COMO AVE EN LIBERTAD - (Novela Corta)
Capítulo 1. Solitaria
Soy Alessandra Rossi, una chica italiana de veintidós años, nacida en Turin, la cuarta ciudad más poblada de Italia. Desde pequeña he estado de un lugar a otro, no por decisión propia, las circunstancias me han obligado a cambiar de hogar en más de dos ocasiones. Los primeros años de vida, bueno, supongo que los habré pasado con mi padre y abuelos, he escuchado que nuestros primeros recuerdos es a partir de los tres años y quiero pensar que es cierto. Pues no tengo recuerdos de esos primeros años, sé que mi madre murió durante el parto, porque es lo que me contaron mis abuelos, pero siento que a partir de entonces, también perdí a mi padre, Carlo Rossi.
A los tres años de edad, la responsabilidad de mi crianza cayó en mi Tío Dominic Romano y su esposa Marcella, no hay ningún lazo consanguíneo entre nosotros, en realidad solo son buenos amigos de mi padre, permanecí a su lado hasta los quince años, después fui enviada a Londres con mis abuelos paternos y desde entonces, esta ciudad ha sido mi ‘cárcel permanente’.
Lo considero así porque mi padre ha sido el responsable de esto, desde que estoy aquí solo lo he visto en tres ocasiones, la última vez fue en el funeral de mi abuela. Escogió Londres, una ciudad con catorce horas de diferencia de mi lugar natal para mantenerme alejada de él.
Me despierto al primer timbre de la alarma, mis actividades comienzan desde muy temprano con mi rutina de ejercicios de Pilates. Soy una chica autoexigente conmigo misma, mi espíritu competitivo siempre está en alerta, soy determinada en todo lo que hago y en lo que quiero lograr, siempre he sido así, creo que es algo en lo que mis tíos se esforzaron por inculcarme.
O quizás, fueron mis ganas, la necesidad que sentía por agradar a mi padre, por intentar complacerlo, por lograr ganarme su cariño y atención. La familia Rossi es dueña de la más importante compañía ferroviaria en Italia, es por eso, que en un último intento por ganarme su aprobación, estudié Ingeniería Ferroviaria, pero mi padre ni siquiera se presentó en la ceremonia de graduación.
Decepcionada con ello, terminé aceptando lo que realmente me apasionaba, cambié todas mis ambiciones por zapatos de ballet y un tutú. Desde pequeña he sido una chica hiperactiva, mis impulsivas acciones causaron varios dolores de cabeza a mis tíos, es por ello que me mantenían con una agenda bastante ocupada, probablemente he sido la única chica que ha practicado casi todos los deportes existentes, desde futbol, basquetbol, vóleibol, tennis y lo último y lo que realmente me enamoró fue el ballet, aunque, ahora que lo pienso, creo que solo intentaban distraer mi mente para que no preguntara tanto sobre mi madre.
En Londres, vivimos en una hermosa casa de dos plantas, ubicada en una de las parcelas más tranquilas y amplias de Avenue Road, lo que más me agrada del lugar, son los frondosos árboles y el verde pasto en el jardín, donde puedo hacer mis ejercicios sin distracciones. Después de terminar mi rutina, subo a mi habitación para tomar una ducha y arreglarme, voy a prácticas, por lo que no necesito perder tiempo en maquillaje y atuendos pomposos.
- Ya me voy - le dije a mi abuelo antes de tomar una tostada y beber un poco de jugo de naranja fresco.
- Espera un momento muchacha\, acabas de terminar de hacer ejercicio e irás a las prácticas. Necesitas tener algo en el estómago\, así es que toma asiento y termina de desayunar. – Mi abuelo me regaña mientras Carmen\, la señora de servicio pone un plato con fruta frente a mí.
Él continúa cuidando de mí, después de la muerte de mi abuela, Marissa Ebirini, hace dos años, se mantiene al tanto de mis necesidades. A pesar de mi edad, a pesar de que no tengo a mis padres junto a mí, nunca me he sentido sola. Mi abuelo es mi consuelo, mi dosis de paz, es quien me aconseja cuando necesito un jalón de orejas y quien me anima cuando necesito un empujoncito. Termino mi plato lo más rápido que puedo masticar, Alan llegará pronto a buscarme.
Conocí a Alan hace un año, en la escuela real de ballet en Covent Garden, un guapo chico español apasionado por la música, el baile y el arte. Desde entonces, se convirtió en mi mejor amigo, en mi cómplice y en el chico de mis sueños; en lo único que no muestro tanta determinación es en los temas del amor, hasta ahora no he reunido el suficiente valor para hablarle sobre mis sentimientos, aunque a veces presiento que él sospecha, su mirada traviesa y esa sonrisa seductora, no es como acostumbra a actuar con las otras chicas del ballet.
Escucho una pequeña alerta de mi teléfono móvil, estoy segura que es él, reviso sin que mi abuelo lo note (odia verme con el celular en la mesa) y tras verificar que él esperaba en la puerta de la casa, doy un último sorbo al vaso de jugo y tomo entusiasmada mi pequeña maleta rosa que había asentado sobre una de las sillas del comedor.
- Ya terminé abuelo\, Alan me espera. - Me acerqué para darle un beso de despedida y caminé lo más rápido posible para evitar las largas recomendaciones antes de salir de casa.
