No podía dejar de estar de un lado a otro, llevando a los profesores los cuadernos de mis compañeros, limpiando la pizarra para ganar un punto y aparte también ayudar a limpiar el aula, estudiando para la lección.
- ¿Estas estudiando?
- Si, necesita algo?.- la señora Jun me cuidaba y hacia comida para mi.
- No pequeña, sigue con lo tuyo.
- Digame señora Jun igual iba a tener un descanso.
- Es que las cervezas se acabaron.
- Y él quiere más?...- ella asintió levemente.- Puede ir solo, no tiene sirvientas!
- Cariño tranquila.
- Ya me canse de estar aquí con él.
- Y yo de tenerte, puedes irte cuando quieras.
- No puedes decir eso cuando este departamento lo alquilo yo! Mantenido!
- Maldita maleducada.
- Pudrete...
Él se acercó empujando a la señora Jun y trate de esquivar su golpe pero logro darme en el pómulo, me le iba a tirar encima para golpearlo pero la señora Jun me detuvo agarrándome de la camisa.
- Basta, tú ve al sofá y ve a seguir estudiando cariño...- acarició mi mejilla.
- Saldré un rato... Puede ir a casa señora Jun.
Ella me soltó y yo salí de casa para caminar sin rumbo algunos, solo vagaba por ahí con aquel dolor en mi pómulo, él era un completo idiota ni siquiera parecíamos familia.
Un auto empezó a tocar el claxon y mire rápidamente hacía un lado, me tire al suelo cuando estuvo cerca pero logro frenar.
- Dios!...- exclamo alguien bajando del auto y después otra más.
- Casi atropellamos a la novia de Mina...- dijo Jeong estirando su mano hacía mi, la cual agarre para levantarme.
- ¿Ya eres novia de Mina?.- Pregunto Nayon.
- No, claro que no, las dos solo somos amigas se podía decir.
- Que lentas son, debería ser como Jeong y yo primero sexo para después ser novias.
- Dejen me decirles que lo hicieron al reves.
- Pero mira, estamos juntas, igual Sana y Tzuy.
- Ellas tambien empezaron así?.- pregunte sorprendida Tzuy parecía una chica de relación serias y nada de juegos al igual Sana, creo que el susto me dejo tonta porque me acorde de la historia que Amber y Mina me contaron de como en verdad sus madres se conocieron y se hicieron novias, una completa locura.
- Si, ellas fueron primero que nosotras.
- Igual no pienso hacer eso, ella tiene novio y además somos amigas.
- Eso puede cambiar pequeña...- Jeong desordenó mi cabello mientras Nayon sacudía mi pantalón que tenía un poco de polvo por la caída.- ¿Qué te sucedió en el pómulo?
- Mi tío...
Ellas ya sabían mi situación, habían ido a dejarme a casa varias veces cuando mi tío no iba a verme al igual que mi padre a la escuela, ellas estaban ahí por Mina y Amber primero dejándola a ellas en casa porque estaba más cerca que la mía.
Entonces mi tío las había recibido borracho, Nayon me hacía pregunta las cuales contestaba con sinceridad y enterándose de mi situación con él que era similar a la de mi padre, cada vez que me iba a dejar a casa en su auto ya que Jeong tenía que trabajar en la empresa con la mamá de Amber y Mina no pasaba mucho pero era igual de unida con ella.
Al igual que la señora Jun, me invitaban a comer o daban regalos también curaban a veces las heridas ya que en esos días que estaba lastimada prefería evitarlas, mi tío era solo malo cuando tomaba lo cual era muy seguido pero cuando estaba sobrio era la verdadera persona a la que podía llamar familia.
- Así que te volvio a golpear ese idiota.- hablo Nayon enojada poniendo el hielo en mi pómulo con cuidado.
- Nayon...
- Esta bien, es un idiota como dice Nayon.- dije mirando la televisión porque no sabía donde mirar.
- ¿Ya comiste? Puedo prepararte algo?.- pregunto Jeong con su tierna sonrisa.
- Como ya has probado la comida de Jeong no hace falta decir que es muy deliciosa.
- Pero esta en segundo lugar ya que tu estas en primero.- dije para molestar a la que cocinaba bien.
- ¿Como?! Si Nayon apenas y corta bien las fresas.- me reí al recordar aquel momento cuando estaban preparando un batido de fresas para mi, y Nayeon tenía el cuchillo al reves.
- Muchas gracias pero ya comí... La señora Jun preparo la cena.
- Me alegra que la señora Jun siga cuidándote, ve a darte un baño, hoy te quedarás con nosotras, yo ire a buscar ropa.
- No hay nada que discutir.- finalizo Jeong con una sonrisa cuando iba a negarme.- Voy hacer chocolate para las tres.
- Gracias...- susurré y entonces una lágrimas cayo por mi mejilla.
- Oh cariño...- Nayeon se acercó rápidamente abrazarme.
>>>
Agarre un puño de palomitas haciendo que se caigan unas cuantas en el regazo de Jihyo y ella me tiro unas cuantas para luego devolvérselas, en una parte de susto de la película ambas saltamos por el repentino grito.
Nos callaron por reír a carcajadas, ambas nos cubrimos la boca y intentamos controlarnos.
- Eso me asustó mucho.
- A mi también, casi se me sale el corazón del susto.
- ¿Que horas es?
- Las 12.
- Ya es tarde.
- ¿Quieres comer algo antes de ir a casa?
- Me llené con las palomitas y tome mucho jugo que debo ir al baño.
- Okey te espero fuera.
Ella asintió y caminamos hacía el baño, me quede afuera esperándola apoyada en una pared mientras contestaba los mensajes de mamá Sana diciendo que ya estaba de camino a casa.
- Hola hermoso...- mire a las tres chicas delante mío totalmente desconocidas.
- ¿Necesitan algo?.- pregunte sin corregirlas, mire un mensaje más que era de Jihyo diciendo te dejo disfrutar el coqueteo.
Mire hacia un lado encontrándola alejándose.
- Lo siento pero tengo que irme....- camine rápido hacia mi amiga.- ¡Amor espera!
Grite haciendo que se girara y pase mi brazo por su cuello haciéndole una llave de lucha pero sin apretarla para no lastimarla.
- Donde crees que te vas? Auch...- ella mordió mi mano pero sólo afloje el agarre en su cuello y mantuve aún mi brazo en sus hombros.
- A casa...
- Vienes conmigo y te vas conmigo.
- Pensé que estarías con esas chicas.
- Sabes que nunca te dejare sola.
- Más te vale...- ella fingió estar enojada.
- Claro bebé...- le di un sonoro beso en su mejilla y ella paso su brazo por mi cintura apegandonos más.
Llegamos a la parada de bus y subimos después de esperar unos minutos, ella se sentó en la ventana ya que le gustaba mucho ese lado.
Vi como sus párpados bajaban y volvió a subir hasta que se quedo dormida cabeceando a mi lado, puse mi mano en su mejilla y con delicadeza la moví para que quedara apoyada en mi hombro.
Hasta que la tuve que levantar para caminar a su casa y nos despedimos.
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