Capítulo 1
Desperté por los rayos del sol que penetraban atreves de las
cortinas que se balanceaba al compás de las suave brisa que entra por la
ventana, repare con la vista la habitación donde me encontraba, pero no logro
identificar nada allí, no nunca he estado en este lugar.
Trato de sentarme en la cama, pero un dolor en mi costado me
detiene llevo mi mano a la parte que ocasiona el dolor, pero me repente escucho
una voz grave y ronca.
No se esfuerce… miro de donde y provenía aquella voz que no
me resultaba familiar veo a un hombre de unos 40 años muy bien conservado y a
simple vista se puede ver apreciar lo apuesto de su rostro, estaba sentado en
un gran sillón a una esquina de la habitación una de sus piernas en sima de la otra
observándome detenidamente, su mirada penetrante e intimidante me causa un poco
de miedo me siento recordándome en el espaldar de la cama.
ARIANA - ¿Quien es usted?… mi voz sale de mi garganta un tanto tartamudéate
El hombre en el sillón se incorpora sin responder a mi pregunta solo musita… no tenga miedo niña no le hare daño - su voz cambia igual que su mirada era suave se podía ver la preocupación en ellos, en ese momento entra a la habitación una enfermera con una bandeja en la que hay medicamentos, todo lo necesario para curar una herida.
Enfermera - buenos días, señor Teodoro, es hora de curar la herida de la señorita.
El hombre que ahora sé que se llama Teodoro asiente con la cabeza a lo dicho por la mujer, puede notar el miedo en mi rostro, se sienta a mi
lado en la cama.
Enfermera - tranquila niña nadie te hará daño
Esas palabras retumbo en mi cabeza una y otra vez {NIÑA}
Llueve fuerte, mi mente me lleva a se momento jugándome una mala pasada. Donde un hombre con voz un tanto morbosa dice la misma palabra, NIÑA;HERMOSA NIÑA. Se acerca a mi queriendo tocarme, corro. Escuchó la voz del hombre el cual no puedo ver su rostro aun esforzando mi mente no lo logra “si no eres mía no serás de nadie” oigo un disparo, todo esto es mucho para mi frágil mente abro los ojos de golpe, ante mi veo el hombre pararse del sillón llegó hasta mí de dos zancadas; toca mi brazo.
Teodoro – no lo pienses será lo mejor…
se dirige a la enfermera. No le vuelva a decir así. intenta no volver a pronunciar la misma
palabra {NIÑA}
La enferme cura la herida de mi costado justo donde empiezan las costillas al terminar sale de la habitación.
SEIS AÑOS DESPUÉS
Estoy en el baño de mi habitación seco mi cuerpo con una toalla luego de darme una larga ducha me miro al espejo paso la yema de mis dedos acariciando la cicatriz en mi costado junto a mi seno izquierdo. Humecto mi cuerpo con crema, opto por usar un vaquero negros rotos en mis rodillas y una blusa de colgante blanco. Bajo al comedor a mitad de las escaleras me detengo a observarlos; los dos toman de sus taza de café. Allí estaban los dos hombres más importantes de su vida.
Teodoro Villareal un hombre de 46 años apuesto piel clara ojos azules, en hombre que irradiaba elegancia y respeto de carácter fuerte se podía decir que posesivo y protector e igual que Alexandre Villarreal nunca les he podido ver sin que lleven traje Alex es un hombre alto ojo heredados de su padre, cabello castaño con un buen físico cuerpo bien trabajado en su rostro era más relajado a lo contrario de Teodoro. Al escuchar la voz de mi padre salgo de mis pensamientos.
Teodoro - belleza mía, te esperábamos para desayuna.
Bajo rápidamente
Ariana- buenos días… ellos responden mientras beso la mejilla de papa´
Alexander- y el mío
Me siento al frente de él, al lado izquierdo de mi padre
Ariana- como pasaste la noche hermanito. Mientras le voy una leve sonrisa
Alexandre- ¡si! bien… eso fue una sonrisa o una mueca, por Dios papá mira la has convertido en casi un robot. Los tres nos miramos y sonreímos, si esto solo podemos hacerlo cuando estamos juntos.
Desde aquella noche de lluvia Teodoro Villarreal y Alexandre Villarreal me acogieron en sus vidas haciéndome sentir protegida, segura, más fuerte con cada día que pasa, el amor que cedió con el tiempo entre nosotros fue tan grande que no faltaban lazos de sangre para querernos como la familia que éramos.
