Stephanie
Me despierto por ruidos que provienen de la sala.
Me levanto de la cama, me pongo las pantuflas y agarró mi arma que se encuentra en mi mesita de luz, estaba tan enojada que era capaz de matar al que se pusiera en mi camino.
Al llegar a la sala veo que hay dos hombres hablando con mi padre y varios hombres que los rodeaban, algunos los conocía porque eran los guardaespalda de mi padre los demás no los conocía, ellos no notan mi presencia.
Al estar lo más cerca posible, le quitó el seguro a mi arma y tiro dos tiros al aire
─ SE PUEDEN CALLAR ─ Gritó muy enojada, haciendo que los hombres que estaban hablando con mi padre y calculo que los guardaespalda de ellos, giraran rápidamente hacía mi dirección sacando sus armas. Mi padre me mira asombrado
Cuando puedo ver bien la cara de aquellas personas, me doy cuenta que uno de los hombres era el mismo hombre de noche, y el otro era el mismísimo Russo en persona.
Estaba tan sorprendida que deja caer mi arma.
El hombre de anoche me miraba de arriba a abajo muy sorprendido.
Miro al rededor y me doy cuenta que todos me miraban muy sorprendidos, hasta que me noto cuánta el motivo de su asombro cuando me miró me doy cuánta que ¡ESTABA EN ROPA INTERIOR!.
Me dirijo rápido al baño que estaba lo más cerca posible de la sala y me pongo una bata, de quién, no se.
Al salir del baño, vuelvo a la sala tratando de actuar lo más normal posible, todos me miraban literal todos.
─ Nunca vieron a una mujer en ropa interior ¿o que?─ Les respondo enojada, mientras me acerco a agarrar mi arma del suelo, sin dejar de mirar a aquel hombre de anoche, el al darse cuenta saca una risita, antes que pudiera pregúntale que hacía en mi casa, mi padre me interrumpe.
─ Disculpen la incompetencia de mi hija, no sabía que venían tan temprano─ Dice mi padre acercándose a mi con cara enojada, se me pone al lado dándome un codazo suave para que me disculpé.
─ Lo lamento─ Digo sin emoción alguna, dando una sonrisa falsa.
─ No tienen porque, debimos avisar que llegaríamos temprano, no es cierto hijo─ Dice el señor Russo, haciendo que yo me sorprenda y lo mirase rápidamente.
El sonríe ente mi reacción y le responde indiferente ─ Si padre debimos de avisar con anticipación─ .
Lo miro y me doy cuenta que si, el es Alexander Russo, como no me cuenta antes, aunque sea haber reconocido su marca, soy una idiota, pero tampoco debería de castigarme tanto, nunca nos habíamos visto en persona y menos tan cerca, el señor Russo me quita de mis pensamientos.
─ Bueno a lo que venimos señor Bianco─ Le dice el señor Russo a mi padre.
─ Si claro, vayamos a mi oficina a conversar mejor─ Dice mi padre a lo que me enfado.
─ Claro ahora van a hablar en la oficina, cuándo ya despertaron─ Molesta
Mi padre me mira muy serio y a Alexander se le escapa una risa ante mi comentario, haciendo que el padre lo mire de igual forma que mi padre lo hacía conmigo.
-EMILIAAAA- Grita mi padre llamando a la empleada.
Emilia llega lo más rápido posible.
─ Si señor─
─ Traiga café para los cuadro, el mío que sea Americano con poca azúcar y el de Stephanie con leche─
─ Si claro señor, ¿Y a ustedes como les apetece?─ Pregunta Emi muy cordialmente a los Russo.
─ Que sean los mismo─ Dice el señor Russo.
─ Si claro, hay les traigo─ Dice Emi, para después irse a la cocina.
─ Mientras que Emilia hace los cafés, anda a cambiarte─ Dice mi padre mirándome.
─ No hace falta así estoy cómoda, solo quiero saber la razón de su visita y porque el va a ser mi supuesto esposo─ Digo a lo que mi padre y el señor Russo agrandan los ojos del asombro.
-¿Qui-Quién te dijo eso?- Pregunta mi padre muy sorprendido ante mi respuesta.
Justo cuando iba a responder, uno de los guardaespaldas recibe una llamada.
─ Señor debe ver ésto─ Dice el agarrando el control remoto de la televisión, para luego prenderlo y poner las noticias.
