Desgracia de conocerlo

En cuanto entre a la oficina me hablo el Sr. Hernández – Grecia buenos días, ¿puede pasar a mi oficina en este momento?

- Claro que sí señor, voy de inmediato

- pase por favor y cierre la puerta, siéntese por favor, tengo un tema delicado que tratar con usted.

- ¡a caray,! me asusta señor, ¡de que se trata!

-veo que viene un poco alterada, se nota que estuvo llorando y trae una marca en su brazo, ¿pasa algo? Y no me diga que no, porque aunque no tenga mucho tiempo de trabajar con nosotros ya la conozco lo suficiente como para saber que algo le pasa

- Señor yo… no sé si debería…-agache la cabeza en señal de vergüenza -

- Si, si debería, así que adelante

- todo empezó desde que llego el Joven Erick, tuve la desgracia de conocerlo la noche del viernes pasado en un antro, me mando algo de tomar, yo lo acepte, en la mañana del sábado me lo tope aquí en la farmacéutica y me di cuenta que es el dueño, desde ese día no me ha dejado en paz ni un solo momento, no sé cómo se enteró donde vivo y ha enviado un auto por mi todos los días, yo no lo he aceptado, sigo viniendo en autobús pero esta mañana ….

- esta mañana mando otra vez el auto y usted se negó nuevamente, y fue el quien le hizo eso en su brazo

- ¿Cómo lo sabe? ¡¡¡Qué vergüenza!!!

- El joven Erick llego temprano esta mañana a la oficina, venía muy molesto, me pregunto a qué hora era su entrada, le conteste y salió a esperar por usted, y vi la escena desde la ventana.

- No sé qué decir Sr. Hernández, la verdad le prometo que yo no he hecho la mínima cosa para provocarlo, como le digo apenas y lo conozco, en la disco no cruzamos palabra, a penas el día que lo conocí aquí en la oficina. Pero ahora solo quiero que salga de mi vida, mire como me dejo el brazo, y lo peor es que se atrevió a besarme, y la verdad me siento ultrajada, sabe dónde vivo, con quien, donde trabajo y ahora quiere que haga lo que él quiere.

No sé, tal vez deba dejar el trabajo pero de verdad necesito y quiero mi trabajo

- de ninguna manera, como cree que va a dejar el trabajo por Erick, lo conozco desde niño, se cómo es, y sé que si usted le gusta va a hacer lo imposible por conseguirla pero aquí estoy yo para apoyarla, solo le pido que sea discreta, no quiero que nadie aquí en la oficina hablen de lo que no saben, ¿si sabe a qué me refiero verdad?

- si Señor Hernández lo sé, agradezco mucho su interés, puedo retirarme a seguir con mis labores

Sr. Hernández – Si Grecia, le agradezco su confianza.

Fui corriendo al baño, no podía controlar mis lágrimas, tenía tanto coraje y vergüenza por algo de lo que yo no tenía la culpa. Te odio Erick Thomson, te odio – decía para mí – nunca en la vida te hare caso así que ni pienses que voy a ser tuya como dices.

Cuando llegue a mi escritorio otra vez había flores rojas, y yo no sabía qué hacer, algunas de mis compañeras me preguntaban quién era el autor de esas flores, a lo que yo contestaba - anónimo, no traen remitente - lamentablemente si traía una tarjeta que decía

Lo de hoy me lo vas a pagar, para que aprendas

quien manda, y esa no eres tú, soy yo

\=Erick Thomson

A partir de ese momento mi vida cambio totalmente, tenía mucho miedo, en la oficina me volví callada y mucho más reservada que antes, trataba de hacer rápido mi trabajo para que nadie me preguntara nada, también porque ya estaba a días de empezar a ir a la universidad y tenía que volverme más ágil para poder salir temprano.

Ese día era un día normal, habían pasado dos días de que Erick me había jaloneado, y hasta ese momento no había sabido nada de él, cosa que agradecía porque no tendría por qué tener miedo, sin el a la vista, mi vida era pacifica, simplemente perfecta.

Hable con el Sr. Hernández y el Sr. Gómez sobre mis salidas para la universidad, a lo que ambos me dijeron que no había ningún problema, que mi trabajo era excelente y que si le dedicaba el mismo tiempo a terminar temprano, ellos no tenían ningún inconveniente.

Salí feliz, tome el autobús y llegue a mi departamento, les dije a Tamara y Alexa, a celebrar amigas, ya el lunes empezamos la universidad y ya no tendremos más tiempo a divertirnos así que vámonos!!!

- ¡vámonos antes que se haga más tarde! y no nos completemos con el tiempo que pasaremos el antro - dijo Tamara, ella era el alma de la fiesta, le encantaba ir de antro, a comprar ropa, también su fascinación era el boliche y las maquinitas.

Si ya vámonos - añadió Alexa, vamos por unas cremas de licor, que me estoy secando. –reímos juntas y pedimos un uber.

Ya de camino entro un mensaje a mi celular que decía

- ¿a dónde crees que vas? – me quede helada al ver el remitente Erick Thomson!!! Se lo mostré a las chicas y nos invadió un silencio. Después de como dos minutos le conteste el mensaje

-a ningún lado que te importe - a lo que ya no contesto, pero cuál fue mi sorpresa que en cuanto nos bajamos del uber él ya estaba ahí.

Estaba que no podía creerlo, me agarro de la mano y le dijo a los guardias ellas vienen conmigo, entramos al antro como si nada, yo, como ya era mi costumbre me quede sin palabras, desde que conocí a Erick era lo único que hacía, quedarme hasta sin aliento ante todo lo que hacía o decía.

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