

Ella lo cambió todo

 

Capítulo 5. Una pelea

Antes de que el hombre terminara, Joseph se dio la vuelta y le lanzó un puñetazo.

La gente gritó de pánico y se retiró. Alguien murmuró: "¿Por qué este hombre lo golpeó de repente?"

Un joven vestido con ropa hip-hop y maquillaje pasó corriendo. Preguntó nerviosamente: "¿Qué? ¿Qué pasó?"

"¡Zachary, vigila a tus miembros!"

Joseph dijo con frialdad: "Esta es mi mujer. No la vuelvas a mirar. De lo contrario no me culpes por quitarte los ojos"

Después de decir eso, se inclinó para recoger a Isabella. Luego salió de la habitación.

"Espera. ¿Es Joseph Wilson?"

"¿Joseph Wilson, el sucesor de Wilson Group y el jefe del Global Group? De ninguna manera ... Él no vendría a este lugar".

"Definitivamente es él. Lo vi en Fortune News hace unos días. ¡Este hombre debe ser Joseph Wilson!"

Causó discusión en la multitud.

Zachary miró al hombre en el suelo. Su rostro estaba sangrando. Zachary se sorprendió y gritó: "¡Jayden! Mira lo que ha hecho Joseph ... Se acabó. ¿Cómo debo lidiar con esto?"

"Bueno. Joseph parece estar hablando en serio."

Jayden salió de la multitud. Entrecerró sus atractivos ojos y sonrió exageradamente, "No te preocupes. Se acaba de ir con una mujer de nuestro club. Es nuestro honor, ¿no?"

...

Fueron a una habitación privada presidencial en el último piso del Empire Entertainment Center.

Isabella fue arrojada groseramente a la cama.

"He hecho lo que dijiste."

Joseph se quitó el abrigo, "Entonces, no pongas una cara larga. Incluso si no te gusta, tienes que fingirlo para complacerme".

Isabella se acurrucó y observó los alrededores.

Se había calmado por completo en el camino. Ahora empezó a pensar en cómo salir del problema.

Este hombre era el heredero del poderoso Wilson Group.

No es de extrañar que le pareciera familiar.

Sin embargo, Joseph Wilson había sido conocido como el "sucesor firme y sensato del consorcio". Rara vez tuvo escándalos. ¿Cómo pudo ser tan grosero?

¿Era un farsante?

Isabella todavía se estaba preguntando. Joseph inmediatamente vio a través de ella.

Se inclinó y le pellizcó la barbilla. Dijo con frialdad: "No pienses en huir esta vez. Déjame decirte, sin mi permiso, ¡nadie te dejaría ir!"

"No huiré ..."

Isabella dijo suavemente y parpadeó inocentemente. Ella lo miró con los ojos llorosos, "Señor, me quedaré aquí con usted".

Joseph se rió.

Lentamente apretó su garganta con fuerza, "Sé que eres astuta. ¡Será mejor que hagas lo que te digo! De lo contrario, ¡te enviaré de regreso a esa habitación!"

Sus ojos estaban negros y helados. Sintió que se acercaba el peligro cuando se acercó a ella.

Isabella ya había visto la crueldad y la desvergüenza de este hombre dos veces. Sabía que hablaba en serio.

Por lo tanto, asintió obedientemente.

Al ver que Isabella había aceptado el hecho, Joseph se sintió un poco mejor. Él la sostuvo por los hombros y dijo en voz baja: "Entonces demuéstramelo".

Isabella cayó en sus brazos.

Tenía una fuerte fragancia de colonia masculina, que estaba mezclada con un toque de tabaco. Podía ver su piel bronceada debajo de la camisa. Se veía sano y bien musculoso.

Este hombre podría haber estado haciendo ejercicio para mantenerse en forma.

Isabella se rió entre dientes y se estiró para desabrocharle la camisa. Había una sonrisa brillante en su rostro, pero su corazón estaba lleno de amargura.