Estaba en mi casa que quedaba alas afuera de la ciudad, aunque no tanto solo a unos diez minutos, me gustaba la tranquilidad de este lugar un que hace varios días me había dado cuenta de que tenía nuevos vecinos pues cuando llegue aquí a los pocos meses empezaron a construir justo al frente de mi casa al otro lado de la carretera.
Me coloque de pie mire a mi alrededor eran las once de la noche me quite la ropa quedando únicamente en bragas ya que en casa no solía usar corpiño de un clavado me sumergí a la piscina era una costumbre nadar a esta hora todas las noches ya que la piscina esta rodeaba por un hermoso jardín que impedía la vista de afuera hacia a dentro rodeando la casa con hermosas enredaderas en la rejas metálicas que rodeaban la casa.
Teodoro mi padre por decisión me regalo esta casa construida especialmente para mí pues conocía muy bien mis gustos. No sabía ni podía entender el por qué no me permitieron seguir viviendo con ellos, pero no los cuestione y la verdad me encantada tener mi propio espacio aunque ellos avecés se quedaban conmigo. La casa fue un regalo cuando termine la carrera de administración de empresa y cursos de cocina.
Cuando estaba en lo más profundo de la piscina mi mente retomo pensamientos del pasado sin poder tomar el control de esto, veo a mi hermano muerto, llueve muy fuerte se escucha un disparo, mi padre ayudándome caminar con una herida en mi costado producto del disparo, me enseña a boxear, defensa personal y entreno cada día con Alexandre.
Todos estos pensamientos pasan rápidamente por mi memoria.
Al salir paso mis manos por mi rostro, ciento una extraña sensación como si me observaran, una mirada penetraba mi ser.
Ala mañana siguiente apago mi alarma me levanto cepillo mis dientes me coloco ropa deportivo para empezar con mi rutina diaria, salgo a trotar con Morfeo mi perro u pasto alemán que me regalo papá, luego de una hora regresaba enfrente a la casa volví a sentir la misma sensación de anoche, volví a sentirme observada, yo llevaba a Morfeo sujeto por su correa en un descuido me jala hacia la casa nueva lo sostengo para no entrar mire pero no logre ver a nadie volví a la casa arreglarme para ir al trabajo gracias al apoyo de papá y mi hermano tengo una
cadena de restaurantes que yo misma administro con oficina en el principal que fue el primer restaurante que le compre a mi padre pagándose lo trabajando allí mismo el me lo iba a regalar pero no lo acepte. luego de un largo día de trabajo eran ya las cuatro de la tarde está de pie en mi oficina viendo los comensales en el restaurante lo cual me resultaba fácil ya que mi oficina estaba en la tercera plata dándome una excelente vista de todo el restaurante, las paredes de mi oficina estaban en vidrio polarizado era amplia contaba con un baño adecuado para tomar duchas y cambiarme cuando lo requería.
Paso la vista a la entrada mi mirada se detiene en un hombre entrando de unos treinta años, 1.80 de estatura piel bronceada y por su traje ajustado se podía divisar que trabajaba muy bien su cuerpo nada de grasa corporal, muevo la cabeza como regallandome al ver lo minuciosa de mi mirada cuando…
Alexander – hola hermosa ¿nos vamos?
Salgo de mis pensamientos coloco el saco que hace juego con mi pantalón talle alto hecho a la medida y un top corte en V de debajo de los senos sin dejar ver de más. Al salir del ascensor Alex y yo hablábamos…
Volteo al sentir que el saco se me caía de los hombros, cuando resbala por el mi brazo una fuerte mano rosa mi piel atrapando el saco antes que yo miro fijamente era el mismo hombre que había visto al entrar quede inmóvil por un segundo queriendo mirar sus ojos, pero los cubría unos lentes oscuros. El intento acomodar mi saco de nuevo en mis hombros; interrumpo su movimiento tirando de él.
Ariana- Yo puedo, dije…
- solo quería ayudar - musitó
su voz era grave, pero en mis oídos se sentía sexi… "por Dios que pasa contigo"me dije mental volviendo a mirar al hombre.
Usted cree que necesito ayuda, sin esperar su respuesta camino a la salida Alexandre le da las
gracias y me toma por el brazo al subir al auto rosa mi cintura por encima del saco.
Alex- por Dios Ariana a veces me pregunto si en verdad tienes emociones - me mira cómo
solo a mí y a mi padre suele hacerlo y contesta a lo que acabo de decirle
“ellas solo perturban el alma” - por supuesto esa sería su respuesta.
