Capítulo 5

Votar para más 💞

Disfruten él capítulo es un poco más largo 🙃

Mi garganta se seca por completo cuando sus ojos me miran con una profundidad diferente y extraña.

- Hola Tayler – le saludo sintiendo su tacto de sus dedos sobre mi mano todavía.

- Que bueno volverte a ver – sus ojos me escanean lo podría sentir hasta a kilómetros.

- Igualmente – le digo un poco tímida.

- Bueno pasemos al salón la cena esta casí lista – habla Bianca rompiendo el contacto entre Tayler y yo.

Los brazos de Justin me envuelven dejando un rápido beso en mis labios, frunzo mi ceño porque no sabía a que venía ese gesto justamente ahora.

Todos nos vamos al gran salón en que el decorativo como los cubiertos, platos, mesas y sillas habían cambiado no eran las mismas de la última vez que ví cuando estuve.

Justin aparta una silla entonces camino para sentarme a su lado pero antes de que pueda aparta la silla Tayler se me adelanta.

Me aparta el mismo la silla haciendo un movimiento con su mano para que me sentará mientras me mostraba una sonrisa sin dientes.

Justin estaba sentado ya mientras tenía unas palabras con su padre.

- Gracias Tayler – le digo sonriéndole.

- De nada Alana – comienza a caminar hasta sentarse en el otro lado.

Quedando frente a mi y a Justin.

Tenía que admitir que Tayler era todo un caballero comparado con su hermano Justin.

Dos mujeres con carritos entran al salón vestidas con sus uniformes.

Se acercan a nuestros platos sirviendo el primer plato para después llenar nuestras copas.

Sonrió cuando veo como me sirve viendo que se trata de Amaretto.

Esta echo con almendras originado de Saronno, era una de las ciudades más hermosas de Italia.

- ¿Cómo va la empresa allí? – el padre de Justin es el primero en hablar.

Cojo mi copa bebiendo un poco sintiendo el buen sabor.

Demasiado atractivo al paladar, me encanta.

Echaba de menos esta bebida.

- Bien padre las cosas cada vez van mejor – contesta Justin con su típica voz que pone cuando hace un trato con una empresa importante.

- Tayler abrirá un nuevo negocio aquí en Italia – habla Bianca.

- ¿Qué negocio? – pregunta interesado Justin.

- Bueno quiero abrir una galería de arte, desde que no estas en Italia empezó a gustarme muchísimo – miro rápido a Tayler cuando lo escucho.

Siento la mirada de Justin sobre mí, tal vez recordando el mismo cuadro que había echo antes de venir a Italia.

- ¿Estas seguro que quieres abrir una galería? Desde siempre se te dio bien la administración hermano – intenta hacerle cambiar de opinión.

Otras de las cosas de Justin, el no opinaba para aconsejarte o alegrarse por noticias así, si no que lo hacía al revés como ahora intentando hacer cambiar a las personas de opinión.

Una persona que no este segura del todo de montarlo ya se abría echado para atrás al escuchar a Justin.

- Justin tu hermano cambio mucho desde la última vez, trabaja duro en la empresa familiar como tu pero puede trabajar de otra cosa si le gusta – le anima Bianca.

- Sería mucho más trabajo le necesito concentrado en la empresa para que todo no se valla a la mierda – abro los ojos de sobre manera.

- Justin… - digo un poco en bajo.

- Hermano nunca me distraje en la empresa familiar, lo haré con o sin tu aportación – las cosas empezaban a ponerse un poco tensas.

Justin deja el tenedor a un lado para mirar a su hermano fijamente.

- Esta bien no es la primera vez que harás algo sin mi aprobación, si todo te sale mal luego no me vengas… - siento que la tensión se podría cortar con un cuchillo.

- Nunca te pedí tu ayuda en nada menos la necesitaré ahora – comienzo a toser llamando la atención de todos al sentir sus miradas la comida se me había ido por mal lado.

- ¿Alana estas bien? – me pregunta Bianca.