Asomo la cabeza tan pronto abro la puerta principal, pero no hay rastro de mi guapo español, camino unos pasos hacia la reja de acero y lo encuentro con un pie apoyado sobre la pared, mientras revisa su celular.
- ¡Hola\, buen día Alan! - Saludo con un beso en la mejilla\, impregnando mis fosas nasales con el olor a menta de su crema para afeitar.
- ¡Hola hermosa! ¿Lista? - Toma mi mano para ayudarme a subir a su auto\, un Vauxhall corsa en color negro.
- Rodea el auto para subirse y abrocha su cinturón de seguridad. – Tengo dos noticias que darte - dice tentando mi curiosidad. - ¿Recuerdas que estuvimos hablando sobre la academia de baile moderno que hay en Nueva York? Pues he investigado\, tengo unos amigos trabajando en la ciudad\, hay un tipo de presentación de muestra la siguiente semana y además… - tamborilea los dedos sobre el volante como si estuviera a punto de dar la noticia del año. - Pink dará un concierto en Brooklyn Steel\, Nueva York.
Bien, lo había dudado un segundo cuando habló sobre la escuela de baile moderno, las últimas semanas, algunas compañeras y nosotros dos estuvimos hablando sobre nuestro interés en el baile moderno y la idea de incursionar en él, pasó por nuestra mente, pero sabía que mi abuelo dirían un rotundo “no” en cuanto comenzara a hablar sobre el tema. Pero… ¿Pink? Admiraba a esa bella mujer, tenía la impresión de que era una mujer fuerte, valiente, espontánea, atrevida y por si fuera poco, era bailarina y acróbata.
- Alan\, sabes que mi abuelo… - Alan me interrumpió antes de que pudiera terminar de hablar\, sabía lo que me diría.
- Ale\, mi pequeña hermosa amiga\, tienes veintidós años\, eres una bailarina con talento\, por si fuera poco\, terminaste de estudiar esa tonta carrera. ¿Cuándo dejarás de comportarte como si fueras una mocosa de quince años? Si no intentas abrir tus alas\, él nunca te permitirá hacerlo por miedo a perderte.
No respondí a las palabras de Alan, no es que fuera fácil tomar una decisión así, no se trababa de un viaje con fines profesionales o de negocios, aunque quisiéramos disfrazarlo usando otras palabras, en realidad era una escapada. Si bien es cierto que ya no soy una niña, no tenía corazón para causarle tal preocupación a mi cabecita de algodón.
Ambos hicieron tanto por mí desde que llegué a sus tranquilas vidas en Londres, nunca se quejaron de mí, no vi ni una sola mirada de reproche en sus cansados ojos, pudieron haber disfrutado de su jubilación viajando, pero en vez de eso, se quedaron en Londres cuidando de mí. Antes de su muerte, la única petición que hizo fue que cuidara del viejo tanto como él lo haría por mí.
- Ale\, sabes que si le cuentas sobre tu interés en la escuela de baile moderno de Nueva York\, tu abuelo sin duda te ofrecería que se mudaran. Pero… ¿te parece justo a su edad?
Bien, Alan estaba tan bien coordinado conmigo, que parecía que podía leer mis pensamientos, había dado en el punto clave, mi abuelo ha sacrificado tanto por mí.
- Al menos déjame pensarlo\, definitivamente quiero ir\, pero debo hacerlo de la manera correcta.
Alan asintió con la cabeza, el resto del viaje permanecimos en silencio; cuando llegamos al estacionamiento de Covent Garden, él me ayudó a bajar mi maleta rosa mientras yo sujetaba mi cabello con una dona. Covent Garden se encuentra en West End, un barrio de Londres donde se encuentra el teatro real de ópera, algunas tiendas de moda y artesanías.
Nos reunimos en la sala de baile, Alan dejó mi maleta en el piso junto a la suya y luego nos acercamos a saludar al grupo de amigos con el que siempre nos juntábamos, había otro grupo, del cual, yo no era la chica favorita por supuesto; podía sentir sus afiladas miradas como cuchillos.
- Muy bien chicos\, saben que estamos a dos días de la presentación\, hoy afinaremos los últimos detalles\, probaremos el vestuario y decidiremos el maquillaje. Hoy y mañana\, los llevaré al límite con la coreografía\, porque el día de la presentación dejaremos que su cuerpo esté relajado y descansado. - Dijo nuestra maestra de danza clásica.
Todos tomamos nuestros lugares, los últimos treinta días habíamos estado ensayando para la presentación de “El lago de los Cisnes” en el Royal Opera House. Al principio, nuestra maestra quería apoyarse de una coreógrafa de danza moderna, para hacer algo diferente a presentaciones anteriores de la misma obra, algo que incluyera danza aérea; pero el director de la escuela se negó. Si se hubiera dado la oportunidad, le habría rogado a la maestra de danza que me diera la oportunidad.
Aun así, esta presentación resulta particularmente especial para mí, es la primera vez que obtengo el papel de bailarina principal. Un logro personal que me ha tomado años de esfuerzo.
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Updated 63 Episodes
Comments
Miriam Gomez
encantadora
2023-10-20
0
Calo
Interesante
2023-10-05
0
Lili Mora
me gusta mucho
2023-06-01
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