Cambios inesperados (2)

        —(Ya van varios días que, llegue a esta mansión, sin duda, las personas que están aquí sin bellas personas, la señorita Mel, es una de las personas más simpáticas que pude conocer, Kary y Dani sin duda son como si fueran niñas pequeñas que debe cuidar, Lousie pese a que trato de ser bueno con ella, no sé por qué me evita o me trata de una manera de desprecio, tal vez sea por el mal inicio que tuvimos, Simón pues... parece buena gente, Moon ese demonio, que bueno tendría ese demonio con su piel tan blanca... ese cabello que combina con sus ojos tan hermosos, ese físico ese...)

        —¡Señor Pablo, despierte! — Dani estaría moviendo a Pablo que se encontraba medio dormido recargado en su mano sobre la mesa de la cocina, ella al ver a Pablo que comenzó a hablar dormido, se asustó bastante y trató de despertarlo.

        — ¡¿mm que pasó?!— Pablo se despertaría de golpe, ya que se encontraba profundamente dormido y muy clavado en sus pensamientos

Dani le replicaría —se quedó despierto toda la noche, ya son las 12 del día.

    Pablo al enterarse de la hora se levantaría rápidamente y quitándose la saliva que salía de su boca cuando dormía —les prepararé algo de desayunar.

        —no es necesario, ya lo hice yo, señor Pablo— habló Mel, que estaba atrás de Pablo, terminando de lavar los platos —hoy sí que se levantó tarde, je, je, je— bromearía Mel al respecto.

        —mis más sinceras disculpas, señorita Mel, no volverá a pasar— Pablo mostraba arrepentimiento de sus actos.

    Pero Mel le tocaría el brazo, ya que no alcanzaba el hombro de Pablo y solo le dirigió unas simples palabras —tranquilo, usted siempre hace esto para todos, es hora que también descanse usted.

        —Pero... su trabajo, señorita, no puede solamente...— la voz Pablo sonaría desconcertada y nerviosa.

    Pero es interrumpido por Mel —no se preocupe, hoy me tome el día libre, además tengo algo planeado hoy, así que necesito que nada más vaya a comprar algunas cosas que necesito al pueblo— todo esto lo diría Mel con una sonrisa.

        —está bien, pero ¿qué necesita exactamente? — preguntaría Pablo.

Mel le entregaría una lista y le señala lo que necesita, Pablo atendiendo a la orden estaba por retirarse para salir.

    Pero Mel, aprovechando la situación, en su rostro se dibujaría una pequeña sonrisa como de que planeaba algo, detuvo a Pablo que estaba por irse diciéndole —a señor Pablo, ¿podría ir Moon con usted?

    Pablo se detendría de golpe y voltearía a ver a la peli rosa —señorita... Mel... ¿Cuál es el motivo por el cual la señorita Moon deba acompañarme? — claramente se le notaba el disgusto de la petición.

    Mel, por su parte, le respondería —¿Cómo que cuál es el motivo? Para que conozca, salga, se distraiga y quien mejor acompañada que por usted señor Pablo— sonreiría.

        —¿Es en serio, señorita Mel? — Pablo mostraría una expresión de que no le convencía el motivo dado por la peli rosa.

    Mel, afirmaría moviendo la cabeza, Pablo solo solitaria un suspiro — está bien... Moon puede acompañarme— sabiendo que no llegaría a nada discutir o negarse, ascendió a la petición.

    Por la mente de la peli rosa sonaría música de victoria y disimuladamente se le dibujaría una sonrisa en su rostro, de que, tenía todo planeado y estaba dando resultados.

    Pasando un tiempo, tanto Moon como Pablo estarían caminando por el camino que conecta a la ciudad, sin mirarse, sin hablarse, ambos únicamente seguirían su camino. Disimuladamente, la albina miraría de reojo al mayordomo, sin que este se diera cuenta, no había motivo por el cual la albina quisiese verlo, pero por alguna extraña razón quería hacerlo.

    Unos minutos pasaron, para que tanto Pablo como Moon llegarán a la ciudad, Moon estaría observando todas las tiendas a su alrededor y Pablo únicamente seguiría caminando con la mirada en frente.

        —¿Qué grande es esta ciudad, no cree, señor Pablo? — le preguntaría la albina volteándolo a ver.

        —Sí... es muy grande— contestaría Pablo sin mirarle de una manera cortante.

    La albina al ver esta contestación haría un puchero, y se pondría al frente de Pablo, y este se detendría para decirle —¿Qué quieres?

        —oye, sé que no confías en mí por lo que soy, pero no hay de qué preocuparse, no soy salvaje ni mala, ni tengo intenciones de nada, solo quiero llevar la fiesta en paz, ¿Qué dice? — le diría la albina con una sonrisa.

        —Está bien— expresaría Pablo seriamente.

        —además, que también soy en parte humana, no soy 100% demo... — estaba por hablar Moon.

