que me podía imaginar... Pero era hora de pagar las deudas de mi padre y hace tiempo que mi compromiso estaba vendido. Solo había pensado que tendría tiempo de solucionarlo antes de llegar a estos límites con Katy.

Decidí que sería mejor si desaparecía, si simplemente nunca me volvía a ver más. A sí que me fui, dejándola allí, sabiendo todo lo que le iba a doler.

Mande a uno de mis hombres a que vigilará la zona y a Katy hasta que llegase a casa. Llegué a mi habitación y me hundí en el alcohol, no sabía qué hacer. Mi hombre me llamó diciéndome que Katy estaba caminando a casa, no sabía por qué caminaba en vez de coger un taxi o llamar alguien. Bueno me llamo a mí pero no conteste. Solamente podía beber.

Bebí durante los próximos días. Hasta que llego el día de mi boda. Mi prometida había intentado entrar antes a mi habitación, pero la había despachado de ella sin compasión. No quería a nadie cerca de mí.

El día de mi boda me disfracé de novio feliz y al fin pude ver a mi prometida. No diré que no, recuerdo que era bella, rubia de larga melena, alta, llevaba un vestido blanco que ajustaba en todos los sitios donde tenía que ajustar... Pero ella no era Katy, no era mi gatita. Estuvimos recibiendo a los invitados. Cuando llevábamos más de media hora, note que alguien me miraba fijamente. Fueron unos segundos, pero nunca los olvide.

En sus ojos pude ver la decepción, la tristeza, lo herida que estaba... Intenté acercarme deprisa dejando a los invitados allí esperando. Solo vi como le dio algo al de seguridad y salió corriendo.

Llegue corriendo al de seguridad, pero el taxi ya no estaba, se había ido. El hombre me dio un papel doblado por la mitad que ponía "Para Jackson" me dispuse a leer.

-Supongo que esta fue tu forma de decirme Adiós. Jugaste conmigo porque soy una niña y me enamore de ti, tuviste lo que quisiste y ya no me necesitas. Sé feliz Jackson Ferder. No le molestaré nunca más-

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