CAPITULO 5

Cuando llegaron a la villa huang era de noche Dalai le presento Mei los ayudantes de la casa como la Sra. li quien se hacía cargo de los deberes de la casa el mayordomo esposo de la Sra. li  y le dijo que preparara algo para comer pero que se asegurara de que la comida fuese ligera para él y su esposa mei.

Mei al escucharlo de inmediato dijo que no tenía hambre y quería descansar se veía demacrada y débil desde lo que le hizo Dalai, Mei no comía tanto solo lloraba dormía y estudiaba  Dalai la tomo de la mano y se dirigió con ella a la habitación que ambos compartirían Mei negó y dijo que no dormiría con él y que la villa se veía muy grande ella podía quedarse en otra habitación Dalai se opuso y le dijo:

—dormirás conmigo eres mi esposa mi mujer y por ende dormiras conmigo y no voy a discutir eso contigo pequeña ya hemos tenido intimidad eres mía

—no tuve intimidad con usted fue una violación

ella vio como la expresión de Dalai cambiaba y se asustó no siguió protestando pero no dejaría que el la tocara nuevamente.

Desempaco la poca ropa que tenía se dirigió al baño se ducho y salió, Dalai le espero y tomo un secador para ayudarle a secar su cabello la cargo y la llevo a la cama donde la acomodo como si se tratara de un bebe la dejo ahí y se dirigió primero a su armario a buscar una pijama y luego al baño cuando salió se vistió con el pijama y se acostó al lado de su esposa la abrazo y comenzó a besar sus labios Mei lo empujo y le grito

—¡NO ME TOQUE!

—eres mi esposa pequeña es normal que te bese, abrace y acaricie y muchas cosas más, es lo normal en las parejas

—pe pero yo...

no la dejo continuar y la beso con más profundidad dejándola sin poder respirar

—te deseo pequeña

— señor mi cuerpo me duele estoy lastimada todavía

— seré muy cuidadoso de acuerdo

no dejo que ella respondiera cuando sin mas su pijama fue arrancada de un segundo a otro, Mei soporto todo el deseo y lujuria que Dalai desahogo con ella parecía insaciable y un demente pensó que la noche nunca terminaría por que él no se cansaba no supo cuando se quedó dormida.

Se despertó con los rayos del sol entrando por la ventana intento ponerse de pie, pero no podía estaba muy adolorida y sus piernas le temblaban Dalai se despertó cuando la sintió moverse en la cama

—duerme un poco más cariño

—tengo clases más tarde, señor dalai

—no iras hoy además tenemos cosas que hacer

—tiene trabajo hoy?

—No trabajare desde casa y te llevare a conocer a mi familia y luego a comer y de compras ¿de acuerdo?

Ella no se negó no tenía sentido el no la escuchaba de pronto sintió que Dalai la abrazaba y acostaba sobre la cama nuevamente aprovechándose de su cuerpo hasta el cansancio hasta que Mei ya demasiado agotada le dice

— no puedo más señor me duele mucho por favor 

—esta bien duerme un poco mientras yo voy al estudio a encargarme de unos asuntos pedire que te suban algo de comer mas tarde

ella asintio cuando el salio de la habitacion comenzo a llorar sentia que su vida se habia convertido en un total infierno y lo unico que pudo hacer para desahogarse fue eso llorar hasta quedarse dormida.

Dalai seguía trabajando en el estudio pero no podía dejar de pensar en Mei quería que ella no le tuviera miedo pensaba llevarla a cenar saber sus gusto comprarle ropa  que ella se riera desde que  la conoció nunca la vio reír por primera vez pero no sabía cómo hacer  para controlar sus emociones y no dejarse llevar por el deseo del que fue preso cuando  la hizo suya por primera vez entendía que cuando la violo hizo algo mal no creía que ella fuera una niña se veía tan linda y bien formada físicamente que no pensó que tuviera solo 16 años su cuerpo tan bien definido su cintura tan delgada su piel tan blanca esos ojos color miel su cabello tan negro le llegaba a las caderas con esas hondas naturales esa frescura todo eso era nuevo para el también,el era un hombre que se había relacionado con muchas mujeres en el pasado, pero la mayoría eran mujeres con experiencia o más grandes que Mei por eso cuando vio lo pura que era decidido quedarse con ella nadie tendría la oportunidad de apoderarse de ella, era suya y jamás la dejaría ir costara lo que costara.

Cuando mei despertó ya era medio día la señora li se preocupó ya que cuando Mei llego por la noche no comió nada y hoy no desayuno toco la puerta Mei acababa de salir del baño cuando la dejo entrar la Sra. li saludo y noto lo pálida que se veía Mei también vio que era casi una niña le sorprendió pero no hizo ningún comentario solo le dijo que bajara a comer algo Mei saludo muy cordial a la Sra. li pero le dijo no tener hambre ella le ofreció tomar una avena para asegurarse de que la joven no se enfermara por falta de comida, pero Mei estaba tan triste no tenía nada de hambre para no ser descortés con la señora li, mei le recibió un té negro que le gustaba mucho.

1 hora después Mei tomo una duchan y vistió con un vestido suelto color azul con pequeñas flores dándole un poco de vida a su demacrada cara unas botas negras un poco más arriba de los tobillos su pelo le caía en cascada hasta la cintura lo dejo suelto un poco de labial color rosa se veía tan delicada y juvenil cuando Dalai la vio se quedó con la boca abierta no quería salir solo quedarse con ella y esconderla de los ojos de los demás.

Dalai la tomo de la mano y dijo —vamos mei se despidió de la Sra. li quien le dedico una sonrisa. Fueron directamente a la villa de la familia huang el padre de dalai se sorprendió al ver a su hijo tomando la mano de una joven diferente de su prometida la señorita Lixue Wang por lo que miro a Mei con ojos de desprecio, saludo a su hijo, pero ignoro a Mei, cuando Dalai estaba a punto de decir algo bajo el abuelo de Dalai el viejo amo Huang

—estas aquí

—si abuelo mira ella es Mei Rose mi esposa

el padre y abuelo quedaron sin color ¿¡Esposa!?

—cuando sucedió esto? que artimaña jugo esta chiquilla para treparse a tu cama y enloquecerte para que te casaras con ella pregunto su padre insultando a Mei quien estaba a punto de saludar, a

el padre de Dalai Señor Gong Huang este la miro y le dijo:

— no eres digna de pertenecer a la familia Huang la única señorita de la familia es y será Lixue Wang se acercó a Mei y cuando estaba a punto de abofetearla el viejo amo lo detuvo

—que estás haciendo cuando tu elegiste a tu esposa la madre de Dalai ella no era de una familia acta para nuestra familia pero nadie se opuso y mucho menos la avergonzó por qué haces esto

—pero padre ella era diferente

—porque es diferente ¡Ya Basta! con esto estas asustando a mi nieta lo importante es que nos den muchos nietos y bisnietos dijo el anciano emocionado y se acercó a Mei quien sintió calor en su corazón y lo saludo y agradeció por su hermoso acto

—señor gracias por defenderme

—vamos querida deja las formalidades llámame abuelo a partir de hoy de acuerdo

Mei asintió.

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