al despertar Ian pudo observar a Damián acostado a su lado e incluso su ropa era una muy diferente a la de ayer, Damián le abrazaba con delicadeza y los brazos del Alfa le rodeaban por las caderas, de la nada Ian comenzó a sentir un fuerte dolor de cabeza e intento no quejarse, se aferró aún más de Damián pues si algo podía calmarlo era abrazar una cosa y cerrar fuerte los ojos.
–bueno bueno, me estás enterrando tus dedos demasiado – dijo Damián con la voz más tranquila posible
Ian habrío de poco en poco los ojos pero no te atrevía a mirar a Damián quien se levantó para agarrar una charola con un plato de avena y galletas, Al verlo el estómago de Ian hizo un ruido extraño, su cara estaba llena de vergüenza y quería negarse a comer pero algo le daba tanto malestar que no podía negarse.
Damián sonrío, se sentó en frente de Ian y recargo la charola en sus piernas, al alzar la cuchara con avena en ella y ponerla cerca de la boca de Ian este dudo un poco en si comer o no pero sabía cuáles eran las consecuencias si no obedecía así que con miedo Ian dejo que Damián le alimentará.
al terminar Damián acaricio la cabeza de Ian quien se congelo al instante en su lugar.
–bien hecho ¿ves que no te cuesta ser un buen chico? – murmuró Damián con una voz levemente ronca
Ian en verdad quería huir pero sentía un miedo y horror extremo hacia Damián, no podía ni estar tranquilo sabiendo que este Alfa le observa 24/7 sin descanso, es como si lo tuviera atado.
Damián apartó la charola de comida y se levantó de la cama y salió de la habitación, después se escuchó como la puerta era cerrada con llave, el pánico de Ian subió con extremidad pero se quedó en la cama sin hacer algo, Ian se recosto y cubrió su cuerpo con las cobijas.
unas horas pasaron, Ian no sabía cuánto había estado acostado allí pero volvió a escuchar el "click" en la puerta, unos cuantos pasos se escucharon antes de que las cobijas que cubrían a Ian fueran quitadas para darle paso a un Damián que ahora se notaba agotado.
Damián cargo a Ian con cuidado y se lo llevó, Ian miro con atención disimulada a Damián, a pesar de verse cansado y ser tan cruel puede mantenerse tranquilo y en su lugar.
–¿cuánto tiempo llevas vomitando así? – preguntó Damián
Ian en verdad que no quería hablar con el pero al recibir una mirada amenazante de Damián Ian se alteró y miro hacia otra parte.
–no lo sé...ni siquiera se cuánto tiempo a pasado – contestó Ian con brevedad
Damián acepto está respuesta y al llegar a dónde quería bajo a Ian e incluso deje que este se apoyara en el, Ian podía caminar con algo de trabajo pero correctamente.
al levantar la mirada Ian se sorprendió, había un equipo de ultrasonido completo en la lujosa sala de la mansión.
–señores buenos días, Damián, me alegra verle de nuevo...entonces ¿este es el afortunado? – hablo este señor con aspecto mayor y maduro.
–claro, ya sabrá usted, gracias por venir se lo agradezco profundamente, Mi esposo es algo tímido así que no le precione – informo Damián mientas tomaba de la mano de Ian con caballerosidad y lo llevaba hacia el doctor y al acercarse paro por un momento delante de la camilla
–pero solo quiero que recuerde que no quiero que nada de esto salga de está casa ¿entendido? – advirtió Damián
el doctor asintió y se quedó en su papel de profesional, al recostar a Ian en la camilla el doctor procedió a colocarse unos guantes de látex y realizar su trabajo y al cabo de unos minutos el doctor hizo un sonido de sorpresa y dirigió su mirada hacia Ian quien miro con atención y coraje el monitor.
–señores...felicidades.
Ian cerró los ojos con fuerza intentando no llorar del enojo, por otra parte Damián sonrío y agradeció al doctor por si diagnóstico, Ian se levantó de la camilla, de repente todo era borroso e inaudible para el.
–quiero morir.... – murmuró Ian para si mismo
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