Las noticias
Hoy encontraron en una bodega un hombre brutalmente asesinado y torturado por las mismas personas que dejan marcas en los cuerpos de sus víctimas llamandolas "bendiciones" para ellas. Hay muchas marcas en este mundo pero hay dos marcas que son las más famosas, los cuales son un beso manchado con la misma sangre de este y una cruz en la frente.
Bueno en este caso la víctima tiene ambas, si escucharon bien ambas, este hombre fue asesinado por las dos figuras muy buscadas en esta cuidad, Tiene un beso en la mejilla y una cruz en la frente, muchos lo llamarán desafortunado ellos lo llamas suerte.
Se estarán preguntando, tiene el cuerpo pistas de quienes pueden llegar a ser los los asesinos.
No el cuerpo no tiene ni una pista de quienes son ellos, solo sabemos que son un hombre y una mujer, y que son muy ágiles e inteligentes en lo que hacen.
Bueno cambiando de tema, veamos el clima de hoy.
La tele es apagada
Mi padre y el señor Russo nos miran muy serios esperando una respuesta.
─ Me encantaría responderles, pero si no recuerdo mal, papá me mandaste a cambiarme ¿no? que lastima será para más tarde la respuesta─ Digo saliendo de la sala a pasos rápidos.
Mi padre me mira y me dice ─ Te esperamos en la oficina─ .
─ Si allí estaré─ Dije subiendo las escaleras.
Al llegar a mi cuarto respiro y voy a buscarme algo para ponerme, agarre lo primero que encontré.
Un pantalón corto negro y un buzo gris grande que tapa el pantalón corto, y me quedé descansa con unas medias, total estoy en mi casa no me pueden decir nada.
Me peino rápido, dejándome el pelo suelto y bajo para dirigirme a la oficina.
Golpeó la puerta despacio esperando un respuesta que rápidamente escuché.
Al entrar estaba mi padre sentado en su escritorio y el señor Russo y Alexander en la sillas de acompañante, y Emi poniendo los café en la mesita.
Se acerca y me trae el mío ─ Tome señorita su café ─ .
─ Gracias Emi─ Le digo con una sonrisa.
Voy y me dirijo al lado de mi padre.
Mi padre me mira y me dice
─ Ya tenemos una idea de cómo te enteraste pero nos gustaría escucharlo con tus palabras─ Dice mi padre mirándome esperando una respuesta.
─ No hay mucho que contar, ayer nos conocimos, el hombre que me dijiste que mate nos devia, también le día a la familia Russo y lo tuvimos que matar juntos─ Digo yo dando un sorbo a mi café.
─ No eso no era, la pregunta es de ¿Como te enteraste? ─ Dice mi padre sin dejar de mirarme a lo que claramente incomodaba.
─ Justo cuando yo estaba con el hombre el me toca el trasero y desp ─ Mi padre me interrumpe.
─ ¡¡Como que te toco el trasero!!- Dice mi padre molesto
─ Si pero Alexander justo cuando lo estaba haciendo le dió un tiro en la mano─ Digo a lo que mi padre lo mira rápidamente y le agradece como me hubiese salvado la vida.
─ Listo ya te imaginarás el resto─
─ Bueno ya pueden responder a mi pregunta─ Les digo mirándolos, mientras tomo un sorbo de café.
─ Si claro no tenemos que ocultar nada─ Dice el señor Russo.
─ Cuales son tus preguntás─ .
─ ¿Por que me haces casar con su hijo?─ Le pregunto, a lo que el me responde enseguida.
─ Queremos crecer nuestras empresa tanto la mafiosa como otras y que mejor que hacerlo con la segunda familia mafiosa más poderosa del mundo─ Muy seguro.
─ ¿Y Por qué tiene que ser mafiosa?─ Le pregunto
─ Como verás, no soy un hombre fuerte estoy envejeciendo y tengo cáncer de pulmón, quien sabe si mañana este, yo quiero que mi hijo tenga una esposa y hijos antes de que yo parta a otra vida─ Me dice provocando que me ahogara con el café.
─¿¡ Por qué yo y no otra mafiosa!?- Le pregunto sorprendida.
