Mi Historia*
Hola, buenos días. Esta es mi historia.
Me llamo Rick, tengo 17 años y estudio. Mi vida es un poco complicada, pero voy a contarles todo desde el principio.
Mi mamá es muy joven, ja ja, ya sé, ya sé, se ve muy joven. La verdad es que ella se casó muy pronto.
Tengo dos hermanos pequeños, Alan de 1 año y Cain de 3 años. Son mis compañeros de aventuras y mis mejores amigos.
Y respecto a mi papá... bueno, no sé nada de él. La verdad es que no ha estado presente en mi vida desde que tengo memoria. Lo típico, ¿verdad?
Pero no quiero que esto sea un capítulo triste. Quiero contarles todas las cosas que pasan en mi vida, los altibajos, las risas y las lágrimas. Ojalá no les moleste y sí les guste. ¡Quédense y pongan atención! Vamos a empezar este viaje juntos.
La tarde de videojuegos con Ren_
Hoy fue un día especial. Ren vino a mi casa para jugar una partida de videojuegos. Siempre es divertido tenerlo cerca, especialmente cuando se trata de competir en nuestros juegos favoritos.
Mi mamá había salido a visitar a mi abuela, llevándose a mis hermanos con ella. Me quedé en casa, aprovechando la oportunidad para pasar la tarde con Ren y olvidarme un poco de la tarea que tenía pendiente.
Ren es buen jugador, pero yo soy el rey de los videojuegos en nuestra amistad. Casi siempre gano, y hoy no fue la excepción. Ren se rió y se quejó, pero sabía que no podía vencerme.
"¡No es justo!", dijo Ren, sacudiendo la cabeza después de una derrota particularmente aplastante. "¡Tú siempre ganas!"
"Es porque soy el mejor", le respondí con una sonrisa.
Ren se rió y continuamos jugando. La tarde pasó volando, llena de risas y competencia amistosa.
En un momento, Ren se detuvo y miró alrededor de la habitación. "¿Dónde están tus hermanos?", preguntó.
"Mi mamá los llevó a visitar a mi abuela", le expliqué.
Ren asintió. "Entonces, tenemos la casa para nosotros".
Sonreí. "Sí, podemos hacer lo que queramos".
Y así continuamos, disfrutando de nuestra tarde de videojuegos y libertad.
La pregunta inesperada
La tarde de videojuegos continuaba, con Ren y yo compitiendo en nuestro juego favorito. De repente, Ren se detuvo y me miró con una expresión extraña. Su sonrisa habitual había desaparecido, reemplazada por una mirada nerviosa.
"Oye, Rick", dijo Ren, su voz un poco más baja que usual. "¿Qué piensas de las personas con preferencia diferente?"
Me sorprendió la pregunta. No esperaba que Ren me preguntara algo así, especialmente en medio de una sesión de videojuegos. Me sentí intrigado y un poco confundido.
Ren sonrió de nuevo, pero su nerviosismo era evidente. "No, no es nada", dijo rápidamente. "Era solo una broma".
Pero no parecía una broma. La seriedad en sus ojos me hizo pensar que había algo más detrás de esa pregunta. Algo que Ren no quería revelar.
"¿Qué pasa, Ren?", le pregunté, intentando sonar tranquilo. "¿Por qué me preguntas eso?"
Ren se encogió de hombros. "Nada, de verdad. Olvídalo".
Pero no podía olvidarlo. La pregunta de Ren había despertado mi curiosidad. ¿Qué estaba tratando de decirme?
Dudas y sospechas
Después de la extraña pregunta de Ren, no pude sacarla de mi mente. Empecé a pensar en su comportamiento, en cómo se relacionaba con los demás, especialmente con las chicas.
Ren es un chico atractivo, inteligente y divertido. Podría tener a cualquier chica que quisiera, pero nunca lo había visto coqueteando o interesándose por alguna. Siempre había pensado que simplemente era selectivo, pero ahora no estaba tan seguro.
Su forma de actuar, su manera de vestir, su estilo... todo parecía diferente. No era effeminado, pero había algo en él que no encajaba con el estereotipo tradicional de "chico heterosexual".
Me pregunté si mi sospecha era solo una paranoia o si realmente había algo más. ¿Ren podría ser gay? ¿O quizás bisexual? La idea me sorprendió, pero no podía negar que había señales.
