•••Miriam•••
— Luisa ya es mi hora de salida, tengo un gran de cabeza y me siento tensionada.
— Miri, cuando estoy así de cansada, yo tomo estás pastillas— sacó unas pastillas de su bolso— tómate una ahorita y cuando llegues a tu casa, te das un baño con agua caliente y caerás dormida.
— ¿Qué son esas pastillas?
— Son un relajante, tranquila. Tómatela si quieres, pero son efectivas. A mí me ayudan a relajarme cuando estoy así.
— Damelas. Quiero descansar.
— Bueno. — le dio un sobre de 10 pastillas— solo tómate 1.
— Okey. Me voy.
— Tu novio te espera— le dijo Luisa entre risas pícaras.
— No es mi novio. Nos vemos Luisa.
Miriam se tomó una pastilla, salió del vestidor.
— Te dije que no me esperaras.
— Solo vamos a festejar por tu trabajo. Solo eso y te voy a dejar a tu cuarto.
— Vivo cerca. No te preocupes.
— Miriam quiero decirte algo importante.
— Dime entonces. Aquí.
Manuel terminó convenciendo a Miriam. Manuel la llevo a un Bar-restaurante, eran las 6 de la tardes.
— Manuel, dame un minuto para llamar a mi compañera de cuarto, para que se vaya a cenar, y no me espere.
— ¿Iban a salir? Si gusta te llevo donde tu amiga.
— No. Salgamos. Solo dame un minuto.
Miriam llama a María.
📱—Hola María. Voy a llegar antes de las 9 de la noche, ve a cenar.
—Okey Miri, solo cuídate.
Manuel llevó a Miriam al bar-restaurante.
— Toma siento Miriam, ¿ Qué quieres tomar?
— Ehhh... No lo sé, esta es mi primera vez en un lugar así, nunca he probado alcohol. Prefiero un jugo.
— En serio es tu primera vez. Niña y donde estuviste viviendo todo este tiempo. Acabo de recordar que me dijiste que tenías 17 años. No puedes tomar.
— Si eso te dije, ayer cumplí mis 18 años.
— A pues celebremos tu mayoría de edad— le dijo Manuel con un mirada tentadora.
Manuel llama al mesero y pide una botella de champagne. El mesero le sirve.
— Es champagne, y vamos a celebrar tu cumpleaños y también que tienes un trabajo.
— ¿Qué me ibas a decir, te acompañé solo porque me dijiste que tenías algo importante que decir?
— Si, son dos cosas Miri. ¿Te puedo decir Miri?
— Si, no hay problema.
— Haré mi profesionalización en una comunidad, 6 meses, así que no me verás por un tiempo. Eso es una de las cosas que te quería decir— solo se lo contaba para ganar confianza, porque aunque le gustaba, solo le gustaba su cuerpo.
— A que bueno. Creo que yo estaré en esa misma situación. A mi me enviaron en un centro de salud, aquí cerca.
— Si, ahí empezamos todos y mientras más años tienes estudiando la medicina, te envían a otros lugares. Ya empezaré a dar consultas en ese lugar, como médico general. Cuando regrese quiero buscar una especialidad.
— Ohhh que alegre. Me alegro por ti. Ya sabes que tengo hasta las 9 para llegar a mi cuarto.
— Toma, bebe un poco Miri.
Mientras Miriam probaba la champagne, Manuel le dijo algo que la sorprendió mucho.
— Miriam... Tu me gustas mucho.
A lo que casi escupe la champagne de la boca, por lo que acababa de escuchar.
— No te sorprendas, creo que ya te lo había dicho, y por eso aquel día te di el beso.
— No digas más, que cada vez que me acuerdo, me da enojo y vergüenza. Dejaste que me fuera y ese día fue terrible. Y si no mal recuerdo, una chica muy guapa te llamó y tú la seguiste.
— Perdóname, ella es una amiga y tenía un problema. Por eso me fui con ella— junto sus manos— ¿Me perdonas?
— Ya no tiene importancia. Solo no me lo recuerdes.
Miriam tomó una copa completa.
Se comenzó a sentir mareada.
— Miri, no bebas tan rápido.
— Manuel, me siento un poquito mareada.
***Pensamiento de Manuel***
— Está estúpida chica, cayó. No niego que hoy me impactó tanto con ese traje de Maid. Tampoco puedo negar que me gusta, tiene un bello cuerpo. Ahora no importa como vista, si debajo de tanto ropa, hay un cuerpo tan exquisito.
Miriam se tomó una segunda copa y así una tercera y una cuarta.