Capítulo 2
Era de noche estaba sentada en la silla playera junto a la piscina leyendo un libro; me encanta leer, coloco el libro en la mesa a mi lado, quito la camisa, me sumerjo en la piscina disfruto la fría brisa de la noche. mis pensamientos vuelven, pero esta vez salgo antes de volver a recordar.
Salgo de la piscina siento la misma sensación de ser observada.
Eran las once de la mañana entraba a la oficina Katy mi secretaria con unas carpetas
Katya- aria… al ver a mi padre interrumpe sus palabras ya que la formalidad para él es muy
importante.
Señorita Ariana hay una reserva del salón, pero el señor quiere hablar personalmente con usted.
Miro a papá el me hace un gesto con las cejas y afirmo con la cabeza a Katya
Ariana- ¿me acompañas padre?
Teodoro- por supuesto sabes que me gustan las formalidades en todo.
Salí de su brazo asiendo que no escuche lo dicho, cuando estábamos por entra a la sala de juntas Katya con la puerta abierta esperando a que entremos papá me toma de la manos.
Teodoro- belleza mía la condescendencia lleva al fracaso.
Ariana - no te preocupes padre no pasara, es solo que las formalidades las dejo para cuando estoy contigo le sonrió.
Ibrahim
estoy sentado a la cabecera de la larga mesa, en la puerta la chica del elevador con un hombre mucho mayor que
ella acaricia el torso de sus manos. Mi amigo y socio Lucas me saca de mis pensamientos.
Lucas - ¿quieres que la mande a investigar?
Ibrahim – no - contesto sin dejar de mirarla
Lucas – pero no dejas de mirarla, ¿te gusta o no te gusta? Las pocas que te interesan les mandas a investigar hasta la primera papilla y esta que no paras de mirar no lo harás, tu sí que eres raro amigo mío.
Ibrahim – lo que quiera saber, ella misma me lo dirá.
Lucas – si claro, como digas. Dijo colocando los ojos en blanco.
El hombre ahora la toma de la cintura con una mano mientras con la otra acaricia su rostro, ella deja escapar una sonrisa; que por cierto se ve hermosa, pantalón largo que se ajusta a sus piernas, talle alto a su cintura, dejando ver un poco de piel entre su blusa en top de una sola manga, Lucas interrumpe nuevamente mis pensamientos.
Lucas - sí que se ve sexi.
Ibrahim – pero no vulgar - le dije fulminandolo con la con la mirada apretó los puños con solo pensar que era otro el que la tocaba, por qué demonios me siento así con esta chica… oigo su voz al decir los buenos días su voz es dulce, aunque su rostro refleja firmeza su mirada intimidante, me coloco de pie abotono mi saco, extiendo la mano en forma de saludo al hombre que se acerca a mi toma mi mano presentándose
Teodoro Villareal, Ibrahim Montenegro. El dirige la mirada a ella disponiéndose a presentarla, pero ella lo interrumpe dejándome con la duda de saber su nombre.
Ariana
Al entrar y ver que era el mismo hombre del ascensor mi mente se distrae observándolo mientras mi padre y ellos se prestan, el lleva un traje azul oscuro ajustado a su cuerpo, sí que se le bien se podía divisar sus
músculos por encima de este, sus ojos grisáceos; por dios que mirada, su cabello castaño claro bien peinado su mandíbula definida. Cuando mi padre se dispone a decir mi nombre lo interrumpo para evitarlo me adelanto y voy ha lo que me llevo allí.
Ariana- Bien tiene alguna duda sobre el alquiler del salón, que exigió verme
Papá se sentó a la cabecera de la mesa quedando frente a Ibrahim y a mi lado que optó por quedarme
de pie.
Ibrahim
Lucas se disponía a hablar a lo que yo me anticipo.
Ibrahim- El único problema es que soy muy exigente en todo y no quiero ninguna otra clase de flores a menos que sean orquídeas - ella blanquea los ojos al oír mis palabras mientras recibe la carpeta que le pasa su secretaria.
Ariana- reviso la carpeta que me pasa Katya sobre lo exigido para el evento. Bien si su problema son las flores, miro a papá que me deja ver una leve sonrisa al ver nuestra actitud, vuelvo la mirada a él. No se preocupe señor… miro las hojas buscando su nombre, no se preocupe señor Ibrahim tendrá orquídeas, aunque no sea temporada. Katya por favor comunícate con pablo él sabe dónde encontrarlas para la fecha.
Teodoro – bueno esta todo resuelto. ¿ que celebran?
