¡Dayana levanté, por favor!, gritaba Axel.
- ¿Qué sucede?, ¡por qué tienes que gritar!.
- Tenemos una junta en media hora, mueve ese trasero, ¿por qué quieren conocerte?.
- ¿A mí por qué?.
- Por qué gracias a tu locura, todos quieren saber quién es la novata que trato de matarse.
- ¿Que exagerados?.
- ¡Vamos necesitamos ésto!, el es un buen patrocinador y no solo eso, el contrato será por todo el año.
- ¡No haré comerciales!
- No, en realidad es una empresa que fabrica avionetas y tiene al equipo azul, pero están dispuestos ayudarnos.
- No me voy a unir a ese equipo.
- No, ellos dejarán que usemos nuestro nombre, el color de nuestros aviones será el que nosotros queramos, ¡así que mueve tu enorme trasero!
- ¡Ya voy!, dije caminando lento al baño.
- ¡Muévete!, me empujó.
Me bañé y me vestí rápido.
- ¡Faltan 10 minutos!
- ¡Relájate!, bajamos rápido del camión.
Era un edificio enorme. Me secaba el cabello en el elevador, la gente me miraba raro.
- ¡¿Que?!, grite.
Mi hermano golpeaba su cara.
Guardé la pequeña toalla en mi mochila.
- No se por que te molestas conmigo, pudiste levantarme temprano, pero llegaste tarde, ¿cierto?
- No
- ¡Si llegaste tardé!, por qué mírate, solo te cambiaste la camisa y aún apestas a cigarro.
- Puedes dejar de molestarme.
- Me imagino que te estabas cogiendo a alguien.
- Claro que no.
- Tienes un chupetón en el cuello Axel.
- ¡Carajo!, decía tapando su cuello.
Llegamos a la recepción, justo a tiempo.
- Buenos días tenemos una junta con el señor Paul Tornado.
- ¿Quienes son?
- Axel y Dayana McLarn.
- Si claro adelanté.
Nos pasaron a una sala de juntas enorme.
En un momento llega el señor.
- Si gracias.
Primero entraron sus abogados y nos saludaban. Después entro un hombre algo atractivo.
Paul
- Hola buen día, decía serio. Así que tu eres la señorita McLarn, es un honor, decía sonriendo. La verdad odio las competencias pero mi padre y mi hermano lo adoran, estaba muy aburrido ese día, pero tú hiciste que la competencia diera un giro tan grande que tú video tiene tantas visitas.
- ¿Quien, lo subió?.
- ¡Vaya tengo muchas vistas!, le regrese su celular.
- Así que me encantaría representarlos, les daré los aviones que necesitan, haremos un contrato por el resto del año y si ganas el campeonato haremos un contrato por los años que piensas competir, pero con la condición que te unas al equipo Tornado.
- No.
Mi hermano casi se ahogaba con el agua.
- ¿Por qué no es una buena oferta?.
- Si gano el campeonato sera equipo McLarn y Tornado, pero no pienso dejar el apellido de mi madre fuera de ésto.
El miraba a sus abogados.
- Pero tendre el 60 porciento de tus ganancias.
- El 40 cariño, por qué te recuerdo que tu vas a cobrar por todos los que usen mi imagen. Al menos deja que el premio que da el comité lo usé para comprarme un lindo vestido, dije sería.
El se carcajeaba.
- El 50 porciento, tu tendrás mis aviones y ahora creo que me necesitas.
- No lo siento, pero aquí el que me necesita eres tú, fue un placer señor Tornado, me iba a levantar y el me miró enojado.
- Trato niña, pero si destruyes uno de mis aviones, tú lo pagarás.
- Si claro
Firmamos los papeles los abogados salieron, mi hermano le extendió la mano a Paul.
- Gracias por la confianza.
- De nada.
- Gracias, dije sería.
- De nada niña, espero que sigas llamando la atención como hasta ahora, decía con su sonrisa coqueta.
Me jalo del brazo y me dio un beso en la mejilla. Sentí un poco de nervios.
Mi hermano y yo salimos de la empresa.
- ¡Ese tipo te estaba coqueteando!
- Claro que no.
- Hay por favor, claro que sí, el tipo se ve que está loquito por ti.
- ¡Cállate!
- Mirá que darte aviones y dinero así como así, es que le gustas.
- Es un préstamo.
- ¿Crees que ganemos el campeonato?
- Si lo ganaremos.
Nos subimos al camión, el siguiente lugar donde sería la competencia era al norte de México teníamos que cruzar todo Norteamérica, tenía un mes para entrenar.
Axel me entrenaba en su nave. Media mis tiempos, compramos equipo de comunicación.
Tenía que volar como una profesional y no como una aficionada.
- ¿Que tal lo hago?
- Bien pero creo que puedes mejorar el tiempo.
- Debemos comprar unas cámaras y estudiar mejor los vuelos.
- Sería buena idea, decía Axel subiendo el avión al remolque.
- ¡Vamos a comer!, mañana inicia la segunda ronda de eliminación y necesitamos estar descansados y bien comidos.
Nos acercamos a un puesto de tacos, eran deliciosos, la carne suave, comimos como si fuera nuestra última comida.
- ¡Comes como niño!, decía Axel
- Lo siento, tengo mucha hambre, decía con la boca llena.
- Dayana eres tan chistosa, me encanta que seas mi hermanita.
- ¿tal vez prefieras a tu hermanita rubia?
- ¡Que graciosa!.
- Will me felicitó el día de la fiesta.
- Si me dijo que lo ignoraste.
- No es mi padre
- Lo es, aunque el muy idiota no quiso darte su apellido, el es tu padre tienes su mismo tipo de sangre.
- Eso es una mierda.
- Oye en verdad espero algún día lo perdones y puedas ser feliz. Lo mereces.
- Soy feliz a tu lado, tu eres mi mejor hermano.
- ¡Ya sueltame me llenas la cara de grasa!.
- ¡Que cruel!, sabes que no soy tierna y cuando lo soy me desprecias.
El me besó con sus labios grasosos.
- ¡Oye tonto!, lo empuje.
- ¿Te da asco?.
- Si, grite
- Vamonos, tenemos que dormir. Mañana tengo que revisar temprano las avionetas de Tornado.
- Descansa hermanito.
Trate de dormir pero la adrenalina de competir no me dejó.
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Comments
Viviana Bustos Aldana
La sangre no te hace familia 🤷♀️🤷♀️🤷♀️
2023-06-15
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