Julieta.
Después de que el capitán cómo le dicen me capturara nos trajeron a un edificio de cuatro o cinco pisos, parece un hotel, pero no uno cualquiera, su arquitectura es moderna, el piso de mármol color perla, las paredes están pintados de color blanco y tiene cuadros en marcos de madera que lucen muy finos, en la recepción hay una chica que parece modelo, hermosa de labios rojos, ojos azules y cabello rubio, ella viste uniforme negro al igual que un par de hombres que están uno en cada lado de la escalera que tenemos enfrente, ellos portan un arma corta, El capitán nos dió la orden de seguirlo, detrás de nosotras venía Sócrates con su arma apuntándonos la espalda, el capitán despampanante y con los zapatos bien brillosos nos llevo hasta una pared que estaba detrás de la escalera, movió el sofá de piel negro a un lado y después movió el cuadro de una mujer en la playa, ahí había como un apagador él capitán puso el dedo índice y la pared se separó, era una puerta secreta, al entrar nos encontramos con un cuarto grande y espacioso, enfrente estaban al rededor de 6 pantallas y en frente una silla giratoria, cada uno de las pantallas enfocaba una habitación con camas, en una de ellas había al rededor de 9 o 10 chicas, una acostadas, otras leyendo, otras llorando en un rincón, en otra habitación habían otras 10 o más chicas, ellas estaban comiendo y en otra estaban las chicas que antes apartaron de nosotras, ellas no hacían nada, lucian asustadas, a mi lado derecho había una enorme pantalla, como él del cine y enfrente una pequeña sala, ahí no se podía ver nada, la pantalla estaba apagada.
El capitán de nuevo puso su huella en una puerta a lado de las pantallas y está se abrió, poco a poco bajamos 3 o 4 metros por unas escaleras hasta que llegamos a un largo pasillo, caminamos unos cuántos pasos y nos encontramos con dos puertas, aquí el olor era a humedad, lucía oscuro y tétrico estábamos debajo de la tierra. El capitán puso su huella en una de las puertas y de nuevo bajamos 3 o 4 metros por las escaleras, una vez más llegamos a un pasillo pero a diferencia de arriba aquí solo había una puerta, el capitán una vez más puso su huella y la puerta se abrió, de aquí salía mucha luz, poco a poco nos adentramos y ahora olía a lavanda, el pasillo estaba largo e iluminado, las paredes estaban pintadas de un colar lila, caminamos como un metro y nos encontramos con las primeras dos puertas, una enfrente de la otra, luego otras dos y por última dos más, enfrente parecía terminar el pasillo pero había otra puerta, pensé que seguiríamos pero el capitán se detuvo y abrió la última puerta de la derecha, luego de abrir nos movió el mentón para que entráramos, el lugar era grande y espacioso, en el centro había una mesa con varias sillas, a lado de la puerta había una gran estantería repleto de libros y de cada lado de las paredes había siete camas de dónde solo cabía una persona y al lado había un pequeño armario.
— Bienvenidas — Espetó el capitán con una sonrisa ególatra e inclinó la cabeza, después se retiró y entro una mujer morena de cabello corto y un poco pasada de peso.
— Todas me van a decir su talla y después van a entrar a la ducha, al salir van a encontrar ropa sobre la cama que tiene su nombre — ordena la mujer con voz áspera — De prisa — grita.
Ella abrió la puerta que estaba de lado izquierdo, ahí estaba el baño, hay cinco retretes y al fondo hay como 10 regaderas, aquí no había privacidad, todas nos bañamos juntas.
Después de seguir las órdenes nos dieron comida y al final un zumo de naranja, después no supe que pasó hasta el siguiente día.
DIA 1 : Todo estaba muy sospechoso, era obvio que no nos estaban alimentando de gratis, algo querían a cambio, si esto no se trataba de un secuestro estaba comenzando a creer que era un laboratorio clandestino y lo más seguro es que nos querían para pruebas científicas. Ese día leí un libro de Shakespeare; Romeo y Julieta, también llegué a la conclusión de que el zumo de naranja fue lo que me hizo dormir sin despertar, así que está vez lo derramaría debajo de la almohada y saldría a investigar. Por desgracia mi plan fracaso pues la puerta solo se abre con la huella.
DIA 2.
— Arriba... Todas arriba, no están de vacaciones — gritó malhumorada la mujer morena, no tenía idea de la hora que era, todas nos levantamos y seguimos a la mujer como ordeno, caminamos por el pasillo, luego subimos por las escaleras y llegamos al primer pasillo, está vez la mujer abrió la otra puerta y el lugar era similar a donde habíamos dormido, en ese momento tenía mucho miedo, lo más seguro es que nos llevarían al laboratorio donde experimentarían con nuestros cuerpos aún estando vivas, juro que mis manos temblaban de miedo.