'No tengo escapatoria'

Este hombre es demasiado musculoso. ¿Qué tengo que hacer?'

Estaba sólido y tenso. ¿Podría escapar?

Jugar a la linda o lamentable no iba a funcionar. No se dejaría engañar por eso.

Y ella no podía vencerlo en fuerza.

'¿Saldré de aquí? ¿Voy a morir aquí hoy?

Isabella no podía soportar pensar en eso. '¡No! ¡No debería rendirme! ¡Debe haber alguna forma de salir! Puedo hacerlo.'

"Oye. ¿En qué estás pensando?"

"En nada."

"¡No pierdas el tiempo!"

Joseph la había estado mirando. Él tomó su mano con impaciencia y la puso en su cinturón, "¡Apúrate!"

"¡Ay!"

Mientras Joseph tiraba de ella, Isabella perdió el equilibrio y se arrodilló en el suelo. Su cabeza golpeó a Joseph en la parte inferior del abdomen.

Joseph sintió dolor y gritó enojado: "¿Qué te pasa? ¿Qué estás haciendo?"

Ella estaba asustada por ese rugido y se sintió desesperada. Ya no pudo contener el miedo en su corazón y finalmente hizo un movimiento.

Ella se puso de pie y corrió.

"¿Qué estás haciendo?"

Él gritó: "¿Estás incumpliendo tu palabra? ¡Cómo te atreves!".

"¿De qué estás hablando? ¡Tú me amenazaste primero!"

Isabella le arrojó sus tacones altos a Joseph, gritando y corriendo hacia la puerta.

Desafortunadamente, no pudo abrir la puerta. No se abriría por mucho que lo intentara.

Corrió hacia la ventana.

¡Era demasiado alto! ¡Definitivamente moriría si saltara desde aquí!

Antes de tomar su decisión, el hombre furioso la apartó y la arrojó sobre la cama.

Joseph se sonrojó de furia. Isabella se levantó de la cama y corrió al baño presa del pánico. Rápidamente cerró la puerta y lo amenazó, "¡Escucha! ¡Si te acercas, te mataré!"

Joseph no dijo nada.

Se paró en la puerta, agarrándose a la pared con un brazo. Temblaba levemente a causa de la ira.

Había habido innumerables mujeres a su alrededor. Ellos harían cualquier cosa para complacerlo. ¡Nadie se atreve a resistirse a él así!

Se distanció de obligar a las mujeres, pero Isabella lo había provocado dos veces, y ahora estaba jugando a ser difícil de conseguir ...

Estaba extremadamente molesto y no podía esperar para castigarla.

Joseph podía sentir el creciente deseo en su cuerpo. Estaba inquieto y perdía el control. Dijo ferozmente al baño palabra por palabra: "Te daré cinco segundos. Abre la puerta. O te arrepentirás. ¡Cinco!"

El baño no tenía ventana. Isabella miró a su alrededor y se rascó el cabello con ansiedad.

"¡Cuatro!"

Isabella abrió el cajón del gabinete para encontrar algo en defensa propia.

"¡Tres!"

Isabella acercó un estante a la puerta. Pero fue demasiado ligero.

"¿Estás bloqueando la puerta?"

Cuando Joseph escuchó el sonido, abrió la puerta de una patada. Isabella cayó al suelo. Inmediatamente recogió los artículos que preparó y se los arrojó.

Eran un secador de pelo, una maquinilla de afeitar, un frasco de crema de baño, un peine, un cepillo de dientes, una toalla ...

El último fue un desatascador de inodoro. Y golpeó directamente en la frente de Joseph.

El hombre estaba cabreado.

Renunció a la atmósfera, ni quiso mantener la dignidad de un caballero. Agarró directamente la muñeca de Isabella y la sacó del baño, pateando las botellas y los frascos. La arrojó directamente sobre la alfombra de la sala dispuesto a terminar con todo ese circo.