Almuerzo.-

***...Narra Duncan...***

-^^dioss!, éste día no estaba siendo como lo esperaba, todo marchaba de maravillas excepto por el hecho que ahora mismo me encuentro en el auto de mí mejor amigo, camino a mí restaurante favorito, con la mujer que va a ser mí nueva secretaria y la que por cierto es bastante...-como decirlo!? peculiar!?- lo cierto es que no pensaba invitarla a almorzar conmigo, más que nada por que imaginé sería una señora de casi unos sesenta años a punto de jubilarse. Pero, no! estoy casi seguro que debe tener mi edad, o un par de años menos, tal vez lo peor es que me tiene abstraído de mí mismo desde el momento en que la vi...^^-.

Aunque por momentos me pierdo en mis pensamientos, estoy haciendo mí mejor esfuerzo para no ceder a la tentación, lo juro, intento poner todo de mí para no ser capaz de cometer una tremenda estupidez, no lo puedo evitar, no puedo quitarle los ojos de encima, la curiosidad que siento me está comiendo por dentro, fue verla, estrechar su mano, oler su perfume, el tono de su voz, pero sobretodo y no lo voy a reconocer en voz alta jamás, la actitud que tiene conmigo eso fué lo que realmente me cautivó.

-^^sí lo sé, soy un completo extraño un desconocido que de la nada aparece para convertirse en su nuevo jefe...^^-

Pero es la forma en que tiende a reaccionar a mí lo que me tiene descolocado, en parte es como si yo le causara temor, pero no miedo, me evitó desde el principio, como si fuese la peste, por eso es que mi lado ^malvado^ por así decirlo fue el que sugirió éste almuerzo para así ^conocernos más^ y establecer ciertos detalles laborales, lo cual sólo ha sido una excusa conveniente para mí.-

Me regocijé al ver su reacción, tiene esa actitud sumisa, la cual quisiera saber si es normal en ella, o soy yo él que la provoca, por supuesto que no le quedó otra opción más que aceptar y aquí estamos, justo en medio de un atasco, sé de sobra que está nerviosa, se le nota, soy muy bueno leyendo a las personas y sus reacciones aunque hay algo más que los nervios que tiene, la miro disimuladamente veo que sus manos las tiene apretadas en puños, además mira por la ventanilla, con la clara intención de evitarme, lo hace apropósito, también algo que no se me pasó por alto fué que al momento en que arranqué el auto, apretó fuerte sus muslos.-

-^^es que acaso?!, no! no!, no puede ser!!...^^-.

le di una mirada más directa, y la vi ahora estaba con los ojos cerrados se mordía fuerte el labio inferior, aún con las piernas apretadas entre sí además su respiración no era para nada regular, como si hiciera un gran esfuerzo por contener algo que le estaba haciendo pasar un mal rato, ante tal pensamiento mí sangre casi de forma automática se concentró en cierta parte de mi anatomía, entonces sentí que empezaba arder, no estaba del todo seguro pero ver como sus dientes clavarse con más fuerza en su labio, me terminó por confirmar, que le ocurría lo que yo pensaba, mí cerebro se quedó en blanco, no podía dejar de mirarla, parecía lo que sentía era bastante intenso, a tal grado que tuve que apretar con fuerza el volante para no hacer ninguna locura.-

Lo peor es que creo que soy yo él que provoca lo que siente y que me está empezando a afectar también, no la dejo de mirar, esperando que deje de torturar su labio, el que veo con satisfacción que es bastante carnoso, y el color rojo del que lo lleva pintado, lo hace más sensual.-

-^^...sensual?!, soy yo el que acaba de pensar eso?!...^^".-

Debo estar perdiendo la cabeza y el sentido común, voy a enloquecer si no quita ese gesto de su rostro, lo mejor será que le diga algo.-

•dioss!!!, quieres dejar de morderte el labio!!...

Tal vez sonó a queja, pero más bien era una súplica para que pare con la tortura que sin saber me causaba, ella brincó en el asiento al oír que le hablé, seguí viéndola, tomó aire muy lentamente lo soltó para luego recién hablarme, lo hizo tan bajo que casi no pude entenderle.-

×lo, lo siento...yo, yo no sabía que lo hacía, es una manía que tengo sólo cuando estoy...olvídalo....

