Me despierto, aún no es de día, incluso me despierto antes que el gallo cantará... Y rápidamente busco a Aiden en su cama, al lado de la mía.
Lo veo ahí, dormido, no sé cuando llego... Está con sus ropas desordenadas y no está tapado... Debe tener frío. Me levanto a taparlo para que descanse un poco más... Cuando me acerco a el, el olor a perfume fuerte y a licor invade mis sensaciones. Le veo marcas en su torso... Parecen razguños. Trato de acomodarle su camisa desprendida y al tocarlo, el agarra fuerte mis manos.
- Ai... Aiden soy yo, me estás lastimando...
- ¿Iso? Pregunta desorientado.
- Solo quería taparte. Le digo.
- Mierda, perdón, me asusté. Me dice mientras me suelta. - ¿Te lastime Iso? Pregunta afligido.
- No, no para nada. Descansa Aiden. Le digo mientras lo tapo con la frazada.
- Despiertame en un rato, me quiero lavar. ¿Puedes?
- Te prepararé agua tibia para que te laves hermano... Descansa un ratito más. Le digo suavemente.
- Gracias Iso...
¿Porqué te sacrificas así Aiden? ¿A qué clase de porquerías es sometido?
Entra mí madre, mira a Aiden y dice en voz baja:
- La señora te quiere en su recámara ahora. Comportate y gánate su favor. Me ordena.
- Si mamá, enseguida voy.
- ¡Ya! Y deja dormir un poco a tu hermano, lo cubriremos si alguien pregunta por el.
- De acuerdo...
Me visto rápidamente, lavo mí rostro y enjuagó mí boca. La ama no permite que sus sirvientas estén desprolijas. Me dirijo hacía su habitación y tocó la puerta.
- Buenos días mí señora. Saludo.
- Prepara mí tina. Y rápido. Me ordena.
- Si ama.
Comienzo a prepararle su baño, me pregunto porque no está Roselda aquí.
- ¿Ya está? Tengo prisa niña. Me dice enojada.
- Está todo listo señora.
Se sumerge en el agua, no quiero mirarla, no a la mujer que es capaz de tomar a mí hermano.
- Lavame... Y bien. Me vuelve a ordenar.
- Si ama. Le respondo y le lavo su piel.
- ¿Tu... hermano? Pregunta con un tono sutil de vergüenza o cinismo.
- El ya está haciendo sus tareas. Le miento...
- Muy bien. Responde con una sonrisa perversa. - Por estos días será mí sirvienta personal, hasta que Roselda se recuperé.
- Si ama. Le contestó pensando qué diablos sucedió con Roselda.
Todo el día tengo que estar al lado de la ama, es sofocante, siento morir con sus miradas afiladas. Remarca cada error que tengo, es fría y dura.
- Por Dios niña, no pareciera hija de tu madre, eres un desastre. Tengo mucho trabajo por delante contigo... Además... (me mira de arriba hacia abajo) ese uniforme está viejo. Ahora eres mí sirvienta, mandaré a buscar un vestido apropiado. Me dice enojada.
- Si ama. Respondo bajando mí cabeza. Es lo único que sé hacer a la perfección.
Una mujer de la lavandería llega apresurada, y me da mí nuevo uniforme. Jamás había usado un vestido así. La ama le ordena que me ayude a vestir. Es la primera vez que usaré un corset... Los veo todo el tiempo en las mujeres del burdel y en Roselda. Las sirvientas comunes solo usamos una túnica simple con un delantal, pero ahora debo verme sofisticada para acompañar a la ama.
Luciendo el nuevo uniforme, la señora se acerca y me observa:
- Ahora si pareces una mujer...
- Gracias ama. Le respondo con una leve sonrisa.
El corset me está quitando la respiración, pero ciertamente remarca mí figura... Más que el corset, lo que me está quitando la respiración es saber que estaré al completo servicio de la ama.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 146 Episodes
Comments
Evelyn Serna
tanto suspendo ! me encanta
2022-05-11
0
Claudia Olivera
realmente me está atrapando la novela. tan llena de misterios
2022-04-08
1