Amor Y Lujuria "Un Nuevo Renacer"

Amor Y Lujuria "Un Nuevo Renacer"

capitulo 1

Capítulo 1

Desperté por los rayos del sol que penetraban atreves de las

cortinas que se balanceaba al compás de las suave brisa que entra por la

ventana, repare con la vista la habitación donde me encontraba, pero no logro

identificar nada allí, no nunca he estado en este lugar.

Trato de sentarme en la cama, pero un dolor en mi costado me

detiene llevo mi mano a la parte que ocasiona el dolor, pero me repente escucho

una voz grave y ronca.

No se esfuerce… miro de donde y provenía aquella voz que no

me resultaba familiar veo a un hombre de unos 40 años muy bien conservado y a

simple vista se puede ver apreciar lo apuesto de su rostro, estaba sentado en

un gran sillón a una esquina de la habitación una de sus piernas en sima de la otra

observándome detenidamente, su mirada penetrante e intimidante me causa un poco

de miedo me siento recordándome en el espaldar de la cama.

ARIANA - ¿Quien es usted?…   mi voz sale de mi garganta un tanto tartamudéate

El hombre en el sillón se incorpora sin responder a mi pregunta solo musita…  no tenga miedo niña no le hare daño - su voz cambia igual que su mirada era suave se podía ver la preocupación en ellos, en ese momento entra a la habitación una enfermera con una bandeja en la que hay medicamentos, todo lo necesario para curar una herida.

Enfermera - buenos días, señor Teodoro, es hora de curar la herida de la señorita.

El hombre que ahora sé que se llama Teodoro asiente con la cabeza a lo dicho por la mujer,  puede notar el miedo en mi rostro, se sienta a mi

lado en la cama.

Enfermera - tranquila niña nadie te hará daño

Esas palabras retumbo en mi cabeza una y otra vez {NIÑA}

Llueve fuerte, mi mente me lleva a se momento jugándome una mala pasada. Donde un hombre con voz un tanto morbosa dice la misma palabra,  NIÑA;HERMOSA NIÑA. Se acerca a mi queriendo tocarme, corro. Escuchó la voz del hombre el cual no puedo ver su rostro aun esforzando mi mente no lo logra “si no eres mía no serás de nadie” oigo un disparo, todo esto es mucho para mi frágil mente abro los ojos de golpe, ante mi veo el hombre pararse del sillón llegó hasta mí de dos zancadas; toca mi brazo.

Teodoro – no lo pienses será lo mejor…

se dirige a la enfermera. No le vuelva a decir así. intenta no volver a pronunciar la misma

palabra {NIÑA}

La enferme cura la herida de mi costado justo donde empiezan las costillas al terminar sale de la habitación.

SEIS AÑOS DESPUÉS

Estoy en el baño de mi habitación seco mi cuerpo con una toalla luego de darme una larga ducha me miro al espejo paso la yema de mis dedos acariciando la cicatriz en mi costado junto a mi seno izquierdo. Humecto mi cuerpo con crema, opto por usar un vaquero negros rotos en mis rodillas y una blusa de colgante blanco. Bajo al comedor a mitad de las escaleras me detengo a observarlos; los dos toman de sus taza de café. Allí estaban los dos hombres más importantes de su vida.

Teodoro Villareal un hombre de 46 años apuesto piel clara ojos azules, en hombre que irradiaba elegancia y respeto de carácter fuerte se podía decir que posesivo y protector e igual que Alexandre Villarreal nunca les he podido ver sin que lleven traje Alex es un hombre alto ojo heredados de su padre, cabello castaño con un buen físico cuerpo bien trabajado en su rostro era más relajado a lo contrario de Teodoro. Al escuchar la voz de mi padre salgo de mis pensamientos.

Teodoro - belleza mía, te esperábamos para desayuna.

Bajo rápidamente

Ariana-   buenos días… ellos responden mientras beso la mejilla de papa´

Alexander- y el mío

Me siento al frente de él, al lado izquierdo de mi padre

Ariana- como pasaste la noche hermanito. Mientras le voy una leve sonrisa

Alexandre- ¡si! bien… eso fue una sonrisa o una mueca, por Dios papá mira la has convertido en casi un robot.  Los tres nos miramos y sonreímos, si esto solo podemos hacerlo cuando estamos juntos.

Desde aquella noche de lluvia Teodoro Villarreal y Alexandre Villarreal me acogieron en sus vidas haciéndome sentir protegida, segura, más fuerte con cada día que pasa, el amor que cedió con el tiempo entre nosotros fue tan grande que no faltaban lazos de sangre para querernos como la familia que éramos.