        —Llegamos a la tienda de lo que pidió Mel— diría Pablo interrumpiendo a Moon —vamos Moon— diría Pablo para entrar a la tienda.

        —No te preocupes, yo esperare a fuera, iré a ver las demás tiendas— le diría la albina, para ir caminando a la izquierda a ver unas tiendas.

        —Está bien, pero no te vayas muy lejos, ok— contestaría Pablo mientras veía a Moon alejarse, para posteriormente entrar a la tienda.

    Pasando un par de minutos, Pablo saldría de la tienda con un par de bolsas en ambas manos —bien Moon vamo... — Pablo al no ver a Moon voltearía a todos lados para ver si la encontraba, Pablo se preocuparía mucho al no verla, preguntaría a cada persona si la vieron pasar o algo, así fue durante un rato, hasta que en un callejón vería a varios chicos vestidos de negro rodeando a algo o alguien, en ese momento Pablo se les acercaría para preguntarles.

    Para llevarse la sorpresa de ver a Moon ahí siendo rodeada por aquellos chicos, ella solo estaba asustada y llorando del miedo.

        —por favor déjenme ir— les diría la albina con miedo y lágrimas en sus ojos.

        —Apenas si nos vamos a divertir, lindura— le diría uno de los jóvenes para acariciarle el rostro a Moon con malas intenciones.

        —caballeros, esa chica viene conmigo, así que si me disculpan— Pablo se metería entre todos los sujetos, pero unos cuantos le detienen el paso.

        —a ver, a ver, altito, nosotros la vimos primero, consíguete la tuya— le amenazaría uno con un cuchillo que le apuntaba al pecho.

    Sin embargo, Pablo tomaría la muñeca del sujeto tan rápido que nadie se lo vio venir —no sé si mi español no es entendible, pero lo repetiré otra vez, ella bien conmigo— esa última frase tendría un tono de amenaza y los ojos de Pablo brillarían de color azul.

    El miedo que infundía Pablo a los demás era notoria, pero sin dejar la situación solo en palabras, ejercería más y más fuerza al apretar la muñeca del sujeto, quien termino soltando el cuchillo, ya que no sentía la mano.

        —¡¿qué?! ¡¿quién eres tú?!— diría el chico viendo a Pablo, mientras este apretaría más la muñeca del chico.

        —¡oye... mi mano... duele! — diría el chico desesperado del dolor, pero eso no convenció a Pablo que seguiría apretando, hasta el punto de rompérselo por completo la muñeca, el chico solamente gritara del dolor en el suelo, ya que sus piernas no respondían del miedo, mientras los demás trataban de huir.

    Pablo pudo tomar a otro de su sudadera para estrellarle la cara contra la pared, matándolo en el momento, después de esa escena Pablo volvería con el otro que le había roto la muñeca.

        —Por favor— le suplicaría el chico con lágrimas a Pablo, para que le perdonare la vida.

        —Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen... pero yo no soy como mi padre— Pablo mostraría una sonrisa psicópata, mientras sus ojos brillaban más intensamente de color azules.

    Aprovechando que el sujeto estaba de rodillas sosteniendo su muñeca rota, Pablo le patearía el rostro tumbándole unos dientes y haciendo que el sujeto escupiera sangre, sin embargo, el ángel seguiría pateándole una y otra vez sin piedad, ya cuando el sujeto cayó malherido y noqueado en el suelo de ese callejón, el ángel le aplastaría la cabeza de una pisada al chico, pisándolo una y otra vez, manchando su zapato y una parte de su pantalón de sangre, aun sabiendo que ya estaba muerto, pero siguió hasta que su rabia se calmaría y sus ojos regresaran a la normalidad.

    Después de esa grotesca escena, Pablo se voltearía a ver a Moon y está al verle, simplemente se le aventaría a Pablo para abrazar le y llorar.

        —está bien, ya pasó, ya pasó, no tengas miedo— Pablo le daba palabras de aliento a Moon mientras acariciaría su cabello blanco para tranquilizarla.

    Fue ese momento donde Pablo tuvo un recuerdo repentino de su pasado, donde conoció por primera vez a su padre, donde del cuerpo tan brillante de su padre salió una voz que mostraba respeto y toda la grandeza que este tiene, que igual como le dijo a la albina, su padre le dijo la misma frase a el "no tengas miedo".

        —Gracias, gracias, gracias— le diría la albina aun llorando, pero más tranquila después de ser salvada de esa escena horrible.

        —Volvamos a casa Moon— diría Pablo volviendo en sí de su recuerdo.

    Mientras que la albina diría que si moviendo la cabeza, ambos al salir de ese callejón lo harían juntos sin decir nada, mientras Moon le tomaba la mano al ángel, ya que le trasmitía seguridad, a pesar de ser de especies rivales, Moon confiaba plenamente en Pablo.

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