Impactada de que me haya comprado por un millón.
El presentador mueve su mano literalmente diciéndome que camine hacia el chico. Es más alto que yo y de cerca se ve mucho más guapo.
El se quita la chaqueta que tiene y me la pone.
-Ahora eres mia.
-¿Tuya? - Como ese descarado se atreve a decir que soy suya.
-Te compré, ¿no es obvio? me respondió con su sexy voz varonil.
-Pero eso no significa que puedes poner todo tu poder en mi- dije y el me jala de brazo hacia afuera
-Vamos a ir a mi casa- dijo y yo lo miro incrédula.
_¿Por qué me elegiste a mi?- le pregunté.
-No se, solo quise y ya- respondió.
-Aun no se tu nombre, no me puedo ir así con un desconocido- le dije cruzando me de brazos.
-Me llamo Matt Kourt- dijo y me jala el brazo hasta llegar a un Ferrari 488.
¡Millonario a la vista!
Me siento en el asiento del copiloto.
-No me agrada la idea de vivir contigo solo por qué me compraste- le dije, me siento como un objeto.
-Las subastas son así, yo te compré, conmigo vienes así que calla que molestas niñita- me dijo y yo me quedo callada.
No quiero que pase como la última vez....
En el camino no paro de mirar a todos lados, aunque vea y vea ni siquiera sé a dónde vamos a ir.
Al parecer Matt acaba de tener una llamada por qué coge el teléfono y comienza hablar.
"Dígame... Aquí está..¿Que casi la violas?... Te mataría si no fueras mi amigo idiota..sus muñecas..Te salvaste de que no te dijo nada...En mi habitación...De compañía... Tendrá que aprender...Ya casi llego, abre la puerta - cuelga
Me cubrí un poco más con la chaqueta que el me dió.
-¿Te llamas Priscila?- pregunto y calladita asentí con la cabeza.
-Puedes hablarme ¿sabes? - me dijo.
-Lo se- le dije
-Creo que debes hablarme con más respeto- dijo y yo lo miro
El rey de Roma mínimo.
No digas nada malo- No soportaré nada con el.
- Hablo como quiero, es mi boca además, ¿No te basta por tener que tenerme en tu casa como un objeto?
-Te daré una oportunidad, procura no perderla porque no querrás saber que pasa si la pierdes la próxima vez que la rompas Priscila dijo.
¡¡AHS!!
Sin decir nada sigo viendo a la ventana hasta que se abren unas gigantes puertas de oro haciendo ver una gran casa a frente de nosotros.
Nunca en mi vida había visto algo así, nunca llegué a tener esos grandes lujos.
Salimos del coche y entramos a la casa, al parecer estamos solos.
-Te presentaré la habitación y de ahí tomas una ducha y te quitas ese asqueroso maquillaje y esa ropa sexy que tienes antes de que quiera hacer más cosas- dijo mientras caminábamos por los pasillos de la gran mansión.
Entramos a una habitación completamente diseñada de blanco y negro, cama completamente blancas, paredes negras, todo perfecto.
-Aquí dormiremos- aseguró...esperen...¿Dormiremos?
-Acabas de decirlo en plural?-le pregunté arqueando una ceja.
-Si, dormirás conmigo, ahora ve y toma una ducha y cámbiate con la ropa que las empleadas te dejaron- dijo y sale poniendo pestillo.
Dios mío...
Ya por lo que puedo ver, el es muy terco y mandón.
No quiero estar aquí, prefiero volver al lugar y que me lleven de ahí a mi casa...elijo estar ahí con mi madre drogándose y mi padre tomando después de tomado después del trabajo a estar en una casa con este insoportable chico.
No quiero tener que verlo todos los dias me duele saber que mis padres aunque no me quieran me boten de esa manera.
Entro al gran baño y tomo una ducha caliente, lavo mi cabello y quitó todo mi maquillaje.
Salgo y me seco, ropa lo único que veo son unos shorts de pijama con una blusa corta que me hace ver el estómago
Procedo a ponerme toda la ropa que a sinceridad no me veo mal, pero me siento incomoda al tener poca ropa delante de las personas que no conozco bien.
Dejo mi cabello suelto para que se seque al aire y salgo del baño y me encuentro con Mats, ¿Mart? ¿Cómo era?
Matt.
Ah gracias
El me mira detenidamente.
-¿Cuántos años tienes Priscila?-
-Diecisiete - respondí cortante.
-Dios mio, pensé que tenías veinte - dijo tocando su cabello desesperadamente.
-¿Por qué, solo te llevo 5 años, tengo 22 - me respondió.
Woo que normal.
- oh - dije y me siento en la cama.
-Si está es mi habitación, ¿Dónde dormirás tu? - le pregunté cruzando me de piernas.
-Aquí - respondió
-¿Cómo que aquí?-
-Es mi habitación, también tengo derecho a dormir aquí- dijo quitándose su camisa.
Dios mío,es todo un Dios griego.
Un abdomen bien formado y marcado, unos brazos fuertes y OMG... nunca había visto un hombre tan bello en mi vida. Y no es mentira.
-Tira una foto para que dure más- dijo con una sonrisa de lado.
Yo despierto de ese pequeño trance y me sonrojo.
-Lo siento- dije y me tapo la cara con las manos.
Oigo como ríe silenciosamente y se pone otra camiseta.
-Tu maleta se quedo en la subasta y lamentablemente fue botada - dijo
Yo solo siento cono todo en mi baja.
Ahí tenia recuerdos de mi y mi mejor amigo, tenia recuerdos de cuando mis padres me cuidaban más, antes de entrarse en ese horrible mundo que ahora tienen.
Siento como mis ojos se cristalizan un poco pero rápidamente quito las lágrimas, no me puedo mostrar débil ante el.
- Ok, no importa - le quite importancia, falsamente.
- ¿Segura? Hace 10 segundos acabo de ver como te quitaste las lágrimas que querían salir de tus ojos - dijo.
-Si, estoy segura- dije molesta.
El siente y sale de la habitación dejándome trancada.
Yo me acuesto en la cama y brazo la primera almohada que veo.
Me quiero ir de aquí.
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