CAPITULO 4

—¡Hija Querida!

—¿Dime estás bien que te ha pasado?

Mei trato de ocultar todo su dolor reprimir lo más que pudo aquel sentimiento de humillación, impotencia y odio que sentía y forzó una sonrisa y dijo:

—madre estoy bien solo me sentí mal y el señor Dalai me ayudo trayéndome hasta su habitación y muy amablemente me compro ropa porque la otra se manchó con una copa de vino que derrame por accidente pero tranquila estoy bien

Jian conocía muy bien a su hija y supo que le estaba ocultando algo, pero al ver donde estaba lo dejo pasar  le contó de las intenciones del señor dalai  sin omitir detalles y juntas tomaron la decisión de que Mei No se casaría por la fuerza  valientemente Jian defendió a su hija y dijo a dalai que si tenía que salir de ciudad F se iría siempre tendría la oportunidad de volver a empezar y que ellas no necesitaban villas ni dinero mientras estuvieran juntas y  tranquilas serian felices.

Estas informaron a dalai lo que pensaban lo cual enfureció a Dalai quien inmediatamente saco el contrato firmado por Jian y se los arrojo con mucha furia estas orgullosas respondieron al acto grosero del hombre así:

—señor pagaremos con trabajo o a plazos, pero mi hija no se vende

este soltó  una mirada de burla

—a plazos, trabajando no lo permitiré les daré tres días esperaré una respuesta y sé que será la que deseo sin más  miro a Mei rose una vez más y salió con las manos en forma de puño y una expresión sombría que helaba el cuerpo de hasta el más valiente.

Mei rose descanso dos días seguidos, ya que su cuerpo estaba muy lastimado y como era fin de semana no tenía clases no salía de su habitación ni hablaba con nadie su madre estaba muy preocupada, pero no le hizo preguntas pues tenía miedo de escuchar la respuesta que ella ya sabía en su corazón, Dalai no la molesto estos días, pero las tenía vigiladas por si se atrevían a escapar el aprovecho y rompió su compromiso con Lixue Wang quien estaba molesta y a la vez devastada investigando quien era la responsable de hacer cambiar de opinión al hombre que amaba y juro destruirla.

El lunes Mei fue a clases como de costumbre evito hablar con su amiga pues no quería contarle lo que le sucedió esa fatídica noche ella necesitaba estar sola y asimilar lo que le había sucedido fue un día normal cuando sus clases terminaron ella se dirigía a tomar el metro que la llevaría hasta el pequeño apartamento donde vivía cuando un Rolls-Royce septal negro se atravesó al bajar el Vidrio de la ventanilla vio a Dalai quien le dijo que entrara

—no me dirijo tomar el metro mi madre me espera

—sube hoy acaba el plazo que les he dado

—señor es medio día, mi madre le hará saber nuestra decisión finalizando el día no tiene que venir a verme

Dalai no estaba de humor cuando escucho lo que Mei dijo para estos días habían sido una tortura cuando la conoció y quería verla otra vez al ver su actitud se enojó aún más y le hizo señas aún guardaespaldas para que la metiera al auto Mei se resistió y el hombre la abrazo para poderla levantar y meterla al auto al ver esto Dalai se molestó por la cercanía del guarda espaldas y Mei y salió del coche empujo al hombre y cargo a Mei sin ningún problema los demás se quedaron atónitos el guarda espaldas no sabía si reír o llorar él solo estaba haciendo lo que su jefe ordeno.

Dalai sostenía a Mei mientras se dirigían al registro civil no podía seguir esperando a donde me lleva déjeme ir señor yo no le he dicho a nadie lo que paso se lo suplico por favor usted dijo que nos daría  tres días espere nuestra respuesta  por la noche pequeña Mei esa respuesta no cambiara  lo que pasara hoy  mei grito suplico, pero dalai ni se inmutó  al llegar al registro civil ya todo estaba listo el logro que un juez declara a Jian Xue no acta para tomar decisiones sobre Mei y nombraron un nuevo tutor un tío de Mei el hermano mayor del Padre de Mei y este a su vez firmo el permiso pensando en recibir una buena cantidad de dinero a cambio de esto todo se hizo según los deseos de Dalai, Mei dejó su huella  le tomaron fotos a la nueva pareja de esposos Mei lucía un vestido azul turquesa formal entregado por el asistente Zhou este la hacía ver muy recatada y elegante resaltando su figura alta y curvilínea su piel blanca como nieve se iluminaba con este vestido la tristeza que reflejaba su cara hizo sentir incómodo a los presentes en el registro el cual solo estaba abierto para el Ceo y los testigos que eran el asistente  Lucas Zhou y el tío de Mei, el juez encargado de realizar la boda y su asistente.

Al terminar el papeleo Dalai y Mei recibieron sus actas de matrimonio Dalai llevo a Mei a su apartamento para recoger sus cosas y despedirse de su mamá a la cual no podía ver por un año Mei le contó a su madre lo ocurrido y ambas lloraron y Jian ayudo a Mei a empacar sus cosas y salir de casa Dalai hizo señas a su asistente para que le entregara a Jian una tarjeta con dinero suficiente para vivir cómodamente y unos papeles que la hacían dueña de una pequeña villa en un vecindario muy distinguido y acaudalado, pero ella no lo recibió, en cambio, le lanzo a Dalai y a su asistente una mirada desdeñosa se giró beso a su hija la abrazo y entro al pequeño apartamento.

Mei miro a dalai y le dijo:

—un día y seré fuerte y poderosa y le devolveré una a una las lágrimas de mi madre y las propias este la miro y no dijo nada la condujo a la villa donde él vivía solo hacía muchos años cuando tomo el control de la empresa de la familia  huang cuando su madre murió y su padre enfermo de tristeza por perder el amor de su vida su padre vivía con el abuelo de Dalai en la villa familiar, el abuelo de Dalai lo molestaba mucho pues quería tener un bisnieto, pero este nieto suyo no quería casarse muy pronto.

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