─ Por favor todos saben que no hay mafiosa como vos, yo quiero una que esté en el trabajo con mi hijo, que sepa del negocio, que sepa defenderse ante cualquier altercado, eras tan siniestra como mi hijo, no serás esa típica esposa molesta que te pide que salgas del negocio o que le asquea sobre aquellos temas del trabajo, tu eres la indicada para ese puesto eres la indicada para mi hijo─ .
─ Estoy halagada ente tantos cumplidos, pero ¿Qué le hace pensar que aceptaré su propuesta?─ .
─ Poder─ Me dice y yo arqueo una ceja.
─ Su familia a querido por generaciones ser número uno en este negocio, pero siempre estuvimos nosotros venciendo, usted ahora tiene la oportunidad de cumplir el sueño de sus antepasados y mucho más importante el de su padre─
─ Y si me niego─ Pregunto sacando una sonrisa.
─ Bueno en ese caso no tendré más opción que destruir a tu familia dejándolos en la miseria─ Dice el señor Russo indiferente.
─ Usted no puede hacer eso─ Digo muy segura
─ Uhh señorita Bianco, le aconsejo que no me tiente─ Dice el señor Russo, a lo que yo miro a mi padre y el agacha la cabeza, dandome a entender que lo que dice es verdad.
─ Por lo menos puedo pensarlo─ Le digo molesta.
─ Si por supuesto tienes hasta mañana para pensarlo─ Dice Alexander parándose al mismo tiempo que Russo.
─ Fue una placer conocernos─ Me dice el señor Russo saliendo de la oficina entes que Alexander.
Antes de cerrar se escucha un ─ Tik Tak─ calculo que proviene del señor Russo.
Cuando ellos se van me siento en la silla y le pregunto a mi padre.
─ ¿Por que no me dijiste que estábamos en quiebra?─
─ No estamos en quiebra hija, solo que si no aceptas los Russo nos querrán muertos ,y aunque somos casi igual de poderoso que ellos, nos van a derrotar y lo sabes muy bien─ Dice mi padre con mirada triste.
Miro al piso con la mirada triste, pensando en que mierda hacer, yo no me quiero casar y menos con Alexander Russo, no porque sea feo, solo no me quiero casar y ya, y que sea Russo lo empeora todo.
─ Hija al decirte esto no te estoy implorando o exigiendo que te cases, solo te estoy dando a entender como va a ser nuestro futuro si no te casas con el hijo de Russo─ Dice mi padre acercándose a mi para darme un abrazo.
─ Lo se papá─ Digo a lo que también abrazo.
─ Bueno mejor voy a afuera a pensar─ Digo, lo que hace que mi padre me deje de abrazar.
─ Esta bien hija pero ten cuidado─ Dice el acariciando mi hombro.
─ Si papá tendré cuidado─ Digo para luego levantarme y salir al patio.
Ya en el patio
No puedo dejar de pensar en esa estúpida propuesta de matrimonio, porque a mí.
Yo la mujer que menos quiere saber de esposo, iglesia, vestido de novia, la verdad hijos no, porque siempre quise ser madre, pero de una hombre que amase no de uno que no conozco.
Un ruido que proviene de los árboles me saca de mis pensamientos.
Rápidamente saco mi arma que siempre está conmigo y muy bien cargada.
─ ¿Quién anda ahí?─ Pregunto a lo que claramente no recibo respuesta.
Guardo el arma, seguro ya estoy enloqueciendo con todo esto de el matrimonio.
De repente escucho pasos dirigiéndose a mi dirección pero antes de que pudiera reaccionar este me arrincona a la pared dejandome sin movilidad.
Cuando puedo verle bien el rostro me doy cuenta que es Alexander Russo.
─ Estas loco o que te pasa ¿Por qué seguís en mi casa?- Le pregunto enojada.
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─ Solo visito a mi esposa ¿Hay algún problema? ─ Dice el
─ ¿Qué te hace pensar que aceptaré tu propuesta?─ Digo yo seriamente mirándolo directamente a los ojos
─ La pregunta es ¿Qué te hace pensar a vos que la negaras?─
─ Muchas cosas te lo aseguro─
─ Y no sería increíble poder cumplir el sueño de toda tu generación incluyendo a tu padre─ Dice el tratando de convencerme.
─ Si sería increíble, pero sabes lo que no es increíble, casarme con un idiota─ Digo sonriendo.
─ Por favor, hay muchas mujeres que se morían por ser mi esposa, y vos te quejas─ .