Entramos a un lugar que parece un spa, en realidad no parece; es un spa, habían varias mujeres ellas nos arreglaron las cejas y después nos depilaron las piernas y otros lugares, el dolor fue insoportable, luego todas pasamos a qué nos dieran un masaje y nos pusieron tratamientos en la piel, ¿Qué es esto? Después de eso comimos y luego fuimos a otra habitación, aquí las mismas mujeres del spa nos probaron ropa, a la mayoría nos pusieron un vestido blanco ¿Esto era para un sacrificio? Ahora mi segunda teoría es que estaba en una secta, mi vestido blanco era como el de una niña, también me peinaron con par de coletas, parecía de 8 años, si no fuera por mi estatura cualquiera pensaría que esa era mi edad.
Al terminar, nos llevaron a otro cuarto, este era de color blanco con detalles en rosa, nos sentaron a todas y luego entro el capitán, ahora lucía un traje beige, pero igual de elegante que antes.
— Mis niñas... El día de hoy vamos a trabajar en equipo, si ustedes se portan bien y son obedientes, les daré una recompensa — Su sonrisa jamás se borró de su rostro, todas las chicas escuchaban con atención pero yo no estaba tan tonta cómo ellas.
— Yo se muy bien para que nos quieres — grite con mucho miedo en mi corazón pero no iba a morir de rodillas.
— ¿Para qué? — pregunta el capitán muy cerca de mi rostro, su aliento olía a alcohol.
— Está es una secta o un laboratorio — Espeto segura, el capitán estalló de risa.
— No, querida... Te toco la mala suerte de caer en mis manos, verás aquí convertimos a las niñas en mujeres, ves a las chicas del spa, de la recepción, pues ellas llegaron aquí cómo tú y ahora trabajan conmigo y gozan de un excelente sueldo — el capitán se aclaró la garganta y siguió hablando — Ustedes mis niñas van a trabajar con mis clientes, no hay vuelta atrás, si son buenas y cumplen con su trabajo algún día lograrán salir de aquí, o si lo profieren trabajarán conmigo, incluso hasta pueden conseguir marido. — no estaba logrando comprender a qué se refería este tipo, mi pequeña mente intentaba procesarlo pero estaba temerosa ¿Trabajar con sus clientes? ¿Que trabajo haríamos? — Todas sientense bien, con la espalda erguida y la frente en alto— el teléfono sonó y el capitán respondió — ¿Quien es la primera? Muy bien, Jenn ponte de pie y camina hacia la puerta, Amy tu también... Julieta ponte de pie — temerosa me puse pie y camine a dónde estaban las demás chicas, en total fuimos 5 chicas a las que eligieron. — Andando— ordeno el capitán y camino frenta a nosotras, nos llevo hasta un ascensor y presiono al 2 piso, al salir el sol nos deslumbró, frente a nosotras había una enorme ventana por dónde entraban los rayos del sol, recorrimos un largo pasillo y el capitán abrió una puerta de color blanco, pasamos una por una, en el lugar había una sala con muebles modernos y un tapete de piel de tigre, en la sala también habían hombres no menores de 40 años, todos vestían con trajes elegantes, un perfecto peinado, zapatos relucientes y reloj brillante, la mayoría de ellos traía una copa de vino entre sus manos, al vernos entrar todos sonrieron y comenzaron a acercarse a nosotras.
Trague saliva en seco y abrí los ojos grandemente al ver a un hombre canoso y con mirada penetrante acercarse a mi, tenía miedo y es aquí donde una nueva teoría apareció, mis manos temblaban y mi corazón latía a gran velocidad, di un paso atrás cuando tenía al hombre justo en frente de mi.
— ¿Cuántos años tienes mi niña? — susurra con voz profunda y sonrisa tétrica.
— quince — titubeo con la voz quebrada..
— mmm — muerde su labio inferior y en mi garganta se hace un nudo — como a mi me gustan — susurra y acerca su rostro al mío, retrocedí un paso más y está vez choque con la puerta, estaba atrapada, el sollozo de las chicas me aterrorizó más, esto estaba mal, una vez más trague saliva e intenté pensar, debía hacer algo pero no había tiempo para nada, el anciano se acercó más y me acorraló con sus brazos y la puerta, podía oler su asqueroso aliento a alcohol y a tabaco.
— No — chille y puse mi mano en su pecho, él anciano expandió su sonrisa y me atrajo con fuerza a su cuerpo, mi pequeño y frágil cuerpo estaba temblando de miedo, me sentía aterrada, mis lágrimas comenzaron a salir y el anciano solo se burlaba a gran voz.
— Shhh papi está aquí — el maldito se apoderó de mis labios y mi estómago sintió la repulsión más grande que había sentido en toda mi vida, quería devolver el estómago pero el no se apartaba de mi, luche con todas mis fuerzas pero no podía con él, entre llantos recurrí a la única manera que lo haría apartarse de mi; lo mordí, lo mordí tan fuerte que sentí su sangre en mis diente.
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Comments
Yasmín Fontén
Todos tienen los ojos azules, hasta la recepcionistas 🤔!!!
2023-03-27
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