¡No me ignores!

Habían pasado ya 6 días desde que el señor Ikal partió hacia su destino, Alom comenzó con su entrenamiento no solo a Yamanik, sino a todos los híbridos de ave para que se prepararan para la batalla.

Les enseño a pelear con armas, a pelear cuerpo a cuerpo, a pelear con poder de canalizar y a usar ambos para ser más letales. También los presionaba para no dejarse golpear por las nuevas armas de los humanos.

Gracias a los duros entrenamientos, Yamanik había podido evadir a Akbal; sentía muchos nervios y enojo por el solo hecho de compartir otra vez el mismo techo.

Naolin- (Cansado) ¡Valla! Este día sentí que aprendí mucho, pero me duele todo el cuerpo ¡hahahaha!

Yamanik- ¡Si! Siento que mis pies se quieren romper ¡hahaha!.

Naolin- (Señala las regaderas) Aquí nos separamos, nos vemos en una hora, tenemos que quitarnos todo el sudor, tierra y olor a golpizas de Alom ¡ha!

Yamanik- ¡Si! Nos vemos.

Los dos se metieron a sus respectivas regaderas, Yamanik sentía todo el cuerpo adolorido y cansado, pero estaba contenta de lo mucho que había aprendido. Al salir de la ducha vio que Naolin todavía no terminaba por lo que salió un momento al balcón frente a las regaderas.

El balcón daba hacia el patio donde practicaban. Estaba solo alumbrado por antorchas lo que le daba un aire de majestuosidad.

Yamanik- ¡Valla! Así se ve hermoso, pero estando entrenando, parece una casa de torturas ¡he!.

Akbal- (Saliendo al balcón) Aprendiste mucho en este tiempo, casi no puedo ver a la niñita que llegó desmayada en mis brazos.

Yamanik- (Nerviosa y Seria) La vida nos hace cambiar… (Dándose la vuelta) Con su permiso señor Akbal.

Akbal- (Deteniéndola, coloca su palma de la mano en la cintura de Yamanik) ¡Perdóname!

Yamanik- (Intentando ocultar su nerviosismo) No tengo nada que perdonarle señor Akbal. Como dijeron todos aquí, esto es una guerra y para mi desgracia caí en ella. No se disculpe por hacer lo que debía.

Akbal- ¡Por favor! No me ignores… (Triste le acaricia su mejilla) ¿Realmente estás saliendo con ese lobo? ¿sientes algo por él?

Yamanik- (Sin poder quitar la vista de la mirada de Akbal) Yo…

El corazón de Yamanik comenzó a latir tan fuerte que sentía se le iba a salir del pecho.

Yamanik- (Nerviosa) Señor, por favor no…

Como si pudiera escuchar su corazón, Akbal se acercó a ella lentamente ladeando su cabeza, sus labios estaban a centímetros de los de ella.

Akbal- ¿No sientes ya nada por mí?

Sintiendo su corazón atrapado por la mirada de Akbal, Yamanik notó que por alguna razón no podía odiarlo, se sentía segura. Por un momento realmente deseo poder besarlo, sentía su aliento; era cálido y hacía que su piel se erizara, inclinó un poco hacia arriba su cabeza y entreabrió sus labios

Yamanik- Señor…

Justo en ese momento se escuchó que alguien salía de las regaderas, Yamanik empujó a Akbal y entró al pasillo donde se encontraba Naolin.

Naolin- (Secándose todavía el cabello) Perdón ¿me tarde mucho?, es que el agua estaba tan rica que creo me quedé un momento dormido ¡hahaha!

Yamanik- (Un poco agitada y roja) ¡No te preocupes!

Naolin- (Dándose cuenta) ¿Todo bien?

Yamanik- Yo …

Antes que contestara, Akbal salió de la misma terraza de donde había salido Yamanik. Naolin entendió de inmediato que los dos estaban juntos, por lo que, solo se limitó a ver con ojos de odio a Akbal, tomó de la mano a Yamanik y se fueron de regreso a su cuarto.

