C- Tu no me traicionarias por nada ¿Cierto? -
S- Por supuesto que no, mi lealtad es únicamente a usted amo Christian -se inclino hacía mí
C- Muy bien, escucha atentamente, es una orden -dije con la mayor seriedad que podía poner un niño de 5 años- Apartir de ahora serás mi entrenador, los días de descanso y después de los entrenamientos con Damián, tú me entrenarás y me harás ser fuerte y por más cara de dolor que ponga no pararas de entrenarme, ¿Has entendido? -ordene con los ojos rojos
Sebastian se arrodilló mientras hacía una reverencia.
S- Si, mi señor, escucho y obedezco -
C- Muy bien -sonreí
Despues de dar mi órden me deje caer sobre la cama quitando mis ojos rojos y así comenzó el más duro entrenamiento que pude haber tenido a mi corta edad siendo golpeado de día por Damián, en los entrenamientos de reflejos sin vista, y siendo entrenado más suavemente por las noches por Sebastian, a pesar que el me decía varias veces que durante los primeros 100 años un vampiro si necesita dormir no le escuchaba, era más importante volverme fuerte para no recibir el castigo de mi padre y ser aprobado por el, *bien ahora toca entrenar con Sebastian*
Ya de noche nos escabullimos a la sala de entrenamiento y lo único que hizo Sebastian fue apagar las luces, dejándome a ciegas
C- Bien que comience el entrenamiento -apreté mis manos mientras me preparaba mentalmente para cualquier cosa que fuera a suceder
S- Preste atención ahora a lo que diré joven amo -dijo con seriedad- Se que ahora no puede ver nada pero cierre los ojos y ponga toda su concentración en el oído, escuche atentamente cada paso de la presa a la que busca -comenzó a dar fuertes pisadas- Veamos que tan bien lo hace, señale en mi dirección -
Señale delante de mi a la nada y recibí un pequeño golpe que me indicó que Sebastian estaba atrás de mí
S- Estoy aquí, ¿Acaso no escucha indicaciones? -
C- Lo hago -suspire frustrado
S- Bueno, hagámoslo una vez más, pero esta ves lo atacare -
Escuche atentamente los movimientos de mi ahora enemigo, se movía lentamente en mi dirección, estaba a punto de atacarme pero logre evitar su golpe
S- Bien echo joven amo, veamos, más rápido -
Así fue el transcurso de la noche, mejorando en esquivar ataques a oscuras
(…)
Pasó una semana desde que mi padre ordenó que tenía que mejorar y vaya que con Sebastian, lo había logrado ya era fácil saber de dónde vendrían los ataques en la oscuridad por lo que ahora lo que me faltaba era velocidad, así que como ya era fin de semana era mi día de descanso con Damián, podría entrenar extra con Sebastian.
S- Bien, primero veamos la velocidad máxima que puede alcanzar -
C- Claro -
S- Bien, corra hasta la vara de allá -intente concentrar la vista y en la cima de una colina muy lejos había una vara enterrada- Yo voy a comparar mi velocidad a la suya -dijo con una sonrisa
C- Creí que sería algo más dificil -dije confiado, mientras comenzaba a correr a toda velocidad
Corrí tan rápido hasta que sentí mi vista nublada y no veía bien el camino, tropecé pero me paré enseguida y seguí sin ver en ningún momento a Sebastian *Seguro lo dejé a tras* seguí mi camino confiado y llegue para encontrarme a Sebastian sentado en una silla bebiendo sangre
C- ¿Pero qué? -mire detrás de mi sin poder creerlo
S- Por fin llega, joven amo, tardó tanto que me fui a buscar un poco de sangre y la bebí, pero como no llegaba pensé que quizás querría usted también y regrese a buscar otro -dijo tendiendo un basó con una sonrisa- Vaya que corre lento, señorito, creí que me haría viejo esperándole -*¿Acaso Sebastian bromeó?* Le miré extrañado
C- Calla Sebastian -dije tomando la sangre indignado
S- Bueno, cambiando de tema, necesita descansar para lograr una mejor concentración, a su edad aún necesita descansar -
C- ¿De nuevo con eso? -le mire molesto
Sebastian me miró serio y me dio la espalda viendo el camino que acababa de recorrer
S- Bueno, no puedo desobedecer una orden suya -dijo disimulando un suspiro- Necesita concentrar su vista para no tropezar de nuevo -
*¿Hasta eso vio?* me sentí avergonzado por un momento, me acerqué a Sebastian, parándome a su lado
S- Bien joven amo, mire al cielo ve esas pequeñas aves, quiero que me diga que especie son -
Concentre mi vista y logre verlos, eran gavilanes volaban muy rápido casi no lograba seguirlos
C- Son gavilanes -
S- Bien, ahora dígame, que tienen en sus plumas -
*¿En sus plumas?* concentre la vista sin lograr ver nada, lo veía borroso por que se movían muy rapido
C- No puedo -
S- Si puede -dijo mientras se acercaba a mi oido y colocaba sus manos en mis hombros- Mire atentamente sin perderles de vista, concentrese -
A medida que hablaba seguía sus instrucciones
S- Bien ahora piense que ve todo más lento, mientras controla su respiración y regula los latidos de su corazón -
Al seguir lo que decía pude verlo, el mundo moviendo se lento a mi alrededor y pude ver unas manchas de sangre en las alas de las aves.
