Quisiera poder saltar en el tiempo, regresar a la época donde mi mayor problema era aprender a multiplicar y no me afectaba si el salario mínimo era suficiente para vivir.
No quiero volver para corregir los errores cometidos, sino para disfrutar más de aquellos momentos que deje ir en vano, los momentos a los que no preste importancia por el afán de crecer y los momentos que hoy tanto añoro volver a vivir.
Quiero volver para despedirme correctamente de las personas que deje atrás, ofrecer perdón a las personas que lastime, poder dar un abrazo y decir que siempre las extrañaría, decir las palabras que nunca pude pronunciar.
Quisiera volver a los tiempos donde era feliz y no lo sabía, donde no tenía nada y a la vez lo tenía todo, donde el dinero no afectaba mi estado de ánimo.
Deseo tanto, volver atrás, detener el tiempo y vivir una y otra vez lo mismo. Quiero salir a jugar, quiero abrazar a mis amigos, decirle a papá que por favor me llame de vez en cuando para darme un poco de aliento porque a veces la vida es difícil y mamá tiene mucho peso en sus hombros.
Crecer no es tan bueno como piensas cuando eres niño, crecer es agotador, es asfixiante y lo peor es que cada día empieza a ser una lucha constante para mantenernos en vida.
No estoy diciendo que mi vida de adulto sea mala, sé que definitivamente estoy aferrado a un pasado que no me resigno a soltar, no lo quiero soltar y esto sí que me afecta, no me deja vivir en paz.
Si regresara al pasado, haría todo tal cual lo hice, pero con más pasión y amor, viviría lentamente y disfrutaría cada sorbo, cada bocado.
Duele tanto extrañar…