CAPÍTULO 2

...MALIK...

Regreso de nuevo hacia donde está Jade y ella me mira con una sonrisa confundida.

-- ¿Fue una follada rápida?-- ríe y sentandome a su lado le doy un trago al vaso de tequila.

-- No logré nada con esa mujer-- dije molesto.

-- ¿Cómo?-- la miré fijamente.

-- Me rechazó, me dijo que no era una zorra, y...me pegó-- No tarda mucho y suelta una carcajada-- ¡¿de qué carajos te ríes?!

-- ¿Te pegó?-- me preguntó entre risas-- ¿De verdad? Ay no, esto está buenísimo-- continúa riendo.

-- Pero que ni crea que esto se quedará así. Me las va a pagar-- me mira con una sonrisa-- Y tu ya cállate.

...JANE...

Al llegar a mi casa recuerdo lo que acaba de suceder con aquel hombre hace 15 minutos y niego con la cabeza mientras río; se lo tenía merecido por pervertido.

Veo la puerta del despacho de mi padre media abierta y mirando de reojo veo que no hay nadie. A mi padre nunca le ha gustado que entre en su despacho, ¿me estará ocultando algo? Siempre he tenido la curiosidad de saber que hay allá adentro, tal vez esta es la oportunidad.

Mirando por todos lados entro y cierro la puerta muy despacio sin hacer ruido. Veo su escritorio donde se encuentra su pistola y algunos documentos regados.

¿Dónde estará papá? ni idea, solo espero que no me encuentre con las manos en la masa.

Me siento en su silla y agarro una carpeta en mis manos; la abro y lo primero que encuentro son fotos...fotos en las que aparecen...¿el hombre al que le pegué en el club?

-- ¡¿Que haces aquí?!-- mi padre entra al despacho y rápidamente guardo una de las fotos en mi cartera.

-- Yo...

-- ¡Te prohibi que entraras aquí!

-- Lo siento, solo sentí curiosidad...eso es todo, no se volverá a repetir.

-- Eso espero, recuerda que la curiosidad mató al gato.

-- ¿Quién es ese hombre? ¿Por qué tienes fotos suyas?

-- Él es Malik Petrov, uno de los mafiosos más buscados en el mundo.

-- ¿Mafioso?-- trago grueso.

-- Así es-- guardó sus documentos-- sal de aquí, y no vuelvas a entrar-- salí del despacho y subí corriendo hasta mi habitación.

-- ¡Mierda, mierda!-- cerré la puerta con seguro-- esto no me puede estar pasando. ¿Ese hombre es un mafioso? De seguro ha de que querer vengarse de mí por golpearlo. ¡Estoy jodida, carajo! ¡Muerta!

...▪︎▪︎▪︎...

Menos mal llevo dos días aún con vida, hace dos días ocurrió aquel incidente con aquel mafioso en el club, y no me ha ocurrido nada, y lo mejor, ese hombre no ha venido al club.

Después de presentarme una vez más, regreso a mi camerino y después de cambiarme de ropa, me despido de mis compañeras y salgo del lugar, lista para regresar a casa.

Estaba por subirme a mi motocicleta pero justo, dos carros se pusieron alrededor de mí y de ellos se bajaron cinco hombres que me apuntaron con sus armas. Los pelos se me pusieron de punta.

-- ¿Quienes son ustedes? ¿Quieren dinero? Yo no tengo dinero, de nada les servirá...-- uno me agarra del cabello y me entra al auto mientras me estruja-- ¡Sueltame imbecil! ¡Ayuda!-- Otro me dá una bofetada.

-- ¡Cierra la boca estúpida!-- las lágrimas se me salen y un miedo recorre mi cuerpo.

Me ponen una venda y una soga en las manos. Siento como el carro se mueve, y nos alejamos poco a poco del club.

-- ¿Dónde me están llevando?-- murmuro sin dejar de llorar.

No pasaron ni cinco minutos y el carro se detuvo. Me bajaron agarrandome del brazo y me hacen caminar algunos metros. Me sientan en una silla y me amarran a ella. Me quitan la venda y al mirar a mi alrededor veo que me encuentro en un lugar con poca luz, para nada bonito. Los cinco hombres que están a mi alrededor me dan escalofríos y terror.

-- ¡Buenas noches!-- El mismo hombre que le pegué entra por las puertas del horrible lugar y me mira con una sonrisa-- Buenas noches salvajita.

-- ¡¿Qué quiere de mí?! ¡¿Por qué me tiene en este lugar...que chingados le hice?!

-- Veremos...-- agarró una silla y sentándose en ella me miró fijamente-- Me pegaste, ¿lo recuerdas?

-- ¿Y por eso mandó a sus hombres a que me golpearan?-- su sonrisa se borra y levantándose de la silla saca su pistola.

-- Mis órdenes fueron muy estrictas, traer a la chica aquí sin maltratarla, sin siquiera cruzar palabras con ella. ¿Quién le pegó?-- sus hombres se miraron y el que me dió una bofetada dió un paso adelante.

