KILOS DE MÁS

KILOS DE MÁS

PRÓLOGO

***ADVERTENCIA***

Esta historia tiene contenido violento y sexual explícito.

Trata temas bastante polémicos y controversiales que podrían herir la sensibilidad del lector.

Lean bajo su propia responsabilidad

...****************...

SOFIA

—Deja de tragar que pareces una ballena! —las palabras de mi madre caen como un balde de agua fría. Aunque su tono es sarcástico, no puedo evitar sentir cómo una mezcla de rabia y resignación burbujea dentro de mí.

Al menos, ya no me afectan como solían hacerlo en mi adolescencia, cuando sus comentarios resonaban en mi cabeza y se quedaban allí, alimentando inseguridades. Mi madre es un caso perdido; darle más cuerda al asunto no tiene ningún beneficio. Respiro hondo y continúo masticando la magdalena, ignorando lo atorada que estoy por no poder beber nada para ayudar a bajarla.

Tomo las llaves del auto con una mano y con la otra, aprieto el borde de la mesa, sintiendo la superficie fría contra mi piel. Sé que debo salir a buscar el almuerzo. Mi pequeño escarabajo, un viejo auto de color verde brillante, ha empezado a quejarse cada vez que entro en él. Su motor emite un sonido entrecortado, como si le costara trabajo seguirme el ritmo. Sé que debo bajar de peso, pero detesto las dietas y sobre todo, el ejercicio. La sola idea de pasar horas en el gimnasio, rodeada de cuerpos esculpidos, me da náuseas.

Después de unos 15 minutos, llego a nuestro asadero favorito. La calle es familiar y siempre llena de vida, pero hoy el bullicio me resulta ensordecedor. Paso junto a un enorme cristal pulido que refleja mi figura. No es la mejor imagen: la sudadera y camiseta ancha que llevo no ayudan a mi físico. Pero, sinceramente, no creo que valga la pena arreglarme para ir a unas cuántas cuadras de casa.

Me acerco a la chica detrás del mostrador para pedir mi orden de papas fritas con muslitos de pollo apanados y una botella de gaseosa. Mientras ella toma nota, me observa de arriba abajo, como si mi apariencia fuera un rompecabezas complicado. Supongo que ya sé lo que debe estar pensando: "Con razón está tan gorda". Pero la verdad, sus miradas acusatorias son algo que he aprendido a ignorar.

—Oinc, oinc —escucho a mis espaldas, seguido de unas risas burlonas. Siento cómo la sangre se me sube a la cara y, con un esfuerzo monumental, me doy la vuelta para ver quiénes son.

—Tremendo culo que tienes! —dice uno de los hombres, su sonrisa está llena de malicia.

—¿Disculpa? —mi voz sale más fuerte de lo que esperaba. Frunzo el ceño, sintiendo que mis mejillas arden.

—En serio, no sé cómo pueden hacerle eso a su cuerpo.Te conviene bajar un poco de peso—responde una chica delgada que me señala de arriba abajo con desdén. Mi estómago se revuelve ante sus palabras. No es la primera vez que escucho algo así, pero eso no hace que duela menos.

—Y a ti, usar un poco el cerebro que tienes sin estrenar —le contesto con rabia, sintiendo cómo la adrenalina me recorre. Ella abre los ojos de par en par, sorprendida por mi respuesta.—Pera, ya ves, no se puede tener todo en la vida —le digo, sintiendo una satisfacción momentánea al ver su expresión de incredulidad.

—Uy, la gordita tiene su carácter! Tal y como me gustan! —se muerde el labio y me observa con perversión, como si estuviera contemplando una pieza de carne en el mercado.

—Aquí está su pedido —me dice la cajera, obligándome a dar la espalda a los dos hombres idiotas y a la chica. Agradezco ese respiro y me apresuro a hacer el pago. Cuando me vuelvo hacia ellos, no puedo evitar dejar escapar una sonrisa desafiante.

—Y por cierto, dudo mucho que el pequeñísimo amigo que cargas entre las piernas pueda con este tremendo culo que tengo. No podría soportar tanto sabor —les digo antes de salir del lugar, dejando atrás sus risas y miradas incrédulas.

Subo a mi auto de nuevo, suspirando pesadamente. ¿Cuál ha sido el puto error que cometí en otra vida? Porque en esta, el karma no hace más que perseguirme a todas partes. Parece que esto de no seguir los estereotipos de la sociedad tiene su precio. Aunque, para ser sinceros, las chicas delgadas, sin estrías ni rastro de celulitis que aparecen en las revistas, solo han sido creadas para torturarnos y hacernos la vida un suplicio en un intento de parecernos a ellas. He superado ese trauma hace tiempo, pero no puedo negar que escuchar ese tipo de estupideces diariamente es irritante. He aprendido a aceptar lo que soy, aunque a veces desearía que esa aceptación viniera con menos comentarios hirientes.