— Miriam, ya no puedes tomar más. No pensé que te ibas a poner así. Vámonos de acá.
Miriam trató de ponerse de pie y no pudo.
Tal efecto no era solo por la champagne, antes de salir del trabajo, en los vestidores se había tomado una pastilla para dormir que le había dado Luisa.
Manuel la cargó entre sus brazos. La llevó al auto.
— Quédate quieta mujer.
— Manuel... Manuel... tú me gustas mucho. Pero todo esto una mentira tuya— hablaba Miriam con un tono bajo— mi padre dejó a mi madre. Me da miedo que eso me suceda.
— Cálmate. Solo quédate sentada.
••• Manuel •••
— No puedo llevarte así a tu residencia (cuarto), son casi las 9 de la noche, tampoco puedo llevarte a mi casa y no podemos estar en el auto toda la noche. ¿Que hago?
— Manuel... No me siento bien, siento que todo me da vuelta y tengo ganas de vomitar.
— Trata de no vomitar, por favor.
— Ni modo, te llevaré a mi Suite.
Manuel llevó a Miriam a su suite. La cargó porque no podía mantenerse en pie ni un segundo. Entró a su suite y la acostó. Miriam se sentó y se vomitó.
— ¿Por que siempre es un desastre contigo mujer? Ahora estás vomitada. Puedes quitarte la ropa, date una ducha. Tal ves se te baja la borrachera un poco y te cambias ropa.
Entre pensamientos...
Creo que hay ropa de Amanda aquí.
Cómo Miriam no podía hacer nada, Manuel la dejo solo con su ropa interior, ocasión que ocupó para tomarle una foto.
— Ella es tan hermosa sin ropa.
Manuel se quitó la ropa, y se quedó en ropa interior, cargó a Miriam y la llevo a la ducha. Se quitó la ropa para no mojarla.
— ¿Por que no se te baja la borrachera? No puedo creer que nunca hayas tomado. Tu primer beso fue conmigo, tu primer vez tomando fue conmigo... ¿ de donde saliste niña? Estabas en un convento o que.
La sacó de la ducha y la acostó. Le puso una camiseta de él. Y puso la ropa de ella en la lavadora.
En la cama, el solo la observaba. Acarició el rostro de Miriam.
— Así no. No te haré daño. Aunque mis ganas por hacerte el amor este al máximo. Tengo que controlarme.
Miriam entre abrió sus ojos, veía todo borroso.
— Me gustas mucho Manuel— le dijo con un tono bajito.
— Tu también me gustas Miriam. Quiero besarte, tus labios son hermosos.
— ¿Quieres besarme? ¿Por que? Siento que mi cuerpo está caliente. Ayúdame Manuel. Siento que me quemo.
— Mujer, es por que tomaste. Es normal. ¿Sientes frío?
— Mucho. Manuel tú me gustas— lo repitió denuevo— Me gustas.
— ¿Te puedes levantar?
—No puedo. Tengo frío—Volvió a decirlo.
Manuel la cobijó. Puso sus manos en las mejillas de Miriam.
— Bésame solo una vez más— le dijo Miriam.
Manuel la besó. Se puso encima de ella. Y la besó.
— Me estoy conteniendo y me pides que te bese. A pesar de ser un patán, nunca me aprovecharía de una mujer. Pero tú me dices que te bese. Todas mis conquistas han sido chicas fáciles y a lo mejor, yo era su conquista, su objetivo.
Manuel la besó tan apasionadamente, bajó a su cuello. Miriam dió un suave gemido.
—¿Puedo continuar?
— Es mi primera vez, ¿dolerá?
Manuel se perdió un instante en sus pensamientos...
— ¿Virgen? Niña, a tus 18 años aún eres virgen. No soy tan malo, como parezco. Soy un patán, pero, ¿Qué me sucede?. Manuel tú no eres así, siempre aprovechas todas las oportunidades. Nunca has estado con un virgen... ¿Por que dudo?
Manuel se quitó de encima de Miriam. Se fue al baño y ahí estuvo un rato.
Miriam estaba totalmente dormida. Manuel se acostó a su lado. Finalmente se durmió.
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Comments
Francy Eliana Castillo Gallon
después de todo no es tan malo en tonto o ya se enamoro de Mirian y no quiere dañarla
2024-12-24
0
Ingris Serrano
🙄😡😤🤬🙄🤬😡😤🤔🤫🤨😤😠
2025-04-22
0
Adriana Trejo
mejor asi manuel que no te aproveches de una mujer alcoholizada
2024-08-01
2