Capítulo 3.

..."Pétalo de rosa roja. Alguien me está mirando"...

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Primera parte

Cuando dieron las ocho de la noche, ya estaba vestida, alisé mi cabello y me maquillé con un color rosa claro, salí de mi habitación encontrándome con mi hermana, se veía muy bonita, su vestido era apegado al cuerpo largo hasta unos cinco dedos arriba de la rodilla, y con la manga corta, se veía bonita. Bajamos juntas, y nos pusimos a ayudar a la abuela que estaba en la cocina con el señor Edgar preparando la cena de filete de pollo con papas y con un postre de leche asada, mi favorito. Pusimos la mesa y esperamos hasta el timbre sonó.

-Yo voy -dijo mi abuela dirigiéndose a la puerta.

La vimos corriendo a la puerta, cuando la abrió una señora se asomó con una sonrisa, la misma que estaba hoy frente a la casa con Olivier y Asmodeo.

-Hola señora Giesler, que bueno que pudo venir -dijo mi abuela sonriéndole, tomando su mano en saludo – ustedes deben ser sus hijos, Asmodeo y Olivier -sonrió – pasen, pasen la cena ya está lista.

-Con permiso – dijeron los tres.

-Hola chicas, ustedes deben ser Alessia y Lía ¿no es verdad? – sonrió mirándonos.

-Así es señora, soy Alessia y ella es Lía -dijo tomando su mano.

-Hola, señora -le sonreí.

-Ellos son dos de mis hijos menores, Olivier y Asmodeo.

-Ya nos conocemos madre- dijo Olivier.

-Entonces, si ya terminamos las presentaciones, pasemos a la mesa -sonrió mi abuela.

Cuando empezamos a comer, estábamos en silencio, hasta que la señora Giesler y mi abuela con el señor Edgar se pusieron a hablar.

-¿Y ustedes tienen hermanos? -pregunta Alessia.

-Tenemos otro hermano -responde bastante serio Asmodeo.

-Es que siempre los veo con otros cuatro chicos, por eso pregunto -dijo tímida mi hermana.

-Si tranquila, no nos gusta hablar de ellos con otras personas -dijo con una media sonrisa Olivier - Lía ¿y tú? Entrarás a la universidad ¿no es así?

-Si, el lunes es mi primer día -respondí.

-Eso es bueno, quizás ahí puedas conocer a los demás -dijo Olivier.

-Cállate Olivier -dijo Asmodeo -Es mejor que nos vayamos, se nos está haciendo tarde -Señora Elena, estuvo muy rica la comida, pero con mi hermano debemos irnos -dijo parándose junto a Olivier.

-Oh cariño, claro, otro día comerán postre -sonrió ella. -cuídense.

-Usted igual -le sonríe – adiós, chicas.

Ambos chicos, salieron por la puerta, su madre aún estaba hablando con mi abuela y el señor Edgar, nosotras no, estábamos calladas e incomodas.

-¿Sia?, ¿vamos? -pregunte mirándola.

-Si, vamos. Abuela muchas gracias, nosotras nos retiramos, estuvo muy rico -le sonrió- señora Giesler, fue un placer conocerla.

-Igualmente querida.

-Adiós señora. -le dije.

Cuando ya estábamos en mi habitación, quité mi vestido y me puse mi pijama, Alessia estaba acostada en mi cama, mirando su celular pensativa.

-¿Sabes? -dijo mirándome- Sentí extraños a los chicos, no sé, no estaban igual que en la tarde -se encoje de hombros- en especial Asmodeo.

-¿Tú crees?

-Si, puede ser.

-Quizás se sentían incómodos con gente nueva, tu dijiste que en la universidad no se juntaban con mucha gente además de los otros cuatro chicos ¿o no?

-Así es, puede que haya sido eso. -dijo pensativa- igual es raro que no quisieran hablar de los demás.

-Ya te dije, quizás no se sentían cómodos, somos unas extrañas para ellos.

-Ya, si, mejor no hablo de eso -sonrió- Faltan solo tres días para entres a la universidad, ¿estás nerviosa?

-Un poco, pero te tendré a ti, la más preciosa hermana a que me salve de las garras de alguna chica que te odie u odies -dije tirándome encima de ella, riendo.

-Odio a muchas chicas, y muchas me odian, pero sí, siempre estaré para mi hermana pequeña.

-Gracias, ahora vete, quiero dormir, tengo sueño -me pare de la cama para que salga.

-Pero si recién son las 10:30pm.

-Sí, pero me desperté muy temprano, y tengo sueño, mucho sueño Sia.

-Ok, duerme, necesitas horas de dormir porque cuando entres a la universidad, no dormirás mucho -se paró de la cama y me abrazó -sueña con los angelitos.

-Claro -le sonreí a medias, sabiendo que los angelitos no serán los que se aparecerán en mis sueños- tu igual, descansa.

Cuando salió de mi habitación, me acosté en la cama y me puse a pensar, nuevamente en esos chicos. Me gustaría saber, si son ellos los de mis sueños, y si lo son, como es que se aparecen en ellos, y como es que brillan tan lindo, pero a la vez tan terrorífico. Cerré mis ojos intentando dormir, me movía a todos lados de la cama y no podía, en mi mente estaban nuevamente esos ojos verdes brillantes, pero esta vez no era un sueño, solo cerraba los ojos y estaban ahí, eran tan hipnotizantes, lindos y aterradores. Creo que pasaron unas dos o tres horas, cuando logré dormirme, en mis sueños, solo se veía negro, ni los ojos verdes y los otras cinco pares aparecieron, y así fue, no aparecieron en ningún momento. Pero al despertar, y al mirar al lado de mi cama, en el pequeño mueble donde estaba mi lampara, algo reposaba ahí. Me levanté y curiosa lo miré detenidamente. Un pequeño pétalo de rosa estaba ahí, cuando lo tomé, a su lado una estaba una nota, con un pequeño miedo creciendo en mi pecho, lo tomé.

..."Siempre te miro, siempre te miramos"...

Casi quedo sin aire. 

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