Llego con el mandado después de un rato, estacionando el auto con cuidado. Al entrar a casa, encuentro a mamá sentada en el sofá, inmersa en su mundo de telenovelas, mientras mi hermano Jordan, de 15 años, está encerrado en su habitación, pegado a los videojuegos. Hoy será otro de esos días en los que tengo que comer sola.

Paso al lado de la nevera y mi mirada se detiene en una nota pegada a ella. Mis ojos se abren de sorpresa al leer:

"Entrevista Lunes 8 am en la Productora Audiovisual Darby".

—Mamá, ¿qué es esto? —pregunto, acercándome a ella con la nota en la mano.

—¡Joder! Lo había olvidado por completo. Te llamaron para un trabajo —dice como si nada, y yo pongo los ojos en blanco. Es domingo, la entrevista es mañana.

—¿Y hasta ahora me lo dices? Es más de medio día, tendría que haber alistado muchas cosas —frunzo el ceño. Cómo es posible que sea así conmigo. Estoy segura de que si se tratara de mi hermana Loren, le habría dado la razón el mismo día.

—¿Pero qué tanto tienes que alistar si solo vas a ir a pintarle la cara a la gente? —responde con sarcasmo, como si lo que hago no tuviera valor. Sé que odia que haya estudiado maquillaje y no ingeniería civil, me lo ha dejado claro durante todo este tiempo. No deja de comparar el hecho de que Loren es una gran abogada y yo solo pinto rostros.

Decido no reclamarle más. Me guardo la frustración para mí misma y me siento en el comedor. Abro el paquete que traje y empiezo a comer, sintiendo cómo la rabia se mezcla con el sabor de las papas fritas y los muslitos de pollo.

Me llena de rabia que nada de lo que yo haga signifique algo para ella. Es molesto estar luchando para demostrar que lo mío es arte y también muy valioso. Mi madre es una mujer difícil de llevar; no he recibido apoyo de su parte en los 27 años de vida que tengo. Cuando me incliné por la música, se opuso rotundamente. Aprendí a tocar la guitarra a escondidas de ella y recibí una buena zurra a causa de eso.

Termino la comida frente a mí, sintiendo que cada bocado está lleno de frustración y desilusión. Mañana tengo una entrevista; si me aceptan en la productora, sería perfecto. Tendría un trabajo fijo y, de esa manera, podría independizarme y alejarme de esta atmósfera tóxica.

Camino a mi habitación y empiezo a alistar en mi maleta de maquillaje todo lo necesario para mañana. Me detengo un momento para mirar mis herramientas, recordando los sacrificios que he hecho por llegar hasta aquí. Después, tomo el móvil y llamo a mi padre. De seguro está a punto de salir al trabajo.

—Nena, ¿qué tal tu día?

—Nada nuevo que contar, a excepción de la entrevista de mañana en la productora.

—¿Seguiste insistiendo para entrar a trabajar ahí?

—Obviamente. Sería genial para mi currículum.

—Eso no lo dudo. Bueno, nena, voy saliendo de casa. Te llamaré mañana en la tarde para que me cuentes todo.

—Ok, papá. Hablamos después.

Cuelgo, sintiéndome un poco mejor. Papá, a pesar de que se separó de mi madre hace algunos años, siempre ha estado para mí. Creo que ha sido mi mayor apoyo y comprensión en esta vida llena de turbulencias.

Miro de nuevo la maleta frente a mí, llena de herramientas que espero que me ayuden a brillar en la entrevista. Este trabajo es muy buscado y las probabilidades de que entre a la empresa son de una en un millón. Mi competencia son profesionales con mucha experiencia, y lo que es peor, dicen que Allan Darby, el hombre que sería mi posible jefe, es una completa pesadilla.

Necesitaré más que suerte para aprobar esta entrevista, casi que un milagro.

Con ese pensamiento, cierro los ojos y empiezo a visualizar cómo sería mi vida si finalmente lograra conseguir el trabajo de mis sueños.

SOFIA

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Comments

Maris Benitez

Maris Benitez

Hermosa 😍😍🥰 bellos ojos 👀

2024-11-09

1

Era

Era

🤣🤣🤣 ploffff para que sea serio y se organice

2024-10-24

2

Fedra Paublott

Fedra Paublott

yo soy gordita y mi madre también me decía así que fustrante para una adolescente que tú propia madre te hablé asi

2023-09-28

2

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