─ Bueno cásate con una de esas mujer o con todas, a mi que me importa, pero la verdadera pregunta es ¿Por qué vos lo dejaste que me eligiera a mi?- Le pregunto.
-Porque como dijo mi padre no hay mujer como vos, no hay una mujer que pueda opacar tu belleza, tu inteligencia, tu hermosa sonrisa, tu increíble destreza, tus hermosos ojos marrones que sos capaz de enamorar está al más fuerte y muchas cosas más que si sigo diciendo pensarás que estoy loco por vos─ Me dice mientras nuestros están conectados ─ Sos la esposa que todos quieren, sos la esposa que yo quiero ─ Dice el mientras acaricia mi mejilla mirando sus movimientos para después mirar mis ojos haciendo que me sonroje.
Bajo la mirada porque estaba muy sonrojada tanto que la cara me ardía, el corazón me dolia de tanto bombear.
Justo cuando iba a decir algo, escucho los gritos de mi padre diciendo que entre.
─ Bueno será mejor que entre─ Le digo empujándolo lentamente y al poder hacerlo empezar a caminar para adentro de mi casa.
Justo cuando estoy caminado acercándome a la puerta de la casa, me agarra de la muñeca empujandome hacía el, haciendo que nuestro cuerpos se choquen, puso sus brazos en mi cadera haciéndome imposible salir, hice fuerza para liberarme pero lo único que lograba era que nuestros cuerpos se juntan más, haciéndome imposible salir de su agarre.
Después de intentar liberarme, me rindo y lo miro.
─ ¿Que quieres?─ Le pregunto mirándolo a los ojos.
─ Te ves linda en ropa interior─ Me dice sacando una sonrisa.
─ Vuelvo a luchar─ Le digo a lo que el ríe.
─ Esta bien te diré─ Dice el.
─ Sabes desde ayer a lo noche tengo una duda que no me deja dormir y tampoco me va a dejar dormir esta noche, ¿Quería saber si me la pones quitar?─ Lo miro confundida ante su pregunta.
─ Cuando tú besas a tu víctimas mueren ¿No?- Me pregunta el a lo que yo afirmo.
─ Si me das un beso también moriría?─ Dice acercando su rostro al mío, haciendo que nuestras ojos se cruzaran, el se va acercando a mis labios rozandonlo con los suyos, rápidamente le doy un abrazo para evitar que me vea la cara porque estaba roja como un tomate.
─ Hay que curioso, está bien te quitaré la duda─ Le digo haciendo que me libere.
El hace una trompita para que le dé una beso, le agarro la cartilla corriendole la cara para darle un beso en la mejilla.
─ Listo, al parecer no te moriste, chau─ Digo yo llendo a la puerta casi corriendo.
Cuando iba a entrar escucho que me dice algo
─ Algunos de estos días te voy a dar un beso y vas a ser vos la que ruega por más─ Dice el sonriendo.
─ Vamos a ver quién ruega por quién─ Digo sacando una risa
Al entrar a casa veo a mi padre dirigirse a mi dirección
─ Hija al fin entras me estaba preocupando─ Dice mi padre sacando un suspiro.
─ Me quede afuera tomando aire y pensando─ Le digo.
─ Y¿Ya tomaste una decisión?─ Me pregunta serio.
─ No todavía no, pero mañana te daré la respuesta─ Le digo sacando una sonrisa para que no se preocupe.
─ Esta bien hija la decisión que tomes la aceptare─ Dice el sonriendo.
─ Vamos a comer─ Me dice abrazándome por los hombros.
Después de comer fui a cepillarme los dientes y a bañarme, para después acostarme para dormir, lo que claramente fue imposible, ya que pase toda la noche pensando y imaginando como sería mi futuro si me casaba y como sería mi futuro si no lo hacía.
Ya tomé la decisión que puede ser la correcta.
Después seguia pensando si la decisión que tome era correcta, pero me termine durmiendo por el cansancio.
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*Me**nsaje de la autora*: Perdón por no subir capítulos estos meses.
Espero que les esté gustando tanto como a mí ♥️♥️♥️
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Updated 40 Episodes
Comments
Ibelitza Oliverovelis
me gusta esta historia
2024-10-23
0
Cecilia Cifuentes
son buenisima me encantan
2022-07-06
1
britzy 💕
Ay, me encanta 😍
2022-01-10
2