Estaba en mi casa que quedaba alas afuera de la ciudad, aunque no tanto solo a unos diez minutos, me gustaba la tranquilidad de este lugar un que hace varios días me había dado cuenta de que tenía nuevos vecinos pues cuando llegue aquí a los pocos meses empezaron a construir justo al frente de mi casa al otro lado de la carretera.

Me coloque de pie mire a mi alrededor eran las once de la noche me quite la ropa quedando únicamente en bragas   ya que en casa no solía usar corpiño de un clavado me sumergí a la piscina era una costumbre nadar a esta hora todas las noches ya que la piscina esta rodeaba por un hermoso jardín que impedía la vista   de afuera hacia a dentro rodeando la casa con hermosas enredaderas en la rejas metálicas que rodeaban la casa.

Teodoro mi padre por decisión me regalo esta casa construida especialmente para mí pues conocía muy bien mis gustos. No sabía ni podía entender el por qué no me permitieron seguir viviendo con ellos, pero no los cuestione y la verdad me encantada tener mi propio espacio aunque ellos avecés se quedaban conmigo. La casa fue un regalo cuando termine la carrera de administración de empresa y cursos de cocina.

Cuando estaba en lo más profundo de la piscina mi mente retomo pensamientos del pasado sin poder tomar el control de esto, veo a mi hermano muerto, llueve muy fuerte se escucha un disparo, mi padre ayudándome caminar con una herida en mi costado producto del disparo, me enseña a boxear, defensa personal y entreno cada día con Alexandre.

Todos estos pensamientos pasan rápidamente por mi memoria.

Al salir paso mis manos por mi rostro, ciento una extraña sensación como si me observaran, una mirada penetraba mi ser.

Ala mañana siguiente apago mi alarma me levanto cepillo mis dientes me coloco ropa deportivo para empezar con mi rutina diaria, salgo a trotar con Morfeo mi perro u pasto alemán que me regalo papá, luego de una hora regresaba  enfrente a la casa volví  a sentir  la misma sensación de anoche, volví a sentirme observada, yo llevaba a Morfeo sujeto por su correa en un descuido me jala hacia la casa nueva lo sostengo para no entrar  mire  pero no logre ver a nadie volví a la casa arreglarme para ir al trabajo gracias al apoyo de papá y mi hermano tengo una

cadena de restaurantes que yo misma administro con oficina en el principal que fue el primer restaurante que le compre a mi padre pagándose lo trabajando allí mismo el me lo iba a regalar pero no lo acepte. luego de un largo día de trabajo eran ya las cuatro de la tarde está de pie en mi oficina  viendo los comensales en el restaurante lo cual me resultaba fácil ya que mi oficina estaba en la tercera plata dándome una excelente vista de todo el restaurante, las paredes de  mi oficina  estaban en vidrio polarizado era amplia contaba con un baño adecuado para tomar duchas y cambiarme cuando lo requería.

Paso la vista a la entrada mi mirada se detiene en un hombre entrando de unos treinta años, 1.80 de estatura piel bronceada y por su traje ajustado se podía divisar que trabajaba muy bien su cuerpo nada de grasa corporal, muevo la cabeza como regallandome al ver lo minuciosa de mi mirada cuando…

Alexander – hola hermosa ¿nos vamos?

Salgo de mis pensamientos coloco el saco que hace juego con mi pantalón talle alto hecho a la medida y un top corte en V de debajo de los senos sin dejar ver de más. Al salir del ascensor Alex y yo hablábamos…

Volteo al sentir que el saco se me caía de los hombros, cuando resbala por el mi brazo una fuerte mano rosa mi piel atrapando el saco antes que yo miro fijamente era el mismo hombre que había visto al entrar quede inmóvil por un segundo queriendo mirar sus ojos, pero los cubría unos lentes oscuros. El intento acomodar mi saco de nuevo en mis hombros; interrumpo su movimiento tirando de él.

Ariana- Yo puedo, dije…

- solo quería ayudar  - musitó

su voz era grave, pero en mis oídos se sentía sexi… "por Dios que pasa contigo"me dije mental volviendo a mirar al hombre.

Usted cree que necesito ayuda, sin esperar su respuesta camino a la salida Alexandre le da las

gracias y me toma por el brazo al subir al auto rosa mi cintura por encima del saco.

Alex- por Dios Ariana a veces me pregunto si en verdad tienes emociones -  me mira cómo

solo a mí y a mi padre suele hacerlo y contesta a lo que acabo de decirle

“ellas solo perturban el alma” -  por supuesto esa sería su respuesta.

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Comments

Alba Rosa Jimenez Puyosa

Alba Rosa Jimenez Puyosa

interesante la historia

2022-10-15

1

Milena Johana Fuentes Zamora

Milena Johana Fuentes Zamora

Me gusta

2022-06-28

1

Liz Alonso

Liz Alonso

se ve interesante

2022-05-20

2

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