Ya paso una semana desde que llegue a este mundo y aún no he visto ni una sola alma (personas), esto se me hace extraño siendo una princesa debería tener personas a mi alrededor, pero no me preocupa ya que esto me beneficia de cierto modo, dado que no sabría cómo tratar con ellos, bueno la cosa es que se me es complicado hacerme cargo de todo el castillo sola, además ya estoy cansada de estar encerrada, dado esto decidí salir por primera vez, cuando llegue al portón había un escolta, si el guardia pregunta por quién soy, le respondería que era la sirvienta de la princesa, sin embargo, él solo me miro y abrió las puertas. No sabía por dónde ir, y la intriga me atormentaba, volver al castillo no era una opción en ese momento, por lo que escogí uno de los caminos y continúe avanzando, en eso pensé, que pase lo que tenga que pasar, al haber caminado por una hora aproximadamente, llegue a una tienda pequeña, que más que una tienda parecía la casa de una bruja, me asome por curiosidad, en eso vi a una anciana sentada.
- Pasa - me dijo con una voz amigable - usted tiene un gran poder en su interior
- ¿Poder?, conteste
- usted tiene una gran mana, añadió la anciana
- no sé a lo que se refiere, respondí
Me puse a pensar en lo que me dijo y me di cuenta que sería extraño que no supiera que es mana.
- En eso le dije, que había perdido la memoria y no recordaba nada, le agradecería si fuera más específica
- ves, aquella bola de allá, tócala y ella sabrá que hacer, dijo la anciana
Con un poco de miedo me asome a la bola, esta brillo en cuanto la toque, por mi mente estaban pasando recuerdos de este cuerpo, ella había sufrido demasiado, su padre no la quería, la desprecio desde pequeña, el emperador le decía; que no servía porque no podía utilizar magia y que solo era un adorno para él pero en el momento en el que pensó que nada tenía sentido, llego a su vida una persona quien se convirtió en lo más importante para ella, él era su prometido, este la trataba bien es por eso que al pasar el tiempo ella ya no buscaba el amor de su padre sino el de su prometido, cuyo nombre era Joaquín, él era el sucesor del ducado, un chico guapo de ojos azules cabello amarillo, el típico príncipe azul, la princesa se aferró tanto a él que podría dar su vida con tal de su felicidad. Rily creía que él la amaba hasta que conoció a la señorita Lily, una chica de cabello amarillo y ojos color azul, por casualidades de la vida en una de las conversaciones que tuvieron Lily y Joaquín, él dijo que odiaba la idea de casarse con la princesa Rily y cuando Rily le pregunto, este se justificó diciendo que él era muy poco para ella, al escuchar tal excusa Rily se puso triste a razón de que ella sabía la verdad, el día que Joaquín converso con Lily, ella escucho cada detalle de la conversación que habían tenido, sabía que no era por la justificación que le dio Joaquin sino porque él amaba a Lily, la princesa había escuchado cuando Joaquín confesaba sus sentimientos a la señorita Lily, quien lo rechazo diciendo; yo también te amo, pero lo nuestro no puede ser debido a que estas comprometido, si quieres estar conmigo tienes que romper con la princesa. Joaquin no pudo soportar que su amada lo rechazara solo porque alguien se interpone, tanta era la decepción por no tenerla que sin pensarlo le dio un beso que fue correspondido por Lily, Rily no pudo aguantar tal escena, con los ojos llorosos y con el corazón hecho pedazos se retiró silenciosamente. Por la noche Rily sentía que ya no podía con su vida; su padre no la quería, el prometido que pensó que siempre estaría con ella la traiciono, ella no sabía por qué, ni para que vivía, ya no le quedaba nada en esta vida, prefería morir, pero no podía hacer eso, puesto que ella todavía pensaba que podía recuperar a su prometido si se esforzaba y fue así como lo hizo, al día siguiente su sirvienta la ayudo a maquillarse y a ponerse uno de sus mejores vestidos, Sofia le dijo; que no se sienta triste, pues ella no necesita a un hombre que no supo valorar su amor, sin embargo, Rily no lo tomo de la mejor manera, dijo con voz pero moderada con ganas de gritar a Sofia; tómate un descanso para que puedas recapacitar sobre tus errores, no te acerques al castillo por dos semanas y si osas a desobedecerme tu familia sufrirá las consecuencias, Sofia no podía involucrar a su familia ya que aún eran pequeños, sin más que decir se retiró diciendo, como desee princesa. Al llegar al ducado el mayordomo guio a la princesa a la sala, después de unos minutos llego Joaquín, quien la trato con indiferencia, esto le dolió a Rily, en eso pensó que al menos una vez en su vida protegería su dignidad, fingió una sonrisa y le dijo se puede conseguir la felicidad sin lastimar a los demás, Joaquín no lograba entender a que se refería, Rily añadió una frase más para no dar sospechas, nosotros seremos felices sin dañar a nadie, eso enfureció a Joaquin, escuchar la palabra ”nosotros” de alguien que él no amaba era realmente molesto, Rily lo interrumpió en sus pensamientos, diciendo, me retiro solo quería saber cómo estabas, ahora que vi que estas bien no hace falta que me quede más tiempo, en eso Joaquín se quedó pensando, porque Rily actuaba de manera distante, pero no le dio tanta importancia ya que así su amada se acercaría más a él. Rily al llegar al castillo, reunió a todos los sirvientes, indicándoles que tomaran vacaciones por dos semanas y que no se preocuparan pues no se les descontaría de su salario, todos aceptaron gustosos, asimismo le dijo al guardia, que no dejara entrar a nadie por dos semanas además añadió que quería estar sola y tener tiempo para pensar. Tal como ella lo ordeno nadie entro a la mansión por dos semanas.
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