Yo solo puedo levantar mi mano quitándole importancia.

Consigo recuperarme.

- Si me disculpan – me levanto de mi asiento caminando afuera del comedor para ir al baño.

No dicen nada cosa que agradezco pero escucho cuando salgo como Enzo comienza a regañar a Justin por su forma de hablar.

Camino en la dirección al baño pero me encuentro con que le están arreglando.

Decido por ir a la cocina ya que se donde está no sería la primera vez que entró.

- ¿Señorita desea algo? – me pregunta una de las sirvientas al verme entrar a la cocina.

- No, gracias – ella solo asiente para después salir dejándome sola.

Abro el armario cogiendo un vaso para llenarle de agua del grifo.

Me apoyo en la encimera bebiendo del vaso sintiéndome mejor.

Necesitaba salir de esa tensión que había entre hermanos, aunque empezó Justin.

No me gustaba estar en situaciones así porque me sentía que estaba en medio de todo.

Pego un pequeño salto cuando siento una respiración detrás de mí.

- Perdón no pretendía asustarte – siento como mi piel se eriza cuando lo escucho.

Me doy media vuelta encontrándome con su mirada.

- Esta bien – le quito importancia.

- ¿Estas mejor? – me pregunta.

- Si solo se me fue por mal lado – término por beberme el agua que me quedaba en el vaso.

- Perdón por lo que pasó hace poco en el comedor ya sabes como puede ser mi hermano a veces, acabáis de llegar y lo que menos quiero es que te sientas incómoda – asiento con mi cabeza.

- Si, se como puede ser tu hermano a veces, unas veces es demasiado protector con todo – sonríe.

Mis ojos van a sus labios porque tiene una sonrisa preciosa, se parecía mucho a la Justin pero tenía un toque que la hacia diferente.

Su mano se dirige a la comisura de mis labios, le miro extrañada.

- Tienes una gota – mis ojos van a su dedo gordo cuando se aparta de mi mejilla.

- Gracias – el niega.

- No es nada y dime Alana, ¿Qué es lo que estuviste haciendo todo este tiempo? – me pregunta interesado.

Abro la boca para contestarle pero soy interrumpida por Justin cuando entra a la cocina.

- ¿Qué haces aquí? Te estaba buscando – me pregunta para después mirar a su hermano extraño.

- Solo vine a beber un poco de agua – le contestó dirigiéndome a él.

Salimos de la cocina volviendo al comedor.

Donde comemos hablando de otros temas sin tener de nuevo esa gran tensión en el ambiente.

Bianca me pregunto por lo que hacía, Justin en muchos momentos se adelantaba contestando por mí, pero luego contestaba yo siendo sincera.

Mis gustos con los años cambiaron muchísimo por eso Bianca la parecía raro en algunas cosas.

Después de la cena Bianca y yo nos quedamos solas hablando mientras bebía otra copa más de Saronno.

Me estaba riendo mucho con las anécdotas que me contaba Bianca de Justin y Tyler cuando eran pequeños.

- ¿De que se ríen? – miramos en la dirección donde se escucha la voz donde se encuentra Tayler apoyado en la puerta con una copa en una de sus manos.

- Estaba contando a Alana el día en que tiraste a tu hermano por una cuesta mientras iba en bicicleta – Tayler suelta una carcajada como si estuviera recordando ese día.

- Mamá eso paso hace mucho tiempo pasa página – dice Tayler en broma.

- Siempre tuve unos hijos muy traviesos, ahora uno es más serio y el otro dejó de ser un poco travieso – mira a Tayler con una gran sonrisa.

- Yo soy el hijo medio travieso por la forma en la que me miras – los tres nos reímos.

Necesitaba momentos así mi autoestima había subido desde que llegue a Italia.

- Bueno os tengo que dejar tengo algunas cosas que terminar todavía – se levanta Bianca del pequeño sofá en el que estaba sentada.

Yo también estaba sentada, Bianca se despidió de su hijo dándole un beso en su mejilla.