Naolin- (Serio) ¿Qué pasó?

Yamanik- (Sin poder contestar solo se limitó a ver el suelo) …

Naolin- (Comenzando a enojarse) ¡Ok! … ¡OK! si no me quieres decir está bien… pero me lo imagino…(Saliendo de la habitación) Necesito tomar aire fresco…

Sintiéndose culpable, Yamanik fue tras él, pero ya no lo vio. Corrió hacia la dirección donde se había ido y después de unos minutos vio la cola de Naul

Naul parecía triste, por un momento dudó en acercarse, pero se armó de valor para enfrentarlo.

Yamanik- (Tímida) Naul, Naolin…

Naul- (Volteando con ojos tristes pero expectantes) Si…

Yamanik- (Triste suspira) Perdóname… Yo no quería encontrarme con Akbal, solo que salí por un momento al balcón y él llegó, ¡te lo juro! Yo no lo busque… (Lo abraza) Te prometí que siempre estaríamos juntos y así va a ser…

Naul- (Triste) ¿Todavía sientes algo por él?

Yamanik- (Triste) Yo… yo creí que mis sentimientos por él habían desaparecido, pero cuando lo volví a ver… ¡te juro que nada pasó! ¡yo solo voy a estar a tu lado! Créeme.

Naul- (Serio) ¿Todavía sientes algo por él?

Yamanik- (Con ojos cristalinos) No me hagas esto Naolin…

Naul- (Enérgico) ¿Si o no?

Yamanik- (Con lágrimas en los ojos) Si …

Naul- (Se incorpora) ¡Gracias por tu sinceridad!

Yamanik- (Asustada) ¡No! ¡Naolin, yo te quiero! ¡Tú me salvaste de mis padres, de aquel oso y cuando Akbal quería usarme para esta estúpida guerra!… ¡tú eres lo único real que tengo y no quiero perderte por favor! (llora) Naolin ¡No me odies! ¡Déjame olvidarlo!, ¡déjame enamorarme de ti! A partir de hoy, te juro que haré todo lo posible por arrancarlo de mi corazón. (Lo abraza) ¡Voy a olvidarme por completo de él! ¡Naolin… quiero ser tuya!

Naul- (Con lágrimas en los ojos) No… No quiero que olvides a Akbal…

Naul se fue de regreso a las habitaciones. Yamanik se quedó un momento más pensando que era realmente estúpida por haberse quedado atrapada en Akbal. Después con tristeza se fue a su cuarto.

Yamanik- (Entrando tímida, ve a Naolin sentado frente a la ventana) ¡Eres todo lo que tengo!

Sin más, Yamanik corrió y abrazó a Naolin por la espalda

Naolin- (Dándose vuelta la besa) ¡Tú también!

A los dos se les salieron unas lágrimas mientras se besaban. Naolin la recostó en la cama y el beso se intensificó.

Con ternura Yamanik rodeó el cuello de Naolin con sus brazos mientras él se colocó encima de ella.

Después de unos segundos Yamanik recordó que su ventana no estaba cerrada y estaba justo frente a la ventana de Akbal. Intentó no verse obvia y se separó de Naolin, luego disimuladamente volteo a ver la ventana de Akbal, pero esta estaba cerrada y las cortinas por igual. Por un momento sintió alivio que no los viera; Aunque eso también la hacía sentir culpable. Esa noche los dos durmieron abrazados.

Mientras que en la habitación de Akbal, este apretaba los puños y los dientes al otro lado de la ventana. Ya que estaba frente a su ventana mirándose con odio con Naolin, cuando entró Yamanik y con mucho dolor vio cómo lo abrazó y después que Naolin sonriera de forma triunfal en su cara, la besó para luego recostarla.

Sin ser capaz de seguir viendo eso cerró su ventana y su cortina. 

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