-- Fui yo patrón.

Ladeo la cabeza y lo que pensé que haría, hizo; Le dispara en la cabeza al hombre y yo solo abro los ojos como platos, conteniendome las ganas de gritar.

-- Llévate a esta basura de aquí-- le ordena a otro de sus hombres que lo mira como si fuera lo más normal del mundo-- Te pido una disculpa salvajita, mis hombres son unos incompetentes que no se les queda nada de lo que les digo-- me sonríe y vuelve a sentarse-- ¿Cómo te llamas?

-- Jane...-- apenas puedo hablar de los nervios.

-- ¿Cuántos años tienes salvajita?

-- 21.

-- ¿Sabes quién soy?-- asenti con la cabeza-- ¿Entonces por qué te atrevistes a golpearme?

-- Yo no lo sabía. ¿Me va a matar?

-- ¿Me crees capaz de eso?-- miro el charco de sangre y ríe-- Hablando enserio, no, no te voy a matar no te preocupes-- cuando ya estaba volviendo el alma a mi cuerpo dice algo más-- Pero no te dejaré ir esta vez-- se levanta y camina hasta la salida-- Llevenla a mi casa, y no vuelvan a tratarla mal.

-- ¿Qué?

Sus hombres hacen lo que él les ordenó. Me subieron al auto y esta vez no me pusieron la venda.

...▪︎▪︎▪︎...

El auto se detiene enfrente de una hermosa y grandísima mansión. Me bajan del auto pero esta vez sin hacerme daño. Entre empujones me llevan hacia una habitación, hermosa, para que mentir. Me encierran con llave y abro los ojos de par en par.

-- No me pueden dejar aquí. ¡Déjenme salir por favor! ¡Saquenme de aquí!-- Golpeo la puerta pero no escucho a nadie detrás de ella-- Quiero salir...-- caigo al suelo entre lágrimas.

¿Ahora qué carajos será de mí?

...▪︎▪︎▪︎...

Anoche no dormí para nada de solo pensar que estoy encerrada en esta maldita habitación.

La puerta se abre y ruedo los ojos cuando veo al maldito mafioso sexi con una bandeja de comida.

-- Buenos días salvaje. ¿Cómo dormiste?-- lo ignoro-- la pregunta está de más, pareces un mapache. Te traje algo de comer. Frutas, jugo y pan.

-- No tengo hambre.

-- No te estoy preguntando, vas a comer, quieras o no. Te necesito sana no como un muerto. Vamos, come.

-- Dije que no tengo hambre.

-- De nada te servirá ese mal humor, mírame a mi, soy feliz.

-- ¿Matando a personas?

-- Mal agradecida, ayer te hice respetar-- caminó hacia mí-- cambia esa cara, no te voy a matar, aunque debería ya que aparte de la odiosa de Jade eres la primera que se atreve a levantarme la mano.

-- ¿Qué quiere de mí?

-- Tener sexo contigo.

-- ¿No le da vergüenza ser tan explícito?-- sonríe-- Si yo tengo sexo con usted, ¿Me dejará libre?

-- Claro-- sonreí y me acerqué a él.

Dejé un beso en sus labios con una sonrisa y en un rápido movimiento volví a quitarle su pistola y esta vez lo apunté en la cabeza.

-- Cómo puede ser posible que me puedas engañar-- ríe.

...MALIK...

Iba a acercarme a ella pero la muy salvaje dió un disparo que rozó mi brazo y me hizo doler.

-- Pinche salvaje. Suelta eso, no sabes como usarla-- la cargó y la descargó rápidamente.

-- En esta vida he aprendido muchas cosas, por si no lo sabe señor. Sé defenderme muy bien de hombres como usted. Así que aléjese si no quiere salir lastimado, o muerto-- Vuelvo a reír.

-- Se te sale lo de mafiosa salvaje.

Abrió la puerta de la habitación sin dejar de apuntarme. Antes de que pudiera salir la agarré del brazo y le quité el arma. La salvaje dió una patada entre mis piernas.

-- Ay que rico pegas salvajita-- reí mientras me retorcía del dolor en el suelo-- pero ni creas que esto se quedará así-- la agarré del pie y la hice caer también al suelo. Me puse encima de ella y puse sus manos por encima de su cabeza-- quieta hermosa, quieta-- cuando pensé que no intentaría nada más, me dió un golpe en el estómago con su pierna y volviendo a agarrar mi pistola, me disparó en la pierna-- ¡Salvaje de mierda!-- sale corriendo de la habitación y yo solo toco mi pierna herida-- ¡Inútiles!-- Mis hombres entran a la habitación después de dos minutos.

-- ¿Patrón se encuentra bien?

-- ¡Estoy bien! Vayan detrás de la salvaje con rabia, no debe estar muy lejos.

Tres de mis hombres se fueron a buscarla y dos se quedaron conmigo.

Esa salvaje me las pagará muy caro, como se atrevió a dispararme, no se volverá a escapar de mis manos, no de nuevo.

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