Tayler se sentó en el sofá que estaba Bianca quedándose frente a mí.

- ¿Cómo te va con mi hermano? – su pregunta me saca de mi pequeña emoción que tenía al estar aquí.

Parece que el nota como cambia mi cara porque su cara cambia a una más sería.

- Bien supongo – le digo, no me salía mentir a la gente sinceramente.

- ¿Solo bien? Lleváis unos cuantos años casados, en la boda se te veía muy feliz – supongo que eso cambio con el tiempo.

- Si lo estaba y sigo estándolo – le digo mirando en otra dirección porque no me gustaba mentir.

- ¿Estabas? – su rostro era confusión.

- Todo está muy bien con tu hermano, somos felices – sonrió, pero claro era una sonrisa fingida.

- ¿Al final encontraste a lo que te querías dedicar? – asiento.

- Bueno si, dibujo cuadros pero solo es un pasatiempos nada más – el toma de su copa para después contestarme.

- ¿Pasatiempos? Algún día podrías enseñarme tus cuadros – medio sonrió.

- Eso está echo, pero a tu hermano no le gusta la idea de que me dedique a eso, me consideró más como ama de casa ya que me dedicó a la casa y mi marido – el me analiza o eso siento yo.

- Alana si te gusta pintar aprovéchalo, no entiendo porque mi hermano no le gusta la idea, eres su mujer tiene que respetar todas tus decisiones – asiento porque tenía razón.

- Si pero ya sabes como es tu hermano de cabezón, me dice que no tengo porque trabajar ya que el me da todo lo que necesito – recuerdo las palabras de Justin.

- Eso no tiene que ser así Alana, ¿mi hermano hace algo más que estar trabajando en la empresa? – me pregunta interesado.

- Bueno cuando sale de la empresa viene a la casa y ya – le digo haciendo una mueca.

- ¿No salís juntos a ningún lado? – ojalá pero eso también cambio.

- No, yo me la paso en la casa hasta que Justin viene, vemos la tele pero no salimos – me mira como si no diese crédito con lo que le estoy contando, no le juzgó porque yo seguro que estaría igual.

- ¿Quieres ir a dar un paseo? – abro los ojos más de lo normal porque su pregunta me sorprendió.

¿Un paseo?

No estaría nada mal salir un poco…

Cuando vuelva a mi vida de siempre será lo mismo de siempre.

- Claro – rápido Tayler se levanta al igual que yo. – Espera me cogeré una chaqueta y le diré a Justin que saldremos – Tayler asiente.

Subo las escaleras encontrándome con una limpiadora.

La pregunto por nuestra habitación.

Cuando me voy acercando escucho a Justin, me lo encuentro hablando por el móvil.

Abro la maleta cogiendo una chaqueta vaquera.

- Justin saldré a dar un paseo con Tayler – le digo acercándome un poco a él para que me escuchará.

El solo mueve su mano asintiendo con su cabeza.

Ruedo los ojos es como si hablará con una pared.

Me miro en el espejo peinándome un poco, cuando vuelvo a bajar me encuentro con Tayler esperándome.

- ¿Listo? – me pregunta.

- Si – sonrió .

Él se adelanta abriendo la puerta para después hacerse a un lado y que pasará yo.

- ¿Te acuerdas del pequeño bar que hay por aquí cerca? – me pregunta cuando comenzamos a caminar alejándonos poco a poco de la mansión.

- Si, como para olvidarme de él me lo pase muy bien aquel día – recuerdo al instante cuando fuimos Justin y yo con sus padres y su hermano, bailemos hasta que nos dolieron los pies.

- Entonces te llevaré a ese sitio

Con eso fuimos caminando porque no estaba muy lejos así daríamos un paseo mientras hablábamos de un poco de todo.

Nunca me había imaginado lo que echaba de menos hablar con una persona de todos los temas que quisiera.

Tayler era muy educado, pero también te escuchaba y daba su opinión.