Yo miro a papá el haciendo conversa y yo queriendo salir
Lucas – es el quinto aniversario de la empresa, somos dueños de una de las mejores empresas de consultoría ambiental y proporcionamos equipos de la mejor calidad.
No puedo quitarle los ojos de enzima y esa mirada que hizo cuando exigí lo de las flores me correo y sin ninguna importancia mira las hojas para decir mi nombre, ha estado de pie, puedo observarla de pies a cabeza
cada uno de sus movimientos, toma un vaso con agua abriendo levemente los labios tomando del líquido, apretó los puños no sé por qué, pero esta chica me atrae y mucho, se ve tan sexi. Oigo a Lucas… cierto Ibrahim lo miro sin saber a qué se refiere.
Lucas- le decía al señor Teodoro que está invitado a la celebración.
Ibrahim- por supuesto que sí.
Lucas- igual la señorita ¿Qué es?
Teodoro- muchas gracias, allí estaremos...
Ariana
Papá se coloca de pie se disponía a responder la pregunta de Lucas a lo que vuelvo a interrumpir; lo que menos me enteras es que sepa de mí nombre.
Ariana- todo está solucionado así me retiro tengo trabajo. - Papá se despide de los dos hombres y sale detrás de mí.
Lucas- me debes una, sí que te trae mal esa chica no dejaste de mirarla en ningún momento desde que entro y estoy más que seguro que el hombre que la acompañaba se dio cuenta de tus miradas, porque no te quito los ojos de enzima.
Ibrahim- nos vamos, al salir teníamos que pasar aun lodo del restaurante me detuve mire a su oficina.
Ariana – que irritante ese sujeto “orquídeas”
Teodoro- hija es a lo que te quisiste dedicar así que tienes que lidiar con todo esto.
Pude notar como te miraba ese hombre no es un sujeto común. Me parece conocido tal vez hijo de uno de mis amigos, no se creó que lo he visto, tiene el mismo apellido de Carlos. ¿Ya se habían visto?
Ariana - si en el elevador hace días salía con Alexander
Miraba al restaurante como de costumbre cuando salía Ibrahim con su amigo, miro hacia mi oficina como si tuviera la certeza que yo lo estuviera observando se colocó los lentes y salió, me aparte sentándome.
Teodoro – tengo una reunión te amo belleza mía.
Ariana- cuando me dirás que son esas reuniones que tienes cada fin de mes papá.
Teodoro- solo trabajo,
dijo dándome un beso en la frente al ver mi preocupación y salió de la oficina.
Había pasado una semana volvía con Morfeo de trotar como todas las mañanas, Morfeo entra a la casa vecina aprovecho que le había quitado su correa pues estábamos llegando a casa y la verdad es un perro muy obediente. Al ver que el auto arranca grito MORFEO, entre a buscarle, quedé paralizada cuando vi a la persona que salía del auto un Ferrari último modelo.
Estaba muy cerca, era el mismo hombre, no sé por qué me detuve minuciosamente en repasar con mi vista cada parte de su rostro bajando a su cuerpo cubierto por un traje negro, vuelvo a subir posando mis ojo en los suyos, eso ojos grisáceos me encantaba su mirada profunda. Luego de unos segundos reacción llamado a Morfeo haciendo le un gesto con la mano para que se acercara a mí, desconcertada al ver que se sienta frente a él, que lo acaricia me sorprende ya que Morfeo no se deja tocar de cualquiera “traidor Morfeo” pienso.
Ibrahim- así que te llamas Morfeo… musitó
Mientras concentraba en el movimiento de sus carnosos labios y su voz grave. “por Dios que rayos pasa contigo" reacciona o se dará cuenta - pienso
Me acerco y coloco la correa en el collar de Morfeo, al enderezar me quede tan cerca de él que podía percibir su respiración en mi rostro; nuestras miradas se encontraron sin dejar de hacerlo el...
Ibrahim- ¿así que tú eres mi vecina?
Intento retroceder cuando Morfeo corre a la casa halandome con fuerza estampando mi cuerpo de golpe al de este sujeto, que no sé porque mis nervios relucen al verle, suelto la correa al impacto con su pecho que al tacto se siente que lo trabaja bastante bien, el me sujeta con sus brazos de mi cintura descubierta por el top y sudadera deportiva, el contacto de sus dedos en mi piel; siento una electricidad recorrer mi cuerpo lo cual me perturba y mucho ya que nunca me había pasado tal cosa.