C- Lo veo -dije sonriendo orgulloso
S- Lo se -dijo con una sonrisa- Muy bien, ahora use la concentración para correr, por ahora no se hará más rápido, pero podrá esquivar obstáculos -
C- Muy bien -
S- Ahora vuelva a correr -
Me preparé y concentre mi vista y corrí ahora podía ver todo perfectamente a mi alrededor y logre ver a Sebastian revasarme y poner obstáculos en el camino que logre esquivar fácilmente. Practique eso hasta el medio día después Sebastian continuo con un nuevo ejercicio
S- Bien, lo siguiente es combate -
Pasó el tiempo y aprendí más con Sebastian, que con Damián, por lo que pude evitar algunos golpes y el castigo que me daría mi padre.
(...)
Ya pasaron treinta y cuatro años y ya termine los entrenamientos de velocidad y oscuridad, según Damián, ahora comenzaremos los treinta y cuatro años de entrenamiento en combate, lo que Damián no sabe es que yo, ya estoy muy por delante en el entrenamiento en combate.
D- Bien, comencemos -dijo sonriente
Comenzó a atacarme y yo fácilmente a evitar sus golpes, intente golpearlo pero no lo logre y después de un rato logró golpearme
D- Vaya, quien diría que tu sabrías algo de combate -
C- No eres el único que puede entrenarme -dije con una sonrisa mientras lo fulminaba
D- ¿Qué? -dijo con molestia
C- No sabía que eras sordo -sonreí burlón
Lo único que recibí después de decir eso fue una patada en el estómago, siguieron los años pero a pesar de el entrenamiento con Sebastian, no lograba vencer a Damian.
Después de los primeros diez años de entrenamiento de combate Sebastian, fue mandado por mi padre a una misión que al parecer duraría los siguientes veinte años asi que no pude avanzar mucho en mi entrenamiento, pero a comparación con cómo estaría si Sebastian no me hubiera ayudado, ya estaba avanzado así que reemplace el tiempo que usaba para entrenar con Sebastian y lo use para descansar y leer, aveces me ejercitaba.
Así pasaron los veinte años hasta que regresó Sebastian y seguimos con el entrenamiento extra hasta que terminaron los treinta y cuatro años.
Y comenzaron los siguientes treinta y dos años de mi siguiente entrenamiento que es de conocimiento
———————————————————\=Avance\=——————————————
S—Buenos días, joven amo—dijo Sebastian abriendo las cortinas de mi habitación
C—Buenos días sebastian—
S—Bien comencemos con su clase, después de que tome una ducha—
Me paré y me dirigí al baño quitando mi camisa y posteriormente mis pantalones.
(…)
Que raros son los humanos, ¿Cómo pueden vivir tan poco? bichos raros
°Capitulo 3°"Humanos"°
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Updated 129 Episodes
Comments
Vanessa Perez
viven tanto
2022-05-24
1
josianny
Seria más interesante si le pones imágenes de lo q dices en algunas parte de la escritura 🤩🤩
2022-01-28
5
Ruth Riveros
se ve interesante
2021-10-18
4