Era muy atento con todo hasta conmigo.

Unos minutos más tarde llegamos al bar donde el mismo hombre que le llevaba estaba detrás de la barra atendiendo a la gente.

- Massimo – Tayler le saluda animado.

- Pero bueno mira quien entra a mi bar – sus ojos están en mi mientras rodea la barra acercándose a mí.

- Hola Massimo cuanto tiempo sin verte – nos damos un abrazo fuerte.

Era un hombre agradable se volvió un buen amigo cuando estuve aquí.

- ¿Cuándo viniste? – me pregunta cuando se separa.

- Hace poco solo llevó unas horas aquí – le digo sentándome en una silla que había cerca de la barra.

- ¿Lo mismo de siempre? – pregunta a Tayler.

- Si lo mismo de siempre – se sienta también Tayler a mi lado.

- Me alegra verte de nuevo Alana, ¿Cuánto tiempo estarás aquí? Supongo que abras venido con Justin – asiento cogiendo mi bebida cuando la deja en la barra.

- Solo unos días, vinimos por un evento en la empresa – el asiente mirándome.

- Me alegro, disfrutar voy a seguir atendiendo – con eso se aleja acercándose a la nueva pareja que había entrado.

- Bueno cuéntame de ti… - habla Tayler.

[…]

Él tiempo pasaba no me di cuenta ni si quiera cuando había pasado, me lo estaba pasando genial con Tayler no podía parar de reír.

Sentía como me había afectado las copas ya que llevaba un buen tiempo sin probar nada de alcohol tan seguido.

Poso mi mano en uno de sus brazos trabajados de Tayler, riéndome fuerte.

- Detente o me dará algo – él se acerca más a mí riendo también.

Estábamos recordando el día de la boda cuando un amigo de Justin y Tayler se paso de copas y comenzó a contar chistes malos con el micrófono que tenía el cantante con su banda aquel día.

Todos terminamos llorando de la risa.

Nos miramos aún riendo, apartó las lágrimas de mis ojos por culpa de la risa, agradezco no tener nada de maquillaje si no ya estaría con el maquillaje por toda mi cara corrido.

- ¿Quieres bailar conmigo? – le miro por unos segundos mientras que la música suena de fondo.

Me tiende su mano la cual también miro por unos segundo y acabó aceptando.

Nos movemos hasta la pista donde había dos parejas más bailando.

A veces ponían canciones más lentas y otras más moviditas, en este caso era una un poco lenta.

Me pego más a Tayler cuando el pasa una de sus manos por mi cintura y la otra en una de mis mano, con la que tengo libre la colocó en su hombro.

- Me encanta esta canción – le digo sincera.

Finding Hope – Love, estaba sonando haciendo que bailásemos lentos y pegados.

- Es preciosa – me contesta él mirándome con esa profundidad en su mirada.

Nos quedamos mirándonos mientras escuchábamos la canción.

Su agarre en mi cintura se hizo más suave y en menos de dos segundos estaba más pegada a él.

Tan cerca de él que podía sentir su respiración en mis labios haciendo que sintiera sensaciones nuevas en mí.

- Tayler – dije con voz baja que casi no se me escucha al sentirle tan de cerca.

- No digas nada – mis ojos van a sus labios.

Entonces esa tentación de querer probarlos aparece en mí.

No puedo, se trata del hermano de mi marido.

Pero es que me apetece tanto, quiero saber que se siente…

Su mano se desliza a mi mejilla acariciándola, una corriente traspasa por todo mi cuerpo, parece que Tayler siente lo mismo cuando sus ojos cambian parecen más brillosos.

- Se que lo que estoy pensando ahora mismo esta mal – le miro como si estuviera hasta aturdida.

- ¿Qué piensas? – le preguntó queriendo saber.

- En que se sentiría poder probar el sabor de tus labios, te seré sincero Alana desde el primer momento en que te ví siempre quise saber lo que se sentiría poder besarte…

¿Que pasará?

Alana

Justin

Tayler

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***