Recuerdo cómo se reía nerviosamente después de hacerme la pregunta, cómo evitaba mirarme a los ojos. ¿Estaba tratando de decirme algo sin decirlo?
Me sentí confundido y un poco incómodo. No sabía cómo reaccionar ni qué pensar. ¿Debería hablar con él al respecto? ¿O debería dejar las cosas como estaban?
La duda me carcomía. Quería saber la verdad, pero también temía herir a mi amigo. ¿Qué pasaría si mi sospecha era incorrecta?
Capítulo 7: La confesión y la duda
Ren me preguntó con una mezcla de nerviosismo y determinación. Su voz temblaba ligeramente, pero sus ojos brillaban con sinceridad.
"Oye, Rick, tú me gustas", dijo, pausando antes de continuar. "Quería saber si... tú tal vez sientas algo por mí. No te quiero presionar ni nada, pero quisiera saber eso, nada más".
Me sentí como si hubiera recibido un golpe en el estómago. No sabía qué responder. Mi mente estaba en blanco, pero mis pensamientos estaban en ebullición.
"Ren, no sé qué decir", tartamudeé.
Pero en mi mente, una tormenta de emociones y dudas se desataba. Yo soy heterosexual, o al menos eso creía. Nunca había considerado la posibilidad de sentir algo romántico por un chico. Pero Ren... era diferente. Era mi amigo, mi confidente, y ahora, alguien que me confesaba su atracción.
Me di cuenta de que mis sentimientos hacia Ren eran más profundos de lo que pensaba. Me gustaba su compañía, su sentido del humor, su vulnerabilidad. Pero, ¿era amor? ¿Era atracción física? ¿O simplemente una gran amistad?
Mi mente se debatía entre la confusión y la curiosidad. ¿Qué pasaría si exploraba estos sentimientos? ¿Qué pasaría si no lo hacía?
Ren esperaba mi respuesta, su mirada llena de esperanza y miedo. No quería herirlo, pero tampoco quería mentirle.
"Ren, necesito tiempo para pensar", dije finalmente, intentando ser honesto sin herirlo.
Ren asintió, su sonrisa débil. "Entiendo. No te preocupes, no te presionaré".
Pero yo sabía que ya había sido presionado. Mis propios sentimientos me presionaban, me hacían cuestionar todo lo que creía saber sobre mí mismo.
La verdad revelada
Unos días después, Ren vino a mi casa para trabajar en un proyecto escolar. Estábamos sentados en la mesa del comedor, rodeados de papeles y lápices. La tensión que había estado acumulando desde nuestra última conversación era palpable.
Finalmente, no pude contenerme más. Tenía que saber la verdad.
"Ren, ¿puedo preguntarte algo?", dije, intentando sonar tranquilo.
Ren me miró con curiosidad. "Claro, ¿qué pasa?"
Tomé una respiración profunda. "¿Eres... gay o bisexual?"
Ren se detuvo, su mirada se desvió hacia abajo. Hubo un silencio incómodo antes de que respondiera.
"Soy bisexual", dijo finalmente, su voz baja y nerviosa.
Me sorprendió, pero no me disgustó. Lo que me sorprendió fue lo que dijo a continuación.
"Y tengo que admitir que... me atraes", dijo, mirándome con una mezcla de miedo y vulnerabilidad. "Hace mucho tiempo. Pero tengo miedo de perder nuestra amistad. No quiero que cambie nada entre nosotros".
Me sentí abrumado. No esperaba esa confesión. Mi mente estaba en blanco, sin saber qué decir.
"Ren, no tienes que tener miedo", logré decir finalmente. "Nuestra amistad no cambiará. Te apoyo, no importa qué".
Ren sonrió, alivio en sus ojos. "Gracias, Rick. Significa mucho para mí".
Nos sentamos en silencio por un momento, procesando lo que había dicho.
"¿Por qué no me lo dijiste antes?", pregunté.
"Tenía miedo de que te alejaras de mí", admitió Ren. "No quería perder tu amistad".
Me sentí conmovido por su honestidad. Ren había confiado en mí, y yo no iba a decepcionarlo.
"Te prometo que nuestra amistad no cambiará", reiteré.
Ren sonrió, y por primera vez, vi una chispa de esperanza en sus ojos.
