Capitulo 5

Capitulo 5

-¿halo? ¿fede? ¿Aun estas en el evento?- llamaba a su querido amigo quien le suspiro al escucharla.

-si… aunque está a punto de terminar, no te preocupes, entiendo tu situación, te entiendo,  adiós-se corto la llamad y Claudia dejo de caminar estando a mitad de camino para tomar el bus.

Hoy había sido la ceremonia en cuanto al esfuerzo que había hecho Federico al jugar con el equipo nacional y se retiraba debido a que si no lo hacía sufriría de varias lesiones futuras así que todos sus conocidos en el basquetbol estaban invitados incluido ella, que a pesar que dijo que no deseaba ir, estaba ansiosa para ver el rostro de su amigo agobiado de alegría tras ser reconocido por el deporte que ama.

Sin pensarlo fue hasta un negocio y compro una cajetilla de cigarrillos para fumar mientras iba al parque más cercano y se columpiaba en los vacios juegos infantiles con el paisaje que se oscurecía con rapidez por la noche que se acercaba.

“maldición” pensaba mientras apretaba su mandíbula enfadada consigo misma tras saber que podría estar junto a su amigo si no fuera porque corto todo el lazo que tenia con el deporte que le cambio la vida.

-ambos fuimos jugadores nacionales-susurro mirando al suelo exhalando el humo tan nocivo para su organismo.

“detesto esta situación… detesto saber que no puedo olvidar lo que amo”

Cansada de suspirar camina a la casa de sus padres y se da cuenta que debía lavar de inmediato la ropa que tria consigo, al entrar anuncio su llegada y se fue a dormir  donde recordaba la primera vez que la elogiaron por ser una prodigio en el basquetbol.

-¿cómo es que lo haces? ¡Eres genial!-chillaba un pequeño colorín a la castaña de cabello corto que acababa de encestar después de haber practicado todo el día en algo que vio la noche anterior en la televisión.

-juega conmigo-propuso pensando en lo divertido que sería si jugaran junto, ya que ambos sentían una horrible sensación si no estaban juntos en alguna actividad.

…

-acabo de enviar los datos-elevo la voz desde la puerta de la oficina de su jefe que estaba conversando con otro de los trabajadores.

-okey-le respondía mostrando su pulgar sin dejar de conversar que por lo visto era algo importante

-¿iras a comprar?-le preguntaba otra integrante más de la oficina de contadores tan renombrada últimamente.

-así es, ¿quieres que te traiga un café?-pregunto acercándose a la mujer mucho mas  mayor que ella, siendo muy sobreprotectora si alguien estaba desanimado.

-si un capuchino y una barra de chocolate para ti- decía su petición entregándole el dinero.

-oh gracias.

-mejórate… ¿Si..?-le habla con amabilidad  y Claudia le sonrió mostrando que le agradecía bastante.

Fue hasta el primer piso y luego salió del edificio mostrando su increíble cabello que todos elogiaban y se sentía orgullosa ya que lo cuidaba bastante, pero aun así su cabello significaba todo el tiempo desde que había dejado el basquetbol.

-Claudia ¡bienvenida!-le saludaba un hombre mayor que ella por unos años, corpulento y con un rostro bastante atractivo siendo el dueño de la cafetería que visitaba constantemente.

-lo mismo de siempre y un capuchino-decía ella mientras le guiño un ojos inconscientemente y luego se arrepintió puesto que tenía un efecto en los hombres.

-por supuesto mi lady-preparo los café con bastante rapidez que hacia cautivar la vista de la castaña pero intentaba disimularlo con un sereno rostro.

El resto de su día había sido de seguir con su rutina de trabajo, que al terminar se fue a su departamento donde pasaría el resto de la tarde sacando las cuentas de sus gastos y organizando su agenda para sorprenderse que no tuviera nada para toda la semana siguiente.

-henry vamos al supermercado- le decía al menor que bajaba la escalera de la casa un poco apresurado.

-tengo que entrenar con el equipo-se excusaba a punto de salir de la casa.

-¿el equipo es más importante que tu hermana? -Cuestiono siguiéndolo hasta la entrada.

-hnm… si lo es- concluyo pensando en voz alta cerrando la puerta de un golpe.

“y antes me rogaba para que lo llevara” analizo y con lentitud fue a buscar su cartera para ir a comprar los ingredientes de la comida de mañana que su madre le había pedido.

Camino todo el trayecto hasta el supermercado más cerca que en realidad le tomo más de media hora en llegar ya que camino lentamente, entro y pensó en que su madre deseaba hacer un nuevo platillo que habían visto en internet, saco un carrito y rondo por el lugar leyendo las etiquetas de los productos extraños y sin darse cuenta choca con una señora.

-lo siento tanto-se disculpo apresuraba.

-no te preocupes también estaba distraída- sonrió la mujer de cabello azulado que le recordaba al chico que le golpeo la primera vez que le vio.

Después de ese inesperado suceso comenzaron a charlar de los elevados precios que últimamente las cadenas de mercado habían estado haciendo y especialmente a la alimentación primaria, ambas buscaban lo más barato y una hora después de tanto buscar terminaron su compra con el gasto que tenían estimado.

-eres bastante buena con esto de los precios-le decía mirando su boleta saliendo del gran supermercado.

-si… bueno es mi pasa tiempo de algún modo, vivo sola así que estoy acostumbrada-explicaba.

-oh, mi hijo esta esperándome, fue un gusto conocerte Claudia -se despedía y vio como se acercaba al moreno que siente que le sale hasta en la sopa.

-igualmente, espero volverla a ver-movía su mano despidiéndose y Alexis le miraba fijamente que llego a intimidar a Claudia.

“debo alejarme de él” concluyo al no poder quitarse de su mente la fija mirada en ella que de repente sentía que aun la sentía.

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