-^^...olvidarlo!!??, sí claro!!!...^^.-

No lo haría, simplemente lo dejaría pasar y sólo por el momento, luego por fin se dignó en mirarme le sonreí de lado, simplemente suspiró y otra vez se giró para mirar denuevo hacia fuera, me exasperaba demasiado que lo hiciera.-

-^no entiendo por qué insiste tanto en ignorarme!!!...^.-

Tenía que descubrir y entender por qué reaccionaba como lo hacía y de paso intentar que se abriera un poco a mí, eso haría ni bien estuviésemos ubicados en el restaurante, el resto del viaje no fue diferente, se lo pasó viendo por la ventana, o tecleando en su celular, al salir del atasco nos tomó una hora más llegar al lugar, una ves allí el valet parking se acercó a que le entregara la llave, mí intención era ser caballero y abrirle la puerta para que baje, pero ella no me dió tiempo cuando, me giré para hacerlo ella estaba esperándome junto a la puerta de entrada, primero me molestó, pero luego pensé- "quizá no está acostumbrada a ese tipo de atenciones", otra cosa que por ahora dejaría pasar.-

Camino hacia la puerta y esta vez si la abro para ella.-

•adelante...

Se detiene y gira para mirarme a los ojos, me da una leve sonrisa, y luego entra, la sigo una vez que el mozo se acerca, le doy mi apellido y nos lleva al lugar privado que tengo reservado, va por delante de mí en silencio, la veo, camina decidida, al entrar se sienta en uno de los sillones, hago lo mismo quedando frente a ella con la mesa de por medio. Estamos en silencio ahora sí no me esquiva la mirada, solo al recibir el menú y agradece.-

-señor les puedo traer algo de beber mientras eligen el menú?...

•sí!!, estaría muy bien!, Sky qué vas a elegir?... pasta, carne, o verduras?...

×algo de pasta y carne...

•bien, entonces traigamos vino tinto, el de la casa, por favor...

-enseguida...

Se retira, la veo como mirar todo con curiosidad.

•te gusta el lugar?!?!...

Me mira y sonríe.-

×sí, aunque no lo conocía, además de que bueno, esta es la primera vez que vengo a un sitio como este...

Me sorprende lo que dice.-

•bueno, pues entonces me alegro que te agrade...

×sí! lo hace, tiene un buen ambiente, y tú tienes buen gusto...

Sonreí complacido, quizá no sea tan difícil de tratar, tal vez estar en un lugar abierto, no la haga sentirse tan incómoda, vuelve su vista al menú, lo miro, hace algunas muecas, estoy casi seguro que no se da cuenta de ello, lo cierra y lo deja a un lado.-

•has elegido ya?...

×sí...

Llega el mozo con el vino, me sirve lo pruebo, le llena la copa y luego a mí.-

-han elegido?!?!...

•sí!, Sky...

La invito a que pida primero.-

×voy a querer por favor, una porción de lasagna el relleno de carne, con salsa boloñesa y el queso gratinado, me gustaría si además me puede traer agua y un refresco de cola, muchas gracias, eso es todo...

Escucho atento todo lo que dice un poco sorprendido, pues, >que idiota< no le he preguntado si le gusta el vino >pero tampoco se ha negado, a menos que no lo haya querido hacer frente al mozo...<

-muy bien señorita, para usted señor Bates?...

•fideos a la boloñesa, sólo eso...

-bien, regreso en un momento...

Cuando se va me mira y le pregunto.

•no te gusta el vino?!?!...

×sí!, por qué?...

•pues, has pedido agua y también un refresco...

×es que...no puedo, quiero decir no suelo tomar mucho...

Aunque no le creí no insistí, supongo que sabe lo que hace, cuando llegaron nuestros platos, esperé a que el mozo se retire, se sirvió un vaso de agua y lo tomó casi de una, me dió un poco de gracia.-

•provecho...

×a ti también Duncan...

Maldita sea, es la primera vez que la oigo decir mí nombre y tuve que retener el impulso de pedirle que lo repita, asentí y me concentré en mi plato, ninguno dijo nada al principio, luego fué ella la que dió el primer paso.-

×entonces...tienes tu empresa aquí en New York?... quiero decir, aquí en Brooklyn?...

•no, de hecho en Manhattan...

×y vives allí o te trasladas todos los días?...

•sí vivo allí...

Noto que está pensando en algo y que duda en decírmelo.-

×sabes?, ahora que ha surgido éste cambio, el cual es más bien para mí que para Em, a pesar de que no es tanta la distancia, creo que lo voy a usar también para buscar un lugar propio allí, vivo con Em, pero ya hace un tiempo lo he estado pensado y creo que ahora va a ser un buen momento, la idea de que vivamos en el mismo estado me agradó mucho más de lo que estoy dispuesto a admitir al final el almuerzo no resultó tan desastroso como pensé que sería más bien, fue agradable, creo que lo disfrutamos, en si no hablé mucho lo preferí, así podía conocerla mejor, tomamos el postre, hicimos la sobremesa, me sorprendí cuando vi la hora ya era media tarde, debía llevarla, pero la realidad es que no quería, salimos del restaurante y subimos al coche esta vez la tensión se sentía, pero diferente, como si al haber pasado el rato juntos, ambos encontramos la forma de manejar la situación, lo cual sería un verdadero alivio, pues trabajar en esas otras condiciones hubiese sido un verdadero martirio.-

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