Ibrahim
Al tener contacto con su piel; ¡ciento una sensación electrizantes! que en mis años había sentido con ninguna mujer, su piel es suave, pudo sentir su sudor, su aroma a flores y esos ojos negros con largas pestañas; sus labios carnosos de un rosados natural, su piel clara y brillosa su cabello castaño recogido en una alta coleta, altura más o menos 1.60, y 58 o 60 kilos, pero bien tonificados.
Me sentía atraído hacia ella, no sé si por todas las veces que la había observado nadar cada noche o cuando se ejercitaba en su jardín. Interrumpe mi minuciosa observación de ella. con un brusco movimiento escapando de mi agarre, tenía una hermosa mirada, aunque esconde algo más que dureza en ella, no sé por qué pienso en eso.
Ariana- ya que es buen observador podría mirar donde está mi perro y traérmelo. - Le digo autoritaria.
Ibrahim- entro a la casa seguro está persiguiendo al gato de mi prima.
Ariana- ¿puede traérmelo?
Volvió a replicar al ver que no hago lo que me ordena, llama al perro con autoridad el cual sale a su encuentro lo toma de la correa y se aleja de mi vista.
Luego de unos días, observaba desde mi casa; podía ver a la perfección la suya, tenía la misma rutina diario trotaba en las mañanas, luego al trabajo, por la tarde al llegar se cambia de ropa por una más cómoda y a altas horas de la noche nada en la piscina.
A solo dos días de la fiesta de aniversario de mi empresa, entro al restaurante con el pretexto de ver si todo estaba listo. Me recibió su secretaria; que me acompaña a su oficina, habré la puerta haciéndose aun lado permitiéndome el paso.
Katya- esta es la oficina de la señorita Villareal – con un gesto de su mano me hace pasar
Aun no sabía su nombre, recorro con la mirada la amplia oficina, solo quería encontrarla entre las personas alrededor de su escritorio, al entra la observo, está parada con una taza en las manos que supuse era café, con la mirada perdida en el infinito ante sus ojos. Recordé las palabras de Lucas.
“Suele perderse en sus pensamientos, es sensible a los olores fuertes, el café le gusta negro sin azúcar.”
No quiero imaginar cómo consiguió esa información, miro a la chica que un seguía sosteniendo el picaporte de la puerta por la cual entra un hombre mayor por su atuendo supongo es el jardinero con una pequeña maseta en ella una orquídea, ella al sentirlo da media vuelta le da una mirada tierna la misma mirada que le he visto darle a Teodoro su padre.
Ella acerca la flor a su nariz tratando de absorber todo su aroma, le da un beso en la mejilla al señor; el cual sale de inmediato. Da la vuelta para colocar la pequeña maceta en su escritorio el cual está muy bien ordenado.
Ariana
Al colocar la hermosa orquídea en mi escritorio que me trajo el jardinero que cuida el pequeño jardín en el restaurante y también el de mi casa, ya que me encantan las flores mucho más la orquídeas. Me di cuenta de la presencia de Ibrahim que entraba dando los buenos días a todos en mi oficina, esa vez traía ropa más informal unos jeans negros, camiseta gris ajustada encima una chaqueta negro. ¡A este hombre todo se le ve bien!
Ibrahim- vine a revisar cómo va todo para el sábado
Ariana- estamos revisando los últimos detalles. - respondo sin mirarlo
Se adentra a revisar con los chicos, luego de un rato
Ibrahim- todo está como yo lo querido, han hecho un buen trabajo
Los chicos recogen los papeles del escritorio y se retiran. yo seguía parada mirando afuera a través de la pared de vidrio con las manos en los bolsillos de mi enterizo negro.
Ibrahim- veo que estamos solos me acerco a ella que no pronuncia palabra. Estaba hermosa su cabello suelto que caía a media espalda, vestía un enterizo que se anchaba a la mitad de sus piernas. - La vista no es muy hermosa.
Hace un movimiento con altives en su rostro al escucharme cerca
Ariana- pero se puede perder fácilmente en ella…
Se volteo mirándonos fijos a los ojos… sabía que al darme la vuelta quedaría a solo centímetros de él, podía sentir el olor de su perfume varonil y embriagador, pero no fuere al olfato.
Ibrahim- por su puesto. Al parecer pudo conseguir las orquídeas…
siento su aliento a mentolado por la cercanía, pasa sus manos por la flor en mi escritorio.
Ariana- para mí no hay imposibles. - Me senté en mi silla cruzando las piernas, él se apoya en el escritorio permitiéndome admirar su estatura
Ibrahim- ¿Cómo esta Morfeo? ya no ha vuelto a visitarme.
