Capítulo 3

Sara, narrando:

Recién desperté con un dolor de cabeza atroz, ¿por qué esta dolor...? Y recuerdo todo, desfilan en mi mente las imágenes de lo sucedido, Rodolfo besándome, agarrándome, qué asco. Corro hacia el baño porque me siento sucia con sus toques, me meto en la ducha y empiezo a llorar, y me pregunto por qué bebí aquello, por qué le permití tocarme, siento que las lágrimas brotan con más fuerza, quisiera haber sido más fuerte para defenderme, mi loba interior clama venganza, siento impulsos de acabar con ese desgraciado, me paso horas allí sollozando, y luego surge la imagen de aquel hombre.

Qué hombre, mi corazón se acelera, esa mirada suya, podría pasar horas contemplándola, pero entonces empiezo a notar odio en sus ojos, ira, como si quisiera estrangularme, me arranca de los brazos de Rodolfo y en ese momento siento alivio por haberme salvado, pero luego lo veo golpeando a Rodolfo y no recuerdo más nada.

¿Qué habrá pasado, quién era aquel hombre y cómo llegué a casa? Ahora que me doy cuenta que soy una loba muerta, mi madre me va a matar, pongo cara de temor.

toc... toc... toc...

Alguien golpea la puerta, debe ser mi madre.

Sara: ¡Ya voy, estoy saliendo de la ducha!

Corro a ponerme una blusa holgada y unos shorts cortos, me peino y abro la puerta.

Sara: Lucas, expreso sorpresa.

Lucas: Hola hermanita ¿cómo estás?, me acaricia el cabello como si fuera un cachorrito, ¿entonces me vas a contar qué pasó para que Jorge, el Beta del Alfa, te trajera inconsciente y borracha?, me mira y pone cara de enfado.

Pensamiento de Sara: ¿Cómo así el Beta, Jorge? ¿Acaso fue él quien me salvó?, pero ¿y aquel hombre?, claro, Taís debe haberle pedido a él que me trajera, eso es todo. Miro a mi hermano y digo.

Sara: Me pasé con una bebida sin querer y caí desmayada, no recuerdo qué pasó, lo miro sabiendo que quiere matarme y digo, pero te juro que no pasó nada grave y prometo no volver a ese sitio, hago cara de llanto.

Pensamiento de Lucas: Claro, ella piensa que soy tonto, ella lloró y se nota que algo pasó, cuando descubra la historia habrá consecuencias.

Lucas: Está bien Sara, pero yo seguiré investigando, tienes suerte de que estaba en casa yo. Nuestra madre tuvo que salir y acabó durmiendo en casa de la tía Lenir que está enferma.

Sara: ¿Nuestra tía qué tiene?, intento cambiar de tema aunque en realidad estoy preocupada.

Lucas: Ahora cambias de tema, ¿eh? Creo que fue un derrame, y nuestra madre sólo volverá mañana, y ya te dejó preparado el vestido para la fiesta de presentación.

Sara: ¿Vestido?, y pongo cara de disgusto a Lucas, la sola idea de tener qué utilizar vestido tampoco me agrada.

Narrada por Sara:

Lucas salió a encontrarse con amigos, bueno, él ya tiene 26 años, creo que pronto encontrará su compañera y me dejará sola con mi madre, al menos quiero continuar en mi mundo, en mi hogar, es donde me siento feliz.

Decidí salir a la naturaleza liberando a mi loba interior, que está furiosa y busca venganza, me transformo en una loba blanca y mis ojos siguen siendo verdes salvo cuando estoy enfadada que se tornan un tono más rojizo, salgo corriendo por el bosque sintiéndome libre, corro tanto que termino cerca de una cascada. El sitio es hermoso, mis ojos brillan ante la belleza del lugar, me quedo allí admirando cómo cae el agua, sin darme cuenta que el día se ha pasado y ya es tarde.

Entonces vuelvo mi atención hacia el bosque con un sexto sentido de que alguien me observa, me asusto y adopto una postura defensiva, lista para atacar, pero luego, no veo más nada, creo que quienquiera que estuviera se ha ido, pero estoy segura de que era un lobo, será mejor que vuelva a casa.

Derik, narrando:

Tras lo sucedido, volví a casa con esa pelirroja y hoy la mandé irse lo antes posible de mi hogar antes de la comida, detesto ese tipo de mujer que se entrega por dinero, y ahora me siento un idiota por haber pasado esa vergüenza, no sé qué me pasó, pero el recuerdo de esa muchacha no se me va de la cabeza, es tan hermosa, y esos ojos, mi corazón se dispara, mi lobo se inquieta entonces salgo al bosque transformándome en un lobo enorme de pelaje negro y ojos azules, nosotros los Alfa somos los únicos que no cambiamos el color de los ojos en la transformación en lobo, así nos distinguimos de los otros lobos que tienen ojos negros, y corro entre los árboles con una ferocidad asombrosa. Pronto, mi lobo se siente extraño como si reconociera algo y ve.

Una loba blanca, la más hermosa que he visto hasta ahora, intento ocultarme para que no note mi presencia, pero es en vano, ella se gira con rapidez y mira en mi dirección, y qué ojos verdes tan hermosos, incluso me pierdo al mirarlos, inmediatamente ella asume una postura defensiva esperando un ataque y salgo tan pronto como puedo para que no se dé cuenta, dejándola allí, necesito descubrir quién es esa loba y de dónde viene, pero seguramente debe ser la hija de algún Alfa por los ojos verdes, nunca había visto tal belleza en mi vida. Y finalmente llego a mi casa.

Taís, narrando:

Hoy desperté enfurecida porque ayer no salió como lo planeado, pero tengo que hacer algo mañana en la fiesta del Alfa, vi cómo él la defendió y yo quiero al Alfa para mí, esa perra no se quedará con él porque él es mío.

Voy a llamar de inmediato a Rodolfo para que coordinemos bien el plan, esta vez no puede fallar, además de conseguir al alfa ella será humillada delante de todos, y me río con ganas.

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