Ariana- ¿Por qué lo haría? - Le dije mirando su imponente presencia
Ibrahim- porque somos vecinos… sonrió leve y seductor.
Me coloque de pie para quedar más o menos a su altura gracias a mis zapatos altos, aun así, me supera por varios centímetros.
Ariana- La primera razón por la que me encanto esa casa fue por lo solitario del lugar.
Ibrahim- sí, es muy bueno para nadar a altas horas de la noche solo en bragas, dejando respirar tu hermoso cuerpo.
Al oír sus palabras mis ojos querían Salir de su orbita
Ariana- ¿acaso usted me está espiando?
Ibrahim- no belleza m…
Al oír como se disponía a decirme, lo interrumpo sin dejar que termine la frase
Ariana- no se atreva a terminar esa frase, así solo me puede decir un hombre en mi vida y créame usted no tiene punto de comparación a su lado.
Ibrahim
Su mirada reflejaba rabia achicando sus ojos cuando quise decirle BELLEZA MIA, no podía entender el por qué, quien era ese hombre acaso su novio o prometido tal vez. Su presencia era imponente, fuerte a primera vista,
pero no estoy equivocado sus ojos esconden ternura en lo muy, muy adentro; de su hermosa mirada oscura.
Me sirvo un trago luego de un largo día. Descansaba en mi casa me pare del sofá y volví a mi rutina observarla, tal vez no lo haga pues sabe que la he visto. Pero para mí sorpresa allí estaba ella deshaciéndose de su camisa con las mangas a los codos y sumergiéndose a la piscina.
¡Qué demonios pasa contigo! Ibrahim Montenegro, que es lo que te atrae o intriga de esta mujer tú no
eres así, está bien acepto que la chica es muy guapa y su carácter; eso de verdad me gusta de ella. Solo compórtate como el hombre que eres.
Ariana
Llego el sábado los chicos arreglaban el salón para la recepción del aniversario de la empresa de Ibrahim, que daba comienzo a las siete de la noche, mientras yo revisaba unos papeles en mi escritorio, el tiempo pasa volando ya eran casi la hora de dicha recepción. La puerta se habré, luego de permitir el paso. Katya traía en sus manos una bolsa cubriendo un vestido
Katya- Ariana, aquí le mando su hermano
Ariana- Gracias puedes por favor colocarlo en el baño - me entrega una nota.
“como sé que no tuviste tiempo de ir a tu casa te traje este hermoso vestido, papá y yo te esperamos abajo… besos”
Alex siempre pensando en todo y yo que no pensaba asistir a esa recepción. Me dije mental…
Katya- ¿necesita algo más?
Ariana- no gracias, Katya.
Me levanto de mi cómoda silla me dirijo al baño en mi oficina de despojo de mi ropa para darme una merecida y exquisita ducha, antes recogí mi cabello para no mojarlo, al terminar me seco, humecto mi piel, abro
el cierre para ver el vestido hay de todo lo necesario; creo, solo veo la bragas ¿y el sujetador? Saco el vestido, no lo puedo creer…
Alexandre juro que te matare apenas te vea, digo al verme al espejo de cuerpo completo ya lista para
salir. Bajo las escaleras que llevan al salón donde ya hay muchas personas disfrutando amenamente. Papá se acerca extendiendo su mano para ayudarme a bajar los últimos escalones.
Ibrahim
Eran ya las ocho y media, tomaba una copa con Lucas que coqueteaba con la secretaria. Repaso el salón con la vista sin encontrar su cometido, cuando Lucas tosía al parecer se ahogaba con su trago.
Lucas- ¡por los dioses de Egipto!…
Miro a la misma dirección que Lucas, no puedo creer, era ella baja las escaleras con una
seguridad arrolladora. Traía puesto en vestido verde esmeralda ajustado con caída libre a sus pies, un escote en su pecho dejando ver el valle de sus senos. Al darle la mano al señor Teodoro y saludarlo, trago saliva su espalda estaba descubierta hasta casi llegar a sus caderas, donde una leve cadena de oro blanco bajaba adornando su cuello y toda su escultural espalda, esa gargantilla que siempre llevaba con ella como dijen un pequeño diamante, su cabello suelto con hondas ligeras poco maquillaje sus tacones dejaban ver parte de la piel de sus pies; son hermosos, toda ella es hermosa. ¿Otra copa? oigo decir a Lucas asiéndome reaccionar.
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